MI PRIMERA VEZ – COMPLETO (REPUBLICADO)
Historia real acerca de mi despertar sexual y todo lo que pasó hasta que tuve mi primer relación sexual..
Hola a todos. Me alegra poder regresar a esta página y poder compartir con ustedes mis experiencias. Estoy retomando la escritura y trabajando en un nuevo relato, mientras lo termino, les comparto el relato completo que compartí con todos ustedes hace un par de años. Está un poco largo, pero el nivel de detalle hace que valga la pena la lectura. Espero que lo disfruten.
Todo empezó hace 6 años, cuando tenía 15 y cursaba el tercer año de secundaria. Mi vida realmente era normal y común, sin que nada extraordinario pasara en ella, motivo por el cual, pienso que se dieron las cosas tal y como pasaron. Siempre fui una niña muy tranquila, obediente y respetuosa con toda mi familia, especialmente con mis papás. Tengo una hermana mayor que me lleva 5 años de diferencia y con quien siempre he tenido una buena relación. Por la diferencia de edad no puedo decir que fuéramos las mejores amigas, pero siempre hemos tenido una linda relación de hermanas bastante normal.
El círculo de la familia lo completaba mis abuelos maternos, mi tía Laura (hermana de mi mamá), su esposo Marco y mis primos Luis Fernando que es 2 años mayor que yo y mi prima Regina, que es 2 años más chica que yo. Todos nos llevamos muy bien; somos una típica familia muégano que nos vemos varias veces en la semana y nos encanta reunirnos para comer y todas las celebraciones siempre las hacemos juntos. Hoy en día nos vemos menos por falta de tiempo; finalmente todos los que éramos niños ya crecimos y estamos haciendo nuestras vidas y eso hace que la convivencia no sea como antes.
Al ser tan unidos y pasar tanto tiempo juntos, mi hermana y yo fuimos muy cercanas a mis tíos Laura y Marco; desde muy pequeñas ellos fueron como nuestros segundos padres y siempre nos quisieron y consintieron como si fuéramos sus hijas; en especial mi tío Marco. Él siempre ha sido muy cariñoso; su trato siempre ha sido muy dulce y atento. Siempre nos consintió en todo lo que le pedíamos y hasta cuando nos tenía que llamar la atención, lo hacía de una forma que nunca nos hizo sentir mal. Siempre me gustó jugar con él porque siempre trataba de darse tiempo para estar con nosotros (mis primos y yo. Mi hermana ya estaba más grande para esos momentos y ya no pasaba tiempo con nosotros). Jugábamos toda clase de juegos: cartas y cualquier juego de mesa, a las escondidas, a mojarnos con pistolas de agua y a las cosquillas, que era mi juego favorito.
Mientras fui pequeña todo era normal, sin embargo, conforme empecé a crecer, empecé a sentirme diferente en cuanto a la cercanía física con mi tío. En esas épocas yo tenía muchos complejos, me sentía toda rara y los cambios físicos que estaba experimentando me hacían sentir rara e incómoda. Tiempo después descubrí que en parte era porque la educación de mi familia siempre fue muy apegada a la religión y a costumbres muy anticuadas y conservadoras. Realmente mi mamá platicó muy poco conmigo de temas relacionados a la sexualidad, porque ella misma creció con la mente llena de tabúes y telarañas que ni al caso. Mi tía Laura fue la que siempre me ayudó y me enseñó todo lo referente al proceso de crecer; incluido el tema sexual. Ella definitivamente no parecía ser hermana de mi mamá; mi tía siempre fue muy liberal en todos los aspectos y creo que por eso ella es muy feliz.
Cuando empecé a notar el distanciamiento de mi tío Marco, le pregunté a mi tía si sabía el porqué; eso me tenía muy triste y pensé que ya no me quería porque me estaba poniendo fea o porque ya no era una niña. Mi tía me explicó que mi tío era un poco distante porque justamente no quería provocar un problema con mi mamá o mis abuelos por jugar pesado o de forma «inadecuada» conmigo; pues a pesar de tener 15 años, muy cercana a cumplir los 16, mi desarrollo ya estaba en su esplendor. Ya alcanzaba el 1.70 de estatura y mi cuerpo ya tenía las formas femeninas de una mujer adulta. Mi busto, a pesar de no ser enorme, ya era grande y bien formado; incluso más grande que el de mi hermana mayor y estaba cerca de alcanzar el tamaño del busto de mi mamá (ella y mi tía son muy bustonas). Mi cadera ya era ancha y mis nalgas grandes y redondas.
Mi tía me dijo que por esa razón ya no jugaba conmigo a las cosquillas; no obstante, cada vez que nos veíamos y nos saludábamos, siempre me saludaba con mucho cariño y efusividad. Eso nunca ha cambiado. Sus abrazos siempre eran cálidos y fuertes y me daba unos besos bien tronados en la mejilla y nunca faltaban sus palabras dulces como princesa, hermosa, preciosa, corazón o cualquier otra palabra o adjetivo dulce.
Al escuchar esto, me sentí más tranquila y me dio mucha alegría saber que mi tío favorito no me había dejado de querer.
La curiosidad
Un día en la escuela, una de mis amigas llamada Brisa, durante el descanso entre clases nos enseñó a mí y otras 2 amigas un video que traía en su teléfono celular; era el fragmento de una película porno. ¡Todas estábamos impactadas de lo que estábamos viendo! Si bien, ya sabíamos en términos generales y de manera teórica muchas cosas acerca del sexo, nunca habíamos visto la acción; al menos yo no. Siempre me imaginé cómo sería, pero cuando vi esas escenas en donde un tipo con un pene inmenso penetraba a una muchacha y todo lo que le hacía, me quedé impactada. Una onda de calor invadió todo mi cuerpo e incluso hizo que mi corazón se acelerara. Terminamos de ver el video entre risas, bromas y comentarios bastante soeces para nuestra edad y regresamos a clases.
Desde ese día, no podía quitarme de la mente esas imágenes, pero sobre todo, no podía dejar de sentir esa onda de calor que recorría todo mi cuerpo y que siempre culminaba en unas pequeñas punzadas muy dentro de mi zona íntima. Eso me llevó a empezar a explorar mi intimidad, a conocer mi sexo y a empezar a entender que literalmente, me calentaba a mil cada vez que me acordaba del video. Una noche simplemente no pude evitarlo y empecé a tocarme más y a llegar más allá… ya no podía resistirlo, estaba tan excitada que cuando me di cuenta, mi mano derecha ya estaba bajo mi ropa interior y con mi dedo índice acariciaba mi clítoris. Lo froté durante un par de minutos hasta que una fuerte sensación dentro de mi sexo me hizo parar. De momento me asusté, pero lo que estaba sintiendo era tan fuerte y la calentura era tanta que solo unos segundos después ya estaba tocándome nuevamente. Sentí cómo algo escurría del interior de mi vagina… metí la punta de un dedo y me di cuenta que estaba totalmente húmedo. Con un poco de miedo introduje casi todo mi dedo, esperando no romper nada porque no quería perder la virginidad con una simple masturbación.
Fue delicioso meter y sacar el dedo de mi húmeda cueva… lo hice por varios minutos hasta que sentí una pequeña punzada en mi vientre y de inmediato me detuve ahogando con ello un leve gemido que empezaba a escapar de mi boca. Decidí que era suficiente y me dispuse a dormir.
A pesar que me daba placer varias noches por semana, mi calentura no bajaba, al grado que empecé a autosatisfacerme también en el día. Aprovechaba algún momento en que iba al baño para tocarme… siempre hasta el punto en que empezaba a sentir ese espasmo en mi vientre; esa era la señal que debía parar, sobre todo porque no sabía lo que estaba sintiendo y me daba miedo. Platicando con mis amigas fue que entendí que lo que sentía era que estaba cerca de tener un orgasmo. A pesar de ello, durante varios meses que seguí tocándome nunca me animé a no parar para dejar que llegara el orgasmo… el miedo seguía siendo grande.
Cierto día que estábamos de visita en casa de mi tía Laura, alcancé a escuchar (sin querer) una conversación que tenía mi tía con mi hermana mayor (aprovechando que mi mamá había salido a hacer algunas cosas y nos dejó un rato en casa de mis tíos) acerca de las relaciones sexuales y de los orgasmos. Escuché cómo le daba consejos porque al parecer, mi hermana no había logrado tener un orgasmo aún cuando ya había cumplido 20 años de edad. Escuché que mi hermana le dijo a mi tía que no había experimentado un orgasmo ni cuando se masturbaba y ni cuando tenía sexo con su novio. Al escuchar las palabras de mi tía y cómo la aconsejó y la orientó, me sentí más aliviada al saber que lo que me estaba pasando era normal y que no estaba haciendo nada malo. Escuché detenidamente y tomé nota mental de todo lo que le dijo mi tía a mi hermana y me moví de lugar antes de que se dieran cuenta que escuché su conversación.
Esa noche me dejé llevar… con la noche como mi única cómplice, aproveché que todos ya estaban dormidos para darme placer con más calma y sin culpas. Empecé a recordar todos los videos porno que para ese entonces ya había visto… me imaginé que era alguna de las chicas de esos videos… no fue difícil calentarme a mil. Primero toqué mis senos, tomándolos con firmeza y pellizcando mis pezones por encima de la camisetita ligera que normalmente uso como pijama. Después, toqué mi entrepierna por encima de mi ropa interior, de manera suave y delicada; haciendo círculos alrededor de mi clítoris que ya estaba duro. Ya que la calentura estaba a tope no lo pensé más y me quité la ropa… por primera vez me toqué y sentí mi piel completamente desnuda. Me aventuré a meter 2 dedos en mi vagina con mucha suavidad y cuidado; que a esas alturas ya estaba completamente mojado. Al final, me di placer con un solo dedo… metiéndolo y sacándolo lentamente, repetidamente hasta que una vez más sentí en mi vientre que venía el tan esperado espasmo… fue cuestión de solo unos minutos para que sintiera una explosión en mi interior que me hizo soltar un gemido mientras mi cueva se inundaba y mi cuerpo entero estallaba de placer por primera vez. Por un instante no supe de mí… estaba entregada totalmente a lo que estaba sintiendo y pasé por alto que tal vez mis papás podrían haberme escuchado. Afortunadamente no fue así y esa noche, después de disfrutar los momentos posteriores a mi primer orgasmo, me vestí y me dormí… y dormí plácidamente.
El despertar
Los días avanzaban y yo continuaba con mis sesiones de autosatisfacción, tratando de disfrutar lo más que podía y aunque ya no sentía miedo ni remordimiento, preferí no contárselo a nadie; estuve tentada a platicarle algo a mi tía Laura, pero al final no me atreví; creo que por pensar que aún era muy chica para estar haciendo esas cosas. Un día, justamente mi tía Laura y mi tío Marco fueron a mi casa a dejarle un encargo a mi mamá; era un sábado por la mañana y aunque no era muy temprano, aún estaba con mi pijama que es una camiseta muy ligera y un mini short ajustado a mi cuerpo. Bajé a saludarlos y cuando sentí el abrazo de mi tío algo dentro de mí se movió… sus abrazos siempre han sido apretaditos, muy sentidos y llenos de cariño; pero esa ocasión en particular lo sentí distinto. Creo que el llevar ropa tan ligera y sentir más de cerca el cuerpo de mi tío hizo que mi cuerpo empezara a sentirse inquieto nuevamente; pero en esta ocasión, sí con un alto sentimiento de culpa porque me di cuenta que me sentí así después de abrazar a mi tío.
Recibí miles de abrazos de él antes, pero justo ese abrazo me cambió la perspectiva completamente. El sentir mi cuerpo en sus brazos y sentir cómo nuestros pechos se apretaron entre sí, me estremeció. Y es que mi tío, sin ser el hombre más guapo del mundo, sí tiene lo suyo… es un hombre maduro que en aquel momento estaba en el final de sus treintas; muy alto, moreno y de cuerpo delgado pero marcado. Siempre le ha gustado cuidarse y mantenerse en buena forma… me encantan sus brazos con músculos marcados y su pecho fuerte; sus manos son grandes y muy expresivas. Cabello oscuro ondulado y unos ojos también oscuros con una mirada apacible. Otro detalle que siempre me ha gustado de él es que siempre huele rico; usa lociones que huelen delicioso y siempre me ha encantado quedarme con un poco de su aroma con cada abrazo que me da.
Aquella ocasión, después de aquel abrazo magnético no pude evitar mirar a mi tío de otra forma; no podía controlarme… mientras ellos y mi mamá platicaban, yo estaba en medio de una lucha de sensaciones y sentimientos que varias veces me descubrí embobada observando a mi tío. En un momento él volteó y me miró y en el momento que nuestras miradas se cruzaron la pena me invadió y bajé la mirada… me sentía avergonzada. Cuando levanté la cara y mis ojos lo buscaron nuevamente, ahí estaba, aun mirándome y esbozando una sonrisa que nunca me había regalado… era diferente, con ciertos aires de picardía, de juego y de complicidad. Eso lo entendí después de darme cuenta que estaba mirando mis largas y torneadas piernas que se dejaban ver gracias al pequeño short que uso como pijama.
De inmediato el calor dentro de mí se desató… sentí como de un momento a otro la temperatura de mi cuerpo subió y con el simple hecho de sentir la mirada penetrante de mi tío en mi cuerpo hizo que mi intimidad empezara a mojarse. En algún momento me asusté, pensando que sería notorio lo que me estaba pasando… mi madre y mi tía no se percataron, pero mi tío de inmediato lo notó y ahora su mirada estaba fija en mi pecho. Yo, disimuladamente bajé la mirada y me di cuenta que mis pezones estaban super duros y se notaban sin dificultad bajo la delgada tela de la pijama… de inmediato se me subió el color y me aterré. No supe cómo, pero logré salir de aquel transe y pude levantarme del sillón y solo atiné a decir: _ Voy a cambiarme, en un momento bajo_
Corrí a mi habitación; cerré la puerta y me tumbé en la cama sin saber qué hacer… pensé en quedarme ahí y no bajar para no verlo nuevamente… después pensé en cambiarme y bajar, porque una parte de mí quería regresar y volver a sentir su mirada… o mejor, volver a sentir sus brazos cuando se despidiera de mí. Mi mente daba vueltas y mi corazón estaba acelerado… pero más aún; mi cuerpo estaba caliente; mi sexo húmedo y ávido de recibir placer. Nunca me di cuenta, pero de un momento a otro, sin pensarlo, ya tenía mi mano derecha en mi coño, metiendo y sacando el dedo… una y otra vez. Con mi mano izquierda tapaba mi boca por temor a que se me escapara algún gemido que pudieran escuchar… ¡No podía parar! Por más que me decía a mí misma que me detuviera, mi cuerpo no respondía… es como si mi mano y mis dedos tuvieran vida propia… seguí tocándome y metiendo mis dedos medio y anular juntos una y otra vez… imaginándome en los brazos de mi tío… y que eran sus manos y sus dedos los que me tocaban y acariciaban… ¡Dios! ¡No pude parar! Seguí y seguí hasta alcanzar un intenso orgasmo que casi me hace gritar.
Fue increíble. Mi respiración aún estaba agitada cuando me percaté que mis tíos ya se iban… me tardé mucho y dejé escapar la oportunidad de despedirme de mi tío y sentir nuevamente su cuerpo estrujar el mío.
Al día siguiente (domingo) mis papás organizaron una comida en casa e invitaron a mis abuelitos y mis tíos; fue un día ajetreado por todas las compras y preparativos para la reunión; que aunque era algo sencillo, siempre nos llevaba tiempo preparar y montar. Ya pasado el medio día llegaron mis tíos y mis primos y poco después mis abuelos. Todo marchaba con naturalidad, sin embargo en mi interior sentía cierto nervio y hasta incertidumbre por lo que pudiera pensar mi tío por lo ocurrido el día anterior; pero al parecer todo pasó desapercibido, pues mi tío actuó con total normalidad… tanto, que hasta llegó un momento en que me molesté porque pensé que no había significado nada para él.
Ya muy cerca de sentarnos a comer, mi mamá se dio cuenta que hacían falta los refrescos para acompañar la comida y le pidió a mi papá que fuera a comprarlos. Mi papá volteó y le lanzó una mirada inquisidora ya que estaba bien a gusto, sentadote con su cerveza platicando con mi abuelito y mi tío. Al ver su reacción, mi mamá volteó a verme y justo antes que me hiciera la obvia petición, mi tío la interrumpió saltando de su silla y diciéndole que él iba por los refrescos. De inmediato y sin realmente pensarlo, en automático le dije: _Yo te acompaño tío_
Él esbozó una gran sonrisa y atinó a decir _Sí hija, vamos_
Salimos de casa y nos subimos a su camioneta, ya que la tienda no está cerca. Una vez arriba, me pidió que me abrochara el cinturón de seguridad agregando: _No quiero que a mi princesa hermosa le pase algo_.
_Gracias tío por el cumplido_ contesté mientras le sonreía de forma pícara
_No es ningún cumplido. Eres mi princesa y estás hermosa_ contestó el mientras me replicaba igual con una sonrisa pícara y acto seguido, puso su mano en mi pierna a la altura de la rodilla.
Empezó a manejar y yo me quedé pasmada porque no esperaba que fuera a hacer eso. Irremediablemente desató mil sensaciones que recorrieron mi cuerpo como descargas eléctricas. Sentir el tacto de su mano directamente en la piel de mi rodilla me encendió. Ese día, sabiendo que habría reunión en casa decidí vestirme con algo coqueto… en el fondo quería llamar la atención de mi tío nuevamente y quería sentir esa mirada pícara que me regaló el día anterior nuevamente en mí. Me puse un vestido ligero en color verde limón con florecitas amarillas y blancas que me llegaba a medio muslo y que dejaba mis hombros descubiertos; solo unos pequeños tirantes lo sujetaban entre el pecho y la espalda. Me puse un bra en un tono muy parecido al vestido y unas panties que coordinaban. Mi mamá siempre me obligó a usar un pequeño mallón cuando me pusiera falda o vestido; pero ese día (al igual que muchos otros) decidí no hacerlo, en parte porque hacía mucho calor (vivo en una ciudad llamada Torreón al norte de México que es de clima desértico y en esas fechas estábamos en días de mucho calor) porque quería sentirme más cómoda.
Mientras mi tío conducía hacia la tienda empezamos a platicar cosas sin importancia y no quitó su mano de mi rodilla. Pasados unos instantes empezó a mover los dedos para acariciar mi rodilla haciendo pequeños círculos.
_¡Tío! ¡Me haces cosquillas!_ Exclamé al sentir el movimiento de sus dedos. Apenas lo dije y me arrepentí porque lo hice como acto reflejo, pues realmente soy muy cosquilluda y no lo pensé. Pensé que mi tío quitaría su mano… y realmente no quería que lo hiciera.
_¡Eres una niña exageradamente cosquilluda! ¡No pude ser que por hacerte unos pequeños cariños en tu rodilla te de cosquillas!_ Contestó él en tono de juego mientras se fijaba bien en el camino y se esperaba para incorporarse a una calle con tráfico.
_Ya sabes que sí tío, porqué te sorprendes_ le dije entre pequeñas risas
_Bueno_ Atinó a contestar _Entonces a ver si aquí no te dan cosquillas_ dijo al momento que subió su mano un poco.
Obviamente sentía muchas cosquillas, pero me aguanté. _También ahí tengo cosquillas tío_ le dije.
_¡Uuuuuh qué caray!_ Contestó y de nuevo me sonrió de forma pícara; con lo cual me imaginé que había entendido el juego que quería jugar. Nuevamente subió su mano un poco y alcanzó a tocar el borde de mi vestido.
_También ahí tengo cosquillas_ seguí.
_¿Qué tal aquí?_ Dijo él de forma más cautelosa ya que subió un poco más su mano, quedando ya por debajo de mi vestido.
_También ahí_ repetí.
_¡No puede ser! Qué niña tan cosquilluda_ volvió a decir mientras movía la cabeza en un gesto de desaprobación; hizo una pausa, como que lo pensó 2 veces, y lentamente subió su mano más. Llegamos al cruce con una avenida grande y peligrosa; hizo alto total y volteó a su izquierda para ver si podía pasar, yo aproveché para discretamente voltear hacia mi pierna… ver su mano por debajo de mi vestido y sentirla más allá de medio muslo me tenía embelesada; a esas alturas ya no sentía nada de cosquillas; más bien estaba empezando a sentir cómo subía la temperatura de mi cuerpo y mi corazón empezaba a latir más rápido… pero era justo lo que quería.
En el momento que mi tío tuvo oportunidad de pasar aceleró y la camioneta dio un jalón y con ello, la mano de mi tío se deslizó más hacia arriba hasta el punto en que mi otro muslo le detuvo el paso. A pesar de ser alta y delgada, ya desde ese entonces mis piernas eran torneadas y mis muslos frondosos; por lo que su mano no logró llegar más allá. No sé si su idea era esa… quiero pensar que sí. Y tampoco sé si yo hubiera querido eso… pues aunque estaba emocionada y excitada por lo que estaba pasando, no sé si estaba suficientemente excitada para permitir que mi tío tocara mi parte más íntima.
Nos quedamos así unos instantes…esperando la reacción del otro y cómo acabaría todo. Mi tío, como tratando de minimizar la tensión que se sentía, me hizo un comentario relacionado con los refrescos que se iban a comprar. Le contesté y mientras conversábamos al respecto sentí cómo su dedo pulgar empezó a acariciar mi muslo… solo podía mover ese porque los otros 4 dedos estaban aprisionados entre mis piernas. Cada movimiento que su dedo hacía me provocaba unas descargas increíbles en todo el cuerpo… de inmediato sentí aún más los latidos de mi corazón, que ya estaba al cien. Mi respiración poco a poco se hizo más profunda y en mi mente me empecé a dudar si debía continuar o no. Aún estaba deliberando conmigo misma cuando sentí que la mano de mi tío intentó abrirse paso para seguir subiendo… y yo seguía sin saber qué hacer. Me armé de valor y decidí continuar; por lo que muy sutilmente, abrí un poco las piernas para que la mano pudiera seguir su paso.
Pude darme cuenta que mi tío dudó un poco al percatarse de la situación, pero en seguida hizo su movimiento… y subió muy lentamente su mano. Mientras recorría ese pequeño espacio de mi pierna mi corazón se aceleró tanto que llegué a sentir que se me iba a salir; solo atiné a contener la respiración para hacer menos evidente la exaltación que ya sentía. Y fue cuando lo sentí…
La mano de mi tío topó su recorrido con la zona de mi entrepierna… se hizo un silencio lleno de tensión… se me fue la respiración al sentir una mano ajena en mi zona íntima; mi cabeza daba vueltas y me paralicé, no sabía qué hacer… así que solo dejé que mi tío tomara el rumbo de la situación. Y así lo hizo, solo unos instantes después de haber llegado a mi zona prohibida, empezó a mover de una manera muy sutil su dedo meñique… era apenas perceptible, pero ahí estaba… tocando y tratando de masajear mi sexo. De repente, mi tío rompió el silencio:
_Ya llegamos_ dijo mientras empezaba a maniobrar para estacionarse, razón por la cual se vio obligado a sacar su mano, cosa que hizo muy lentamente, con suavidad y cuidado sin dejar pasar la oportunidad de acariciar todo mi muslo en su salida. Nos bajamos y entramos a la tienda, momento en que un pensamiento llegó de golpe y me heló por completo: ¿Y si ya había mojado mi ropa interior por tanta excitación y mi tío se dio cuenta?… ¡No! No no no no… me repetí mil veces y me sentía morir de la pena y la vergüenza de solo pensar que mi tío se haya percatado que mis calzones estaban mojados. Me quería morir. Eso hizo que el camino de regreso a mi casa yo literalmente cerrara toda posibilidad de que se repitiera la incursión de aquella mano intrusa en mi intimidad; pues me senté y crucé la pierna y coloqué mis manos sobre el vestido para asegurar que no pasara… y así fue; mi tío solamente condujo de vuelta mientras me hacía la plática hablando nuevamente de temas sin importancia.
Ya en casa, la comida transcurrió con cierta normalidad… y digo cierta, porque yo no me sentía bien; nuevamente estaba sintiendo esa ola de calor en mi interior y no dejaba de recordar lo ocurrido momentos antes cuando fuimos a la tienda. Aún tenía la sensación de la mano de mi tío en mi pierna y su dedo rozando mi sexo; y también no dejaba de pensar si se había dado cuenta de lo mojada que estaba mi pantie… eso me daba mucha pena. En eso estaba cuando mi tío se levantó para acompañar a mi mamá a la cocina por unas cosas y al pasar detrás de mí se acercó, se agachó y me dio un beso en la cabeza. Ese sencillo gesto me ayudó a relajarme un poco. Mi mamá y mi tío regresaron de la cocina con el postre (un delicioso flan napolitano que hace mi abuelita) y los platos y cucharas desechables para poderlo servir. Cuando me tocó recibir mi porción, mi tío personalmente lo trajo hasta mi lugar y al entregármelo se me quedó viendo con esa mirada entre dulce y pícara que ya me volvía loca y con una voz muy baja; casi susurrando me dijoa: _Un delicioso flan para un pastelito aún más delicioso_
¡Ufff! Con eso me terminó de matar… lo dijo de una forma tan provocativa que de inmediato sentí una descarga de calor en mi interior.
Ya entrada la noche, todos seguíamos en la sobre mesa, platicando y bromeando entre todos; mi hermana se despidió porque llegó su novio por ella para salir. Se arregló y se veía muy bonita y dentro de mí pensé: De seguro van a ir a tener sexo… y yo me tendré que aguantar y solo sentir el placer que yo misma me doy. Mi mamá y mis tíos empezaron a levantar algunas cosas, a tirar la basura y guardar otro tanto de cosas para ir avanzado y no se hiciera tan tarde; mi mamá me pidió que ayudara, yo no quería pero en eso llegó mi tío y se puso atrás de la silla en donde estaba sentada, me tomó por los hombros y se reclinó para decirme al oído: _Ándale princesa hermosa, por favor ayúdanos para terminar pronto. Si nos ayudas te compro lo que quieras_
_¡Va!_ Le contesté. _Me compras una tarjeta de Google Play_ agregué siguiendo con su propuesta.
_Lo que tu quieras hermosa_ me respondió.
En pocos minutos acabamos de levantar y guardar las cosas; se veía que en cualquier momento se empezarían a despedir para irse. Por un lado, no quería que se fueran porque quería seguir viendo a mi tío, pero por otro lado me urgía ya estar en mi recámara para poder darle rienda suelta a toda la calentura que tenía contenida en mi cuerpo.
Me encontraba aún en la cocina terminando de lavar algunos de los cubiertos que se usaron cuando sentí la presencia de alguien atrás de mí; pensé que era mi mamá o mi papá o incluso mi abuela…pero no; era mi tío, que de la nada apareció ahí. Al voltear lo vi y le sonreí y le pregunté si ya se iban; a lo que él contestó que sí y que venía a despedirse de mí.
_OK_ le dije mientras buscaba la toalla para secarme las manos y poder despedirme bien de él, pero él no lo permitió. Se acercó rápidamente y me abrazó por detrás. Lo hizo de tal forma que sus brazos me aprisionaron por completo… acercó su cuerpo al mío y así, estando atrás de mí me dio un beso fuerte y apretado en la mejilla derecha. Fue largo, lo suficientemente largo para darme cuenta que en su abrazo, su mano derecha quedó encima de mi seno izquierdo… y de igual forma que en su incursión por mi muslo, muy sutilmente acomodó su mano de tal forma que pudo agarrar mi seno por completo y lo acarició con delicadeza. Yo me petrifiqué… realmente no me esperaba que intentara hacer algo. Yo solo me quedé inmóvil, con las manos dentro del chorro del agua… sin así pensarlo, cerré los ojos y me dejé llevar por las sensaciones que en ese momento me estaban inundando. Apenas estaba empezando a lidiar con todo eso cuando de repente sentí que mi tío se acercó más para pegarse por completo a mi cuerpo… y lo sentí… justo en medio de mis nalgas sentí una protuberancia dura y caliente. Nuevamente sentí que se me fue la respiración… abrí los ojos tanto que mi tío se dio cuenta y se apartó. Terminó su abrazo y su beso diciendo: _Te adoro mi princesa hermosa_
_Y yo te adoro más tío_ le contesté con la voz un tanto entre cortada por la impresión que aún sentía por lo que acababa de pasar.
Ya que las visitas se fueron, mi mamá y yo terminamos de levantar y arreglar lo que hacía falta y nos subimos a dormir. Mi mamá me preguntó si había hecho la tarea, de lo cual no me había acordado en todo el fin de semana… y con justa razón, mi mente había estado de cabeza con todo lo que me estaba pasando y jamás me acordé de hacer la tarea jajaja. Obviamente le dije que sí la hice jijiji.
Me dispuse a darme un buen baño para tratar de quitarme ese calor que ya me tenía haciendo y pensando locuras. Al quitarme la ropa me percaté que en efecto, mi pantie estaba mojada como nunca… ¡Qué vergüenza con mi tío si se dio cuenta! Pensé mientras ponía la ropa sucia en el cesto. Me metí a la regadera y lejos de enfriarme y apaciguar mi calentura, mis ganas aumentaron; sentir el agua recorrer mi piel de inmediato me llevó a ese momento en la camioneta de mi tío… volví a sentir su mano entre mis piernas y volví a escuchar su frase _Pastelito delicioso_. Me calenté como nunca antes y sin más, ahí mismo en la regadera me toqué… acaricié mi monte de venus y jugué con los vellos de mi pubis que escurrían con el agua de la regadera. Acaricié mi clítoris y mis labios y ya que no pude más metí 2 dedos en mi coño. Lo hice una y otra vez… sin parar hasta que de nueva cuenta sentí el espasmo que anunciaba el orgasmo. Me acomodé de tal forma que el chorro de la regadera tocara mi sexo y me hiciera sentir más.
Un gemido que ahogué con mi mano anunció el estallido de placer que coronó un intenso orgasmo que hizo que se mezclaran el agua y el líquido que alcanzó a salir de mi vagina… caliente y aún deseosa.
Estaba agotada; fueron 2 días llenos de tensión sexual y excitación que me llevaron a lugares en donde nunca antes había estado. Terminé mi baño y me fui a dormir.
El reto
El tiempo seguía pasando y la lucha de mis sentimientos y arranques físicos propios de la edad me traía loca. Tenía buenos días en donde todo pasaba con normalidad; y tenía otros en donde todo el tiempo me la pasaba pensando en todo lo que había pasado con mi tío… y en mi mente nacían toda clase de ideas y pensamientos. Con mis amigas eran más recurrentes los temas relacionados a esto; ellas también andaban con sus cosas ¡Pero ninguna con su tío! Obviamente ellas no sabían nada, yo solo les platicaba que me tocaba y me masturbaba, pero sin pensar en nadie y que no había nadie que me hiciera sentir así. Dos de mis amigas sí estaban saliendo con chicos que las pretendían y platicaban que ya tenían sus roces y sus fajes, pero ninguna había llegado más allá de un buen agarrón de nalgas y de chichis. Siempre después de tener esas pláticas con mis amigas terminaba caliente y con ganas de más… pero terminaba igual, masturbándome.
Un día, mi mamá acompañó a mis abuelos a hacer un trámite en el seguro y se tardaron más de lo pensado por lo que no pudo pasar por mi a la escuela. Le llamó a mi tía para que pasara por mí, pero ella tampoco podía porque justamente tenía una junta de padres de familia en la escuela de mis primos. Mi papá no era opción porque al trabajar en un banco no se podía salir. Después de unos minutos mi mamá me avisó que mi tío pasaría por mí. ¡Sí!!!! ¡Vería a mi tío favorito!!! De inmediato empecé a sentir el nervio y la emoción al mismo tiempo. ¿Pasaría algo nuevamente? Me preguntaba una y otra vez en lo que esperaba.
Eso hizo que recordara que traía puesto el mini mallón debajo de la falda del uniforme (como siempre me decía mi mamá) y eso podría ser un estorbo en caso de que pasara algo nuevamente. Corrí al baño a quitarme dicha prenda y poder quedar solo con mi pantie bajo la falda. Salí a la puerta de entrada a esperar a mi tío y después de un rato lo vi llegar… y qué bueno, porque ya me estaba desesperando; tardó mucho y ya quería irme.
Se estacionó y se bajó para abrirme la puerta (siempre ha sido muy caballeroso) y de paso saludarme.
_¡Hola mi princesa hermosa!_ me dijo con una amplia sonrisa en su rostro
_¡Hola tío!_ le contesté con el mismo entusiasmo y corrí a su encuentro para abrazarlo. Nuevamente me dio un abrazo fuerte… rico. Volé al sentirme entre sus brazos… y su aroma… me embelesó totalmente. Me abrió la puerta de la camioneta y me subí haciendo maniobras por que la mochilota que llevaba a la escuela me estorbaba. Él la tomó y la guardó en el asiento de atrás. Cerró la puerta y se subió. Arrancó y empezamos a charlar temas relacionados con mi escuela, lo de siempre. Me dijo que iríamos a su casa y que ahí pasaría mi mamá por mi y le dije que estaba bien y que no había problema. El trayecto era normal, solo charlábamos y no pasaba nada… por un momento pensé que tal vez él no quería… no sé; de repente mil preguntas inundaron mi mente.
A lo lejos vi que nos aproximábamos a una tienda de autoservicio y le recordé que me debía una tarjeta de Google Play que me había prometido aquel domingo que fueron a comer a mi casa (ya habían pasado semanas de eso) a lo que el contestó: _¡Cierto! ¡Lo había olvidado!_
Vi la oportunidad perfecta y le respondí a modo de reclamo: _Uy tío, qué mala onda eres… ya no me quieres_ y puse una carita de tristeza.
_¡Cómo crees que ya no te voy a querer! Te adoro con todo el corazón_ contestó él tratando de confortarme. _En este mismo momento pasamos por tu tarjeta y por todo lo que mi princesa quiera_
Una gran sonrisa apareció en mi rostro y solo dije: _¡Sí!!!!!_ mientras aplaudía.
Nos estacionamos, bajamos y entramos a la tienda. _¿Seguro que puedo pedir lo que quiera?_ le pregunté solo para confirmar y el asintió. Agarré dulces, varias botanas, un refresco, chicles y ya que llegamos a la caja pedí mi tarjeta de Google Play de 300 pesos. Mi tío le dijo al cajero que mejor una de 600 pesos. Me dio tanta emoción que solo atiné a colgarme de su cuello con un fuerte abrazo y decirle _¡Gracias tío!_ y le di un beso tronado en su mejilla.
_De nada mi amor_ contestó. Pagó todo y nos retiramos. De nuevo me abrió la puerta. Eché toda la mercancía en el asiento de atrás junto a mi mochila y me subí. Él hizo lo propio y antes de que arrancara la camioneta me abalancé hacia él y le di otro abrazo fuerte. Apreté su cuello con mis brazos para hacerle sentir mi felicidad y agradecimiento. Él, como pudo, me abrazó por la cintura.
Era complicado porque es difícil abrazarse dentro de un automóvil, pero por la emoción del momento me acomodé de tal forma que pudiéramos darnos el abrazo. Al estar abrazados yo no quería soltarlo y él aprovecho la ocasión. Sutilmente deslizó su mano izquierda hacia abajo, lentamente… y se detuvo al llegar al lugar en donde termina mi espalda y empieza mi nalga derecha. Al sentirlo, yo apreté más mis abrazos hundiendo mi cara entre su hombro y su cuello… embriagándome con el aroma de su loción. Al ver que no lo soltaba, él procedió y empezó a acariciar mi nalga aún por encima de la falda… con suavidad y delicadeza. Hacía pequeños círculos. Y poco a poco amplió el rango de su caricia hasta de plano acariciar casi toda mi nalga en su totalidad. La posición en la que yo estaba al estarlo abrazando le daba total acceso a esa zona de mi cuerpo.
De nuevo mi corazón empezó a latir más rápido y la temperatura se empezó a elevar… de repente mi cuerpo dio un pequeño brinco al sentir cómo su mano se aventuró a explorar más allá y alcanzó una zona muy cercana a mi colita, lo cual fue intempestivo.
De manera natural nos separamos y nos sonreímos mutuamente de forma pícara y con cierta complicidad. Nos acomodamos y reanudamos el camino a su casa. Yo ya estaba caliente y con muchas ganas de seguir haciendo cosas… estaba totalmente entregada a las ganas que cada vez más se iban apoderando de mi cuerpo. Decidí, ser yo la que diera el primer paso. Con la excusa de acomodarme bien el cinturón de seguridad, me senté de una manera más relajada y en un movimiento que traté de hacer de la manera más sutil subí “sin querer” la falda de mi uniforme. Si bien no era una falda corta, sí la usaba un poco más arriba de lo permitido, por lo que con el movimiento que hice la falda se subió hasta la mitad de los muslos, dejando buena parte de mis piernas al descubierto. Como movimiento final me terminé de acomodar con las piernas semi abiertas… lo suficiente para dejar ver apenas una parte de mi ropa interior y mi entre pierna.
Mi tío se dio cuenta de todo y no pudo fingir su cara de asombro y hasta sorpresa. Se concentró unos instantes en la conducción del vehículo y me siguió haciendo la plática.
_Ahora sí te compraste media tienda_ me dijo en tono burlón
_Yo no. Mi tío favorito me lo compró todo_ contesté como toda una niña consentida.
_¿En verdad soy tu tío favorito?_ me preguntó con un interés real y sincero, al mismo tiempo que su mano derecha se posó en mi muslo izquierdo.
Esta vez no me sorprendió… era justo lo que quería y lo que esperaba.
_Claro tío, eres mi tío consentido y te quiero mucho_ le dije mientras tomé su mano. De inmediato noté que la puso floja, tal vez pensando en que la iba a quitar. Su sorpresa fue tan evidente cuando se dio cuenta que lejos de quitarle la mano, lo que hice fue moverla lentamente hacia arriba… y luego hacia abajo… como si trata de mostrarle cómo acariciarme. Después de repetir un par de veces la solté y dejé que él lo hiciera solo. Y así fue; me empezó a acariciar suavemente… el tacto de su mano en mi muslo me empezó a poner a mil. Su mano me acariciaba con delicadeza, subía y bajaba como yo sutilmente le indiqué. Mi vista estaba hacia el frente, ya había decidido entregarme al momento, pero lo haría sin verlo porque a pesar de la calentura y lo comprometedor de la situación, en el fondo me daba pena.
Él también tenía su vista fija en el camino porque iba manejando… pero si dejar de acariciarme. Después de un momento de repetidas caricias en la misma zona de mi muslo, se aventuró a ir más allá y poco a poco su mano fue subiendo e internándose entre mis muslos. Subió lentamente y no se detuvo hasta tocar de manera franca y directa mi sexo. Al llegar ahí, acomodó su mano de tal forma que sus dedos medios tocaron plenamente mi entrepierna por encima de mi calzón.
Mi cuerpo no tardó en estremecerse y lanzar toda clase de descargas y oleadas de calor que hicieron que mi respiración se agitara poco a poco. Mi corazón estaba a nada de saltar de mi pecho y yo solo estaba entregada a lo que estaba sintiendo. De nuevo me asaltó el pensamiento de que mi ropa interior estuviera mojada, pero no me importó. De hecho, creo que al contrario, buena parte de mí quería que mi tío se diera cuenta cómo me ponía con sus caricias.
Empezó a mover sus dedos y a frotar la zona en donde está mi clítoris… lentamente, haciendo círculos… yo solo me estremecía y me mordía los labios para tratar de disimular le placer que estaba sintiendo. Mi concentración estaba en no soltar ningún gemido o algún suspiro que me evidenciara, solo que al estar concentrada en eso, no me percaté que de manera inconsciente abrí más las piernas… tanto que la postura ya no era natural. Mi tío lo aprovecho para hacer sus caricias y movimientos más directos y evidentes. De repente, las luces de alarma se encendieron al sentir que su mano subió un poco hacia mi vientre y lentamente, sus dedos buscaron el acceso por la parte de arriba de mi ropa interior. De inmediato se me fue la respiración y me petrifiqué… nunca pensé en que se diera la posibilidad de que sus caricias llegaran más allá de mi ropa interior… ¿Qué hago??? Me pregunté mientras los dedos de mi tío seguían buscando el acceso a mi zona prohibida. Estaba tan excitada que no quería romper con el momento. Después de pensarlo solo unos segundos decidí continuar y entregarme por completo al momento… finalmente, ya quería sentir en mi sexo una mano que no fuera la mía.
Plenamente conscientemente, me acomodé para poder abrir más las piernas y darle acceso total a la mano de mi tío. Él, acomodó su mano de tal forma que lentamente introdujo sus dedos en mi ropa interior… solo su dedo pulgar quedó fuera. Sentí como alcanzó la zona de mi vello púbico, que era apenas un incipiente mechón de vellos castaños que empezaban a arremolinarse. Los tocó, los acarició y con delicadeza los jaló… como para tratar de notar cuál largos eran. Yo estaba a 3 segundos de desfallecer… mi corazón latía con tal fuerza y velocidad que temía que me diera un infarto en ese preciso momento.
Siguió el jugueteo de sus dedos con mis pelitos, hasta que los soltó y bajó más su mano hasta llegar al lugar que solamente yo había tocado previamente. Lenta y suavemente, tocó mis labios… recorriendo de arriba abajo… podía sentir 3 de sus dedos realizando la exploración hasta que, en su recorrido a través de toda mi rayita su dedo medio se movió y se internó sutilmente dentro de mi vagina.
¡Dios mío! Mi mente gritó y solo pude contener la respiración… cerré mis ojos y no pude más. De manera casi automática con mi mano izquierda tomé la mano de mi tío, la detuve y aprisioné para que ya no pudiera moverla. Él dio un sobresalto e inquirió:
_¡Perdón! ¿Te lastimé?_
Me llevó unos instantes el poder contestar porque de plano no podía… tenía atorados en mi garganta gemidos y suspiros y era como una olla exprés, tenía que dejar salir la presión primero antes de articular cualquier palabra.
_N… no tío, no te preocupes… no me lastimaste_ fue mi respuesta un tanto titubeante
_¿Estás bien?_ preguntó dejando evidente un tono de alarma
Fue cuando me armé de valor y volteé a verlo. No lo había hecho en todo el camino… mirándolo directamente a los ojos, con mi cara toda ruborizada y aún con jadeos contenidos le respondí al tiempo que le esbocé una gran sonrisa llena de complicidad y satisfacción:
_Sí tío. Estoy bien… estoy muy bien_ enseguida solté su mano y él lentamente sacó los dedos de mi pantie y volvió a colocar su mano en mi muslo, acariciándolo muy apenas. Un silencio de algunos minutos nos invadió. Supongo que para él fue tiempo para analizar la situación y ver qué pasaba. Lo noté tranquilo pero sí puso su cara de estar pensando. Al ver que yo no dije nada y sobre todo, no hice nada por reclamarle o hacer evidente un posible enfado, trató de relajar el momento haciendo plática con temas banales relacionados con la escuela y esas cosas. El resto del camino, su mano se quedó en mi pierna haciendo leves caricias y nada más.
Después de unos minutos llegamos a su casa. Al entrar vimos que no había nadie, mi tía y mis primos aún no llegaban. Esto lo confirmó mi tío cuando le llamó a mi tía para preguntare; ella le dijo que la junta se extendió y creía tardarse un rato más, por lo que le pidió que le ayudara a poner la mesa para que cuando lleguen nos sentemos a comer. Empezó a realizar el encargo de mi tía y yo me ofrecí a ayudarle, por lo que en pocos minutos dejamos todo listo para cuando llegaran. Yo seguía inmersa en mis pensamientos; no sabía qué hacer… en mi pecho sentía una avalancha de cosas revueltas como emoción, felicidad, tensión, miedo, susto y hasta arrepentimiento. Al cabo de unos minutos me tranquilicé pero sin dejar de estar excitada. Para aminorar la tensión del momento se me ocurrió comer alguna de las golosinas que mi tío me había comprado por lo que fui a la sala, que fue el lugar en donde dejé mi mochila y todas las compras. Busqué una bolsa de papas fritas y las saqué, momento en el que me di cuenta que mi tío me estaba observando desde la cocina y me dijo:
_No niña, no es hora de comer eso. Ya en un rato llegarán tu tía y tus primos y si te comes eso ya no vas a querer comer_
_No tío, solo es una botana; sí voy a comer, te lo prometo_ le contesté de forma traviesa
De inmediato se dio cuenta que yo estaba bien, que no estaba enojada ni nada, por lo que me contestó igualmente de forma traviesa:
_No no no. Nada de eso chamaquita, no voy a dejar que coma esas cosas antes de la comida_ y empezó a acercarse lentamente a mí. Claramente vi sus intenciones2 de jugar conmigo… se acercó con las manos arriba en la típica pose juguetona como cuando me perseguía para hacerme cosquillas cuando era niña.
_Nooooo tío_ le dije en tono de juego al darme cuenta de lo que quería hacer
_No tío… ¡No tíoooo!_ le volví a responder ya con una sonrisa en la cara y empecé a moverme alrededor de la mesa de centro de la sala. Y empezó a perseguirme… justo como en mi niñez. Yo gritaba entre risas y emoción y él hacía sonidos como de monstruo mientras decía sus típicas frases:
_Ven acaaaaaá… te voy a alcanzaaaaar_ y continuaba persiguiéndome
Yo seguía corriendo alrededor de la mesa de centro… luego corrí alrededor del comedor. Él me perseguía muy de cerca pero no se esforzaba por alcanzarme. El chiste del juego era ese… correr detrás de mí por un momento y ya después alcanzarme y hacerme cosquillas.
_Te voy a alcanzaaaaaar_
_¡No tíooooo! ¡No me hagas cosquillas!_ le grité mientras corría de vuelta a la sala
_¡Sí!_ Me dijo al momento que me tomó con ambas manos por la espalda. Yo me di vuelta y quedé frente a él para tratar de quitar sus manos de mi cuerpo. Él se abalanzó y en un movimiento sujetó mis manos… me fue empujando hacia atrás mientras entre risas me seguía diciendo que me iba a hacer cosquillas y yo trataba de defenderme (según yo… porque realmente no podía poner tanta resistencia). El sofá de la sala topó nuestro avance y sin más, mi tío me sujetó con más fuerza y se dejó caer encima de mí. Yo terminé debajo de él y mi tío quedó encima, justo entre mis piernas.
_Ya no tengo cosquillas_ Le dije en tono serio y puse mi cara seria. _Ya no tengo cosquillas y no vas a poder hacerme reír_ agregué con un tono más serio.
Mi tío captó el mensaje inmediatamente:
_¿Ah sí????_ increpó y acto seguido, lanzó el reto:
_Te apuesto que sí tienes cosquillas y que sí podré hacerte reír_
_Pues te apuesto que no podrás_ le contesté, aceptando el reto
Me miró fijamente a los ojos y me preguntó: _¿Estás segura?… porque algo me dice que vas a perder_
_Sí tío. Estoy segura_ le respondí de forma seria y contundente al momento que intenté no reírme. Se hizo una pausa casi dramática… parecía como que mi tío esperaba que me arrepintiera. Con una mirada lo reté. Se acomodó y su mano derecha soltó mi brazo izquierdo y de inmediato se posó en mi cintura y empezó a hacerme las cosquillas. Por un instante estuve cerca de sucumbir y gritar y moverme para evitar las cosquillas, pero me aferré y me aguanté.
Mi tío se sorprendió: _¿Ah sí???. Con que esas tenemos_ y aumentó la intensidad de las cosquillas. Yo seguía aguantando todo lo que podía mientras me mantenía inmóvil. Entonces mi tío liberó mi otro brazo y su mano izquierda se posó del otro lado de mi cintura y empezó a hacer cosquillas también. Mi cuerpo casi brinca de forma instintiva porque definitivamente sentía muchas cosquillas, pero decidí aguantar estoicamente. Al ver que no lograba hacerme reír, mi tío aumentó sus movimientos… después de unos instantes de estar así y de ver que peligrosamente podría perder, mi tío detuvo sus manos y las deslizó hacia abajo. Lentamente las metió bajo mi playera del uniforme escolar y las posó en el mismo lugar de mi cintura y de nuevo empezó con las cosquillas.
Yo seguía aguantando pero en cualquier momento podría perder. Aumentó la intensidad nuevamente y así, empezó a subir sus manos… más y más y más hasta que llegó muy cerca de mis axilas. En ese momento no pude más y grite:
_¡Noooooooo! ¡No tío! ¡Ahí noooooo!_ y reanudé mi defensa, tratando de sacar sus manos. Empezamos un pequeño forcejeo pero para mí era imposible, mi tío estaba sobre mí y a pesar que no dejó caer todo su peso, no podía con él. Intenté apretar las piernas y apartarlo, pero fue imposible. Al sentir que lo apreté con las piernas, mi tío hizo un cambio en su estrategia y poco a poco empezó a sacar su mano derecha de mi blusa… en su movimiento y aprovechando los movimientos de nuestra lucha, se posó en mi seno izquierdo y lo agarró por encima del brasier… de manera franca y directa; sin si quiera disimular. Lo apretó un poco y continuó su movimiento lentamente mientras iba acariciando mi cuerpo en su camino. Mi cintura… mi cadera…
Así lo hizo hasta llegar hasta mi pierna. La tomó por el muslo y de igual forma, lenta pero precisa, empezó a subir la mano y la metió bajo la falda. Yo trataba de empujarlo entre risas y movimientos bruscos, pero no podía. Llegó el momento en que mi tío llego a mi ropa interior y sin pensarlo agarró mi nalga y la apretó. En ese momento y al sentir su mano intrusa en mi trasero mi risa cesó; él se levantó un poco para darme espacio y me miró fijamente a los ojos y preguntó:
_¿Y aquí no tienes cosquillas?_ mientras acariciaba mi glúteo de forma más intensa.
_No tío… ahí no tengo cosquillas_ respondí
Entonces él se incorporó hasta quedar casi sentado, con su pierna izquierda extendida y su pie en el piso y su pierna derecha flexionada. Yo estaba acostada boca arriba, tratando de agarrar con mis manos los ante brazos de mi tío… y con las piernas abiertas. Por el forcejeo que tuvimos y con la intrusión de la mano derecha de mi tío en mi nalga, mi falda estaba levantada casi totalmente, quedando expuesta mi ropa interior. A pesar que la posición me dejaba vulnerable, yo ya estaba muy excitada… mi respiración ya estaba empezando a agitarse y mi corazón ya latía a mil.
Mi tío me miró fijamente… hizo una pequeña pausa y me dijo con una voz más suave:
_Bueno; ya sabemos muchos puntos en donde tienes cosquillas… pero hay otros en donde no hemos probado_ hizo otra pausa y continuó: _¿Quieres probar si tienes cosquillas en otros lugares?_
Lo pensé un poco, pero contesté: _Sí_
Acto seguido, mi tío me observó… como si estuviera admirando algo valioso; bajó la mirada y la posó en mi entre pierna… un suspiro se escapó de su boca. Sacó su mano izquierda de mi axila y su mano derecha de mi falda. Lentamente acomodó mis piernas para que descansaran en sus piernas y colocó sus manos en mis rodillas. Lentamente empezó su caricia… y fue subiendo por mis muslos… lentamente. No se detuvo, llegó hasta donde estaba mi falda levantada y procedió a levantarla más; dejando al descubierto por completo mis panties de color blanco con encaje en las orillas y un pequeño y coqueto moño al frente. Después continuó con sus caricias en mis muslos. Los recorrió lentamente por fuera y por arriba. Yo solo lo miraba y me encantaba verlo así, concentrado en lo que estaba haciendo… tratando de no perderse ningún detalle. Levantó su mirada y se percató que la blusa de mi uniforme también estaba levantada… casi a la altura de mi pecho, aún tapando mi brasier. Igualmente, de manera lenta y delicada movió sus manos hacia arriba, sin dejar de tocar mi piel y llegó hasta donde estaba colocada mi blusa. La tomo por la orilla y comenzó a subirla…lentamente.
Mis manos estaban reposando sobre mi pecho pero al ver su movimiento las quité para que pudiera subir mi prenda. Así lo hizo… la subió lentamente hasta dejar al descubierto mis senos, grandes y redondos… solamente cubiertos por mi bra 34 B en color blanco y encajes en color rosa. Otro suspiro escapó de la boca de mi tío. Temblorosamente acercó sus manos y antes de tocarlos me miró a los ojos, buscando mi aprobación. Yo solo esbocé una pequeña sonrisa y con mis propias manos levanté más la blusa… dándole con ello el permiso que buscaba.
Entonces sus manos se posaron en mis pechos… una en cada seno. Los empezó a apretar con suavidad… con los dedos pulgares acariciaba la zona en donde están mis pezones, que desde luego ya estaban duros y seguramente podía sentirlos a través de la delgada tela de mi bra. Se concentró en sus caricias… acariciando… apretando… y yo por dentro sintiendo una avalancha de emociones. Mi corazón volaba y mi vientre empezaba a manifestarse humectando el interior de mi sexo. De momento mi tío detuvo los movimientos de su mano… y sin soltar mis senos se inclinó y se acercó a ellos. Nuevamente contuve la respiración para no decir o hacer algo que no quería… su nariz tocó mi pecho y claramente pude darme cuenta que metió aire por la nariz como tratando de absorber el olor de esa parte de mi cuerpo. Después, besó lenta y suavemente esa zona… recorriendo poco a poco hacia los lados hasta besar la piel descubierta de mi busto que el brasier no alcanzaba a tapar.
Dios, yo estaba embelesada… sentía como si flotara… aún con la respiración contenida y con mi cuerpo tembloroso ante la descarga que sentí al momento que los labios de mi tío tocaron mi piel. No sé cuánto tiempo estuvimos así… para mí fue como si se detuviera y no supiera lo que pasaba fuera de ese lugar y de ese instante. Después de que mi tío besó mi senos por encima del bra, se retiró lentamente y bajó sus manos tocando mi cuerpo en su camino. Llegó hasta mi cadera y se detuvo… hizo una pequeña pausa y dijo:
_Bueno, ya vimos que allá arriba no tienes cosquillas_ refiriéndose a mi busto
_Veamos qué tal aquí_ y comenzó a acariciar nuevamente mis muslos por fuera… repitió el movimiento unas veces y de repente se detuvo y sutilmente, tomó ambos muslos y abrió mis piernas y las levantó un poco. Ese movimiento dejó totalmente expuesto mi sexo; solo mi pantie lo mantenía oculto. Soltó mis piernas y colocó sus manos en la parte interior de mis muslos. Lentamente fue subiendo con las misas caricias suaves y delicadas, hasta que ambas manos llegaron a mi entrepierna. Instintivamente mi cuerpo reaccionó y un pequeño sonido de susto escapó de mi boca.
Nuevamente mi tío me miró, checando que todo estuviera bien y buscando un nuevo permiso. De nueva cuenta le sonreí… pero esta vez la sonrisa iba cargada de deseo y una mueca con tintes lascivos de complicidad. Él también sonrió de la misma forma. Después de eso, muy lentamente su mano derecha se acercó más a mi sexo… puso sus dedos sobre mi pubis y el pulgar en la zona en donde está mi clítoris. Su pulgar empezó a moverse en círculos y a acariciar y masajear mi zona más sensible… yo empecé a sentir como la temperatura de todo mi cuerpo se elevó y se fue a mi cabeza… me mordí el labio y puse mi mano izquierda cerca de mi boca tratando de tenerla lista para tapar cualquier sonido que pudiera salir de ella… no quería que mi tío me escuchara gemir.
Su pulgar cesó su movimiento y sus dedos acariciaron mi zona púbica lentamente… fueron solo unos instantes porque casi de inmediato colocó ambas manos justo a los extremos de mi pantie y muy lentamente empezó a bajarla. Apenas había avanzado un poco cuando me preguntó:
_¿Está bien si veo un poco? ¿Me dejas ver un poco más?_
Yo no podía articular palabra… estaba luchando por contener mi excitación… solo atiné a asentir con la cabeza, dándole con ello la autorización.
Con eso, él continuó el movimiento y lentamente deslizó hacia abajo mi prenda interior dejando ver poco a poco los vellos que adornan mi monte de venus. El movimiento se detuvo porque necesitaba levantar mis caderas para que pudiera bajar por completo la pantie. Entendí lo que pasaba y lo que tenía que hacer y justo antes de levantar mis caderas mi tío soltó mi prenda y con una mirada me pidió que no lo hiciera. Sus manos se colocaron por delante y tomó la orilla del elástico y solo bajó la tela un poco… lo suficiente para descubrir todo mi pubis y alcanzar a ver el inicio de mi vagina. Repitió el movimiento y se inclinó… yo estaba a punto de desfallecer, sentí que no aguantaría más la fuerza de los latidos de mi corazón… era demasiado… sentía una opresión en mi estómago y no podía reaccionar. Su cara se acercó lo suficiente hasta que sus labios tocaron mi pubis. Besó con ternura mis pelitos y lentamente fue bajando… mi mente estalló cuando sentí que sus labios tocaron el inicio de sexo. Pude escuchar cómo olió mi zona y suavemente besó el punto en donde se esconde mi clítoris. Nuevamente, su pulgar de la mano derecha se internó y acarició mis labios y la entrada de mi vagina… estaba tan mojada que no sentí ningún roce incómodo.
Para ese momento ya tenía los ojos cerrados y mi mano tapaba mi boca para no hacer evidente que ya estaba jadeando y me esforzaba por ahogar los sonidos que pudieran convertirse en gemidos. Lentamente mi tío soltó mi ropa interior y se incorporó, acercándose de nuevo a mi… esto hizo que abriera los ojos y moviera mi mano de mi cara. Su rostro quedó muy cerca del mío y con una voz muy suave y tenue me dijo:
_Al parecer, allá abajo tampoco tienes cosquillas_
Yo solo atiné a contestar _Sí tengo, tío_ pero lo dije sin pensar… realmente mi mente estaba desconectada de mi boca… estaba en el límite de entregarme totalmente a lo que sentía.
_¿Ah si?_ respondió él, suavemente pero con un pequeño tono retador
_Pues parece que no, pero vamos a confirmarlo_ y acto seguido, bajó su mano derecha y la colocó en mi entre pierna… acariciando toda mi zona íntima por encima de la delgada y mojada tela de mi ropa interior. Los movimientos eran más marcados… los hacía con sus 4 dedos, con los cuales abarcaba todo. Y después, subió la mano y la metió por debajo de mi pantie y lentamente se acercó hasta mi clítoris y la entrada de mi vagina. Con los mismos dedos acarició todo mi sexo… subía a tocar y jugar con mis pelos y de nueva cuenta bajaba y volvía a acariciar toda mi vulva.
Yo estaba muerta de éxtasis… no podía más, estaba al borde de la locura y sentí que hasta me podía desmayar… ya a esas alturas no tenía control de nada.
Fue cuando mi tío metió lentamente y con total gentileza uno de sus dedos… poco, no fue todo… solo una parte… pero lo suficiente para empezar a tocar el interior de mi vagina… y tocó un lugar que me lanzó una fuerte descarga que no pude contener y provocó que un gemido por fin escapara de mi boca. Eso me hizo abrir los ojos… mi tío me veía con una mirada que nunca había visto en él…era como de ternura, pero con algo que después entendí era lasciva y deseo. Continuó sus caricias y movimientos de su mano en mi coño y me preguntó:
_¿Esas no son cosquillas verdad?_
Entre jadeos, con la respiración entre cortada y con el corazón a punto de salir de mi pecho solo pude mover la cabeza en señal negativa y le contesté: _N nn no tío… esas no son cosquillas_
Me sonrió y se acercó lentamente… y me dio un beso… justo en la frontera entre la mejilla y mi boca. Sus labios apenas alcanzaron a rozar los míos. Un leve gemido volvió a escapar de mi boca al sentir que un segundo dedo entraba en mi cavidad y acompañaba al primero en su tarea de masajear y acariciar mi interior. Instintivamente levante mis brazos y los puse en la espalda de mi tío… como si fuera a abrazarlo, pero no lo hice… mantuvimos un poco de distancia. Creo que el quería verme y observar mis reacciones mientras me daba placer con sus dedos, que empezaron a salir y entrar lentamente… cada dos o tres salidas subían y acariciaban mi clítoris… regresaban a mi interior y repetían el movimiento.
¡No Dios! Grité dentro de mi mente al sentir un gran impulso en mi vientre que avisaba la próxima llegada del orgasmo. ¿Qué hago???? ¡Dios qué hago! Seguía preguntándome casi agónicamente porque realmente no sabía qué hacer… no estaba segura de dejar que mi tío me hiciera venir y presenciara mi orgasmo; pero por otro lado, llevaba mucho tiempo esperando por eso… por sentir algo distinto a lo de siempre… a los orgasmos que yo me provocaba cuando me masturbaba.
Estaba en esa deliberación interna cuando un espasmo recorrió todo mi cuerpo… subió por mi espalda y regreso para estallar en el interior de mi sexo.
_Nooo… aaaahhhhhhhhh…_ fue el sonido de mi gemido al momento de estallar el más grande y delicioso orgasmo que hasta ese momento había experimentado. Pude sentir como el interior de mi coño se inundó. Al terminar, mi tío dejó de mover sus dedos y lentamente los sacó. En su camino dejaron su rastro mojado por todos mis vellos púbicos y parte de mi vientre. Acomodó como pudo con esa misma mano mi ropa interior y dio una última caricia a mi sexo por encima de mi pantie. Yo estaba totalmente desarmada… sin fuerzas y sin aliento. Mi cuerpo temblaba y la cabeza me daba vueltas. Al abrir los ojos mi tío me estaba observando detenidamente… me sonrió y terminó de acomodar mi calzón con ambas manos… lo puso en su lugar y después bajó la blusa para cubrir mi torso nuevamente. Después se acercó a mi rostro y me dio un pequeño beso en la boca… muy rápido y tierno; sus labios apenas y tocaron los míos. Acarició mi rostro con su mano izquierda y me dijo:
_Ganaste la apuesta. Realmente no tienes cosquillas_ y me regaló una pícara sonrisa.
Se levantó dio unos pasos y se dirigió nuevamente a mí: _No quiero apresurarte, pero espero que no tardes mucho porque es posible que tu tía no tarde en llegar_
Ese comentario me regresó de golpe a la realidad. Sentí miedo y para evitar cualquier situación me incorporé… quise levantarme pero no pude; mi cabeza aún daba vueltas y las piernas me temblaban. Esperé un momento en lo que regresaba en mí y todo volvía a acomodarse en su sitio; ya que pude me levanté y fui directamente al baño; necesitaba arreglarme y borrar cualquier rastro o evidencia de lo que acababa de suceder. Ya que entré al cuarto de baño me miré al espejo… mi cara estaba toda roja… mi cuerpo estaba caliente… y mi corazón aún latía rápido. Tuve que mojar mi cara varias veces para ver si con eso lograba quitar o al menos disimular lo sonrojada que estaba. Mojé un poco mi cabello, mi cuello y mis brazos. De repente me llegó la idea de revisarme… un miedo horrible me invadió de solo pensar en que algo hubiera pasado allá abajo. Levanté mi falda y con miedo bajé mi ropa interior… lentamente, con temor de encontrar algo. Mi alma descansó cuando confirmé que no había nada… mi prenda solamente estaba mojada con los líquidos que salieron con mi orgasmo.
También y con mucho cuidado toqué y revisé mi zona íntima… tratando de ver si había rastro de algo… aún estaba muy sensible y no pude revisar a conciencia porque la sensación del tacto era muy intensa. Así que solo me subí la pantie, la acomodé; me acomodé la falda y la blusa del uniforme… me sequé y conté hasta diez para terminar de tranquilizarme. Después de varios minutos de estar ahí tuve las fuerzas para salir, porque no sabía qué hacer y cómo confrontar a mi tío después de lo que acababa de suceder.
Salí y me dirigí lentamente hasta la cocina. Ahí estaba él, sacando una jarra de agua del refrigerador. Tomó un vaso y mientras servía agua en él me miró y me preguntó con todo dulce y preocupado:
_¿Estás bien?_
Tardé un poco en contestar, pero lo hice: _Sí tío, todo está bien_ y le sonreí con mucha pena.
Se acercó y me ofreció el vaso con agua y lo tomé. Se colocó junto a mí, me abrazó y me dio un beso en la frente:
_Te adoro mi princesa hermosa. Te adoro con todo mi corazón_
_Y yo a ti tío, te adoro más_
La invitación
Pasaron algunos días de aquel encuentro con mi tío y yo seguía en las nubes; no había momento en que me pusiera a pensar en lo que había pasado… en recordar todo lo que hicimos… todo lo que me hizo sentir. La culpa que sentí se fue borrando y en su lugar empecé a sentir mucha emoción y muchas ganas de repetirlo. Todas las noches me tocaba hasta hacerme venir pensando en mi tío, en sus manos y recordando todo lo que me hizo sentir con sus caricias. Estaba totalmente enganchada a mis deseos… y bueno, todo eso empezó a hacer mella porque fueron días en que estuve muy distraída en todo. En la escuela varias veces me llamaron la atención por “andar en la luna” y por algunas tareas que no hice. De hecho, mis amigas se preguntaron si me pasaba algo, porque eso no era normal. Yo no quería decirles el lío que me traía con mi tío… era demasiado como para andarlo contando. Me presionaron tanto que tuve que inventarles que había un chico que me estaba pretendiendo y obviamente mis amigas exigieron que les platicara todo.
Les dije que se trataba del sobrino de una vecina, que seguido iba de visita y así nos habíamos conocido…que mi mamá y la susodicha vecina eran buenas amigas y que convivíamos mucho y por eso empezamos a vernos más. Era importante llegar al tema del sexo para poderles decir todo lo que me pasaba y ver qué me decían ellas, así que les inventé que varias veces nos habíamos quedado solos por ratos y que en esos momentos el chico se había “acercado” más de la cuenta y en una vez primero me besó. Jajajaja mis amigas gritaron y se emocionaron… hasta me reclamaron que por qué no les había dicho nada antes. Les dije que pensé que no era nada importante y que no pasaría nada. Me exigieron que les contara todo; así que mientras les platicaba los pormenores, iba inventando la historia de tal forma que todo lo que había pasado con mi tío, me había pasado con ese chico.
Les dije que después de un par de besos bastante normales por así decirlo, pasamos a besos con caricias… que me había tocado las bubis y después las nalgas… y que yo me atreví a tocar sus nalgas también. Luego, que la cosa subió de todo cuando el supuesto chico metió su mano en mi blusa para tocar mis senos y después en mi pantalón, para tocar mi vagina… para luego, en otra ocasión, llegar al punto en donde me masturbó hasta hacerme venir.
Jajaja recuerdo la cara de mis amigas y lo locas que se pusieron; no lo podían creer. Fue cuando una de ellas preguntó si yo había hecho lo mismo con el chico y si agarré y acaricié su pene, a lo que yo exaltadamente contesté con un rotundo ¡No!. La misma amiga me recriminó y me dijo que era una tonta por haber dejado pasar la oportunidad y le respondí que ella qué iba a saber y contestó que sí sabía y todas la confrontamos diciéndole que estaba mintiendo. Fue cuando nos platicó que justamente un par de días atrás ella y el chico con el que sale estuvieron solos en su casa y que “lo hacen”. Que se quedaron a nada de coger pues ya estaban casi desnudos y listos para hacerlo cuando su mamá llegó a la casa y casi los sorprende. Dijo que antes de que su mamá llegara, se habían besado y se habían dado un faje tan cañón que se calentó y por eso accedió a tener relaciones. Que dejó que el chico la tocara por todos lados…dijo que le tocó su zona íntima, que la masturbó y le hico sexo oral. ¡Nooooooooo! Exclamamos todas al escuchar eso. Que después de chupar su vagina le pidió que hiciera lo mismo con su pene y así lo hizo. ¡Aaaaaaahhh nooooo guácala!!!!!! Gritamos entre risas y gestos de asco. Obviamente le preguntamos cómo era… que nos diera todos los detalles… de más está decir que hizo una descripción muuuuuy detallada del miembro del muchacho, de cómo lo tocó, cómo lo masturbó y como se la mamó.
Todas estábamos atónitas ante tales declaraciones… a pesar de expresar mi disgusto por lo que mi amiga nos estaba platicando, por dentro estaba más que interesada en saber todos esos detalles; saber cómo es, qué y cómo hacer… la curiosidad me mataba. Al terminar su relato, mi amiga volvió a reclamarme por dejar pasar la oportunidad con el supuesto chico, pero que ahora que ya sabía más, que no dejara pasar nuevamente la oportunidad cuando ésta se presente. Le dije que estaba loca, pero que les platicaría si pasaba algo, pero habría que esperar hasta que el ficticio muchacho volviera a visitar a su tía. De más está decir que después de esa plática, mis hormonas volvieron a alocarse y me calenté a mil… y ahora, además de los recuerdos de aquel encuentro con mi tío, mi mente empezó a fantasear con la idea de cruzar esa línea y que ahora yo tuviera la oportunidad de conocer lo que mi tío esconde en su pantalón. Ya alguna vez me hizo sentir su paquete aquel día que fue toda la familia a comer a mi casa, en ese abrazo que me dio cuando fue a despedirse de mi y me tomó desprevenida por la espalda y acercó su cuerpo al mío mientras me daba un beso de despedida. Pasaron varios días y mi mente seguía aferrada a la idea de poder conocer el pene de mi tío, de tenerlo cerca… poderlo tocar… quería saber cómo era… cómo se sentía; pero, ¿Cómo??? ¿Cómo hacer para poder lograrlo? Ni modo que llegara y le dijera a mi tío -Enséñame tu pene-.
Esa parte me tenía frustrada porque por más que pensaba no se me ocurría nada.
Llegó el fin de semana y con él la noticia que podría ser la clave y la respuesta a mi alocada y descabellada idea: ¡Una pequeña reunión y comida en casa de mis tíos! ¡Sí!!!! ¡Esa podría ser la oportunidad que tanto había estado buscando! Sé que suena como cuento y obviamente no sería fácil. Entendía que tal vez, si las cosas se dan, podría pasar… nada lo aseguraba. Como fuera, yo empecé a prepararme mentalmente (según yo), tratando de tranquilizarme y de domar mi cuerpo, que ya se había convertido en un ente habido de seguir explorando y aprendiendo cosas nuevas… de seguir experimentando sensaciones que me llevaran a nuevos lugares y nuevos niveles de placer.
Finalmente y después de una espera de un par de días que se me hicieron eternos y durante los cuales me masturbé varias veces al día pensando en todo esto, llegó el tan esperado momento de ir a casa de mis tíos para la reunión familiar. Como era de esperarse nos reunimos todos, incluidos mis abuelos. Llegamos desde temprano, pasado el medio día, para según ayudar en lo que pudieran necesitar mis tíos. Al llegar saludé a mi tía y mis primos. Mi prima Regina (que es 2 años menor que yo) me saludó con mucha emoción porque ya había planeado que nosotros los chicos hiciéramos una tarde de películas para no aburrirnos con la plática de los adultos. Mi primo Luis (2 años mayor que yo) estaba enojado porque quería salir y mis tíos le dijeron que podría hacerlo hasta después de haber comido y compartido la mesa con la familia, por lo que su saludo fue bastante cortante y frío. Cuando me acerqué a mi tío mi corazón empezó a acelerarse y un pequeño temblor se apoderó de mis piernas… ¡No puede ser! Estuve casi toda la semana preparándome para este día y justo cuando me apersono frente a mi tío mi cuerpo me delata. Traté de disimular:
_¡Hola tío!_ lo saludé con entusiasmo
_¡Hola mi princesa hermosa!_ respondió de la misma forma entusiasmada y me dio un fuerte abrazo, y aunque podría decirse que era su forma normal de abrazarme, dentro de mí se sintió se diferente. Me apretó fuerte y aún sin soltarme susurró al oído: _Hoy te ves más hermosa que nunca_
Esas palabras me desarmaron y de inmediato encendieron el fuego de mi interior.
Cabe señalar que ese día elegí un outfit especial para la ocasión, que en cierto modo mandara la señal: un top azul cielo ceñido a mi cuerpo que hacía resaltar mi busto en todo su esplendor y que además de dejar descubiertos mis hombros, también dejaba visible una parte de mi viente; un bra strapless en el mismo color del top. Un mallón en color rosa pálido que se pegaba totalmente a mi figura, apretando y levantando mis nalgas de una manera que hacía evidente su tamaño, redondez y firmeza, además de marcar audazmente la forma de mi zona genital. Obviamente era consciente de ello; cuando elegí el atuendo después de probarme mil prendas me di cuenta que ése sería mi cómplice perfecto al ver cómo hacía notar esa parte. La pantie que elegí ayudaba mucho pues era mucho más pequeña que las que normalmente usaba; no era tanga, pero era lo suficientemente pequeña y se acomodaba perfecto para el mallón que había elegido, era en color azul muy claro con pequeños encajes blancos. Unas calcetas blancas y unos tenis del mismo color completaban mi outfit conquistador. Mi cabello, que es castaño, lacio y largo hasta los hombros lo llevaba en una cola de caballo amarrada con un coqueto moño azul.
De hecho mi mamá sí me echó una mirada inquisidora cuando me vio bajar vestida así, pero afortunadamente no me dijo nada, estaba más preocupada por apurarnos a todos para no llegar tarde a casa de mis tíos.
Lamentablemente, mi tío estaba tan ocupado en la cocina (porque una de sus cualidades es que es muy buen cocinero) ayudando que no me hizo caso, además mi prima estaba impaciente por pasar un rato conmigo y nos fuimos a la sala de TV a empezar a ver las películas que ya había programado. Después de un buen rato nos llamaron a comer. La comida transcurrió con relativa normalidad, lo más relevante fueron un par de veces que mi tío y yo cruzamos la mirada y nos sonreímos mutuamente. La comida fue afuera en una terraza muy bonita que tienen mis tíos, con acceso directo a un jardín muy grande y lindo. Cuando llegó el momento del postre mi tía ofreció café a lo que mi papá, mi abuelo y mi tío se apuntaron. Mi tío se levantó y dijo que él se encargaba de traer el café y las indumentarias correspondientes. Apenas ingresó a la casa cuando mi mamá cayó en cuenta que no le pidió a mi tío leche deslactosada para mi papá porque la leche entera le cae mal. De inmediato pensé que era mi oportunidad y de inmediato me ofrecí para ir y decirle a mi tío:
_¡Yo voy!, yo le digo a mi tío_ hice una pausa pensando en que tal vez fue muy notoria mi emoción, por lo que agregué: _Y de paso me sirvo tantita agua natural_ y con eso salí del paso. Me apresuré para alcanzar a mi tío y pasar el recado. En el camino empecé a sentir esa sensación de nervio en el estómago; me puse nerviosa. Llegué a la cocina y mi tío ya estaba preparando las cosas del café y cuando me vio en la puerta de la cocina me miró con asombro, como si no me esperara. Luego me regaló una sonrisa al tiempo en que con su mirada recorría mi figura en su totalidad. Le sonreí y le dije el encargo:
_Tío, dice mi mamá que si por favor puedes llevar leche deslactosada para mi papá_
_Claro que sí mi amor. ¿Me ayudas a sacarla por favor? Está en la puerta del refri_ me contestó tiernamente. Caminé hasta el electrodoméstico en cuestión y abrí la puerta para sacar la leche pero no la vi. No la encontraba… estaba pensando en tantas cosas al mismo tiempo que mi mente no me dejaba ver.
_¿Dónde está tío? No la veo_ le pregunté. Se acercó y me indicó en dónde estaba la mentada leche. La tomé y cerré la puerta del refri. En ese momento mi tío me tomó de la mano que tenía libre y mirándome directamente a los ojos me preguntó:
_¿Estás bien?… ¿Estás enojada?_ Antes de que pudiera contestarle, continuó:
_Después de lo que pasó me quedé muy preocupado. La verdad es que nunca ha sido mi intensión hacerte sentir mal ni que te sientas comprometida a nada. Eres un gran tesoro para mí y lo que menos quiero es lastimarte de ninguna forma. Sentí que ciertamente hubo complicidad entre los dos, pero el adulto aquí soy yo y debí pensarlo bien antes de hacer nada. No sé si solo estás jugando o me estás poniendo a prueba o no sé; solo sé que no quiero hacerte daño y no quiero dañar el cariño que hay entre nosotros, sobre todo tu cariño, que para mí es invaluable_
Wooooow. Sus palabras me dejaron fría… nunca imaginé que me fuera a decir algo; ciertamente me sorprendió. Por unos instantes me quedé sin saber qué decir y desde luego que también lo quiero y me importa su cariño, pero también quería seguir con lo que ya había iniciado.
_No tío, no pasa nada_ hice una pausa… _Estoy bien. La verdad es que también he pensado mucho en lo que pasó… sí fue algo muy intenso que de momento me sacó mucho de onda_ hice otra pausa y continué:
_Y bueno… sé que se podría decir que no está bien y todo eso, perooo… también sé que me gusta mucho; me gusta sentirme así… y me gusta cómo se siente_
Mi tío esbozó una leve sonrisa al escuchar eso; me miró fijamente y me dejó continuar:
_Mis amigas están haciendo lo mismo con sus novios y con chicos que han conocido, pero yo no me siento cómoda de pensar en hacer todas estas cosas con alguien desconocido o con alguien con quien no tengo confianza. La verdad es que contigo me siento más que bien; siento que me cuidas, que me proteges y nadie en el mundo me trata como tú… ni siquiera mi papá_
_¿En verdad hermosa?… ¿En verdad está todo bien entonces?_ me preguntó insistentemente.
_Sí tío. Estoy bien y está todo bien_ le contesté y me acerqué a él. Con ambas manos tomé su mano derecha y lentamente la puse sobre mi pecho. Así la contuve mientras yo misma oprimía un poco para que me sintiera bien.
_De hecho, si tu quieres… me gustaría que las cosas no cambiaran y siguieras haciéndome esas cositas tan lindas que solo tú sabes hacer…_
Mi tío no pudo evitar sorprenderse… sonrió y preguntó:
_¿Estás segura?_
_Sí tío… estoy segura. La verdad no hay nadie con quien quiera hacer estas cosas más que contigo. Solo contigo me siento bien…_ hice otra pausa al tiempo que solté la mano de mi tío y me acerqué a él y lo abracé… con un cariño y una ternura legítimos; como una sobrina abraza cariñosamente a su tío favorito.
_Y no hay nadie en el mundo que yo quiera que me enseñe más que tú… quiero aprender contigo tío, solo contigo_
Debo decir que me dio un gusto enrome de ver que ahora, el que estaba petrificado era mi tío… porque su abrazo fue muy simple y se quedó mudo por un instante. Pegué completamente mi cuerpo al suyo y lo abrecé más fuerte… quería que se diera cuenta que le estaba diciendo la verdad.
_Mi amor_ contestó _¿Es verdad lo que me dices?_
_Sí tío, es verdad. Eso es lo que quiero_
_Wow. La verdad es que esperaba otra cosa muy distinta a esta. Me dejas sin palabras mi princesa hermosa_ Contestó.
_Para mí es muy importante lo que me dices y lo que me pides. Haces bien en no confiar en cualquiera y ciertamente no cualquiera puede ser el que tenga el honor y la suerte de estar contigo en esa forma. Me siento halagado y una parte de mí está loca por decirte que sí y hacerlo… pero también hay otra parte que me hace pensarlo. No quiero que sea algo de lo que te puedas arrepentir… que después puedas desear haber hecho todo esto y descubierto estas cosas con alguien más… con alguien de tu edad_
_No tío. Estoy segura… quiero que seas tú el que me enseñe, el que me quiera y lo haga con el amor que solo tú tienes y que solo tú sientes. Con nadie me siento como contigo… por favor, no me digas que no_ le contesté con voz entre cortada al ver que al parecer mi tío estaba arrepintiéndose y que la posibilidad de que todo acabara era muy latente. Sentí tanto miedo que me dijera que no… sinceramente nunca pensé en esa posibilidad.
_¡Mi princesa hermosa!_ contestó y me abrazó con fuerza. _Bien sabes que no puedo decirte que no. Te adoro, te amo y nunca nunca nunca de los nuncas te voy a hacer daño. Para mi esto es algo increíble, algo importante… y si es tu deseo y quieres que yo forme parte de este paso tan importante, así será mi amor. Lo haré… te amo y lo haré con todo el amor del mundo_ continuó y culminó con un gran beso en mi cabeza y luego otro en mi frente. Acarició mis mejillas y mi cabello y me volvió a abrazar… abrazo que yo correspondí. De repente sentí que una de sus manos me soltó y bajó lentamente hasta llegar a mis nalgas. Era su mano derecha y con ella agarró mi nalga izquierda con fuerza… la apretó y masajeó con intensidad.
¡Sí!!!!! Grité en mi mente. En mi interior estaba dando brincos de felicidad al saber que todo seguiría y que ahora lo haríamos con consentimiento. En ese momento, su otra mano se movió y agarró mi otra nalga, igualmente con fuerza y con intensidad. Me tomó firmemente por la parte baja de mis nalgas y hasta alcanzó a meter un poco los dedos de ambas manos en la zona de mis muslos y mi entre pierna.
¡Wooow! Eso se sintió riquísimo.
_Te adoro_ me susurró al oído
_Y yo a ti más_ le contesté
Nos separamos un poco, su mano derecha soltó mi glúteo y tomó mi barbilla… miró fijamente a mis ojos, acarició mi boca… suavemente su pulgar acarició mis labios. Me tomó por la parte de atrás del cuello y me besó en la boca. Fue un beso breve pero profundo… me permitió conocer el sabor de su saliva. Instantáneamente su beso hizo que el interior de mi sexo se mojara y estallara en mí una gran descarga que recorrió hasta la última parte de mi cuerpo. De nuevo estaba volando.
Aunque el resto de la sobre mesa fue bastante normal, yo estaba muy emocionada y feliz por que las cosas con mi tío estaban bien y porque nuestras travesuras furtivas continuarían. Mi prima Regi insistió mucho para que nos fuéramos a ver las películas y aunque sí quería verlas y pasar el rato con ella, mi interés estaba centrado en estar con mi tío. Después de mucho insistir, mi mamá me pidió que le hiciera casi a mi prima y nos fuéramos a ver las películas… y así lo hicimos. Nos acomodamos en la sala de TV que tienen mis tíos en su casa. Es muy acogedora y está al fondo en la planta baja. Las horas pasaron y ya al atardecer mis papás y mis abuelos empezaron a despedirse y me llamaron para que hiciera lo propio. Mi prima me pidió que no me fuera:
_¡No Eli! ¡Quédate a terminar de ver las pelis!_ estábamos haciendo maratón de la saga Crepúsculo. Ella no las había visto y estaba emocionada. De hecho yo solo había visto la primera y un pedacito de la segunda. Su idea me pareció por de más maravillosa… era lo que justamente necesitaba para ver si podía tener oportunidad de estar nuevamente con mi tío. Ya otras veces había ocurrido lo mismo de que mi prima pidiera permiso para que me dejaran quedarme, por lo que no tendría porque haber problema. Mi prima corrió para pedirle permiso a mi mamá y a mi tía de que me pudiera quedar; mi mamá me volteó a ver y me dijo que como yo quisiera, que yo decidiera.
_¡Sí! ¡Me quedo!_ fue mi respuesta
_Pero tendrás que pedirle a Regi que te preste algo para dormir porque no trajiste nada y no viniste preparada para quedarte_ añadió mi mamá
_No te preocupes tía, yo le presto ropa a mi prima. ¡Gracias!_ le dijo mi prima a mi mamá mientras corría a abrazarla.
Después de unos minutos todos se despidieron y mis padres y mis abuelos se retiraron. Mi tía se quedó en la cocina terminando de guardar y acomodar algunas cosas, mi primo no estaba en casa ya que después de la comida se había ido con sus amigos a no sé dónde y mi tío de repente había desaparecido de la vista. Fuimos a la cocina a servirnos palomitas y refrescos para seguir con el maratón de películas y le pregunté a mi tía por mi tío, porque no lo veía por ningún lado.
_Está en su despacho hija, creo que lo contactaron de su trabajo y está haciendo algo_ me respondió cariñosamente mi tía.
Mi tío es arquitecto y tiene su empresa se dedica a la construcción y lo contratan mucho para hacer varias obras. En su casa, también en la planta baja, a un costado de la puerta de entrada está el despacho de mi tío. Me gusta entrar porque tiene muchas cosas muy bonitas relacionadas con su trabajo: cuadros, repisas con maquetas y detalles muy monos. Decidí ir a buscarlo, le dije a mi prima que se adelantara y que en un momento la alcanzaba, pero se negó:
_No, voy contigo_ dijo ella
Qué más remedio, pensé. Fuimos y ahí estaba él… sentado en su escritorio revisando algo en su computadora.
_¿Podemos pasar tío?_ le pregunté con un tono infantil mientras me mecía como una niña pequeña y al ver esto, mi prima hizo lo mismo.
_¡Mis princesas hermosas! Claro, pasen_ contestó el con una gran sonrisa en el rostro
_¿Qué haces tío?_
_Estoy revisando unas cosas del trabajo hija. Uno de mis clientes principales de Monterrey me buscó porque necesita que le mande una información porque al parecer hay oportunidad de que salga otra obra_
_¡Qué padre tío!!… ¿Allá mismo en Monterrey?_
_Sí_
_¿Y vas a ir?_ lancé la pregunta con mucha curiosidad
_Lo más seguro es que sí, pero tengo que confirmarlo_
_¿Si vas me puedes traer algo papi?_ le preguntó mi prima al tiempo que se acercó a él y se sentó en una de sus piernas y lo abrazó por el cuello.
Me pareció una jugada magistral, por lo que antes de que mi tío pudiera contestar hice exactamente lo mismo:
_¿Y a mí también tío??_ di la vuelta al escritorio y me senté en la otra pierna y también lo abracé por el cuello.
_Vaya vaya vaya, ¡Qué niñas convenencieras!_ exclamó mi tío mientras se acomodaba para tratar de abrazarnos a ambas y no tirarnos. Me percaté que con su brazo derecho abrazó a mi prima por la cintura; hizo lo mismo conmigo con su brazo izquierdo, pero no pasó mucho desde que abrazó mi cintura cuando bajó su brazo y con su mano agarró mis nalgas y las empezó a acariciar. Era perfecto porque estaba justo del lado de la pared y no podía verse nada de lo que estaba haciendo… así que me relajé y disfruté del momento… dejé que me tocara y me acariciara a sus anchas.
_No sé, todo depende de cómo se porten para que les traiga algo_ dijo mi tío mientras continuaba abrazándonos y acariciando mi trasero.
_Deben portase bien y ser niñas buenas para que les traiga algo_ añadió
_¡Yo siempre me porto bien papá_ le recriminó mi prima
_Jajajajaja sí cómo no_ le contestó mi tío en tono sarcástico
_Yo también me porto bien tío_ interrumpí mientras apretaba mi abrazo
_¿Ah sí????_ contestó igual con sarcasmo
_Jajajaja ahora resulta que las dos son niñas buenas y se portan bien_ dijo mi tío entre risas
_Bueno bueno… ya veremos. Como les dije, tienen que portarse bien, de lo contrario no les traeré nada_ añadió
_¡Sí papá! Te lo prometo_ le contestó mi prima y le dio un beso en la mejilla
_¡Sí tío!!_ contesté. Me acerqué y besé su mejilla y luego disimuladamente acerqué mi boca a su oído y le susurré: _Te prometo que seré una niña buena_
_¡Niñaaaaaaas! ¡Ya están listas sus palomitas!_ gritó mi tía desde la cocina, con lo cual se rompió el momento.
_¡Ya vamos!_ le respondió Regina, que de un brinco se levantó y corrió a la cocina. También me levanté y dirigí mis pasos fuera del despacho de mi tío y justo al llegar a la puerta me detuve y volteé a verlo… estaba sentado mirándome con una cara de travieso que no podía ocultar. Pude notar que su mirada se paseaba por todo mi cuerpo… especialmente en mis nalgas (ese mallón es magnífico). Le sonreí con toda la complicidad que pude mostrarle y él respondió de la misma forma y finalizó lanzándome un beso. Me retiré a seguir viendo las películas con mi prima.
Ya entrada la noche hicimos una pausa para relajarnos y fue el momento en que le pedí a mi prima que me prestar una ropa para dormir porque ya me quería cambiar y ponerme cómoda.
_¡Va! Vamos a mi recámara para que veas qué te quieres poner_ me dijo y corrimos a su habitación. Para esas horas mi tía ya estaba en su recámara y noté que mi tío aún no subía, por lo que me imaginé que seguía en su despacho… esa era buena señal. Mi primo aún no llegaba, lo cual era aún mejor, porque a veces es un poco encimoso conmigo (por obvias razones) y podría ser un problema para mis planes.
Mi prima empezó a sacar varias de sus prendas para que pudiera elegir algo… muchas blusas y playeras… incluso sacó una pijama de pantalón largo. Obvio nada de eso me servía… yo quería algo que me hiciera ver sexy… que mostrara mis atributos y fuera de “fácil acceso”. Regina es 2 años menor que yo pero es bastante grande para su edad (13), somos casi de la misma talla… y digo casi porque mi busto es mucho más grande que el suyo al igual que mis nalgas. Entre tanta cosa elegí una playerita de tirantes de una tela blanca muy delgada y ligera; era perfecta. Finalmente tomé un short azul celeste de tela de algodón, cortito y también muy ligero. Procedí a cambiarme, me quité el top, el bra y el mallón, me puse la ropa de mi prima y al verme al espejo me sorprendí lo bien que me quedaba. La playera me quedaba entallada y hacía evidente el tamaño de mis senos… los pezones se alcanzaban a ver por lo delgado de la tela. El short me quedaba muy parecido al mallón… pegadito al cuerpo, resaltando el tamaño y redondez de mis nalgas… de hecho apenas y las alcanzaba a cubrir. De frente también remarcaba mi área genital. ¡Era perfecto!
Mi prima también se cambió y me dijo que bajáramos para seguir con las películas. En el camino pasamos a la recámara de mis tíos para decirle a mi tía que continuaríamos con nuestro maratón de cine nocturno. Ella ya se había bañado y ya estaba metida en la cama; nos dio las últimas indicaciones acerca de que tomáramos lo que quisiéramos de la cocina sin hacer desastre; que laváramos todo lo que usemos y se despidió dándonos las buenas noches. Mientras mi tía nos daba sus instrucciones, con la vista miré con detalle para confirmar que mi tío aún no subía.
Bajamos y nos volvimos a acomodar y por un buen rato seguimos viendo las películas. En algún momento llegó mi tío y nos preguntó si queríamos algo o si ya habíamos cenado.
_Ya tío, gracias. Bueno al menos yo estoy llena de tanta cosa que comimos viendo las pelis_ le contesté
Mi prima no pudo contestar al momento por un gran bostezo que le dio: _No papi, yo tampoco tengo hambre_ por fin pudo contestar
Tanto mi tío como yo nos percatamos que mi prima ya se estaba quedando dormida y aunque yo también ya tenía sueño, estaba aguantando… por si algo pasaba.
_Ok, entonces voy a subir por unas sábanas y unas mantas para que estén más cómodas y por si se quedan a dormir aquí_ dijo mi tío. De hecho muchas veces antes ya nos habíamos quedado a dormir ahí en la sala de TV.
_Sí tío. ¿Por favor podrías ver si hay alguna almohada que también puedas traer?_ le contesté
_Claro mi amor, en un momento traigo las cosas_ dijo él y subió.
¡Dios! Empecé a ponerme nerviosa, sabía que las cosas empezaban a acomodarse para que mi tío y yo tuviéramos otro encuentro… pero aún no sabía cómo y qué iba a pasar. Por lo pronto, ya me había cambiado y trataba de estar lista… solo era cuestión que mi prima y mi tía se durmieran y que mi primo no llegara jajajaja. Después de unos minutos bajó mi tío con varias sábanas, un par de mantas, una colchoneta y un par de almohadas.
_Aquí están. Les traje una colchoneta por si quieren usarla_ dijo mientras acomodaba las cosas en uno de los sillones. _Tu tía ya se durmió y tu primo se quedará a dormir en casa de uno de sus amigos_ agregó. Eso fue música para mis oídos.
_Ok tío_ le contesté y le regalé una enorme sonrisa y lo miré con complicidad.
_Voy a cerrar las puertas y a apagar mi compu_ dijo
_Sí tío_ fue mi respuesta
Mi corazón empezó a latir más rápido y la sensación de nervios se hizo presente en mi estómago… era una sensación extraña, porque no me desagradaba. Voltee a ver a mi prima que ya se estaba quedando dormida; ya tenía los ojos cerrados pero no confiaba que ya durmiera del todo. ¡Por favor que ya se duerma! Pedía en mi mente. Los nervios estaban convirtiéndose en impaciencia porque veía que el sueño de mi prima aún no era profundo y no quería que echara abajo mis planes.
Pasaron unos minutos y mi tío no regresaba… la tele tenía el volumen muy bajo, prácticamente era solo la imagen y yo ya moría de desesperación. De repente, un ronquido interrumpió el incipiente silencio que había en la habitación. ¡Por fin! Me dije a mi misma al ver que el sueño de mi prima ya era profundo. Con mucho cuidado y sin hacer ruido, me levanté y lentamente salí de ahí. Como si fuera un ladrón, caminé cuidadosamente mientras observaba todo a mi alrededor. Pasé por las escaleras y todo estaba apagado y en silencio… fui al comedor y la cocina e igualmente, todo apagado; la sala estaba igual, salvo un pequeño halo de luz que se escapaba de la puerta del despacho de mi tío, que estaba levemente entre abierta. Mi corazón dio un sobre salto y esa extraña sensación de mariposas en el estómago se hizo presente nuevamente. Era chistoso, porque a diferencia de las veces anteriores, ahora sabía y era consciente de lo que iba a pasar.
Lentamente y con el corazón latiendo a mil, me fui acercando a la puerta del despacho; una vez que estuve ahí, con mi mano izquierda la abrí poco a poco, hasta que me permitió ver a mi tío. Estaba sentado en su escritorio, muy atento a su computadora. De inmediato se percató de mi presencia, volteó y me miró. Simplemente se quedó observándome con detenimiento… como tratando de memorizar cada detalle de mi anatomía. Recorrió de arriba abajo toda mi figura y suspiró. Me sonrió y solo dijo: _Hola_
_Hola_ le contesté y le regresé la sonrisa. Avancé lentamente hacia él. Al darse cuenta hizo su silla un poco para atrás para permitirme el paso. Me acerqué hasta él y fingiendo un poco de interés en lo que hacía me incliné para mirar el monitor de su computadora, al tiempo que le pregunté:
_¿Qué haces tío?_
_Estoy terminando de hacer lo que te platiqué hace rato. Ya tengo casi todo listo_ contestó. Luego, con su mano derecha me tomó por la cintura y me acercó hacia él, indicándome el camino para que me sentara en sus piernas. Me dejé guiar. Me acomodé de tal forma que quedé frente al monitor de su compu; él, colocó sus manos en mis muslos.
_Está bonita esa casa de la foto_ le dije mientras señalaba una imagen en la pantalla
_¿Te gusta?_ preguntó
_Sí, está muy bonita_ contesté
Lentamente empezó a subir sus manos, de mis muslos pasaron a mi cintura… lentamente recorría mi cuerpo y mi corazón empezaba a exaltarse. Siguió subiendo hasta que llegó a mis pechos. Tomó uno en cada mano y los apretó con delicadeza. No pude evitar cerrar los ojos y de inmediato empecé a respirar hondo… preparando mi mente para lo que venía. Su movimiento hizo que dejara de inclinarme y me hiciera hacia atrás… lentamente me llevó hasta que me recargué en su pecho. Coloqué mis manos en los descansabrazos de su silla y me puse a su entera disposición. Acto seguido, mi tío besó tiernamente mi cuello desatando con ello otra descarga que recorrió toda mi espalda. Sus manos empezaron a acariciar más intensamente mis senos… los apretaba, los juntaba y los aprisionaba en sus manos. Luego dejó de apretarlos y con sus dedos acarició mis pezones… a pesar de hacerlo por encima de la playerita, podía sentir su caricia. De inmediato mis pezones se pusieron duros, lo cual facilitó a mi tío el poderlos agarrar, acariciar y jalar delicadamente.
Mi respiración se tornó más profunda y mi corazón latía tan fuerte que hasta pensé que mi tío podría sentirlo al estarme acariciando los senos. Mi cuerpo empezó a temblar… estaba ahí, totalmente entregada a las sensaciones.
Después de un momento de estar así, mi tío bajó sus manos y las medió por debajo de la playera y regresó al lugar donde estaba… tomando y acariciando vehementemente mis niñas y haciendo que con el simple contacto de sus manos con mi piel abriera la llave de mi sexo que empezó a mojarse. Mi respiración profunda empezó a transformarse en leves jadeos…y yo me concentraba en no hacer ruido. Siguió tocando, apretando y acariciando a placer mientras besaba mi cuello y alternadamente mis mejillas.
_Eres una niña muy hermosa… estás preciosa mi amor_ me dijo al oído con una voz que retumbó en lo más profundo y me hizo estremecer.
_Me encantas, y esto para mi es un sueño hecho realidad. Desde que empezaste a crecer supe que te convertirías en una mujer muy hermosa… y no me equivoqué. Eres un encanto divino mi amor_ agregó.
_Gracias tío_ fue lo único que pude contestar con mucho trabajo… ya estaba ida y totalmente entregada al momento.
Mientras seguía besando mi cuello y acariciando mis senos, su mano derecha se retiró de mi pecho derecho… se deslizó por debajo de la playera; salió y lentamente se internó por debajo del short. Avanzó sin detenerse hasta mi sexo. Por encima de mi patie empezó a acariciarme ahí… justó ahí en la zona de mi clítoris… lo hacía con un dedo… ¡Dios! De nuevo empecé a sentir que podría desfallecer en cualquier momento…ahí, en sus brazos. Fueron unos instantes en los que me acarició de esa forma, porque después, con un movimiento, subió su mano y la introdujo en mi ropa interior… y nuevamente acarició mi sexo.
_Ahhh_ dejé salir mi primer gemido, el cual traté de contener apretando mis labios.
Él tocó todo mi sexo… suave y gentilmente recorrió toda mi zona con 2 o 3 dedos, la verdad es que no lo recuerdo bien. Lo que sí recuerdo es que en un momento se detuvo un instante para poder introducir unos de sus dedos en mi vagina…justo como aquella vez como cuando “jugamos a las cosquillas”. Lo hizo tan suave y lento que fue mi cuerpo se estremeció y di un pequeño sobresalto en su regazo.
_¿Quieres que me detenga?_ me preguntó casi susurrando
_Nnn n nn no tío… no te detengas_ apenas pude contestarle
_Lo haré con todo el cuidado y todo el amor…voy a cuidarte y tratarte como lo que eres… mi princesa hermosa_ volvió a susúrrame al oído
_S ss sss sí tío_
Fue cuando empezó a meter y sacar su dedo de mi sexo, totalmente húmedo y caliente. Lo hizo repetidamente durante unos minutos. Yo simplemente me estremecía… tuve que nuevamente taparme la boca con mi mano izquierda porque ya no podía contener mis jadeos y gemidos.
_Así hermosa, así… disfrútalo… gózalo… deja que el placer te lleve_ me dijo con su boca pegada a mi oído
_Mmmmmm_ seguía ahogando mis gemidos llenos de placer y de nuevo, llegó un momento en que mi vientre vibró entre espasmos avisando que estaba a punto de venirme. Solo atiné a mover mi mano derecha y agarrar la mano derecha de mi tío por encima de mi ropa…como para acompañar los movimientos que estaba haciendo con sus caricias en mi vagina.
_Tío…. Tíooooo_ susurré
_Sí mi amor… sí… déjalo llegar… vente… quiero que te vengas en mi mano mi amor_
_Ahhhhhhh tíoooooo_ fue el gemido que antecedió a la explosión de mi orgasmo… intenso… mojando totalmente la mano de mi tío. Quedé sin fuerzas, sin poder moverme… totalmente entregada al hombre que en ese momento era dueño de mi cuerpo, de mi mente y todas las sensaciones que me abrazaban. Lentamente, siguió acariciando mi vagina totalmente mojada y lubricada… hizo movimientos suaves y recorrió toda mi cavidad a placer. Sacó su mano y la llevó a mi boca y me dijo: _¿Quieres probar y conocer tu sabor?_
En medio de todo lo que sentía ni siquiera lo pensé, tomé su mano con la mía y yo misma chupé sus dedos… asiendo así el momento en que por primera vez probaba el sabor de mis propios jugos sexuales. Después, con gentileza tomó mi brazo derecho y me movió para que me levantara de su regazo… me levanté aún con piernas temblorosas… me giró y quedé de frente a él. Me acercó un poco y con sus manos levantó la playerita hasta dejar totalmente al descubierto mi busto. Se acercó a ellos y empezó a besarlos…
¡Dios!!!!! Todavía estaba tratando de recomponerme después del rico orgasmo que tuve cuando de nuevo mi cuerpo empezó a temblar a causa de sus besos. Tomó mis senos con ambas manos… los apretó… los besó… con vehemencia chupó mis pezones… los acarició y beso en su totalidad. Nuevamente estaba jadeando y tratando de contener mis gemidos… con ambas manos tomé la cabeza de mi tío y empecé a jugar con su cabello mientras él seguía internado en mis chichis llenándolas de besos y caricias.
_Ahhhh… tíooo…_
Se detuvo un segundo solo para preguntarme: _¿Te gusta mi amor?_
_Sí… me gusta…_
Me dio unos últimos besos y chupeteadas y se separó… se puso de pie, tomó una de mis manos y me llevó del otro lado del escritorio. Movió unas cosas que estaban ahí para hacer espacio y me dirigió para que me recostara. Yo me dejé guiar e hice todo lo que me pidió. Me recosté boca arriba y él con sus manos sostuvo mis piernas y las colocó en sus hombros. Recorrió con sus manos mis piernas hasta llegar a mi cadera, tomó el short por los costados y lo deslizó hasta llevarlo hasta los tobillos.
_No te lo quites_ me dijo al momento en que repitió el movimiento con mi pantie, por lo que al llevarla hasta mis tobillos hizo una breve pausa y lentamente separó mis piernas, dejando mi sexo totalmente expuesto ante él. Yo solo lo veía cómo me miraba y observaba. Suspiró profundamente y se acomodó para meterse entre mis piernas. Se inclinó y antes de llegar a mi entre pierna se detuvo para mirarme y me dijo: _Esto también te va a gustar_
Yo solo me limité a ver… no pude contestar nada. Continuó y se inclinó totalmente hasta que su boca tocó la entrada de mi sexo y de inmediato lo besó… lo hizo con cuidado y gentileza… con su lengua recorrió toda mi zona íntima y yo, estaba a punto de desmayarme… mis jadeos eran más intensos y me esforzaba por no gemir… pero era solo cuestión de tiempo. Con una de sus manos se ayudó para abrir los labios y empezó a besar y chupar toda esa zona interior y yo ya no podía; mi cuerpo empezó a estremecerse nuevamente y tuve que asirme de las orillas del escritorio con ambas manos porque ya era muy evidente. Mi tío soltó mi otra pierna y puso su otra mano por encima de mi vientre y empezó a jugar con mis pelos púbicos; mismos que también besó y chupó.
Un calambre fulminante se presentó cuando sentí que con su mano abrió mis labios y metió su lengua y lamió toda la franja de la vulva, deteniéndose en mi clítoris y dándole chupadas y lengüetazos especiales.
_Ahhhh ahhhhhhh_ gemí descontroladamente y mi tío internó por completo su boca en todo mi sexo. Luego, uno de sus dedos volvió a internarse en mi mojada y caliente cavidad vaginal y mientras su lengua acariciaba mi clítoris, su dedo entró y salió una y otra vez… una y otra vez… con suavidad pero marcadamente. Tocando ese punto que antes ya me había hecho venir.
_Ahhhh… tío… tío… tíoooooo… ahhhhhhh_ gemí otra vez. Inconscientemente apreté mis piernas y con mis manos tomé la cabeza de mi tío al sentir que nuevamente me iba a venir, con ello él marcó más sus chupadas y caricias.
_¡Tíooo!_ gemí y sin poder contenerlo más explotó el orgasmo.
_Aaaaahhhhhh_ mis jugos vaginales salieron en torrentes y mi tío lejos de quitarse, siguió besando y lamiendo mi coño. No podía creerlo… me vine en la boca de mi tío y él seguía pegado a mi entrepierna. Apenas y podía coordinar movimiento alguno o articular alguna palabra. Eso ya era demasiado… no podía más. Mi cabeza era un remolino dando miles de vueltas y mi corazón golpeaba con fuerza mi pecho.
Mi tío lentamente dejó de mover su lengua y su dedo y se retiró, no sin antes dar un último beso a mi clítoris. Se detuvo en mis vellos púbicos, mismos que besó y chupó. Poco a poco se incorporó saliéndose de entre mis piernas, nuevamente las tomó con ambas manos y las acomodó en sus hombros y por último, regresó mi ropa interior y mi short a su sitio. Como pude me incorporé y quedé sentada en el escritorio; él se acercó y nuevamente con sus manos me tomó por el cuello y me besó en la boca. Esta vez, fue un beso bien dado… profundo, intenso. Metió su lengua y con eso pude sentir nuevamente mis sabores. Fue un beso caliente y totalmente sexual.
_¿Te gustó?_
_Sí… sí tío… me gustó_
_Espero que lo que sigue también te guste_ contestó. Dio un par de pasos hacia atrás y lentamente desabrochó su cinturón… luego su pantalón y en un solo movimiento bajó sus prendas hasta dejar expuesto su pene. Ver eso me ayudó a regresar en mí… de inmediato recordé aquella conversación con mis amigas en donde platicamos de los penes de los chicos y los pretendientes de ellas. Esta era mi primera vez de estar frente a uno. No pude evitar esconder mi asombro.
Era grande y un tanto grueso… con una cabeza en un color más intenso que ya tenía un líquido saliendo de ella. Me gustó ver que tenía rasurados sus pelos… se veía increíble.
Tomó una de mis manos y dijo: _Ven_
Me acercó a el y me pidió que me hincara.
_Tómalo con una mano_ me indicó
Un poco temblorosa lo tomé con mi mano derecha… lo tomé por la parte baja… y lo miré fijamente.
_¿Es la primera vez que ves un pene?_
_Sí… nunca había visto uno… al menos nunca en persona (y reí por cómo se escuchó eso)_
_¿Donde habías visto uno?_ preguntó con curiosidad
Me dio pena contestar… pero a esas alturas creo que ya no cabía la pena. Tomé valor y respondí:
_En unos videos porno_ sin poder sostenerle la mirada
_Eres una niña traviesa_ dijo. Se inclinó un poco para darme un beso en la boca
_Si ya viste videos porno, entonces ya viste lo que las chicas hacen con los penes…¿Verdad?_
No pude evitar sonrojarme porque evidentemente así era.
_Sí tío_ respondí
_¿Quieres probar?_
Dudé un poco, pero contesté que sí.
_Ok, entonces, lentamente mueve tu mano de arriba abajo… sin apretar mucho… el chiste es que la piel pueda moverse. Solo aprieta lo suficiente_
Seguí sus indicaciones y empecé el movimiento… lo estaba haciendo con mi mano derecha.
_Puedes hacerlo primero lento… y después un poco más rápido… y después lento otra vez_
Así lo hice… me concentré para hacerlo bien.
_Esooo… así mi amor… así… lo haces muy bien_ me susurró mientras me veía detenidamente y con su mano derecha acariciaba mi rostro. Y yo, hincada, también lo veía… sin perder detalle de lo que me dijera o me indicara.
_Sigue así amor… sigue así… vas muy bien_
_Sí tío…_
Seguí jalando…
_¿Te gusta tío???… ¿Lo estoy haciendo bien?_
_Sí mi amor… lo haces muy bien_ me contestó y era evidente que le gustaba lo que estaba sintiendo. Mientras lo hacía, recordé lo que mis amigas platicaron y lo que habíamos visto en las películas porno y me imaginé que a mi tío le gustaría que me lo metiera en la boca… ¡Pero no sabía!!!
Poco a poco me fui acercando y mi boca quedó solo a unos pocos centímetros de aquel glande, rosa y húmedo.
_¿Quieres probarlo mi amor?_ me preguntó tiernamente
_Sí tío… pero no sé cómo… y me da miedo que te vaya a lastimar_ le respondí un tanto preocupada
_No te preocupes preciosa, yo te voy a decir cómo_ me contestó
_¿Te has comido miles de paletas en tu vida verdad?_
Su pregunta me sacó un poco de onda y me arrancó una leve sonrisa.
_Sí tío…¿Por????_ respondí un poco extrañada por esa pregunta
_Es que es justo así; como una paleta. Vas a meterlo en tu boca y vas a chuparlo como si fuera una paleta… con cuidado y sin morder_ me indicó con mucho detenimiento.
_Ok_ le dije aún dudando. Lentamente me acerqué, abrí la boca y poco a poco metí parte de la cabeza… era grande, pero pensé que sí cabría. Chupé como si fuera una paleta esa parte que ya tenía dentro de la boca, después me animé y metí todo el glande y cerré la boca. La sensación era increíble… era una textura que nunca había probado o sentido… y un sabor levemente salado, nada desagradable. Me gustó.
_Ahhh… eso, así hermosa… justo así. Ahora puedes subir y bajar…y chupar como si fuera una paleta grande. Usa tu lengua y tus labios_ me indicó. Traté de hacerlo justo como me decía. Tomé el falo con ambas manos para poder maniobrar bien con mi boca. Empecé a chupar la cabeza por arriba y abajo…la metía y sacaba de mi boca. Luego empecé a besar y chupar el palo que parecía crecer más. Puse una mano junto a la otra y todavía había una pequeña parte sin cubrir.
_Puedes chupar y jalar con tus manos al mismo tiempo_
Seguí jalando con las manos y chupando con mi boca y lengua…lo hice sin parar… cada vez con más confianza y firmeza. Ya no sentía miedo…y me gustaba mucho lo que estaba haciendo… tanto que empecé a mojarme nuevamente.
_Así amor… así… no pares… lo haces perfecto… lo haces riquísimo mi amor_ me dijo y su respiración empezó a ser profunda. Seguí y seguí…
_Ahhhh así mi amor… así…_
De repente con ambas manos me tomó por el rostro y sutilmente detuvo mis movimientos. Saqué su miembro de mi boca y lo miré.
_¿Quieres ver cómo es el orgasmo de un hombre?… ¿Quieres ver cómo me vengo?_
_Sí_ respondí
_Quítate la playera… así cómo estás, solo quítate la playera_ me volvió a indicar
Así lo hice, la playera ya estaba arriba por lo que en un rápido movimiento me la quité, quedando desnuda del torso. Mi tío se acercó y me dijo:
_Agárralo otra vez y vuelve a jalar_
Me acomodé, con ambas manos tomé ese hermoso y palpitante miembro viril y empecé a jalar… con firmeza y rapidez… se lo jalé sin parar.
Él empezó a jadear… se acomodó nuevamente y dijo:
_Me voy a venir… me voy a venir mi amor… no pares para que veas cómo me vengo en ti_
Estaba tan caliente y emocionada que, aunque no me lo hubiera pedido no habría parado hasta verlo venirse. Fue cuestión de breves momentos para que mi tío alcanzara el orgasmo y se vino…
Un gran chorro de un líquido blancuzco y tibio salió de su pene y cayó en mi pecho… yo me sorprendí de ver la fuerza con la que salió. Pude sentir como se estrelló en mí. Más chorros salieron después del primero, igualmente de abundantes y calientes. No sé cuántos fueron… pero al final terminé llena de su semen, que escurría por todo mi pecho… en medio de mis senos… goteando de mis pezones…era increíble.
Aún sostenía su pene con mi mano derecha… empecé a notar que la firmeza que tenía comenzó a disminuir. Con mi mano izquierda quise retirar y limpiar lo que quedaba escurriendo en su pene y él me dijo:
_¿Quieres probarlo mi amor?_
No supe qué decir… no estaba muy convencida y mi tío se dio cuenta, a lo que agregó:
_Pruébalo, verás que no sabe mal_
Lo pensé solo un momento y lentamente me acerqué y metí solo la punta de la cabeza y la chupé. Fue sorprendente descubrir que en efecto no sabía mal… saladito y un tanto amargo. Me gustó.
Lo chupé todo y dejé limpio como si no hubiera pasado nada. Mi tío me sonreía y me acariciaba el rostro con sus manos. Ya que terminé me extendió su mano para ayudarme a ponerme de pie. Se quitó la playera que traía puesta y me limpió con ella. Con delicadeza secó todo el semen con el que previamente me había bañado. Recogió la playera que me prestó mi prima y me la dio, me pidió que me la pusiera. Ya que me vestí y él hizo lo mismo con sus pantalones y se acercó, con su mano derecha tomó mi barbilla y me besó apasionadamente.
Nuestras lenguas se enlazaron y compartieron los sabores que previamente probamos uno del otro. Me abrazo mientras me besaba y me volvió a tocar por todos lados, especialmente mis nalgas, ya que metió sus manos en mi pantie para poderlas tocar y acariciar. Al terminar el beso me dijo:
_¿Te gustó?_
Sonreí plácidamente y respondí: _Sí tío… me encantó_
_Me alegra mi amor que te haya gustado… y deseo con toda el alma seguir, pero ya nos tardamos y no quiero que alguien nos vea. Creo que es mejor que ya nos vayamos a dormir; te prometo que habrá más momentos para vernos_
Confieso que la idea no me gustó del todo, pero tenía razón. Estuve tan concentrada en el momento y en todo lo que pasó que perdí la noción del tiempo y de todo.
_Sí tío_ respondí
_Anda, vamos a dormir. Te acompaño_ salimos del despacho y en la salida mi tío apagó la luz y cerró la puerta. Me acompaño hasta la sala de TV para ir por mi prima y poder subir a la recámara. Regina estaba tan dormida que no despertó cuando le hablamos, por lo que mi tío la cargó para poderla subir. Yo apagué la TV y nos retiramos. Llegamos a la recámara de mi prima y mi tío la recostó en su cama y me preguntó si me quedaría ahí con ella, a lo que respondí que sí.
_Ok. Mañana nos vemos. Descansa_ Me dijo y me dio un beso rápido en la boca.
_Duerme rico mi amor_ añadió
_Tú también tío_
_Voy a soñar contigo mi amor_ me dijo. Me sonrió y cerró la puerta.
Me quedé ahí, de pie junto a la cama de mi prima…inmóvil con la mente en plena efervescencia por lo que acababa de pasar. No lo podía creer… era una sensación indescriptible… estaba feliz, muy feliz.
La entrega
En los días posteriores a aquel maravilloso encuentro me la pasé pensando en todo lo que pasó, recordando cada detalle, cada olor, cada sabor… mi mente estaba totalmente inmersa en ese mar de sentimientos y sensaciones. Prácticamente no había un día en que no me masturbara pensando en mi tío y deseando poder repetir lo de aquella noche, o mejor aún; deseando el tener por fin mi primera relación sexual… con mi tío como maestro.
En la escuela, mis amigas y yo continuábamos hablando de puras cosas relacionadas con el sexo y cierto día una de ellas nos dio la gran noticia que por fin ya había cogido con su novio. Obviamente todas enloquecimos y literalmente le exigimos que nos platicara toooooodo y con lujo de detalles. Por lo cual, nos organizamos para hacer una tarea juntas y nos reunimos en mi casa. Esa tarde, después de comer nos pusimos a hacer la tarea, pero era más para esperar a que mi mamá se fuera a su habitación o se pusiera a hacer cosas para que nos dejara platicar. Una vez que así pasó, mi amiga nos platicó y detalló todo lo que sucedió.
Nos platicó que lograron quedarse solos en casa de su novio y fue que aprovecharon. Empezaron besándose y luego, mientras se besaban empezaron a acariciarse y tocarse todo; él se dio vuelo con sus senos y sus nalgas y ella tocó su pene por encima de su pantalón. Después se desvistieron y se hicieron sexo oral mutuamente (en esta parte no pude evitar recordar el último encuentro que tuve con mi tío que culminó conmigo chupando el pene de mi tío hasta hacerlo venir). Después de unos momentos, se acomodaron y él se puso encima de ella y la penetró. Mi amiga nos dijo que le dolió y que no fue muy placentero porque su novio fue un tanto brusco y que por la calentura no se fijó en ser más cuidadoso. Le preguntamos si no le dijo que era virgen y dijo que sí, pero que no lo tomó en cuenta al momento de penetrarla. Sentí pena por mi amiga porque se alcanzaba a notar su frustración, ya que nos contó que solo fueron unos 10 minutos de estar en la misma posición y que su novio se vino, cuando ella apenas empezaba a pasar del dolor al placer.
Esa plática me hizo pensar bien mi idea de entregarme a mi tío puesto que no quería pasar por lo mismo, sin embargo al reflexionar llegué a la conclusión que mi tío es muy diferente y que seguramente sería cuidadoso y lo haría con cuidado y cariño. Ahora la cuestión es, cuándo, cómo y dónde sería ese momento que tanto deseaba.
Como si estuviera escrito en el destino, pasó menos tiempo de lo que pensé para que se diera esa oportunidad.
Mi hermana, que ya les platiqué es mayor que yo por 5 años, en aquel momento estudiaba mercadotecnia en una universidad en Monterrey, una ciudad muy cercana a Saltillo, que es donde vivimos; y para comodidad, ella rentaba una recámara en una casa en donde se quedaban puros estudiantes que iban a esa universidad. Según recuerdo, mi hermana y sus compañeras de vivienda habían estado teniendo problemas con la casera por lo que se pusieron de acuerdo para que ellas, junto con las mamás de todas, se reunieran para platicar con la casera para tratar de arreglar las cosas o de plano, dar por terminado el arrendamiento de las recámaras y mejor buscar por otro lado.
El plan original es que iríamos las 3, mi mamá, mi hermana y yo, pero esa era justo la oportunidad perfecta para tratar de ver si podía estar con mi tío nuevamente; así que les inventé que no me daban ganas de ir porque sería cansado y hasta me aburriría (lo cual no estaba muy alejado de la realidad) y que prefería quedarme. Le pedí a mi mamá que les preguntara a mis tíos si podía quedarme en su casa ese día, lo cual hizo mi madre y la respuesta fue que sí. Se llegó el día (un jueves), yo hice mi rutina normal de todos los días y fui a la escuela; mi mamá y mi hermana se fueron a Monterrey y mi papá a su trabajo, que dicho sea de paso, siempre sale de trabajar después de las 8 de la noche, por lo que tenía toda la tarde libre.
Lo que seguía era ver cómo acomodar las cosas para tratar de tener un momento a solas… y el destino así lo quiso, ya que nuevamente mi tía no pudo ir por mi cuando salí de la escuela y mi tío nuevamente salió al rescate.
Toda la mañana estuve con el clásico nudo en el estómago de los nervios, porque aunque no había nada seguro, no dejaba de pensar y de imaginarme todo lo que podría pasar en caso de concretar los planes… lo que más deseaba era entregarme a mi tío y dejar que fuera él quien me convirtiera en mujer. Llegó la hora de la salida y después de esperar unos minutos (que de nuevo se me hicieron eternos) llegó mi tío por mi… (¡Qué emoción!). Igual que siempre, se bajó de la camioneta, me saludó con un riquísimo abrazo y un beso bien dado en la mejilla, tomó mis cosas, me abrió la puerta del copiloto y me subí. Guardó mis cosas en el asiento de atrás y se subió.
_Listo mi princesa; tu tía anda haciendo sus cosas pero ya estoy aquí_
_Sí tío, muchas gracias por venir por mí_
_No hay nada que agradecer mi amor, ya sabes que para mí es un placer venir por ti_ hizo una pequeña pausa y añadió: _Siempre que pueda verte y pasar un rato contigo lo aprovecharé_
_Awww ¡Gracias tío!_ respondí usando mi tono de niña mimada y consentida
_A mí también me gusta estar contigo tío… y más de un tiempo para acá_ le contesté esbozando una mueca casi sonrisa llenada de complicidad
_¿En verdad mi amor?_
_Sí tío. Desde la última vez solo he pensado en estar contigo nuevamente_ respondí decidida
_Yo también hermosa; tengo muchas ganas_
Colocó su mano en mi pierna y arrancó la camioneta y tomó el camino para su casa. Fueron unos instantes en donde un ensordecedor silencio se apoderó del momento; podía sentirse en el aire los miles de pensamientos de ambos, pero no salían de nuestras mentes. Yo pensaba en cómo decirle; le daba vueltas a las palabras y no me acomodaba…
_Tu tía, para no variar, me encargó que pasemos a la tienda a comprar unas cosas para la comida. ¿Está bien?_
_Sí tío_ atiné a responder de manera muy escueta, pues mi mente estaba a mil pensando en cómo decirle
Llegamos a la tienda, nos bajamos y entramos a hacer las compras. Mi tío me dijo que tomara lo que quisiera y desde luego que lo aproveché; de nueva cuenta tomé golosinas. En la caja, al momento de pagar me compró otra tarjeta de Google Play y eso me hizo feliz.
Al subirnos a su camioneta, antes de arrancar mi tío miró su reloj y se quedó pensando. Yo solo lo observaba… Otro breve silencio nos sorprendió.
_Aún es temprano y tenemos tiempo_ dijo él, mientras seguía observando su reloj y esa fue mi señal así que la aproveché. Como pude salté hacia él y lo abracé… él correspondió el abrazo. Sin soltarlo le dije al oído:
_Sí tío. Tenemos tiempo y podemos aprovechar… Quiero estar contigo_
Me aparté un poco para poder mirarlo a los ojos. Él me regaló esa sonrisa pícara lasciva que tanto me prende y dijo:
_¿Quieres hacerlo?… ¿Estás segura?_
_Sí tío. Estoy segura… quiero hacerlo, ya no quiero esperar más_
_Ok. Hay que pensar cómo, porque en la casa va a estar bien complicado porque están todos ahí_ respondió
Su respuesta dio pie a que me surgiera la idea:
_Vamos a mi casa tío. No hay nadie… mi papá está en el trabajo y mi mamá y mi hermana regresarán hasta la noche_
Todavía me causa risa recordar la cara que puso mi tío al escuchar mi propuesta. Sonrió de oreja a oreja.
_¡Va! Hay que apurarnos entonces_ respondió y me besó. Uffff… fue un beso delicioso; cargado de deseo y lujuria. Nuestras bocas se trenzaron al igual que nuestras lenguas al interior de ellas y mientras tanto, la mano izquierda de mi tío se dio a la tarea de acariciar mi espalda… recorrió el camino descendente hasta llegar a mi cadera y acarició mi nalga derecha, que por la posición que tenía era la más disponible. Mi respiración de inmediato se empezó a agitar… momentos después esa misma mano se aventuró y levantó la falda de mi uniforme y acarició mis piernas. Fueron solo unos breves minutos, pero fueron suficientes para encender mi motor y calentarme.
En un movimiento un tanto acrobático se acomodó para poder meter su mano entre mis piernas y me acarició la entrepierna… justo como antes, con sus dedos medios. Recorría lo más que podría mi zona más caliente mientras yo correspondía sus lascivos y apasionados besos abrazada a su cuello.
Al estar en el estacionamiento de la tienda nos estábamos exponiendo demasiado, por lo que no tuvimos más remedio que separarnos y emprender el camino a mi casa. Creo que nunca lo había visto manejar tan rápido, pues a pesar del tráfico típico de la hora, logramos llegar en 10 minutos que se me hicieron eternos. Afortunadamente, por la hora, había poco movimiento en las calles de mi colonia, por lo que al llegar logramos entrar a mi casa sin que nadie nos viera. Furtivamente nos bajamos de la camioneta e ingresamos, como un par de ladrones escurriéndose al interior de la casa para cometer sus fechorías.
Entramos y llegamos hasta la sala, yo iba caminando por delante y ahí, mi tío me tomó de la mano (izquierda) para frenar mis pasos y de un movimiento me giró para quedar frente a él. Se acercó a mí y me abrazó por la cintura; yo coloqué mis brazos rodeando su cuello. Nos miramos a los ojos unos instantes y nos hundimos en el beso más delicioso y hermoso que he tenido en mi vida. Fue la forma en que inició mi entrega a mi tío… me abandoné totalmente a él y me dejé llevar por todo el mar de sensaciones que inundaban mi cuerpo y mi mente. Ya no pensaba… solo sentía. A pesar que solo era un beso, mi corazón ya estaba totalmente acelerado y casi podía sentir la sangre fluyendo a mi cabeza y únicamente obedecía los impulsos febriles de mi cuerpo para corresponder al apasionado beso que nos tenía enlazados en aquel lugar. Mis brazos permanecieron en el cuello de mi tío, pero él se dio vuelo explorando con las suyas todo mi cuerpo. Recorrió y acarició mis nalgas a placer, sobándolas, apretándolas y presionándome contra su cuerpo. Después ambas manos pasaron al frente y alcanzaron mi busto, que también sucumbió ante sus frenéticas caricias.
De repente, mi tío detuvo el beso y se apartó un poco, solo lo suficiente para tomarme por los hombros y girarme de tal forma que él se colocó a mis espaldas. Así, se acercó nuevamente y me abrazó tomándome por los senos mientras besó mi cuello y mis mejillas. Yo ya jadeaba de forma abierta y franca… esta vez sin contenerme y sin censurar la respuesta de mi cuerpo ante el placer y la calentura que me tenía vuelta loca. Sus manos tomaron, apretaron y acariciaron con vehemencia mis senos; después su mano derecha recorrió el camino desde mi pecho hasta mi entre pierna para acariciar mi sexo así, por encima de la falda de mi uniforme escolar.
Nuevamente, en un movimiento un tanto brusco mi tío me volvió a girar para quedar frente a frente y se abalanzó sobre mis labios, internando su lengua en mi boca y buscando la mía mientras nuestra saliva se mezclaba con cada beso. Sus manos nuevamente fueron a mis nalgas y esta vez levantó poco a poco mi falda para poder acariciar mi trasero sobre la pantie azul celeste que llevaba puesta aquel momento. Mis jadeos empezaron a convertirse sutilmente en pequeños gemidos que enmarcaban aquella escena en la sala de mi casa, en donde mi tío y yo, estábamos de pie, enlazados en un abrazo fajando como dos novios primerizos en la víspera de su entrega carnal.
Solo unos instantes así y mi tío pausó el momento diciendo:
_Vamos a tu recámara mi amor; prefiero que sea allá y no aquí_
_Sí_ fue la monosílaba respuesta que pude dar ante el nivel de excitación que me tenía presa ya a esas alturas
Ahora fui yo, la que lo tomó de la mano y me situé por delante de él para guiarlo por el camino que nos conduciría a mis aposentos. Subimos la escalera y por fin, llegamos hasta la puerta de mi habitación. Abrí la puerta y justo en el umbral de la misma, mi tío volvió a interrumpir mi camino; me tomó por el cuello y me volvió a besar al tiempo en que me fue llevando hacia atrás hasta que mi espalda se recargó en la puerta… sus brazos me rodearon con firmeza mientras su boca devoraba la mía. Pausando los besos y en un movimiento lento, me quitó la playera del uniforme, dejando al descubierto mi bra blanco con puntos y encajes en azul cielo. Después de un suspiro profundo, los acarició con suavidad y gentileza, me besó y desabrochó aquel sostén, dejando libres mis senos que no tardó en besar con pasión. Como acto reflejo, hice el movimiento para emular a mi tío y empecé a desabotonar la camisa blanca con cuadros azules que llevaba puesta. Cuando se percató de ello, dio un pequeño paso para atrás para permitirme hacer el movimiento.
Yo estaba como en transe, solo veía como mis manos de menara autónoma desabotonaban aquella prenda, que poco a poco dejó ver un varonil y fuerte pecho, con algunos vellos que cubrían una parte de él y de donde se desprendía un breve caminito que se internaba en su pantalón. Levanté mi mirada y me encontré con una leve sonrisa enmarcada por una faz que irradiaba deseo y total excitación. Fue como una chispa que me animó a tomar su cinturón y lentamente lo desabroché, seguido de su pantalón y justo cuando estaba a punto de bajar sus prendas él me detuvo.
Me dijo: _Ven_ y me acercó hasta mi cama. Él se sentó en ella y me puso frente a él; una vez que me acercó hacia él, llenó de pequeños y tiernos besos mi ombligo y todo mi vientre. Después, pasó sus manos por detrás de mi cadera y desabotonó mi falda, bajó el pequeño cierre y tomó la parte superior de la misma y desde mi cintura en un movimiento lento, muy lento la fue bajando hasta depositarla en el piso. Hizo que levantara los pies uno a uno para poderla retirar por completo. Sus manos se posaron en mis muslos y los recorrió de arriba abajo suavemente, como apenas tratando de tocar mi piel, que se erizaba y reaccionaba con cada roce y toque de sus manos.
Volvió a suspirar y de nuevo besó mi vientre mientras sus manos se colocaron una vez más en mi cadera y como si se tratara de un ritual ancestral, con mucha gentileza deslizó mi pantie hacia abajo y sin perder detalle de mi anatomía mientras lo hacía. Y ahí estaba, parada frente a mi tío, desnuda… únicamente con las calcetas y los zapatos… y él, me veía con atención y hasta con admiración. Sus caricias eran sutiles, apenas marcadas, llenas de una extraña mezcla de ternura y deseo… sus manos recorrían mi cuerpo. Me acerqué a él, tomé con mis manos su cabeza y la hundí en mi pecho, diciéndole con este movimiento que quería volver a sentir sus besos en mi piel. Así lo hizo; besó mis senos, chupó y mordió sutilmente mis pezones y sus manos exploraron toda la geografía de mi trasero, estrujando mis nalgas fuertemente.
_Es mi turno_ le dije, al momento en que lo forcé a que me soltara. En un par de rápidos movimientos me quité los zapatos y me hinqué frente a él. Ahora sí, deslicé sus pantalones y su boxer hasta sus tobillos; le quité sus zapatos tipo mocasín y completé la faena quitando por completo sus prendas. Frente a mí, estaba todo el deseo y la excitación de aquel hombre convertidas en una imponente erección que palpitaba al ritmo de los torrentes que inundaban el viril falo que aprisionó mi atención. Lo tomé con ambas manos y tratando de recordar las instrucciones que me dio en nuestro encuentro anterior, procedí a masajearlo… de arriba abajo, primero con suavidad y después con una firmeza que dio paso a unas inmensas ganas de volver a degustarlo, por lo que sin titubear lo lamí dos o tres veces para después meterlo poco a poco en mi boca. Primero, aquella cabeza que ya asomaba los primeros indicios de un líquido transparente que de inmediato mezclé con mi saliva al momento que empecé la felación con mi prácticamente nula experiencia. Era apenas la segunda mamada que daba y me esforcé en hacerlo bien… quería que mi tío sintiera tanto placer como yo cuando él me tocaba o besaba. Con sus manos tomó mi cabello y marcó los movimientos de mi cabeza mientras mi boca trataba de devorar su miembro viril que tocaba mi garganta. Tardé un poco en controlar la sensación de náusea por el roce de su glande en lo profundo de mi garganta y cuando menos lo pensé, ya estaba disfrutando de tener la hombría de mi tío en mis manos y mi boca.
El sentir mi saliva escurriendo entre mis dedos hizo que yo me mojara más y ayudaba a lubricar el movimiento de mis manos mientras jalaba de arriba abajo la piel de aquella cosa que me tenía frenética. Alterné mamadas pausadas y profundas con besos y lamidas a lo largo de todo su falo y en un par de ocasiones levanté la mirada para mirar a mi tío; que estaba embelesado observándome… viendo a su sobrina favorita hincada frente a él haciendo su mayor esfuerzo por darle una mamada que lo llenara de placer. Después de unos instantes y de manera sutil detuvo los movimientos de mi cabeza, me jaló un poco hacia arriba para poder alcanzar mis labios y me besó profundamente.
_Eres increíble_ me dijo sin soltar mi rostro y regalarme una placentera sonrisa.
_¿Sí te gustó tío?.. ¿Lo hice bien?_
_Lo hiciste perfecto mi amor, me encantó. Pero ahora, me toca a mí… también quiero saborearte y hacerte sentir igual de rico como lo acabas de hacer conmigo_
Se levantó y cambiamos lugares. Me recostó sobre mi cama, se hincó frente a mí, con sus manos abrió mis piernas e internó su cara en mi sexo. En cuanto sentí sus labios tocar mi sexo algo dentro de mi vientre explotó… fue como si el botón de máximo placer se hubiera oprimido y de inmediato sentí una descarga que me recorrió desde la cabeza hasta los pies. Con ambas manos tomé la cabeza de mi tío e interné mis dedos en su cabello, tratando de acompañar los movimientos que él iba haciendo mientras devoraba con ansiedad y lujuria mi mojada y caliente entre pierna.
Su lengua no dio tregua y recorrió cada milímetro de mi zona genital, pasando por mis vellos púbicos, mi clítoris y la entrada de mi vagina. Lamió de tal forma que parecía tratar de extraer hasta la última gota de mi esencia virginal y juvenil. Mientras me lo hacía, sus manos jugaron un momento con mis senos apretándolos y pellizcando mis pezones, hasta que cambiaron de sitio y se dirigieron a mi entrepierna para acompañar a la boca y lengua con las que me estaba llevando a las nubes. Lancé el primer gemido profundo al sentir cómo uno de sus dedos se deslizó suavemente en la cavidad vaginal y empezó a sacarlo y meterlo lentamente mientras su lengua no daba tregua a mi clítoris. Mis jadeos se empezaron a mezclar con gemidos y con los muslos trataba de aprisionar un poco su cabeza cuando la sensación era demasiado intensa.
Un segundo dedo se introdujo como cómplice del primero y lo acompañó en su movimiento de entrar y salir… cada vez más marcado y rápido, y poco a poco llegando más profundo… más de lo que llegaron las veces anteriores que esos mismos dedos estuvieron ahí, dentro de mi sexo. Mi cuerpo se estremecía al sentir todo aquello; la boca de mi tío y sus dedos adueñados de mi vagina me llevaron cada vez más al punto en donde empezaba a desfallecer; cuando sentí que sus dedos tocaron y masajearon nuevamente ese punto exacto la descarga llegó como relámpago… mi espalda solita se arqueó y un gemido profundo y placentero acompañó al orgasmo que explotó… más intenso que todos los anteriores y también, más jugoso.
Las lamidas y caricias de la lengua y los dedos de mi tío poco a poco cesaron, dándome tregua y la oportunidad de recuperar un poco el aliento y que mi cabeza dejara de dar vueltas. Mi tío se percató de ello y aprovecho para incorporarse; se quitó los calcetines y se subió a la cama. Sin perder detalle y aún en medio del éxtasis que me subió al cielo, seguí las instrucciones que me dio para que me acomodara bien en la cama ya que estaba con las piernas hacia un costado. Hecho esto, mi tío se acomodó entre mis piernas, quedando completamente sobre mi, pero sin dejar caer su peso y fue ahí, cuando por primera vez, su pene rozó mi sexo y se colocó en la entrada de mi vagina. De inmediato mi corazón dio un sobre salto que ni siquiera con lo que ya habíamos hecho había sentido… y fue increíble sentirlo, por lo que traté de acomodarme y abrí un poco más las piernas.
Con su mano derecha me acarició la mejilla… con sus dedos acarició muy sutilmente mis labios… todo sin dejar de verme a los ojos.
_Aún estamos a tiempo de parar si no quieres ir más allá. Si dices que no, no me voy a enojar ni habrá ningún problema mi amor. Pasará solo lo que tú quieras que pase_
_Sí_ apenas pude contestar de manera entre cortada
_¿Quieres seguir?_ me preguntó
_Sí tío… quiero seguir_
_Ok mi amor, será como tú digas y en el momento que quieras que paremos, así lo haremos_
_Gracias por preocuparte y por ser así conmigo tío. Te adoro y estoy segura de esto… quiero hacerlo, quiero hacerlo contigo, que seas tú el que me de mi primera vez_ le contesté y nuevamente, con mis brazos rodeé su cuello. Él me sonrió y me besó… primero suavemente y con ternura, después el beso fue escalando de intensidad hasta llegar nuevamente al frenesí de la calentura, la excitación y la locura. Mis manos iban de su cabeza y cuello a su espalda y él, al estar recargado en su antebrazo izquierdo, solo tenía libre la mano derecha para tocar mi cuerpo; iba desde mi cuello, pasando por mis senos que apretaba y estrujaba…bajaba por mi costado hasta llegar a mi nalga. Después se deslizó por mi pierna hasta llegar a la corva y la levantó un poco.
Mientras nos besábamos, sentí cómo se fue acomodando de tal forma que empezó a frotar su pene en mi vagina; lenta y sutilmente paseó su miembro por toda la raya de mi vulva y con la mano se ayudó para frotar la cabeza en mi clítoris. ¡Dios! Fue una sensación nueva… sus dedos, sus labios y su lengua ya habían pasado por ahí, pero nunca aquella textura extrañamente rugosa y lisa al mismo tiempo… fue infartante el saber que estaba a punto de ser penetrada por primera vez. Estaba que ardía de placer y lujuria, pero también, en algún lado de mi ser sentía miedo por lo que estaba a punto de suceder. Sabía que no habría manera de deshacerlo… estaría entregando mi virginidad a ese hombre, que en aquel momento era mi amante, mi protector, mi guía y todo lo que yo quería y buscaba. Aunque mi mente hacía débiles intentos de conectarse con la razón, mis ganas, mi deseo y mi decisión de entregarme a mi tío eran más grandes.
Después de unos minutos de repetir aquella frenética frotación de su pene en prácticamente toda mi entrepierna, se incorporó para quedar casi hincado ahí entre mis piernas. Sin soltar su miembro viril hizo la última exploración de mi cavidad… llevó sus dedos a su boca y los mojó profusamente y vi cómo humectó su pene, especialmente la punta. Se inclinó un poco hacia adelante para acomodarse y de nuevo, con ayuda de su mano, llevó su miembro hasta la entrada de mi vagina y lo frotó repetidamente, suavemente y con gentileza.
_Voy a hacerlo con sumo cuidado mi amor, despacito y suave_
Escuché atenta sus palabras.
_Voy a meter poco a poco la punta… y después lo demás; pero lento y con cuidado, no te preocupes_
_Sí tío_
_Vas a sentir un pequeño dolor, tal vez hasta un poco de ardor, pero es normal. Me dices si quieres parar_
_Sí tío_
Una vez que colocó bien su virilidad en mi entrada, se acomodó y se acercó para besarme profundamente. Yo lo abracé con fuerza… quería sentirlo cerca, pensé que con eso ayudaría a no sentir miedo. Poco a poco la cabeza fue entrando y abriéndose paso en mi estrecha cavidad, que dificultó la entrada de aquel intruso disfrazado de carne. Al sentir la estrechez, mi tío se detuvo brevemente y continuó su movimiento penetrante. Lentamente, milímetro a milímetro aquel falo iba entrando cada vez más y lo profundo de mi ser iba cediendo y me lo hizo saber cuando empecé a sentir un dolor agudo, que fue subiendo de intensidad mientras más carne entraba en mí. El rictus de dolor se apoderó de mi cara y una lágrima alcanzó a escaparse, deslizándose por una de mis mejillas. Mi tío la secó con sus dedos y me preguntó: _¿Estás bien?… ¿Quieres parar?_
Hice acopio de todas mis fuerzas para no ceder al llanto y entre pequeños sollozos le contesté:
_Sí, estoy bien… sigue… no pares tío… sigue. Quiero que me conviertas en mujer_
Cerré los ojos y lo besé. Correspondió mi beso apasionadamente, el cual, pausó por unos instantes y en un movimiento, dejó caer su peso y atravesó mi ser y se hundió hasta lo más profundo, llevándose consigo el velo virginal que hasta ese momento fue el guardián de mi inmaculada inocencia. No pude evitar soltar un leve sollozo que fue el eco de la despedida de aquella niña que se estaba convirtiendo en mujer en los brazos de su amado y que, por fin, después de tanto tiempo, mi deseo de tener a mi tío dentro de mí se estaba haciendo realidad.
Mi tío se mantuvo inmóvil unos instantes, para darme oportunidad de regresar en mí y que poco a poco el dolor fuera disminuyendo y mientras nos besábamos, empezó a moverse… muy sutilmente inició el movimiento de sus caderas de arriba abajo… metiendo y sacando. Poco a poco el movimiento fue aumentando la candencia y con ello mis gemidos empezaron a hacerse presentes. Al paso de los minutos, el dolor y la sensación de ardor fueron desapareciendo y empecé a disfrutar de cómo se sentía todo aquello. El cúmulo de sensaciones por todos lados me tenía absorta… mi corazón latiendo a mil por hora… mi boca profiriendo jadeos y gemidos que salían al ritmo de las embestidas viriles que mi tío acometía… mi sexo ocupado por aquel falo que frenético entraba y salía de mí bañado en sangre y jugos vaginales… y mi mente, subiendo y bajando y dando vueltas y todo mi mundo era únicamente aquel momento, en el que mi cuerpo y mi mente estaban entregados y en el que me sentía amada y deseada.
En momentos mis gemidos eran interrumpidos por pequeños pero intensos besos que me daba mi tío mientras yo lo abrazaba por el cuello y él, con sus manos, acariciaba mi cabello y mis mejillas. Luego hacía incursiones furtivas en mi cuello para pesarlo y lamerlo. Llegó un momento en que las penetraciones se volvieron intensas y un poco más profundas, lo cual me hizo estremecer, pero no supe qué hacer… mi tío me observaba con detenimiento… y poco a poco bajó el ritmo de sus movimientos hasta casi pausarlos. Me besó nuevamente y me dijo:
_Vamos a cambiar, quiero que sientas de otra forma_
Yo solo asentí con la cabeza.
Se incorporó y se retiró de mi interior y me extendió las manos para poderme ayudar a levantarme. Al incorporarme pude ver que en su pene había rastros de sangre y me asusté un poco. Él se dio cuenta y me explicó que es normal. Yo ya lo sabía pero obviamente no es lo mismo conocer la teoría a vivirlo en persona.
Él se recostó boca arriba y me dijo:
_Ven, ahora te toca a ti arriba. Vas a ver que vas a sentirlo diferente y podrás moverte como tú quieras_
Con sus manos me guio para que me pudiera montar en él. Torpemente me acomodé y busqué la forma de sentarme, pero evidentemente no sabía cómo, por lo que con dulzura me fue llevando y me dijo cómo acomodarme.
_Con tu mano agarra mi pene y ponlo en la entrada y poco a poco velo metiendo. Hazlo suavemente para que no sientas que te lastimas_
Así lo hice. Con cuidado me acomodé de tal forma que mientras me sostenía con mi mano izquierda en el pecho de mi tío, con la mano derecha tomé su miembro y lo acomodé en la entrada de mi vagina y poco a poco fui bajando. Centímetro a centímetro, mi humanidad fue devorando el viril instrumento de mi tío hasta que no quedó nada a la vista. Wow… sin quererlo, me lo metí todo. Era una sensación impactante el sentir todo aquello dentro de mí y lo mejor, es que el dolor prácticamente ya se había ido; solo estaba una leve sensación que ante la emoción y excitación terminó por desaparecer.
_Ahora, recárgate con tus manos en mi pecho para que puedas moverte de arriba abajo… hazlo como tú quieras… tu pones el ritmo y la intensidad_ fue la indicación de mi tío
Me acomodé como dijo y poco a poco empecé el movimiento como lo señaló… levanté un poco mi cadera para poder tener más rango de movilidad… y poco a poco el movimiento se hizo más marcado. Las manos de mi tío me tomaron por la cadera y sutilmente me ayudaba a marcar el movimiento. Nuevamente los jadeos empezaron a ser intensos y mientras más me movía, más placer sentía. Abrí los ojos y al ver a mi tío así, debajo de mí, tomando mi cadera y sintiendo su pene en lo profundo de mi vagina fue una visión que me prendió. Por primera vez, en ese justo momento ya no me sentía como una primeriza o inexperta… esa posición me elevó a un lugar en el que mentalmente nunca había estado. Sin duda, fue un maravilloso regalo.
Cuando mis caderas estaban en el pleno movimiento de subir y bajar mi tío dijo:
_También puedes cambiar el movimiento_ me detuve un momento para poner atención
_Ahora, en lugar de subir y bajar, puedes moverte de adelante hacia atrás… como si literalmente estuvieras cabalgando. Verás que vas a sentir muy rico_
De inmediato hice lo que me dijo. Bajé por completo hasta quedar totalmente sentada en la pelvis de mi tío y empecé el movimiento… empecé a cabalgarlo… ¡Dios! La sensación fue intensa desde el primer momento. Al moverme así pude sentir al instante que el movimiento provocó el roce de mi clítoris con el cuerpo de mi tío y eso me estremeció una vez más. Me gustó tanto que de inmediato me enganché en ese movimiento y me seguí… moviéndome cadenciosamente mientras las manos de mi tío alternaban sus caricias entre mis nalgas y mis senos. Apretaban, estrujaban y tomaban con firmeza mis partes mientras yo me entregaba a aquella mágica sensación que me hacía volar con cada movimiento y cada roce. Mis jadeos y gemidos iban al compás del movimiento de mi cadera mientras sostenía mi peso con ambas manos apoyadas en el pecho de mi tío. Poco a poco la sensación se fue formando en mi interior y al darse cuenta, mi tío empezó a decirme:
_Así amor… así. Gózalo mi vida, gózalo y disfrútalo… este momento es tuyo y quiero que lo disfrutes como nunca. Siénteme dentro de ti… siente cómo lo has puesto de caliente y duro. Gózalo amor, es tuyo y quiero que lo goces_
Ufff… pensé que no habría manera de calentarme más, pero esas palabras llegaron tan profundo que en automático aumenté la intensidad de mis movimientos. Un loco frenesí se apoderó de mi cuerpo al sentir que un nuevo orgasmo estaba cerca de llegar, así que cerré los ojos y me concentré solo en sentir… y dejé que mi cuerpo tomara las riendas del momento. Llegó un momento en que mis movimientos, al igual que mis jadeos eran intensos y rápidos… ¡Quería sentirlo ya! Con esto estaba anunciando que no faltaba mucho.
_Así hermosa, así… sigue así… quiero que no pares… no pares_
Yo gemía y jadeaba más y más.
_Así mi amor… así… no pares…_
_¿Te vas a venir?_
_S.. s.. sssi tío_
_Dilo mi amor, dilo… quiero oír que lo digas_
_Me voy a venir… tío, me voy a venir… me vo…_ ya no pude terminar de decirlo; un relámpago golpeó lo más profundo de mi ser haciéndome explotar. Tuve que pausar mis movimientos ante la intensidad de aquel orgasmo que literalmente, hizo que mis jugos escurrieran y mojaran gran parte de la pelvis de mi tío. Tuve que abrir rápidamente los ojos porque mi cabeza daba vueltas y sentí como mis piernas empezaron a temblar. Mi tío me sostenía por las nalgas al tiempo que me veía extasiado.
_Mi amor_ dijo con un cierto toque de ternura, al tiempo que trató de incorporarse para quedar casi sentado haciendo que nuestros rostros quedaran cerca, frente a frente. Me besó apasionadamente.
_¿Te gustó?_
Yo todavía estaba en el éxtasis de aquel increíble orgasmo… el primero provocado por penetración. Como pude, le contesté:
_Sí tío… fue increíble_
_Sí mi amor, de eso se trata… de que lo goces y lo disfrutes al máximo… y no hay nada más maravilloso que verte gozar y disfrutar. Eres lo más hermoso y rico del universo y verte así es lo mejor que me ha pasado_ y me besó profundamente.
_Vamos a cambiar, te voy a enseñar otra posición_ me dijo. Lentamente me levanté hasta que su pene logró salir de mi vagina y al verlo me asombré de lo mojado que estaba… eso era el rastro del orgasmo que acababa de tener.
_Acuéstate boca abajo_ me dijo y tomó una de mis almohadas y la puso por debajo de mi vientre. Él se acomodó como si también fuera a cabalgarme, posicionándose abajito de mis nalgas. Sentí como sus manos las tomaron, las masajearon, las apretaron… y luego sentí que se inclinó y empezó a besar mi espalda desde la parte más baja. Fueron besos cortos y tiernos, pero con convicción de hacerse presente… conforme fue subiendo el interior de mi vagina se mojaba más… llegó hasta mi cuello y movió mi cabello para poderlo besar. Por Dios, creí que en ese momento me paralizaría al sentir su respiración profunda y exaltada por todo mi cuello. Su boca se acercó a mi oído derecho y me susurró, con una voz super cachonda:
_Eres la nena más hermosa del universo… eres mi princesa hermosa… y te amo…_
Siguió besando mi cuello y espalda hasta que se detuvo para nuevamente incorporarse; levantó un poco mis caderas y se acomodó encima de mí. Pude sentir como separó mis glúteos y dejó totalmente expuesta mi vagina y de inmediato sentí su miembro buscando el acceso a mi cavidad vaginal y una vez que estuvo ahí, no tuvo mayor problema para ingresar gracias a lo mojada que estaba. Lentamente, mi tío fue metiendo su viril miembro hasta llegar al fondo y por la posición, sentí que no cabría ni que habría espacio para más… había mucha presión. Poco a poco empezó el vaivén de las caderas de mi tío, penetrándome cadenciosamente. La sensación del rebote de su zona púbica con mis nalgas fue en un principio chistosa, pero después se volvió caliente al escuchar aquel sonido semejante a como si alguien estuviera aplaudiendo. Estar en esa posición hizo que me costara más trabajo el acostumbrarme a la incesante penetración a la cual estaba siendo sometida… solo podía asirme fuertemente de la colcha y hundir mi cara en el colchón para ahogar mis gemidos cada vez que la sensación era más intensa. De igual forma, sentía la jadeante respiración de mi tío cada vez que se acercaba para besar mi cuello y mis mejillas.
_Es increíble estar dentro de ti mi amor… se siente delicioso…_
Las palabras de mi tío me calentaban más y más y yo solo daba rienda suelta a mi placer gimiendo con cada arremetida y cada golpeteo provocado por el choque de nuestras caderas.
De repente mi tío detuvo sus movimientos, se retiró de mi interior y me dijo:
_Levántate un poco… ponte en cuatro, como si fueras a gatear_ me tomó por la cadera y me jaló hacia él para ayudarme a ponerme como me lo estaba indicando. Solo me levanté y listo, quedé en cuatro con las nalgas paraditas y con mi sexo totalmente expuesto y vulnerable. Estando ya en la posición, volteé haca atrás para ver a mi tío y lo descubrí embelesado admirándome desde esa perspectiva. Se acomodó detrás de mí con las piernas más abiertas para poder quedar justo detrás. Tomó con su mano derecha su pene y lo paseó por toda mi vagina antes de colocarlo en la entrada y ensartarlo nuevamente. Yo solté otro gemido al sentir toda esa carne entrar en mí otra vez. Me tomó por la cadera y empezó a embestirme, esta vez más profundamente, tocando la pared interior de mi mojada y aún estrecha vagina… no había llegado hasta ahí… se sentía un sobresalto en mi interior cada vez que su pene tocaba ese punto… ¡Ufff!!!! Una sensación nueva más… era increíble todo lo que mi tío me estaba haciendo sentir.
En medio de todo el movimiento que generaban sus embestidas empecé a hacer conciencia de todo; de los sentimientos que me habían movido hasta llegar a ese punto… de mi calentura y ganas de sentir y ser yo la protagonista de una escena sexual como todas las que había visto en los videos porno que compartía con mis amigas… de estar así con mi tío, quien había sido el principal cómplice de todo. Tanto tiempo de tocarme pensando en ese momento… de imaginarme lo que ya estaba viviendo ahí, en mi propia habitación, que sin haberlo imaginado se había convertido en el escenario y mudo testigo de mi entrega, expectante de la primera vez que su huésped cogía.
Todos esos pensamientos hicieron que me prendiera más y más y aunado a las profundas penetraciones que mi tío hacía nuevamente el orgasmo empezó a anunciarse. Mis gemidos aumentaron y mi tío, que mientras clavaba su hombría en mí, apretaba con firmeza mis redondas nalgas, que estaban a su total disposición en aquella posición. Se percató y de nuevo me dijo:
_¿Te vas a venir mi amor?_
Entre gemidos y jadeos contesté que sí.
_¿Te gusta así????…_
_Sss sí tío_
_Siéntelo mi amor… siéntelo todo dentro de ti para que te vengas otra vez…_
_S.. sssí tío_
_Así mi amor… siéntelo así… dentro… muy dentro… siéntelo y vente rico otra vez mi amor… vente en mí amor… quiero que te vengas en mí_
Dicho eso, la penetración se hizo más rápida y fuerte… me la metió con firmeza una y otra vez… mis gemidos aumentaron y se intercalaban con el golpeteo de mis nalgas y su cadera.
_Dímelo mi amor… quiero oír que me lo digas_
Como pude me aferré a la cama para sacar fuerzas y poder interrumpir mis gemidos y articular las palabras que me tío quería escuchar:
_Aaahhh… mmm mmmm me vvvv.. vengooooooo_ apenas pude pronunciar las palabras y de inmediato otra caliente y copiosa explosión inundó mi interior haciendo que mi cuerpo completo temblara. Mi tío, poco a poco disminuyó la fuerza y las repeticiones de la penetración hasta quedar inmóvil dentro de mí. Aún jadeante, traté de volver en mí, de recuperar las fuerzas y la respiración… era demasiado… la intensidad cada vez era mayor y pensé que en cualquier momento pediría parar… pero, mi tío aún no llegaba a su clímax y sin dunda quería verlo explotar nuevamente. Por un instante vino a mi mente aquella imagen de nuestro encuentro previo, en donde finalizamos dicho encuentro con mi tío bañándome en su semen… quería sentirlo otra vez.
_¿Estás bien mi amor?_
_M… sss… sí tío… estoy bien_
_Qué rico te viniste mi amor… me encanta cómo te mojas y cómo me mojas cuando te vienes así_
Yo solo atiné a sonreír mientras trataba de acomodar mi cabello y me recosté en la cama. El, de inmediato se abalanzó sobre mí; me acomodó nuevamente boca arriba y una vez más, se colocó entre mis piernas. Con los brazos extendidos, como si fuera a hacer lagartijas, se acomodó sobre mí y de un solo empujón me la metió otra vez…
_Mmmmmmm_ se escapó de mi boca al sentir como sin dificultad entró el pene mi tío… y así, en esa posición empezó el movimiento… metiendo y sacando, invadiendo mi mojado y caliente interior. Yo abrí más las piernas y de momento sentí una enorme curiosidad por ver; así que incorporé un poco mi torso para alcanzar a ver… ¡Dios!… la imagen era por demás placentera… caliente y explícita. Alcancé a ver cómo su falo, grande, viril y lleno de mis jugos entraba y salía… como nuestras pelvis se unían, se tocaban… y casi nuestros vellos púbicos se alcanzaban a enlazar con cada metida… con cada embestida.
Era increíble y el haberme movido hizo que su pene empezara a rosar mi clítoris… por lo que con cada metida empecé a sentir mucho más intensamente… lo cual hizo que mis jadeos se convirtieran nuevamente en gemidos. Por momentos, intercambiaba miradas con mi tío, que estaba concentrado… era también su momento… porque estaba justo ahí, cogiéndose a su sobrina favorita en su propia habitación. Podía verse el placer y frenesí en sus ojos… el sudor ya inundaba su frente y escurría entre los vellos de su pecho y claramente noté cómo sus jadeos también empezaron a dejar escapar sus gemidos masculinos… cargados de viril deseo y placer.
Éramos como un par de danzantes, moviéndose a un compás frenético acompañados por una leve música gutural que intercalaba notas entre uno y otro. La imagen era de locura… no pude más y de nuevo me dejé llevar para que mi cuerpo por sí solo se encargara de todo. Me recosté y me abandoné a la intensidad de las sensaciones y a la imagen de aquel momento…mis manos se asieron a los brazos de mi tío; mis piernas abiertas se elevaban y se movían al ritmo de las embestidas que me penetraban con total frenesí y placer. No pasó mucho antes de que nuevamente mis gemidos le anunciaran a mi tío que estaba por venirme una vez más.
_Así mi amor… así mi vida… siéntelo… siente como entra… siente cómo estoy dentro de ti mi amor_
_Sí tío… sssí…._
_Así amor… así… déjalo salir… vente… déjame sentir cómo te vienes en mí otra vez… vente mientras estoy dentro de ti amor…_
Sus palabras, aunadas al inmenso placer que me hacía sentir con sus embestidas hicieron que, entre espasmos y temblores, me viniera a chorros nuevamente.
_Aaaaaaaahhhhhhh………_ ni siquiera pude articular palabra alguna… simplemente el gemido escapó.
_Eso… así mi amor… así… vente rico…_
Mi cuerpo languidecía al estar ya sin fuerzas y mi tío, aceleró las penetraciones y como ametralladora me cogió vertiginosamente hasta que en un rápido movimiento se incorporó, sacó su pene de mi vagina y con su mano derecha se lo frotó y se lo jaló al tiempo que empezó a vaciar chorros de su caliente y espeso semen que cayó en mi pubis y escurrió por toda mi vagina. Fue increíble ver cómo gimió y se vino abundantemente encima de mí.
Dejó de jalar hasta que ya no hubo nada en su miembro… que estaba enrojecido, lleno de mis jugos vaginales y aún erecto casi en su totalidad.
Ambos jadeábamos profusamente… yo no pude más y dejé que mi cuerpo se desvaneciera, así como estaba, tumbada boca arriba. Mi tío se acercó y me besó. Fue cálido, suave y reconfortante. Me miró a los ojos y me dijo:
_Eres increíble… nunca me hubiera imaginado que sería así de rico… me tienes en las nubes mi amor… te amo_
_Y yo a ti… te amo tío_
_Gracias mi amor por darme este regalo tan maravilloso… es algo que llevaré en mi mente y mi corazón por siempre…_ añadió
_Gracias a ti tío… por quererme tanto y por tratarme así… estoy segura que con nadie en el mundo lo hubiera hecho así de rico… nadie como tú tío para hacerme mujer y darme mi primera vez_
Estuvimos unos minutos besándonos y dándonos breves caricias… creo que no dejó pasar la oportunidad de recorrer mi cuerpo nuevamente, por lo que con su mano acarició mis senos… bajó y recorrió todo el camino hasta llegar a mi sexo… movió los dedos y embarrando lo que quedó de su semen en mi entrepierna… metió un par de sus dedos y me dio la última caricia al tiempo que me besaba.
_Esto es maravilloso y no quiero que termine… pero debemos apresurarnos amor_ me dijo con pesadez
_Lo sé_ contesté
Con mucho pesar nos levantamos… yo tuve que pasar al baño para poderme asear y arreglarme lo mejor posible. Antes de pasar una toalla por mi entrepierna quise probar nuevamente su sabor, por lo que con mis dedos me toqué… los metí en mi vagina y al sacarlos recogí lo que pude de su semen y sin pensarlo metí los dedos en mi boca… los chupé y saboreé aquellos líquidos con la esencia de ambos. Una vez aseada regresé a la habitación y me vestí con la misma ropa que traía puesta. Él hizo lo propio.
De igual forma que como entramos, nos escabullimos para salir de mi casa; abordamos su camioneta y tomamos el rumbo para su casa. En el camino intercambiamos caricias y miradas; los “me encantas” y los “te amos” no faltaron. Ahora, el reto será disimular y actuar como si nada hubiera pasado y seguir con la normalidad que había meses atrás, antes de que mi tío y yo, nos convirtiéramos en cómplices de un hecho que cambió mi vida para siempre… y que siempre, recordaré con cariño, con placer y con lujuria.
Solo comentaré este relato, pero me ha encantado toda la serie, una de las mejores que he leído, si no es que la mejor. Gracias por escribir.