Mi primera vez a los 10 con mi padrastro
Esta es la historia de como mi padrastro me hizo su puta personal.
Capítulo 4
Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas.
Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta:
la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos
paladar abajo hasta apoyarse,
en el tercero, en el borde de los dientes.
Lo. Li. Ta.
Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana,
cuando estaba derecha, con su metro cuarenta y ocho de estatura,
sobre un pie enfundado en un calcetín.
Era Lola cuando llevaba puestos los pantalones.
Era Dolly en la escuela.
Era Dolores cuando firmaba.
Pero en mis brazos fue siempre Lolita.
“Lolita, Vladimir Nabokov”
Mi madre había pedido permiso para faltar a su trabajo, pero solo logro que le dejaran estar conmigo el día de mi cumpleaños, pero en la noche tendría que viajar, eso me dolió, porque quería pasar más tiempo con ella, pero también entendí que tendría más tiempo con mi padrastro, el me lo había prometido. Mi madre organizo todo, lo único que hizo fu preguntarme si yo quería una fiesta de disfraces o una fiesta en un salón y yo decidí la fiesta de disfraces para lo cual todos, excepto mi padrastro estaba vestido con un disfraz de super héroes, yo decidí disfrazarme de Robyn Hood; mi madre me compro el disfraz, un vestido al estilo de la época de Robyn Hood, con su sombrerito verde, y el vestido me llegaba a media pierna, mi abuela en algún momento de la fiesta me dijo que ya estaba convirtiéndome en toda una mujer.
Fue un día fantástico, estaba toda mi familia, a todos los que quiero mucho, después del pastel de chocolate, algunos estaban bailando y cuando vi a mi padrastro que estaba solo y que no nos podían escuchar le dije.
-Ya por fin es mi cumpleaños.
-Si, un año mas vieja
-¡HOYE!
-jajaja solo estoy bromeando.
-Si te acuerdas el lo que quedamos
-No, no me acuerdo
-No me hagas esto, lo prometiste
-Dime que prometi.
-me dijiste que me harías mujer y que me usarías como puta, ya quiero hacer todo eso, me dijiste que obedeciera y que no me tocara y que no viera videos y e cumplido.
-jajaj si me acuerdo
-pues ya es mi cumpleaños
-Ahora no, te dije que no hablamos de esto cuando hay alguien, obedece
-Si papi
Ya no dije nada, solo me quede callada, a los segundos llego mi tío, hermano de mi madre para invitarme a bailar, al sentir sus manos sobre mi cuerpo sentí las cosquillas y la humedad en mi vagina, algo que se estaba haciendo insoportable pro no poderme tocar, en ese momento ya quería ser mujer, en ese momento quería que cualquiera me hiciera mujer, hasta mi tío que me tenía en sus brazos.
Después de unas horas más, la fiesta termino, y cuando la casa quedo vacía mi madre estaba despidiéndose de mi con lágrimas en los ojos, diciéndome lo mucho que me quería; yo también tenía lágrimas en los ojos. Después se despidió de mi padrastro con un largo beso y se subió al taxi que la llevaría al aéreo puerto.
Yo subí corriendo a mi cuarto y me encerré en mi baño, ahí me heche agua en la cara y me puse un poquito de maquillaje, me arreglé mi disfraz y decidí bajar a la sala.
Mi papi se estaba sentando en el sofá de la sala con el control del televisor cuando llegue a su lado con las manos en la cintura.
-No lo dejaras pasar ¿Verdad?
-no.
Me tomo de la mano y me jalo para sentarme en sus piernas, esta sería la primera vez que pasaba eso, que sentía su cuerpo de esta forma.
-Lo primero tienes que tener claro que como mujer tu deber es dejar satisfecho a tu hombre de turno, y de paso así podrás tu sentir placer ¿me entiendes?
-Si papi
-Lo primero es que tienes que aprender a besar.
Y sin mediar palabras comenzó a besarme. Mi cuerpo fue presa de una electricidad que fue directamente a mi vagina, sentía cada línea y pliegue de sus labios; por unos momentos tarde en responder torpemente sus besos. Al separarse lo mire a los ojos sonriendo a lo que el, con una sonrisa en la boca igual que la mía me daba indicaciones de como besar y así lo poníamos en práctica, en uno de esos intervalos él puso su mano debajo de mi faldita, directamente a mi pierna. El vio la sorprsa en mi rostro a lo que me dijo.
-¿Qué es lo que quieres ser? ¿Como quieres que te trate?
-quiero que me hagas mujeres, que me uses como una puta.
-Las putas son obedientes y se dejan hacer por su hombre de turno, dejan que el hombre haga lo que él quiera.
-entendí sus palabras, y dejando de presionar su mano y quitándola le sonreí dándole a entender que podía acariciarme como él quisiera.
Seguimos besándonos mientras sentía como su mano acariciaba mis piernas y a beses subía hasta a acariciar mis senos, en una de esas caricias por encima de mi ropa me pellizco un pezón, yo solté un grito de sorpresa y dolor a lo que él me dijo, “Recuerda que eres una puta” yo entendí inmediatamente y seguí besándolo, al siguiente pellizco me dolió igual pero ya no hice nada por alejarlo.
Después de unos minutos que para mí fueron los mejores minutos de mi vida el me dijo que me bajara de sus piernas y me sentara en el sofá
-Es hora de tu siguiente lección. -En ese momento se puso de pie. -Vamos a mi cuarto.
Me tendió la mano para ayudarme a levantarme, y no me la soltó, hizo que caminara frente de él tomada de la mano, como si yo lo llevara a él. Al llegar a su cuarto lo primero que hice fue sentarme en la cama haciendo que mi padrastro quedara de pie frene a él.
Despues de mirarme un momento y yo con una mezcla de nervio y emocion, mi padrastro se puso de pie.
-Ya has visto como se hace feliz a un hombre con la boca, es momento de que lo hagas tú, sácame tu nuevo alimento.
Mis manos temblorosas se fueron lentamente a su pantalón, mi padrastro me tomo las manos con fuerza y mirándome con seriedad me dijo.
-Las mujeres de verdad ¿Como deben de estar cuando están con su hombre?
Respirando hondo para llenar mis pulmones de aire y super concentrándome me puse de rodillas lentamente; cuando mire la sonrisa de mi padrastro tome con mis manos ya menos temblorosas su cinturón, lo abrí inmediatamente abrí el botón de su pantalón y bajar su cierre. Bajé ligeramente su pantalón y metí mi mano dentro de su bóxer negro.
Mi mano hizo contacto inmediatamente con su hombría, sentí su piel fina y tersa como el terciopelo fino, sentí su calor y su dureza, la comparé como acariciar un tubo de acero forrado de algodón. Con mi otra mano, baje su bóxer para sacarle su hombría, él me ayudo bajando un poco su bóxer lo que provocó que saliera con fuerza y como resorte, la punta de su verga rozo la punta de mi nariz, y ahí fue cuando la pude ver una verga en vivo por primera vez en mi vida. Larga, gruesa, dura, de un color claro y rosa, roja con venas muy grandes de color verde y azul; a bajo estaban su huevos, duros y grandes de un tono de color más oscuro.
Después de unos minutos que me la pasé mirando su hombría, acariciándola, moviéndola, estudiándola mi padrastro me dijo –Es suficiente- Yo entendí a lo que se refería. Con mis dos manos tome su hombría, mis manos no lograban abrazarla por lo gruesa y larga que la tiene, su temperatura caliente comenzó a calentar la palma de mis manos y yo jale su piel hacia atrás para que se asomara la cabeza de su verga.
Pase mi lengua por mis labios para humedecerlos mientras miraba a mi padrastro a los ojos e inmediatamente mire la punta de su hombría y lentamente le di un beso pequeño, rápido. En mis manos sentí como tembló ese pedazo de carne, miré a mi padrastro y con una sonrisa asintió. Replicando su sonrisa, repetí el beso, una, dos y varias veces más, alce su verga para también darle pequeños besos por toda su longitud hasta llegar a sus huevos. Me detuve, respiré fondo un par de beses, pase mi lengua por mis labios para humedecerlos aún más, y abrí mi boca todo lo que pida. Me fui metiendo su verga lentamente. Al sentir su cabeza descansar dentro de mi boca sobre mi lengua pude sentir por primera vez en mi vida el sabor de un hombre. Inmediatamente me enamore de esa sensación.
Con los minutos me di cuenta que aún no estaba lista para que entrara todo en mi boca, con los minutos me di cuenta que me gustaba mucho tenerla en mi boca, besar y chupar sus huevos, me gustaba estar de rodillas mamando verga.
-Mueve tus manos de adelante y hacia atrás, y no la saques de tu boca. -me dijo mi padrastro.
Comencé a hacerlo como él me dijo, después de unos minutos el gorrito de Robin Hood callo de mi cabeza, mi padrastro aprovecho para acariciarme la cabeza
-Eso es, así, mamas como becerrita.
Al escuchar sus palabras lo mire a los ojos y recordé a los becerros chupando leche lo que provocó que con la punta de su verga en mi boca y moviendo mis manos le sonriera mirándole a los ojos.
-Me voy a correr, come toda la leche.
Yo me prepare para el momento, no tuve que esperar mucho tiempo, de la punta de su verga salieron con fuerza chorros de leche espesa, el primero pego directo con mi paladar, los cuales siguieron algunos más, un líquido espeso y caliente comenzaba a llenar mi boca, a tal grado que m fue imposible mantenerlo en mi boca, uno de los chorros toco la entrada de mi garganta lo que hizo, junto a toda la leche que me llenaba la boca, provocó que tosiera haciendo que saliera de mi boca parte de su leche; al sacar la verga de mi boca algunos disparos más chocaron con mi cara, yo cerré los ojos para que no me entrara en ellos.
-Tienes que aprender a tomarte toda la leche, además es buena para ti, te pondrás más bonita, pero si tu hombre quiere también te tienes que dejar que te los heche en la cara, es como el hombre quiera.
-jajajaj si si
– ¿Te gusta? -Yo aún estaba saboreando la leche que me pude tragar y algo más que aún tenía en la boca.
-Heee… si, si está bien.
-Ve a verte al espejo.
Me puse de pie rápidamente y fui corriendo al baño; al mirarme al espejo me sorprendí mucho. La mitad de mi cara estaba llena de leche espesa, de mi barbilla había un hilo grueso de ella que colgaba, mi vestido de Robin Hood tenía gotas de semen.
Con una sonrisa en la cara no dejaba de ver la leche que estaba por todo mi rostro, con mi lengua limpie mis labios que estaban impregnados de su placer líquido.
– ¡Dolores no tardes mucho!
Al escuchar el llamado de mi padrastro tome rápidamente la toalla de manos y me limpie la cara rápidamente para salir corriendo a su encuentro. Al llegar con el me quede de piedra, él estaba denudo.
Con paso lento me acerque a él, al llegar, me puse de rodillas pensando que me pondría a mamar, en su mirada se dibujó una sonrisa de satisfacción.
-Muy bien, es bueno que sepas cuál es tu lugar, pero ven, te quiero acostada en la cama, quítate la ropa.
Al quedar desnuda, me ayudo a levantarme, me acomode en la cama acostada, con la cabeza en la almohada. Mi padrastro estaba de rodillas a un lado de mí, el tomo mis rodillas y manteniéndolas juntas recogió mis piernas para colocarse frente a mi cuerpo, sin soltar mis rodillas lentamente me fue me fue abriendo, cuando me miró con las piernas totalmente abiertas había una sonrisa perversa en su cara.
– eso es, esa es la pose más hermosa de una mujer, abierta de piernas esperando a que su hombre la usé para su placer.
yo estaba sonriendo tenía una mezcla de vergüenza de miedo de placer y de felicidad, estaba emocionada que no cabía en mí, por fin había llegado el momento que tanto había soñado.
mi padrastro lentamente se fue acercando a mi vagina pasando su lengua desde abajo hasta mi clítoris; yo solté un gemido de placer, mi cuerpo tembló, un poco más y con ese simple roce pude haber llegado al orgasmo; al mirar que mi cuerpo tembló él continuó su recorrido llegando a mis senos, besó a la izquierda y mordió el derecho provocándome otro escalofrío, otro gemido de placer; siguió subiendo hasta morder mi cuello, me besó en los labios en los ojos y cuando me di cuenta él estaba completamente encima de mí; el grosor de su cuerpo provocaba que mis piernas se abrieran aún un poco más; con manos temblorosas me aferré a sus hombros sentí sus músculos sus fuertes músculos esperando lo inevitable.
Su mano izquierda estaba a un lado de mi rostro mientras que con la derecha tomabas hombría la agitó un poco, no podía ver muy bien desde la posición en la que estaba mi cabeza, pero sí pude sentir el roce de esa barra de hierro envuelta en terciopelo sobre mi vagina, pude sentir la punta de su hombría rozando los labios de mi Virgen vagina.
– ahora te voy a hacer mujer, tienes que aguantarte porque las putitas como tú que solo están para el servicio del hombre tienen que aguantarse, te va a doler al principio, pero después sentirás mucho placer – mi padrastro me advirtió lo que seguiría a continuación- tú Ponte flojita.
Al terminar de advertirme lo que seguiría, comencé a sentir cómo la punta de su hombría comenzaba a empujar en medio de los labios de mi vagina; yo fallé aire para aguantar lo que seguiría, sabía que me dolería pero no era el momento de tener dudas, esto es lo que yo quería. mis manos se aferraron con más fuerza a sus hombres, apreté los ojos mientras sentía cómo esa punta de carne seguía abriendo cada vez más y más las paredes de mi vagina; comencé a sentir dolor que fue acompañado con un gemido gutural del fondo de mi garganta, entre queja y sorpresa.
– me duele – dije apretando los dientes.
mi padrastro no se detuvo ante el mis palabras, siguió empujando y empujando hasta que de mi garganta salió un grito de súplica. Eso se detuvo por un momento – estoy sintiendo tu virginidad esto solamente es una vez en la vida así es que lo voy a hacer lento para disfrutarlo más- y sin esperar tanto tiempo comenzó otra vez a empujar más y más. – Estás bien estrecha mi amor, no sabes la cantidad de placer que me das- mis piernas se tensaron, mientras que sentía cómo el mi vientre se inflama un poco más, cuando de repente sentí como una cortada como si algo se hubiera Rompido dentro de mí, mi virginidad había cedido. mientras yo daba un grito de dolor mi padrastro daba un grito de placer.
-HHHAAAAAAAYYYY
-HAAAAAA SII Eso es solamente un hombre puede hacerlo una única vez ahora yo soy tu dueño – de mis ojos comenzaron a salir unas lágrimas mientras mi padrastro seguía diciéndome lo mucho que le estaba gustando ese momento- que rica estás mi amor, ya te hice mujer, ya te hice mi mujer, de ahora en adelante eres mía y solo mía, eres de mi propiedad.
mi padrastro siguió empujando un poco más, no sé si pasaron segundos o minutos, pero ese momento ese justo momento se me hizo eterno. aunque me estaba doliendo horrores, una parte de mi mente me decía que siguiera aguantando que solo serían unos minutos más, cuando mi padrastro me dijo que me había hecho mujer entre lágrimas y dolor, en mi cara se dibujó una sonrisa, una risa de satisfacción por haber logrado algo que quería, una sonrisa de felicidad.
mi padrastro se detuvo, se quedó quieto dentro de mí lo suficiente para que mi cuerpo se acostumbrara a tenerlo dentro, cuando mi respiración se calmó un poco pude abrir los ojos y mirarlo directamente a la cara.
-¿ te está gustando?
– sí papi
– ya descansaste, ahora comenzará lo bueno.
Al decir esto comenzó a sacar su hombría lentamente, de inmediato mi cuerpo reaccionó y comencé a sentir otra vez ese mismo dolor, mi cuerpo se tensó por la sorpresa, había pensado que ya sería placer. Lentamente mi padrastro comenzó a entrar y salir de mi vagina, tengo que confesar en ese momento que no sentía placer ya que eran las primeras metidas que me daban en mi vida y más aún con el grosor de la verga de mi padrastro; Unos minutos después no pude más y le supliqué entre lágrimas y sollozos.
-¡me duele, me duele mucho, sácamela por favor, me duele mucho, no aguanto más!
le suplicaba a mi padrastro que me la sacara, le decía todo esto directamente a su oído porque lo tenía totalmente encima de mí.
-No comiences con pendejadas, no te la voy a sacar hasta que yo quiera.
-¡pero me duele mucho por favor sácamela!
– no, aprende de una vez que tu único trabajo en la vida es dejar que tu hombre te use como él quiera. además, el dolor es pasajero ya te acostumbrarás y disfrutarás como una perra porque eso es lo que eres una perra; Eres una puta que le ofreció su virginidad a su padrastro y así te voy a tratar como la puta que eres y a las putas así se les tiene que coger.
mi padrastro comenzó a meter y sacar sombrilla más rápido, cada vez lo hacía más rápido; después de suplicar unas veces más entendí que eso no me ayudaría en nada, entendí que tendría que aguantar hasta que todo eso terminará, hasta que se me pasara el dolor. mi padrastro estaba feliz, en momentos me besaba los ojos y pasaba su lengua para limpiar mis lágrimas, me metí a su lengua también en la boca, con alguna de sus manos me acariciaba y me apretaba mis pezones. todo ese tiempo se me hizo eterno, en algún momento recordé las imágenes de los vídeos que veíamos juntos, también recordé los sueños eróticos que tuve con mi padrastro y al escuchar sus gemidos por estar disfrutando de mi cuerpo el dolor comenzó a desaparecer y mi cuerpo comenzó a reaccionar al placer, con cada entrada y cada salida de su hombría en mi vagina era un latigazo de placer que me recorría desde mi clítoris hasta el la punta más larga de mí del cabello de mi cabeza y hasta la uña de mis pies, el roce de su cuerpo con el mío me provocaba escalofríos, por cada segundo que pasaba añoraba una caricia más, un beso más, una mordida en mi pezón, hasta un insulto más.
– ja ja ja ja. ya te está gustando verdad zorrita, ¿ya te está gustando como te estoy cogiendo? – de mi boca comenzaron a salir los primeros gemidos de placer acompañados al mismo ritmo de la entrada y salida de su verga. – a ver pendejita, cuando tu hombre te pregunte algo le tienes que responder, ¿te está gustando cómo te estoy usando?
– sí, sí papi.
-¿ sí que putita?
– Ah, Ah, sí papi, me gusta mucho como me estás cogiendo.
-¿te gusta cómo te estoy usando?
– sí, me gusta mucho que me uses.
– ¿quién te hizo mujer?
– tú
-¿tú qué puta?
– tu papi, tú, tú me hiciste mujer
-¿quién es tu dueño?
– tú eres mi dueño papi, soy de tu propiedad, para que me uses como tú quieras cuando tú quieras. – y de forma inesperada mi cuerpo comenzó a temblar mis músculos se pusieron rígidos, muy rígidos, unas ganas inmensas de orinar se apoderaron de mí, no quería que nada de esto terminara; mi vista se nubló y con un fuerte gemido de placer llegué por primera vez a un orgasmo con una verga dentro de mí.
cuando mi alma y mi mente regresaron a mi cuerpo abrir los ojos y lentamente la neblina de mis ojos se comenzó a despejar, mi padrastro me veía sonriendo desde arriba, aún con su verga dentro de mí.
– ese es tu premio por dejarte usar, tu recompensa es sentir placer a cambio de dejar que un hombre, macho de verdad en un sé cómo una puta ¿porque eso es lo que eres verdad?
– sí
-¿sí que?
– sí papi soy una puta
– ahora te voy a dar leche, y yo y solo yo me puedo correr dentro de ti los demás tendrán que usar condón, a no ser que yo te dé permiso, ¿porque eres mía verdad?
– sí papito soy tuya, soy de tu propiedad.
con una sonrisa mi padrastro comenzó a entrar y salir de mi cuerpo, comenzó lentamente y fue aumentando la velocidad cada vez más, mis gemidos no se hicieron esperar, mis manos se aferraban fuertemente a sus brazos o su cuello, en un momento de placer lo miraba directamente a los ojos sonriendo lo tomé de cada lado de su rostro y lo jalé para besarlo, el placer me llenó de fuerzas y de valentía para meter mi lengua en su boca. Sus embestidas las sentía muy rápido y muy profundo, me parecía que su verga entraba hasta llegar a mi ombligo.
-¡me gusta mucho todo esto, es increíble!
– ja ja ja ja ja, tienes una puta dentro de ti y con cada vergazo sale a flote en más y más.
– sí papi sí papito soy una puta tú me has hecho mujer me estás haciendo toda una puta.
el placer que sentía en todo mi cuerpo me dio la valentía para decir todo eso, con cada embestida sentía que el orgasmo se acercaba cada vez más y más, mi padrastro cerró los ojos y alzó la cabeza al cielo, y con un gemido gutural su cuerpo se tensó encima del mío en mi vagina sentí como su verga se hizo mucho más gruesa inmediatamente después sentí un chorro caliente y espeso chocar contra las paredes de mi vagina, esta era la primera vez que sentía una descarga de semen dentro de mí.
mi cuerpo en respuesta también se tensó e inmediatamente un golpe de placer me golpeó haciendo que temblara que cerrará los ojos, con las uñas apreté fuertemente los hombros de mi padrastro dejándome ir en un fuerte orgasmo con un grito de placer junto a mi padrastro, junto al hombre que me hizo mujer, junto al macho que me estaba convirtiendo en una gran puta.
cuando abrí los ojos mi padrastro seguía mirándome con una sonrisa desde arriba, su respiración aún estaba agitada lo primero que sentí en mi cuerpo fue el palpitar de su corazón pero en mi vagina eso me hizo sonreír, le sonreí mirándole a los ojos.
-¿ le ha gustado mi perrita como la he montado?
– hoy sí papi, me gustó mucho. – le respondí inmediatamente con una sonrisa tímida y sintiendo cómo mis mejillas se llenaban de rojo por la vergüenza.
mi padrastro comenzó a salir lentamente dentro de mí, yo sentí un poco de dolor, tal vez ese pequeño dolor era una señal de que no quería que se saliera dentro de mí, me sentí a gusto teniéndolo ahí. cuando se salió completamente me enderecé sobre mis codos y lo primero que vi fue su verga aún dura con restos de líquido blanco y unos puntitos rojos, sentí un cosquilleo en mi vagina miré hacia ella y pude ver cómo comenzaba a salir esa leche de mi vagina y eso es lo que me provocaban esas cosquillitas; Lo curioso es que esas cosquillas me daban placer me hicieron sonreír y sonreírle a los ojos a mi padrastro.
mientras que mi padrastro se recostaba en la cama yo con una mano tímida pasé mis dedos por encima de mi vagina recogiendo todo ese semen que estaba saliendo, y sin saber por qué me llevé los dedos directamente a mi boca para saborearlo; ahí fue cuando reafirmé que me gustaba el sabor de la leche de hombre.
– ja ja ja ja ja; sí que eres toda una zorra; ahora agradécele a tu nombre que ya te hizo mujer, chúpamela hasta dejarla limpia.
-sí papi – le respondí al mismo tiempo que mi inclinaba hacia su verga y sin esperar nada abrí mi boca lo más que pude y me la fui metiendo en ella.
se le estuve chupando un buen rato me la sacaba de la boca para pasar la lengua y mirarla que ya no quedaron restos algunas gotas se escurrieron sus huevos así es que tuve que meterme en los en la boca para dejarlos limpio. cuando pensé que estaba totalmente limpia venderé quedando de rodillas sobre la cama con mis manos sobre mis piernas mirándolo directamente y esperando la siguiente orden. él extendió sus brazos y entendí que quería que me acostara sobre él, fue un momento tan íntimo que estuve a punto de llorar, pero sería de felicidad.
mi padrastro me comenzó a decir que me había portado muy bien y que definitivamente había una gran puta dentro de mí, y que desde ahora en adelante él era mi dueño y como mi dueño me podría usar cuando él quisiera y como quisiera; me dijo algunas otras cosas más, pero eso no las recuerdo porque con el cansancio me quedé dormida en sus brazos.
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