Mi primera vez con una menor de edad 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Nos seguíamos viendo con María en el parque de la urbanización, nos saludábamos con total naturalidad, ella seguía siendo una niña a los ojos de todos, menos a los míos, cuando estaban con la otra gitana, supongo que María se imaginaba que las veía como ella le chupaba las tetitas a su amiga y su amiga metía casi todo su brazo dentro de su pantalón.
Fueron pasando los días y María no me decía nada de volver, hasta que la encuentro en la calle, que había ido a hacer un mandado, y le pregunto si quería volver a estar conmigo, y me dijo que si, pero que cuando hacía caca, le dolía el culete, así que le dije que hasta que no se le vaya el dolor no venga.
Pasaron un par de días mas, hasta que siento que me golpean la puerta de casa y cuando abro era María, la gitanita, hermosa como siempre, con sus cabellos largos, sueltos, su carita morena sonriendo.
De inmediato la hice pasar, "como estás, ya no te duele el culete cuando haces caca?", le dije, acariciando sus cabellos y su carita sonriente, "no, ya no me duele", me dijo, sin dejar de sonreír.
Le agarré la mano y nos fuimos al dormitorio, y como la vez anterior, me senté en el borde de la cama y la desnudé por completo, pasando mis manos por todo su cuerpo, le pasé los dedos por su conchita y estaba mojada, ella se dejaba acariciar y suspiraba, la hice poner en cuatro patas en el borde de la cama y le abrí sus nalgas viendo que su ojete seguía abierto, y sin poder resistir, le empecé a lamer su ojete, su conchita mojada, es que esa gitanita es una delicia, y como le gusta que la lama toda, verla en cuatro patas, expuesta a lo que yo le quiera hacer, mi pija estaba bien dura, me saqué el pantalón, y cuando María me vio la pija, sin decir nada se la metió en la boca y la empezó a chupar, ha, que placer sentir el calor y la humedad de esa niña gitana chupando mi pija y yo acariciando su cabeza, "seguimos intentando meter mi polla en tu culete?", le dije, metiendo casi toda mi pija en su boca, "si, pero deja que siga chupando tu cosa", me dijo, volviendo a meter mi pija en su boca y siguió chupando.
Al rato de estar chupando, me dijo que le dolía la boca, me acosté a su lado, nos abrazamos, sentía el calor de su cuerpo desnudo, como pasaba sus pies por mis piernas, "no le dijiste a nadie de lo nuestro, verdad?", le dije pasando mi pija con mi mano por los labios de su concha, "no, no le dije a nadie", me dijo entre suspiros, dejando que mi pija juegue en su concha, "María, la seguimos metiendo en tu culete?", le dije, acariciando sus nalgas, "vale, pero para que me la quieres meter en el culete?", me dijo, sentándose en la cama y agarrando mi pija con su mano, "es que tenés un culito muy lindo, y cuando seas mas grande, vas a ver como todos los chicos con los que salgas te van a querer tener en la cama, y yo quiero ser el primero en romper tu culito", le dije, besando sus labios, su carita, bajando besando todo su cuerpo, sus pechos, su barriga, le hago abrir sus piernas y le empiezo a lamer su concha, que estaba muy mojada como siempre, sus piernas, se las levanto y le paso la lengua por su ano, escuchaba sus gemidos, como movía su cuerpo, le seguí besando sus piernas, le empecé a morder sus pies, los dedos, mi mano no dejaba de acariciar su concha, María levantaba su cuerpo entre gemidos, yo le apoye la pija contra su concha mientras le mordía y le pasaba mi lengua por entre los dedos de sus pies, la volví a poner boca abajo, pasando mucha vaselina en su ano, ya cuando le metí el dedo, no apretó el ojete, por el contrario, hizo fuerza con su cadera para arriba, levantando mas el culo, yo lo movía en círculos, para los costados, María solo gemía con el movimiento de mi dedo dentro de su culo, la volví a poner en cucharíta y me acomodé detrás de ella, acomodé mi pija contra su ojete y empujé, sintiendo como le entraba en la parte que tenía abierta, escuchando como gemía, me quedé quieto, volví a empujar y sentí como su ojete se abría y entraba otro pedazo de mi pija, se la iba metiendo despacio, ella se quejaba, gemía, pero no como la vez anterior que casi llora de dolor, así, despacio, dando pequeños empujones, sentía como le rompía el culo a María, como mi pija le iba entrando, como se le abría el ojete, hasta que dando un empujón final, sus nalgas quedaron pegadas a mi.
Yo estaba quieto, pero no dejaba de acariciar su conchita, "Ernesto, tengo ganas de hacer caca", me dijo, "no María, es que tenes toda mi polla dentro de tu culete, es por eso que tenes esa sensación", le dije, pegando mas mi cuerpo contra el suyo, moviendo despacio mi pija, relajando y abriendo bien su ojete, "te gusta María?", le dije, siguiendo con los movimientos circulares en su culo, "me gusta mas cuando la tengo en la boca y te la chupo", me dijo, dejando que le siga cogiendo el culo, "vamos a hacer una cosa María, me voy a mover rápido, como lo hice el otro día y te dejo la leche dentro del culete, y si no te gusta, me la sigues chupando cuando quieras", le dije, haciendo que mi pija entre y salga del ojete de María, "vale", me dijo, dejando que le pase mi brazo por su barriga, pasando mis dedos mas rápido por su conchita y empecé a mover mas rápido y fuerte mi pija en su culo.
La sacaba y la metía, movía mis caderas para adelante y para atrás, haciendo que mi pija entre y salga de su culo, mas fuerte, mas fuerte, mas rápido, hasta que la abrazo bien contra mi, y sentía palpitar mi pija dentro del culete de la niña gitana, sentía los chorros de leche salir con mucha fuerza.
Jamás me imagine haberle roto el culo a una niña, y menos estar ahora llenándolo de leche.
Ese culete de nalguitas morenas, ese cuerpo de niña, pero me había dejado llevar por la excitación, ya era tarde, me había chupado la pija , le acababa de romper el culo, pero para mi sorpresa no me sentía culpable de nada, por el contrario, había disfrutado lamiendo el cuerpo el esa niña gitana, de haberla cogido, de ver como me chupaba la pija, de haberle llenado el culo de leche.
Ahora si no quería que le coja más el culo, le iba a enseñar a chuparme bien la pija y ver que hace cuando me acabe en su boca, pero no podía ir apurado, tenía que ir despacio, no me tenía que olvidar que estaba con una niña a la que le tenía que enseñar todo.
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