Mi secretaria me cambió la vida – 3
La de la oficina del lado, heredó el desayuno de mi secretaria y agregó un menú completo….
Dejé la empresa en la que era Gerente y puse una propia en un edificio de oficinas. Mi secretaria, que decidió seguir trabajando conmigo, se había casado y nuestra historia de mamadas se había prácticamente terminado…una que otra chupadita, una mamadita de tetas, o un beso con lengua en la boca de vez en cuando…nada más.
A mi oficina acudía mucha gente joven por el tipo de actividad que tenía… el hecho es que un día, mi secretaria viene de almorzar y me dice que una chica, de la oficina de al lado, le ha dicho que va a terminar su contrato y le preguntó si yo necesitaba a una nueva empleada.
Por cómo me la describió, me di cuenta que se trataba de una chica que se veía muy sensual, con ropa ceñida, buen cuerpo, cara provocativa y que, cada vez que me veía, hacía algo para lo que tenía que ponerse en una posición que me jalaba el ojo, limpiar un estante, subirse a una silla para bajar algo de un sitio, agacharse de espaldas a la puerta, dejando ver sus piernas y hasta su tanga, cuando vestía minifalda…le dije que si a ella le parecía una buena persona le diga que venga, a la hora de salida de su trabajo, a conversar conmigo, que yo la iba a esperar…
Así fue…y a eso de las 7 de la noche, cuando yo ya estaba solo en la oficina, tocaron la puerta, abrí y, efectivamente, era la chica que yo miraba de reojo…entró, se presentó, conversamos unos minutos, le pregunté si sabía algo de trabajo con computadores personales, me dijo que sí…le dije que se siente en una máquina, le dicté un texto…ella tipió…y, cuando terminó, le dije que me dejara la silla para revisar lo que había escrito…ella se paró y, en lugar de sentarse en otra silla, lo hizo en el suelo, cerca de mi…
El texto estaba correcto, le dije que cuándo podía comenzar a trabajar, me dijo que de inmediato, le dije lo que le podía pagar, le pareció bien…yo giré en la silla y quedé frente a ella…verla sentada en el suelo, tan cerca y con una mirada realmente provocativa, hizo que me empezará a cosquillear la verga y se comenzó a parar, provocando que mi pantalón se levante en la zona afectada…
Ella sonrió, se paró y me dijo que sospechaba que íbamos a tener una excelente relación de trabajo…que mi secretaria le había dicho que yo era muy cariñoso, que estaba muy solo y que necesitaba una compañía femenina mucho más íntima que el trabajo en sí…mientras me decía esto, la verga seguía creciendo, mis manos se dirigieron a sus senos, me arrodillé en el suelo, le abrí la blusa, le levanté el sostén y le comencé a mamar las tetas…
Ella me comenzó a desvestir y yo a ella…una vez desnudos, nos besamos con fuerza, nos lamimos la boca, los cuellos los pechos y fuimos bajando…antes de llegar a la concha y a la verga, se echó en el suelo y la penetré por la vagina…ella inició un movimiento que nunca había experimentado…por otro lado, yo no comenzaba una relación sexual penetrando directamente en la vagina…ya me había acostumbrado a la mamada y, por lo general, terminaba en la boca de la mujer, sea una puta, una amiga o mi pareja…mi secre me había acostumbrado a eso…este era un nuevo tipo de comienzo.
Las sacudidas eran tan violentas que me dieron ganas de eyacular…ella se dio cuenta, sacó el pene de su vagina y me comenzó a hablar cosas sucias, pero sin tocarme…”qué rica pinga que tienes”, “mi concha quiere más…lo mismo mi culo y mi boca” “me vas a cachar por el culo y te lo voy a chupar hasta que llenes de leche mi boca…y la voy a saborear rico”…y cosas por el estilo…esto, misteriosamente hizo que la verga continúe dura, pero que la urgencia por eyacular desapareciera…
Luego de unos minutos de “conversación” se acercó a mi pene, lo chupó sólo para mojarlo, se volteó, se puso en cuatro patas y me dijo “ahora, rómpeme el chico” me puse atrás de ella, ella escupió en su mano, me mojó un poco más el pene y lo dirigió hacia el sendero que lleva a su ano…una vez allí, retrocedió rápidamente, lo que hizo que entrara totalmente…soltó un gemido y luego dijo “riiicccooo” con una voz de gusto increíble…
Luego de varias idas y venidas, que me hicieron llegar nuevamente al límite del aguante, se retiró, se paró, me tomó de la mano, me llevó al baño y me lavó la verga y los huevos con agua y jabón…con una técnica tal que, nuevamente, la verga siguió tan rígida como el asta de la bandera y la sensación de terminar desapareció…me llevó de nuevo al lugar de la acción y me dijo, ahora voy a comprobar si tu semen realmente es tan rico como me ha dicho tu secretaria…eso me dejó sorprendido porque no se me ocurrió que entre mujeres se contaran esas cosas, sobre todo tratándose de chicas que, prácticamente, recién se habían conocido…
Bueno, el hecho es que me hizo parar con las piernas abiertas, comenzó a lamerme, la cara, el cuello, las tetillas, que se pusieron duras y fue bajando, hasta que se echó en el suelo, entre mis piernas y me dijo –ven…comencé a doblar las piernas hasta quedar en cuclillas sobre su cara…comenzó a lamerme los huevos, luego el culo, me metió la lengua entre las nalgas, luego me dijo que me ponga sobre ella apoyándome en los pies y las manos con los brazo estirados, como para hacer plancha y me comenzó a lamer y chupar la verga…primero muy suave y, poco a poco, fue aumentando la presión…luego de un rico rato me pidió que me eche en el suelo con la cara hacia arriba y ella se puso en posición del 69…
Me comenzó a mamar y puso su vagina sobre mi boca…le lamí el clítoris, ella comenzó a gemir y abrió más las piernas,,, mi lengua entró y encontró un espacio húmedo que se fue haciendo mojado, ella me dijo que mantenga su líquido en mi boca, que no lo trague ni que lo bote, mi boca se fue llenando con un líquido cuyo sabor jamás había experimentado…me gustó la sensación…
Su mamada fue haciéndose más rápida y su boca me fue apretando más la verga hasta que ya no me pude contener, el semen salió disparado y ella no lo tragó sino lo retuvo en su boca, mientras seguía succionando hasta la última gota…gimió, se paró, me jaló para que yo también me pare…se acercó, me cogió el pene con una mano, con la otra llevó la mía hasta su vagina, puso sus labios sobre los míos y comenzamos a intercambiar nuestros fluidos…el sabor del semen mezclado con el fluido vaginal se convirtió en nuestro coctel de fin de encuentro sexual… algo alucinante, pero delicioso en el momento en que todas las sensaciones posibles se concentran en los cuerpos de dos seres que se han entregado totalmente…
Obviamente la contraté y nos pusimos “a trabajar” juntos por 9 largos años…pero nada dura para siempre…
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