MI SOBRINA YOLI
Nunca pensé comerme a mi sobrina, pero al final hicimos el amor .
Les voy a contar una historia real, tengo una tienda de ropa, vendo de todo, tanto para hombre como para mujer y casi siempre en campaña escolar o navideño hago contratación de personal, ya que falta manos para atender, era el mes de octubre y ya necesitaba una chica más para poder empezar con la campaña, puse un anuncio, pero nada.
Fue entonces que le pasé la voz a mi hermana a ver si mi sobrina quería trabajar, Yoli recién terminó el colegio y se estaba preparando para ingresar a la universidad y ella me dijo que mañana mismo la mandaría a la tienda.
Al día siguiente muy temprano llegó Yoli, estaba con el cabello suelto y una vincha, se le veía muy bien, desde que la Vi sentí en mi cuerpo algo que recorrió desde mi cabeza hasta mis pies, me saludó efusivamente y pude sentir sus senos tan ricos, le expliqué todo sobre la venta, el pago, los horarios y ella aceptó, comencé por enseñarle a seleccionar las tallas y todo eso.
Los días iban pasando y cada vez me gustaba más, de solo verla me provocaba una erección que a veces no sabía cómo disimular, Yoli tiene el cabello largo, senos paraditos y un culo que llama la atención.
Fue un día que le pedí que se quede un poco más tarde porque había que esperar un pedido y necesitábamos seleccionarlo, al terminar era un poco tarde así que decidí llevarla a su casa, ya en el carro fuimos conversando, le pregunté si tenía novio y me dijo que no, eso me gustó mucho más, hablamos de todo y una de esas se me sale decirle que le quedaba muy bien la vincha que trajo el primer día, ella sonrió y me agradeció, eres muy observador tío respondió con una linda sonrisa, llegamos y se despidió con un beso en la mejilla que me gustó mucho.
Al día siguiente llegó con la misma vincha, estaba más linda, se acercó, me saludó efusivamente con un beso, mi mente volaba, me gustaba mucho mi sobrina, mis ojos eran atraídos por su gran culo, ella se daba cuenta que la miraba y siempre me sonreía, mis atenciones cambiaron con ella, todo le consultaba, siempre le pedía consejos de como arreglar la tienda, prácticamente todo lo que decía yo lo hacía.
Cierto día llegó el cumpleaños de uno de los trabajadores y los llevé a cenar, Yoli siempre a mi lado, los tragos fueron haciendo efecto en mi sobrina y estaba algo mareada, le dije que le llevaría a su casa, subió a mi carro y en el camino se quedó dormida, no me pude contener y le toqué los senos sutilmente, pero al momento de despertarla porque ya estábamos cerca a su casa le agarré las piernas, fue lo más rico de esa noche, ella despertó y por la rapidez me dio un beso media luna o sea entre la mejilla y la boca, se bajó rápido del carro y entró a su casa.
Me fui directo a mi casa a hacerle el amor a mi mujer, pensando en mi sobrina.
Al día siguiente Yoli llegó más linda que nunca, con una minifalda que me volvió loco, como yo estaba en el almacén solo le pedí que fuera ayudarme y fue ahí que Yoli me hizo una pregunta:
Tío que tal me queda mientras se agarraba la falda
– Te queda muy rico… digo bien (con tono nervioso)
Gracias tío me dijo mientras se mordía los labios, eso me alocó mucho más, entonces decidí dar el siguiente paso y la invité a bailar aprovechando que era cumpleaños de mi suegro, la conversación fue más o menos así:
Yoli, que harás este fin de semana?
– Nada tío, ya sabes que mi mamá no me deja salir
Vamos al cumple de mi suegro?
– Pero mi tía no dirá nada?
No creo, eres mi trabajadora y mi sobrina
– Bueno, pero le pides permiso a mi mamá
No te preocupes
Así llegó el día, ella vino con una mochila donde traía su ropa para asistir a la fiesta.
La llevé a mi casa para que se bañe y se cambié, mi mujer se quedó asombrada de lo linda y grande que estaba, así nos alistamos, pero Yoli fue la última en salir del baño y con mi mujer se arreglaron, cuando salieron de mi cuarto Yoli estaba hecha una mamacita, se puso un vestido negro bien entallado, su culote resaltaba y ni que decir de sus senos, yo estaba loco pero debía disimular, entonces me fui al baño y oh casualidad, Yoli había dejado su calzoncito negro, no pude resistirme y lo olí, les juro que hasta ahora tengo ese aroma tan rico, quería hacerme una paja en ese momento pero debíamos irnos.
Llegamos a la reunión, todos miraban a mi sobrina, pero fue mi cuñado un chico de su misma edad que más bailaba con ella y conversaban muy amenamente, yo estaba furioso, pero no lo podía demostrar, la noche avanzó y mi mujer estaba mareada así que decidí irnos a casa, le dije a Yoli que subiera al carro, ella notó mi molestia y sin decir nada subió, llevé al carro a mi mujer como pude y la puse en el asiento de atrás porque ya estaba por dormirse.
Ya en el camino al notar que mujer estaba bien dormida Yoli con voz baja me preguntó:
Tío, estás molesto?
– NO
Pareces molesto
– YA TE DIJE QUE NO
El silencio nos inundó, entonces le dije:
Primero dejo a tu tía en casa y luego te llevo a la tuya, ella solo aceptó moviendo la cabeza.
Bajé como pude a mi mujer y la puse en la cama, cerré la puerta, tomé mis llaves de nuevo y le dije a Yoli que subiera de nuevo al carro, Yoli me preguntó de nuevo:
Tío, estás molesto? Mientras me toma de la mano, (eso me calmó un poco)
– La verdad si
Pero por qué
– Sentí celos Yoli, no sé qué me pasa, te vi conversando con mi sobrino toda la noche …..
No pasa nada tío, él no me gusta
– Entonces?
Acaso no te das cuenta? Te dejé un regalo en el baño
Ni bien terminó de hablar y ya la estaba besando, no me pude contener, mis ganas estaban a mil, mis manos tocaron esos senos tan ricos, quería desnudarla, cuando de un de repente Yoli se arrodilla me baja el cierre y comienza a chuparme la pinga, no saben lo rico que lo hacía, yo estaba en mi gloria, ahí estaba mi sobrina dándome una mamada deliciosa, solo tenía un temor y era que mi mujer despierte, levanté a Yoli, le subí el vestido, le quité el calzón y me lo guardé, la puse en cuatro y comencé a lamer esa panocha, le chupé todo, todo es todo, esa vagina estaba deliciosa y ni que decir de su culo, le metí lengua desde el clítoris hasta el ano y cuando ya estaba lista comencé a cachar a mi sobrina, no sé cuántas veces se vino, mis embestidas fueron muy fuertes, no tenía miedo despertar a mi mujer, solo quería cachar, después de un rato y cuando me iba a venir se la saqué y la puse a Yoli a chupar pinga hasta venirme, Yoli se tomó todo, algo que no lo hace mí mujer, se fue al baño se lavó y nos fuimos a su casa, hablamos en el camino y nos tuvimos que estacionar porque seguimos con ganas, desde ese día, Yoli es mi mujer, hacemos el amor casi todos los días, ella ya no trabaja conmigo porque ingresó a la universidad, pero igual recibe un sueldo, ella quiere que vivamos juntos para darme el culo, sus palabras fueron:
El día que vivamos juntos te podrás comer mi culito
Ufff, que delicia de relato.
Yo tengo una sobrina igual, que trabaja conmigo y que se me antoja muchisimo. Tengo mil fotos de ella y la he visto casi desnuda, pero no me he animado. Las fantasías están a mil.
Arriésgate un poco