Mi profesor de música me enseñó todo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos. Mi nombre es Sandy, ahora tengo 24 años, pero cuando todo sucedió tenía apenas 13 añitos, era una pre-adolescente. Siempre desarrollé antes que mis amigas, a mis trece ya tenía mi periodo menstrual, mis senos tenían una linda forma de naranjitas redonditas, mi cuquita ya se estaba cubriendo de pelitos y me gustaba salir con chicos, aunque aún no tenía novio.
Como dije mi mamá heredó un piano de mi abuelo, vio un anuncio en el periódico y contactó a un maestro de música, de nombre Kevin de unos 30 años, el tipo resultó bastante guapo, con un barba tipo candado, pero era algo desalineado, el primer día le miraba el trasero a mi mamá y eso me pareció abusivo, todo el tiempo hablaba de sexo.
Yo era un inocente y no tenía la más minima experiencia. El maestro Kevin le gustaba verme el escote de mi vestido con malicia y me tocaba los hombros, la espalda y aveces las piernas para decirme algo o hacer una broma. Pero no era siempre, porque mi papá le había dicho a mi mamá que no nos dejara solo ni un instante, mi papá me protegía mucho. Sin embargo, para mi mamá estar oyendo las notas de la solfa sin sentido parecía aburrirle. Asi que salía de la casa por momentos, lo que aprovechaba Kevin para conquistarme. Me decia que era linda, me preguntaba cosas de mi corta vida, luego volvía a decir que era una chiquilla linda y que tenía un lindo cuerpo, yo aveces me sonrojaba con lo que me decía. Luego cierto día me dijo que quería ser mi novio, la verdad es que cada día Kevin me caía mejor que la primera vez, y empezó a llevarme regalitos, que una flor, que una notita, luego un dulce, un cd de música romántica, todo lo que a una chica a esa edad le atraé, asi que caí redondita y le contesté que si quería ser su novia. Kevin me dijo que tenía que ser nuestro secreto, que no se lo debía decir a nadie y se lo prometí.
Lo primero que hizo, cuando mi mama se ausentaba por momentos, fue besarme, fue mi primer beso, y fue muy lindo, cálido y romántico; luego otro beso y fue enseñando a usar mi lengua. El frotar mi lengua con la suya fue exquisito y yo me sentía muy enamorada de mi maestro de piano. Pero luego sus besos fueron a parar a mi cuello y mis hombros, luego a mi orejas y por primera vez sentí que algo bajaba por mi cuquita, luego que se fue ese día, fui al baño y me di cuenta que tenía mojado mi braguita, era mi primer líquido lubricante que salía de mi cuquita.
Kevin no me tocaba cuando mi mamá estaba cerca, pero había una vecina llamada Doña Nora con la que se iba a platicar al patio o a su casa y Doña Nora era muy platicadora y se tardaba bastante tiempo, tiempo que usaba Kevin para hacerme lo que quería. El deslizó sus manos dentro de mi blusa y tomó mis senos uno con cada mano, no lo hacía fuerte, sino me seducía sus caricias, luego metió su manos en mi pequeño sosten y tomó cada seno y me acaricio mis pezones, yo sentía unas cosquillas especiales, mi cuquita se mojó de nuevo, luego comenzó a desabotonar mi blusa, yo lo quise detener, pero me dijo que el tenía derecho porque era mi novio, luego sus caricias me pusieron cachonda de nuevo.
Me volteo para terminar de abrir mi blusa, me bajó el sostén y tomó mis pequeños senos, uno con cada mano y se puso a acariciarlos, tocaba mis pezones haciendo pequeños circulos, yo cerraba los ojos porque me estaba excitando y me gustaba lo que le hacía a mis senos, Kevin tenía experiencia en seducción, no habia duda de ello.
Se puso de rodillas y tomando uno de mis senos, se lo llevó a la boca, lo envolvió con sus cálidos labios y lo mamó, fue la primera mamada de senos, y lo hacía despacio y suave, mis pezoncitos se pusieron erectos al contacto con sus labios. El se sonrió y siguió chupandolos como si fuera un lactante. Yo no aguanté y comencé a gemir, casi inmediatamente el comenzó a tocarme las piernas, mis muslos, no soltaba mis pequeños senos, ohhh sentí que me mareaba, me quejé fuerte y sentí que mis braguitas se mojaban en serio, un orgasmo estaba sacudiéndome alli sentada. Se oyó un ruido de la puerta abajo y ambos nos pusimos alertas, me abotoné mi blusita y eso fue todo, yo estaba aún terminando mi corridita.
Yo recibía tres veces a la semana clases con el maestro Kevin de dos horas cada sesión. Debo admitir que para esos días, esperaba con ansia mis clases de piano. Con el maestro habíamos acordado no darnos notitas, ni llamadas telefónicas, yo no debía contar a nadie de nuestra relación, Kevin era astuto y se aprovechaba de mi inexperiencia.
La siguiente ocasión, mi mamá nos dijo que Doña Nora la había invitado a tomar café y que nos vería al rato, esas dos horas las aprovechó Kevin al máximo, primero me quitó completamente mi blusita y mamó mis pequeños senos y pezones lo que quiso, luego me llevó cargada a un sillón y me sentó allí nos besamos apasionadamente por varios minutos, besaba mis labios y luego mis pezones, yo gemía pura gatita en celo. Luego me dijo al oido que quería comerme mi cuquita, yo le dije -no, eso no!!-, pero el no entendió razones, me sacó las braguitas y luego con un poco de fuerza abrió mis piernas y sus labios tocaron mi almejita, sentí que me desmayaba cuando el pasaba su cálida lengua por todo mi sexo, crei que orinaba de pasión, su lengua jugaba con mi clitoris y luego pasaba en medio de mis labios vaginales, para llegar hasta mi ojete del culo y me lo chupaba como si fuera un platillo exquisito.
Kevin me hizo llegar a dos orgasmos casi simultáneos, su lengua parecía tener vida propia y me estaba dando un tremenda chupada de cuquita, yo casi le desprendi algunos cabellos de su cabeza. Al terminar, parecía como si hubiera corrido la marathon, agotadisima. Pero como aún faltaba una hora, Kevin me preguntó si había visto alguna vez una pija, yo le negué con la cabeza, -hoy veras la primera- me dijo. Se puso de pie y abriendo el cierre de su pantalón fue sacando su larga pija erguida, tenía varias venas que parecían iban a explotar de lo hinchadas. Yo alguna vez había visto en el internet algunos hombres desnudos, pero nunca una pija en vivo.
Se la comenzó a jalar frente a mi, su pija apuntaba al techo. Me dijo que se la tocara, yo lo hice, la piel de su pija era suave, pero estaba dura, luego me dijo que quería que se la besara, yo al principio me negué, pero pareció molestarse por eso, asi que me fui acercando hasta que le di un besito en la cabeza colorada e hinchada de su pija, luego le di más besitos en toda la pija, él me dijo que la metiera en mi boca y la chupara, la tomé con mi mano y me la llevé entre mis labios, la chupé, no tenía sabor, pero se sentia un poco salada la piel, me dijo que la metiera la sacara de mi boca, lo hice y el cerraba los ojos cada vez que se lo hacía. Llegó un momento en que me tomó de la cabeza y él era quien la metia y la sacaba de mi boca, yo comienzo a sentir algo más salado y tibio en mi boca, como tengo su pija adentro no puedo escupirlo, asi que me lo trago. Luego lo oigo quejarse como si se hubiera herido con algo, pero aprendí que era su eyaculación, me llenó la boca de semen y no dejó que lo escupiera, me dijo que me lo tomara, que no pasaría nada malo, lo hice y me tomé mi primera esperma de mi vida.
Los días siguieron y Kevin quería comerse mi cuquita y que yo le chupara su pija cada vez que llegaba a casa y se ponía molesto y de mal humor si mi mamá permanecía con nosotros todo el tiempo. Debo decir que yo también quería que mi mamá saliera para estar sola con él. Yo me estaba enamorando perdidamente de Kevin. Y el solo quería usarme.
Durante una semana completa mi madre estuvo con nosotros todo el tiempo, no cabe duda que su intuición de madre le decía que no debía confiar en mi maestro y no quería dejarme sola. Asi que se le ocurrió a Kevin que nos vieramos afuera de la casa. Pedi permiso para ir después del colegio con una amiga, pero en lugar de eso Kevin pasó recogiendome en su auto, fuimos a un lugar desolado y nos pasamos al sillón de atras, alli nos besamos con mucha intensidad, rapido tomó mis senos para mamarlos y luego me desnudó dentro del auto, luego el hizo lo mismo, me puso a chuparle su pija por un buen rato, varias gotas de semen salían de la cabeza de su pene, luego me dijo que me enseñaría a darnos placer al mismo tiempo, asi que me fue colocando en lo que después supe que se llamaba 69, el arriba y yo abajo, asi que me comenzó a comer mi cuquita y yo seguí comiendome su pija, yo tuve dos orgasmos asi, mientras el tuvo uno que me obligó a beberlo.
Luego me dijo que me haría mujercita, yo no entendí hasta que me colocó abajo, me abrió las piernas y vi que quería meter su pija en mi cuquita, su pija era muy gruesa para mi cosita. Grité cuando sentí su pija abrirse paso en mi cuquita, me prendí de su cuerpo y le meti mis uñas, pero Kevin seguia interesado en penetrarme, el dolor permaneció durante toda la penetración, sentí que luego me ahogaba de pasión, luego de meterme como la mitad de su pija, comenzó a moverse como lo hacía en mi boca, al dolor se apegó un sentimiento de placer intenso, que fue sobrepasando mi dolor, luego fue gozar no lo niego, Kevin me ensartaba su dura pija sin clemencia y lo hizo más intenso cuando vio que yo estaba gimiendo de placer.
Oí a Kevin gemir como nunca, me quitó los zapatos y comenzó a lamer los deditos de mis pies, uno por uno, eso fue placentero para mi que tuve un increible orgasmo, uno de los mayores de toda mi vida hasta ahora. Luego él comenzó a gritar y sacó su pija de mi cuquita y me llenó el cuerpo de su semen caliente. Al dejarme en mi casa e ir al baño vi que había sangre en mi braguita mezclado con mis juguitos y los de Kevin. Eso era lo que quedaba de mi inocencia.
El descubrir el sexo para mi fue tan placentero que no ponía resistencia cuando Kevin quería hacermelo en mi propia casa, aunque fueran cinco minutos, cuando mi mamá platicaba con Doña Nora. Fue una esas veces, cuando me dijo que me quitara mi braguita, crei que me penetraria poniendome sobre sus piernas ya sea de espaldas o de frente, me dijo que fuera de espaldas, me fue sentando y me di cuenta que su pija no buscaba mi cuquita sino mi hoyito del ano, grité y le dije que no era por alli, pero el me dijo que confiara en él, se ensalivó la cabeza de su pija y nuevamente me fue sentando encima y sentí dolor, -no pongas resistencia- me dijo Kevin, -relajate!!- , fue dolorosa la penetración de su pija en mi culito, en ese momento no entendía porque me la estaba metiendo por allí y no en la cuquita.
-Aguanta, aguanta!- me decía Kevin mientras me iba penetrando mi culito. Cuando creo la tuvo casi toda adentro de mi ano, me dijo que subiera y bajara sobre su pija, yo lo hice y me dolía horrores, pero el estaba empecinado en seguir cogiendome por allí. Su pija se fue acomodando en mi culito que se abrió como nunca lo había sentido, en cuestión de diez minutos Kevin se corrió en mi ano, pude sentir su semen caliente entrar en mi culito. Luego me besó y me dijo que ahora me quería más. Yo estaba tan enamorada que le dije que cuando quisiera me lo hiciera por allí.
El maestro Kevin me estuvo fornicando por cuatro meses, luego un día no se presentó, mi mamá me avisó que ya no iba a llegar, que se había cambiado de ciudad, luego averigué que él era casado, fue tremendo para mi, quería morirme y entré en una depresión enorme. Pero la vida continúa y ahora lo cuento como una historia de mi vida muy caliente. El fue el primero en todo en mi vida sexual.
Espero le haya gustado mi relato.
waooo escribeme