Mi tia Gris
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En ese entonces el VHS estaba de moda y veíamos toda clase de películas, y yo conocía un lugar donde rentaban películas.
En una de esas, mi tía me preguntó si sabía que si tenían películas eróticas donde las rentaba, y le dije que sí, me dijo que le consiguiera una, pero no había en ése momento y se me hizo fácil llevarle porno.
No olvido su mirada cuando la vio por primera vez… Se puso de colores.
-Ella es blanca de pelo obscuro y muy velluda-.
Vi sus brazos y sentí su excitación, fui testigo de cómo le recorrió hasta acabar en su entrepierna, porque apretó muy duro las piernas.
No esperaba la magnitud de las imágenes tan explicitas de sexo que se veían.
Me dijo que no había visto nunca, una pero que la dejara correr… -al cabo que los niños habían salido al parque -…
Recuerdo que teníamos todo bien cerrado, se tapó con una sábana, escuche como se quitó los pantalones.
Se puso en un sillón doble, que quedaba frente al televisor, y como era chaparrita cabía bien, la posición cómo estaba le permitía extenderse en todo el asiento, y como quedaba a contraluz, me permitía ver como se estaba tocando, -¡mi tía viendo porno!-.
Veía que temblaba y como se metía la mano por dentro de su calzón, viendo la televisión.
Me dijo que estaba muy fuerte, que le bajara de volumen… al hacerlo podía escuchar los gemidos de mi tía, que los hacia intentando aguantar a que no salieran para que yo no la escuchara, en eso, escuchamos que abrían la puerta de la calle… y de inmediato quitamos la película y ella se subió en calzones a vestirse y yo me quede sacando la película…
Ese día por la tarde, la rutina en mi casa hizo que se me bajara la calentura, pero me masturbe como tres veces, en un espacio mi tía me dijo que no le dijera a nadie lo que habíamos visto, y que si podía conseguir más películas de esas, le dije que si… Por la noche a ella no le gustaba apagar la luz para dormir, y como yo dormía en la litera de arriba me daba todo el foco directo, y le dije que la apagara, y me dijo que no, que mejor me durmiera en el rincón abajo donde estaban ella y mi primita de seis años.
Me dio miedo porque sabía que si le tomaba la palabra, habría juegos sexuales con ella.
Así que decidí no bajarme y pasar una mala noche.
Al día siguiente ella se levantó y preparo el desayuno -mis padres salían diario a las cinco de la mañana y regresaban a las cinco o seis de la tarde.
Nosotros estábamos de vacaciones y nos parábamos tarde-, comimos y eran como las once del día cuando me dice que consiguiera la película que pronto no habría nadie en la casa, porque mis primos y mi hermana se la pasaban afuera en los juegos de la unidad.
Entonces vimos otra película porno y recuerdo bien que era la de Taboo II, recuerdo la imagen de la señora cogiendo en la tele y mi tía gozando bajo la sabana.
El chiste es que en un lapso de cinco días, veíamos mucho pero mucho porno, llego un momento en que mi tía ya se había enviciado, y se sentía muy confiada y siguió viendo conmigo, y hacia todo para quedarnos solos, pero ella siempre bajo la sabana, yo solo pensaba en cómo se masturbaba debajo.
Ya un día mi tía no aguantó más y quitó la sabana, y me dice muy excitada, -es que no estoy cómoda-, y al decirlo se sienta bien en el sillón con las rodillas flexionadas y los muslos abiertos, dejándome ver claramente cómo se acariciaba por encima del calzón.
Cuando vio cómo la mire, se sonrió apenada, pero se acomodó más y expuso más su vagina, mirándome a los ojos.
Sin dejarse de frotar su hermoso monte de venus, me invitó a sentarme a su lado diciéndome, -no te preocupes cada quien que se atienda lo suyo-, y le dije que si… me senté y me quede solo en calzones, porque me daba pena.
MI tía excitadicima por lo que estaba viendo en la película, se quita el calzón y lamió sus flujos, me lo da y me dice -¡huele!- Al hacerlo inmediatamente busque lamerlo lo agarre y lo lamí, ella se extendió cuan más pudo y se abrió la vagina peluda, y me dijo: -quítate el calzón y hazte una chaquetita quiero ver-, inmediatamente me quite el calzón y saque mi puberto pene, al verlo me dice: que ternura lo tienes de chavito.
Ya ella más cómoda dejo de ver el porno y me puso la vagina de frente a mí, y acariciándose los pelos y abriéndose la vagina, me dice: -no conocías una de estas en carne y hueso?- Le conteste que no, y me dice: -acércate, tócala-… Al agarrarla eyacule como loco, ella me dijo que se los echara al cuerpo calientitos; después de eso me dijo que si le daba un besito a su vulva.
La lamí hasta que ella me paro y me dijo: -ya para, ya no tardan en llegar-, pero a mis trece no contaba con nada de experiencia, me dijo ya aprenderás…
Una noche le tome la palabra a mi tía, de dormir abajo con ella, y me mando al rincón, después ella y luego mi primita.
En cuanto me acomode me puse boca abajo, y ella me empezó a hablar al oído, que si seguía pensando en la peli, le conteste que si.
Al decirlo me incorpore boca arriba e inmediatamente ella me acaricio el pene, se puso la cobija encima y me dijo que si no tenía calor, que me quitara la ropa.
Me hizo sexo oral un buen rato y cuando eyaculaba se los comía toditos; eso fue muy agradable…
Posteriormente ella se puso boca arriba y me dijo que quería unos besitos en su panocha, pero suaves.
Me habría su vagina y me ponía el dedito donde quería que le lamiera.
me encantaba que tenía pelos hasta en el ano.
Dias después una vez que se salían los niños y mi hermana, inmediatamente ponía la película y ya no esperaba a que se alejaran más, se quitaba toda la ropa de abajo, y se ponía cómoda para ver, yo a un lado veía como temblaba de excitación.
Se sentaba en el sillón con el control poniendo las escenas que más le gustaban mientras se sobaba la vagina, y yo jugando con mi pene puberto.
Cuando volteaba y me veía mirándola con lujuria, ella se reía, y me decía: -¿Te gusta?- veía como se contraía y temblaba de placer… se mostraba completa y sus labios brillaban de humedos…
En la noche, bajo la litera, levantaba su cobija y se masturbaba, me dejo metérsela, pero me dijo: -no acabes adentro, me avisas eh!-.
Me tomo mi pene y se lo tallo, posteriormente lo dirigió a su cavidad y me jalo de las nalgas para metérsela hasta el fondo… por último, me dijo que sería un secreto que guardaríamos siempre.
Cap 2
Después de eso pasaron los años y me hice adulto, sin embargo me quede con el recuerdo latente de esa experiencia con mi tía.
Nuestra relación era solo en las fiestas familiares, y ella siempre tenía una atención especial para mí, pero como yo andaba en otro viaje sexual con mi novia y en su casa, (que ya contare en otro cuento), no hacía nada por jugar con ella, aunque a ella si la veía que me miraba con mucho gusto.
Durante un periodo largo, las cosas se calmaron hasta que en la noche de la boda de su hijo, ya enfiestados y todos borrachos, le confesé que me dejo marcado sexualmente el haber visto porno tan pequeño con ella y que quería sentir, nuevamente, los pelos de su vagina mojados en mi boca.
Recuerdo bien su cara.
Apretó los dientes superiores sobre su labio inferior y volteó a verme.
Me dijo: -mira hijo, eso es del pasado y ya no es posible ahora, porque ya eres un hombre-.
Se levantó y se fue, yo pensé que todo había terminado pero en el transcurso de la noche, empezaron a irse a dormir.
Yo andaba medio borracho, pero mi tío, su esposo, estaba hasta el tronco de borracho y se fue a dormir.
Ya como a las tres de la mañana, solo quedamos mi tía, mi abuela y yo, platicamos y seguíamos tomando, hasta que mi abuela se quedó dormida.
La llevamos a la cama y nos salimos a la sala, me pregunto que si tenía sueño o hambre y le dije que hambre.
Fuimos a la cocina y nos calentamos de comer, mientras esto ocurría, de repente me pregunta que si realmente me acordaba de lo que había pasado cuando chavo, le dije que sí.
Me pidió que la disculpara por eso, porque eso no se debe de hacer a un menor.
Siguió la plática y me preguntó que si seguía viendo porno, le comente que era adicto y se sonrió y me dijo que últimamente ella también; y más ahora que sus hijos ya no estaban y ya estaban solos mi tío y ella; y como mi tío no la dejaba trabajar, pues pasaba muchas horas sola.
Le pregunte que si seguía masturbándose igual de rico, y se sonrío y me dijo: -¿A poco te acuerdas de eso?-, le contesté: – como si hubiera sido ayer-, y me dijo que sí lo seguía haciendo.
Ella traía un vestido negro hamponcito, y dijo -¿Quieres ver nuevamente?- y al decirme eso, se alzó el vestido y me dejo ver su calzón negro, recuerdo que se le salían los pelos por los lados.
Inmediatamente mi mano fue a su vagina por encima del calzón, y me dice – mete bien la mano y siente como estoy de mojada.
Desde que me dijiste lo que te pasaba, no he dejado de lubricar, hasta me fui al baño a darme una dedeada de lo caliente que me pusiste-.
Le estuve sobando el clítoris un buen rato y temblaba de placer, me agarro la verga por encima del pantalón y me pidió que me la sacara.
Se hinco y comenzó a chuparla hasta que termine en su boca, después se levantó y me pidió que se la chupara a ella, así parada.
Se quitó el calzón lo lamió y después me dijo -lámelo para que recuerdes bien esta panochita-… Así seguimos hasta que escuchamos ruido y nos separamos.
En eso llegó mi abuela, pero nosotros ya estábamos como si nada.
Despues de eso nos fuimos a dormir.
Al otro día se hizo el recalentado y todos comimos en familia, pero como era domingo, mi tío trabajaba de árbitro y se fue a pitar unos partidos y mi papa lo acompañó.
Recuerdo que había mercado y algunos se fueron para allá, el chiste es que como mi abuelita estaba muy borracha me quede con ella y mi tía dijo que no quería ir.
Me pregunto que si no me quería bañar, que iba a prender el calentador.
Total que se metió a bañar y yo estaba que ardía, y a los cinco minutos que se metió entre al baño y ella se asustó, me dijo que me saliera que nos iban a cachar, le dije que no, que no había nadie y la abuela ya se había dormido.
Me encuere y me metí a bañar con ella y me dijo, ya la traes parada, bueno pero rápido.
Se hinco y empezó a chupármela hasta que me hizo venir.
Después le dije que se abriera la panocha para vérsela bien, se salió de la bañera y se sentó en la taza y con sus dos manos se la abrió y me dijo: -así? Para ese entonces se me paro nuevamente, pero me hinque y comencé a mamársela.
Ella estaba empapada de fluidos y me decía chupa, chupa… Tenía tanto que no me hacían una mamada tan rica.
Tu tío ya ni me toca… y acabamos cogiendo en el baño.
Pasó el tiempo y como mis padres tenían un terreno junto a la casa de mis tí0s comenzaron a construir.
Yo sabía que mi tío los lunes no estaba todo el día y como apoyaba a mis padres en lo de la construcción, les dije que solo podía apoyarlos los lunes y los jueves, sabiendo de antemano que mi tía estaría solita.
Le llamé por teléfono para avisarle que iba para allá, y ella me dijo que me estaría esperando.
Cuando llegué, entre por la propiedad de mis padres y como los terrenos estaban conectados mediante una puerta, entre por atrás de su casa.
Al entrar estaba todo callado y salude sin obtener respuesta, cuando llego a su recámara veo a mi tía completamente desnuda totalmente abierta de piernas y sobándose la panocha y en la tele una peli porno retro.
Y me dijo – Te acuerdas de ésta película? Era la de Taboo II, le dije que sí.
En ese momento me baje el pantalón y los calzones y le acerque mi verga, mientras se masturbaba me mamo la verga.
Posteriormente se puso en cuatro puntos y me mostro su panocha y me dijo -chúpala papito, comete mi panocha peluda es toda tuya, se la mame, y sus jugos escurrían por mi boca, luego hicimos un 69 y nos olvidamos de la película.
Estuvimos media mañana cogiendo hasta que le llamo mi tío y ya paramos porque ella tenía otras actividades qué hacer.
Así duramos durante un par de años y después todo terminó.
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