Mi sobrina Agustina de 8 añitos (13)

La nena de 8 años ya está cada vez más puta y yo sigo inculcandole palabras que quiero que me diga como buena puta. Abierta a todo se deja hacer lo que yo quiera. .

Llegó un nuevo día, el miércoles amaneció un poco más fresco para lo que se acostumbra el verano, ya dando indicios de que se estaba acabando tanto las vacaciones, como el simple hecho de tener a mi nena de 8 a mi merced, tenía que gozarla lo mas que podia, sobre todo porque la noche anterior mi hermana dijo que le daban vacaciones en el trabajo y se iba a ir de viaje con Agustina, ya que ella también quería pasar tiempo con la reinita de mis pajas. Lo que representaba estar lejos de mi putita otra semana o tal vez 2 semanas.
Llegada las 11 de la mañana mi madre me mandó a levantarla, diciendo que tenia que empezar a levantarse más temprano sino cuando sea época de clases ni siquiera iba comer. Entre a la habitación y tenía una remera larga de la madre que dejaba a la vista sus piernas blancas hermosas, le di un beso en sus labios manoseando su colita de nena, me senté en la cama y ella apoyo su cabeza en mi pierna, saque mi pija y se la puse en lo labios , abrió los ojos y miro el pedazo de carne erecta y se lo metió a la boca, sin mover la cabeza, cerrando lo ojos de vuelta y lamiendo la cabeza de mi verga, como evitando despertarse del todo pero sin perder la oportunidad de chupar la pija que tanto le gusta. Yo acariciaba su cabeza y le decía:

-el sábado seguro te vas con tu mamá, tenemos que aprovechar estos días antes que te vallas hermosa. Así que cada vez que nadie nos vea te voy a manosear, solo por estos días, así cuando me extrañes te acordes de todo lo que hacemos.

Le saque mi pija de la boca y le dije anda a lavarte la cara, que apenas se valla a dormir la abuela te lleno la conchita de leche.
La espere abajo, vino cambiada, con un pantalon largo y una campera liviana, hacía más frío, y me dió un besito en el cachete porque estaba mi madre. Pero cada vez que podía le tocaba ese culito hermoso que me encanta. Comimos, y nos fuimos al living todos juntos, yo me senté y Agus al lado mío jugando conmigo, viendo mi celu porque ella no tenía, y mi madre en el otro sillón, mirando con ternura como yo no me enojaba y le tenía tanta paciencia, yo hacia lo posible para esconder mi erección por el solo roce de la piel de una niña tan linda.
Mi madre empezó a bostezar y nos dijo que se iba a dormir, nos pidió que dejemos de jugar y no hagamos ruidos, se lo prometimos y subió a su cuarto.
Mientras iba subiendo ya empece a manosear a mi nena y cuando sentí que cerró la puerta de su habitación, la tome por el culo, le abrí las piernas y la puse arriba mío para besarla, nuestras lenguas se peleaban, ella no tenía problema en recibir mi saliva en su boca. Le agarre una nalga con cada mano y se las apretaba, se las abría a más no poder. Ella solita me detiene y me dice «mira tío.»
Se saca el pantalón y la bombachita rosada con una imagen de Lulipampin. Ver esas piernas firmes, blancas, su culito redondo y los labios bien gorditos de su conchita, podría volver loco a cualquiera, se me acerca, me agarra de la mano y me la mete entre sus piernas, al separar sus infantiles labios vaginales estaba bien mojada, ella contenta me dice:

Agustina: mira tío, desde que empezamos a jugar en el sillón que sentía calorcito en mi conchita y estoy mojadita, cada vez que estoy cerca tuyo se me pone caliente y mojada.

Yo totalmente orgulloso paso un dedo y saco un poco de sus flujos, lo llevo a mi boca mirandola a los ojos , como cuando ella se traga mi semen, su sabor es con agua con un leve toque de limon , transparente, pegajoso como almíbar recién echo. La siento en el sillón, le abro las piernas mientras yo me siento en el piso , abro sus labios y empiezo a lamer todo ese hermoso almíbar, trato de mirarla a ella y Agustina, me mira fijo, exitada , una mirada que solo una puta deberia poner, mi lengua empezá a moverse más rapido, ella cierra los ojos y se deja llevar por el placer, yo lamo desde el ano hasta la punta de su clítoris, al sentir con mi lengua que ya esta mas notorio me concentro en su botoncito del placer, lamiendo y succionando. Hasta que solita se tapa la boca, cierra las piernas con violencia y tiene un orgasmo que la deja con las mejillas rojas y su vaginita totalmente mojada. Totalmente rendida, como muñeca de trapo la muevo a mi placer y me acomodo para penetrarla. Lubrico mi verga con sus jugos y se la meto de a poco, sigue siendo una nena de 8 años, su cara de puta es hermosa mientras la voy partiendo en dos, hasta que solita me dice hasta ahí no más. Estoy chocando contra su útero y le duele, me fijo y la mitad de mi verga está afuera, Pero es una imagen tan hermosa, su conchita abierta con mi verga entre medio de sus labios blancos, que me encantaria tomarle una foto y ponerla en mis recuerdos destacados.
Empiezo a mover mis caderas, saliendo y entrando lento, sentir el calor de su conchita me encanta, mientras ella goza, y entre gemidos de gatita me dice que quiere mas fuerte. A lo que le digo:

Yo: Hermosa mía (bajando el ritmo para que me preste atención y sienta hasta las venas de mi verga), cuando quieras más fuertes tenés que decir, dame más fuerte papi, rompeme toda, partime al medio.

Agus: Si tío, rompeme toda quiero más (empiezo a darle más fuerte y su voz se parece a cuando una persona quiere hablar mientras corre, y su gemidos de nena son espasmos que no puede controlar) más papi, dame más fuerte rompeme toda la concha de puta que tengo.

Solita empezó a improvisar, lo que confirma que la estaba educando bien, la estaba llevando por el camino de una putita, quería que en la calle fuera una nena inocente Pero que conmigo en la intimidad fuera la más puta, porque me dí cuenta que ver cómo pervertia a una niña se sentía a gloria, como ganar algo que no todos ganan, sentia algo especial, ver su carita de placer y sus gemidos era un placer que ninguna porno me habia generado jamas. Mientras pensaba esto, miraba su cara de nena puta, y la bombeaba una y otra vez con más fuerzas hasta que le dije que ya me venía, para que se concentre en sentir mi verga latiendo dentro suyo. Y ella de la nada me dice.

Agustina: dale papi, lléname de leche

Y esa sola frase me hizo explotar dentro suyo, mirandola fijo a los ojos la tome de la cara y la escupí, ver la saliva en su cara me calentaba, «si escupime papi» me decia ella, totalmente ida en el placer, sentía cada espasmo tan fuerte que me quedé sin una sola gota en mis bolas. Saque mi verga de ella, la di vuelta y dejé su torso arriba mío , ella recostó su cabecita en mi pierna y llevo mi verga a su boca, la succionaba tratando de sacar alguna última gota perdida. Lamía como gatita, yo mientras tenía su culito en mi pecho y veía como de su conchita blanca de nena iba saliendo rebalsada toda mi leche de hombre, aproveche la lubricación y le metí un dedo por el culo, lo único que escuche de ella con mi verga en su boca fue:

Agus: Ay si papi

Empecé a desearle el culo con sus propios flujos y mi esperma. Cuando dejo de salir y note mi pecho lleno de esperma, la di vuelta , la tome de la nuca y le dije acá tenés tu lechita bebota.
Ella sola empezó a lamer todo mi pecho succionando el esperma, verla era un placer visual increíble. Acerque su culo a mí mano derecha, le metí dos dedos por la conchita para lubricarlos bien y se los metí por el culo, me clavo la mirada en los ojos y con cara de placer y dolor recibía mi dedos que dilataban un poco más su ano infantil, solita se aproximó a mi verga y comenzó a hacerme un hermoso pete. Mire la hora y ya era hora de terminar de jugar, le metí los dedos hasta la base de mis nudillos, ella saco la verga de su boca, cerro la boca y me miró, aguantando el dolor pero nunca me pidió que se los saque, entrenando en ella unos momentos, haciendo que quede toda tensa , se notaba que era mucho para ella, se los retire y se relajo.
Le dije anda a limpiarte al baño, yo acomodo todo acá. Fue y yo limpie con servilletas de papel todo lo que dejamos manchado entre sus flujos y mi esperma. Ella volvió cambiada, yo me puse la ropa y una vez todo limpia nos sentamos, nos besamos un buen rato, todo lo que queríamos era darnos besos, ella quería sentir como le manoseaba la cola y yo sentir sus pequeños glúteos. Ambos escuchamos a mi madre ir bajando por la escalera, se bajó de arriba mío Pero antes me dió un último beso, se acercó a mi oído y me dijo:
Te amo tío.

Tenía totalmente enamora a mi sobrina