Mi primita Andrea me introduce al morbo por primera vez
mi prima me despertó el morbo que nunca pensé tener después de darme cuenta que quería algo más de mi… .
Hola, para empezar me presento soy joven de 23 años cuerpo atlético ya que voy al gym desde los 16. Barba y pelo negro con ojos oscuros me considero atractivo en este punto de mi vida y quiero contar este relato así como el otro que escribí por primera vez aquí para desahogar las experiencias he tenido a lo largo de mi vida y que no he hablado con nadie. Desde pequeño siempre fui muy propenso a ser sexual. Me considero un hombre atractivo tanto para hombres como mujeres cosa que lo descubrí desde que era pequeño. Sin más preámbulo el relato que les vengo a contar no es de mi infancia sino de un presente no muy lejano. Hace un tiempo atrás tuve que viajar por cuestiones de la universidad. Como dije en el anterior relato rentó una habitación en una ciudad de colombia en la cual tuve mi primera experiencia. Después de esto tuve que viajar y decidí quedarme en la casa de una tía ya que no eran muchos los días que debía estar ahí. Mi tía accedió ella vive con su esposo y mis 3 primos. Andrea es la menor con 9 años. Pipe con 11 y el mayor de mis primos tiene 17. Viven juntos y al llegar todo fue bien se alegraron me dieron un cuarto y todo iba normal. Andrea siempre fue muy pegada a mi… siempre quería jugar conmigo, era muy empalagosa y creería que a veces llegaba a fastidiarme un poco de lo pegada que era a mi todo el tiempo. Yo no tenía ningún pensamiento morboso hacia ella ni nada… hasta que un día mi tía fue por las compras del desayuno y quedé yo en casa solo con Andrea y pipe el medio el se fue a jugar en su Xbox y yo solo estaba en la sala acostado cuando siento que Andrea se sienta en mis piernas. Era plena mañana estaba algo caliente y en pantaloneta era obvio que me sentía incómodo que ella se me sentara en las piernas pero le pude sentir el culito en medio de mi. Le dije que se sentara en la silla a lo que dijo que no que estaba aburrida y que quería jugar al caballito. Empezó a moverse y a moverse como si estuviera cabalgando rozando contra mi verga. No sabía cómo reaccionar quedé en shock y me dieron algo de nervios a lo que le dije que no pero ella seguía. Le dije que ella no debía sentarse en las piernas de los hombres y me dijo que si que ya sabía que ella solo jugaba al caballito con el papá que él le había enseñado ese juego pero que no le dijera nada a nadie porque sólo podía jugar al caballito con el… a lo cual dije que no diría nada y siguió rozando hasta que la verga se me puso dura… fue inevitable al sentir todo eso tan cerca mío… después de lo que me dijo quedé en shock al pensar que ella jugaba al caballito con el… ella dijo que se sentía rico y que se sentía mas rico cuando ella hacía que El Caballito creciera… le pregunté que qué sentía dijo que cosquillas le dije en donde y me señaló a la vagina, dije que si podía ver me dijo que si le corrí el shortsito de pijama que tenía y dejando ver esa hermosa y tierna carne se me paró más, la toque un poco y le dije que si podía besar y dijo que si que papá también la besaba ahí pero que le daba cosquillas dijo que no hiciéramos ruidos se puso en cuatro u pude probar ese hermoso culito solo para mi. Después de eso me masturbe con el roce de ella obviamente no la penetré tengo la verga algo grande y me dieron nervios que me pillaran o algo así preferí solo rozar hasta venirme. Se sintió delicioso nunca en la vida me había pasado no me había dañado tanto la pensé pero pasó… se salió de mis manos simplemente pasó y no pude evitarlo. Esa fue mi experiencia con el morbo que tuve el cual me hizo despertar ese apetito sexual que antes no tenía… hay mucho por contar sobre mi vida pero hoy termino con este relato… si les gustaría compartir experiencias o lo que sea mi TL: @andresbj23
si amigo cuenta mas ufff ke rico
Qué putita, se sirvió sola. Ha de haber dicho “uyuyuy, una nueva verga en casa”; ni tarda ni perezosa tomó la iniciativa. Al ponerse en cuatro, estaba buscando sentir una buena ensartada de manguera; pero, qué bueno que siquiera te hiciste una chaqueta, frotando la cabeza y tronco de tu pene en esa apretada y tersa vulvita. Me gustaría haber visto cómo le escurría la leche en sus nalgas y piernitas.