Mi primera vez con un hombre maduro a mis 16 años
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola todos, soy Mishel tengo 18 ahora, pero cuando esto sucedió tenía 16 años y mi profesor de Biología me sedujo y me tuvo una noche de puro sexo, la mejor de mi corta vida.
Estudio en un Colegio privado, no diré detalles por situaciones muy obvias. Soy morena clara, mi busto es pequeño pero bonito, mido 1.66 mt, cabello castaño oscuro, tengo bonito rostro, mis ponpas son bien formadas y duritas, era en ese momento la representante de la belleza de mi establecimiento educativo. Tengo novio desde los 15 y él fue el encargado de volverme mujer hace ya algunos años atras, y debido a experiencias de mis amigas en donde ellas habían tenido sexo con hombres más grandes, yo estaba casi obsesionada de tener algo con un hombre mayor. Y el profesor de Biología que era muy guapo y atractivo, me andaba coqueteando, yo sabía que era casado, pero yo quería experimentar, pues hasta ese momento solo tenía sexo con mi novio y se había vuelto un poco aburrido.
El profesor, que llamaré Walter, me miraba de arriba a abajo todo el tiempo, en clase yo me levantaba la falda escolar para que viera mejor mis piernas y en ocasiones le mostré mis braguitas, él se volvía loco. En una ocasión, se acercó en clase y me dijo que quería verme en su oficina en el receso. Yo me inventé algo con mis amigas y me fui directo a su oficina y alli estaba él sentado en su silla, me dijo que entrara y que echara pasador a la puerta, luego el se puso de pie y tomándome de la cintura me puso la espalda contra la pared, me dijo que no aguantaba más y diciendo eso me besó, sus labios chupaban los mios y su lengua pasaba por la comisura de mis labios, en pocos segundos, después de la sorpresa, yo respondí a sus besos y nos pusimos a darnos lenguita. Las manos del profesor Walter se metían debajo de mi falda y apretaban mis muslos y luego mis nalgas sobre mis bragas. MIs labios y los suyos hacian un chasquido muy sensual; las manos del profesor no se estaban quietas, me fue zafando los botones de mi blusa hasta que mi sostén estuvo al descubierto, luego sus manos lo fueron bajando hasta que sus labios se apoderaron de mi pezones, los mamó suave y rico, me hizo emitir algunos quejidos de gusto, su lengua pasaba sobre mis pezones hasta que los puso duritos, su mano ahora estaba dentro de mi falda y busco ingresar en mi braguita, sentí como sus hábiles dedos llegaron hasta mis labios vaginales y me acariciaron mi rajita la cual se mojó como nunca.
En eso estaba el profesor, mamando mis senos y tocando mi rajita cuando se oyó el timbre que anunciaba el fin del receso, debía volver a mi aula, antes que alguien me buscara, el cedió y se puso nervioso, me abotoné la blusa y salí casi corriendo alli.
Luego de ese día, yo visitaba a mi profe Walter y nos besabamos en su oficina, él me sentaba en su escritorio y me quitaba la camisa, me chupaba los senos y luego me acostaba y me comía toda mi rajita; su lengua parecía que tenía vida, pues se movia por toda mi parte y sacaba quejidos de gusto, todo me daba vueltas mientras eyaculaba en su boca, pero todo debía ser muy rapido pues el receso duraba apenas 20 minutos; en otras ocasiones él me ponía chuparle su pija, que era larga y gordita, yo la lamía por todo lo largo, luego yo la mamaba como si fuera una mamila, hasta hacerlo venir, apenas sentía que estaba por acabar, lo quitaba de mi boca, pues no me había gustado el sabor del semen, pues ya se lo había hecho a mi novio antes.
Ya eran varias veces que mi profesor Walter me decía que quería hacérmelo, pero era tan poco el tiempo y el riesgo que era mucho de ser descubiertos, pero terminabamos tan calientes que empezamos a buscar algun plan para vernos fuera del colegio. Asi que un fin de semana, dije que iría a dormir con una amiga la noche del viernes, mis padres estuvieron de acuerdo y me fui con mi amiga, pero ella sabía que a cierta hora me iría a traer el profesor Walter en su vehiculo, quien me llevaría a un chalet alquilado por él para una noche, su mujer e hijos no estaban ese fin de semana, lo pasarían con sus suegros.
El profesor llegó a traerme, era aún temprano por la tarde, serían las 5 de la tarde, yo incluso llevé mi maletin con ropa, pues la idea era pasar una noche juntos. Nos instalamos en el chalet, que era de dos niveles, con piscina, pero bastante privado con vista a una montaña. Yo llevaba un short cortito, una t-shirt y sandalias, salí al balcón para respirar y admirar la vista del chalet, el llegó y me tomó por la cintura y me dijo que al fin solos, nos besamos y me quitó la camiseta y luego mi sostén, me mamó los senos, era un placer diferente al del colegio, pues ahora estabamos solos, con todo el tiempo del mundo. Mientras me mamaba los senos, una de sus manos entró en mi short y dentro de mi calzóncito, acarició mis labios vaginales y yo me mojé mucho, entonces el sacó sus dedos con mis jugos y se los llevó a la boca lamiendo sus dedos con mis juguitos, fue algo muy sensual. Luego me bajó el short y mis calzones, me recostó sobre la baranda del balcón, alli abrí las piernas y su boca y lengua me comenzaron a dar una rica chupada de rajita, sus labios me tomaban los labios vaginales y los estiraba jalándolos, luego su lengua intentaba meterse en mi vagina, gemí como loca y después de algunos minutos me corrí, él no paró, siguió lamiendo mi cuca incluyendo mis jugos que bebió como si fuera un néctar.
Luego cambiamos de lugar y el fue el que se reclino sobre el borde de balcón, de pie, y bajó sus pantalones, su pija ya estaba bien erecta, la tomé con una mano y la llevé adentro de mi boca, la mamé varias veces, le saqué gemidos de placer al profe, luego la tomé y la lamí por todos lados, incluso mi lengua llegó hasta sus testículos, en ese lugar el profesor daba gritos de gusto, pero el presintió que yo lo estaba llevando a un viaje sin regreso, y no quería empezar de ese modo, asi que se quitó los pantalones y se sentó en el piso del balcón, luego me hizo sentarme en su verga, él sosteniendo su pija y buscando mi rajita, me fui sentando encima de frente a él y por fin después de mucho tiempo de espera, su pija entró en mi vagina y me hizo suya por fin, su pija palpitaba dentro de mi y se deslizaba hasta lo más profundo de mi rajita, pujé varias veces mientras nos ibamos acomodando en un rico mete saca, su carne entraba y salía de mi parte más íntima, al tiempo que nos dabamos lengua, Yo me movía sobre su verga dura en un rico vaivén, él estaba como loco gimiendo y mamando mis senos o buscaba mis labios. Su pene me llegaba hasta lugares en mi vagina que nunca había experimentado, no es lo mismo una pija de un hombre maduro que la de un chico, de eso no hay duda. Me sentía llena por su verga en mi rajita. Hubo un momento en que los dos nos moviamos como locos, nuestros sexos estaban unidos y se frotaban ambos con muchas ganas.
En un momento entre en climax, lo abracé y le arañé la espalda, mi cuerpo era victima de un bravo orgasmo, que me hizo delirar de gusto. Luego él siguió moviendose y cuando estaba a punto de terminar, sacó su verga y acabó en mi vientre, pues no estaba usando condon. Eso era apenas el inicio.
Luego nos dirigimos a la piscina, desnudos, de la mano y nos pusimos a nadar, el palo que habíamos hechado, no nos había quitado las ganas, pues nos pusimos besarnos y tocarnos en la piscina, sus dedos jugaban con mi rajita y a los pocos minutos sentí uno de sus dedos entrar en mi vagina y pajearmela, nos besamos y yo le tomaba la pija y lo masturbaba. Ya calientes me puso contra la orilla y poniéndose atras de mi, me restregó su pija que ya estaba dura de nuevo, la puso contra mi rajita, luego sentí su dura carne caliente entrar en mi vagina, me tomaba de la cintura y de allí empujó para metérmela, luego empezó a mover dentro de mi, yo me fui excitando mucho, el profesor me besaba la espalda y el cuello, sus besos eran ardientes y sentí su lengua lamer mi cuello, estuvimos asi hasta que me corrí de nuevo, esta vez yo llegue con mucha anticipación, el profesor me llevó al área más baja de nivel de la piscina e hizo que le chupara la pija hasta hacerlo venir en mi boca, fue tan explosiva que tragué alguna cantidad de su semen.
Terminamos de bañarnos, el sol ya se había metido, nos fuimos a la cama a ver algún video, el profesor me llevó una bebida con alcohol, estuvimos alli comentando lo rico que habían estado los dos palos de la tarde. Charlando en la cama, luego de ver la terminación de una peli, ahora fui yo quien lo comenzó a acariciar, primero el torso, luego el estomago y más tarde su pija, la cual comenzó a dar señales de vida. Se la besé con una lluvia de besitos cortos, luego hice lo mismo con sus huevos. Después él me dijo que quería lamer mi cuerpo, pensé que era una falacia, pero el profesor empezó con mis pies, los lamió uno por uno, incluso se metió cada dedito de mi pie en su boca y los chupó, luego lo hizo con todas las partes de mi cuerpo, pasó su lengua por mis rodillas, mis muslos, me lamió la rajita y mi clítoris, luego siguió a mi vientre, mamó mis pezoncitos, pasó su lengua por mi cuello, mi quijada y luego nos besamos, cuando terminó de lamerme, yo quería que me la metiera de nuevo, pero él no había terminado, me puso ahora boca abajo y me chupó las nalgas y me daba pequeñas mordidas en ellas, luego las abrió y con la punta de su lengua me lamió mi ano, nunca había pensado que ese lugar produjera tanto placer en mi, no quería que dejara de hacerlo, me puso la piel de gallina, luego de verme gozar mucho por allí, él me dijo mientras me lo chupaba que deseaba desvirgarme de alli, yo le pregunté si no era muy doloroso, que algunas amigas mias me habían dicho que era doloroso. El dijo que tenía algo para que no doliera.
El se bajó de la cama y fue a buscar en un maletín que llevaba, sacó un bote de pomada, me dijo que eso haría que fuera poco doloroso y que la iba a gozar más, el profesor si que iba preparado. Me untó esa pomada en mi culito y luego se la puso él en su pija, me dijo que me quedara como estaba, acostada boca para abajo, metió una almohada debajo de mi vientre, con eso buscaba elevar mi trasero, me separó un poco las piernas y primero me dedeo el culito, al principio sentí muy bien sus dedos meterse en mi colita, pegué un par de gritos, seguro que no me había hecho efecto la pomada todavía. Siguió metienod sus dedos hasta que no sentí mayor molestia, me dijo que ya estaba lista. Se fue poniendo encima de mi, sentí su pija buscar la entrada de mi culito, pude sentir bien cuando la cabeza de su pija abrió mi agujero, pegué un grito, porque nunca había experimentado nada igual. El me pidió que me relajara, asi lo hice, su pija fue entrando en mi canalito de hacer popis, siguió y siguió hasta que me tuvo bien ensartada, luego se puso a mover su pija adentro y afuera como lo hacía con mi rajita. Al principio me excitó más verlo tan loco y fuera de control por tenerme poseída por el culito, pero poco a poco fui sintiendo algo raro en mi, la excitación es diferente, es más lenta, pero cuando alcanzas el climax, te hace sudar frio y eyacular. El profe pegaba de gritos cuando soltó su leche dentro de mi culito, siguió metiendo y sacando su pija hasta que soltó todo lo que tenía, finalmente se quedó quieto y su pija fue perdiendo dureza hasta salirse de mi ano. Pude después ver impregnaciones de mi caca en su pija, A mi me pareció sucio y se lo dije, él me dijo que las mujeres ahora se preparan antes de tener sexo por el ano, el me dio algunas recomendaciones que luego puse en práctica.
Luego por la noche follamos otras dos veces más, una por cada uno de mis agujeros. Solo se que no me equivoqué al querer tener sexo con alguien maduro, para una de joven es más placentero, pues la experiencia hace la diferencia.
No duramos mucho con el profe después de ese día, porque ahora tengo un novio de 28 años, no es tan grande y maduro, pero me da unas cogidas muy ricas me dejan agotada en la cama, pero la primera con el profe Walter fue la que marcó un antes y un después.
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