Mi vecina
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo empezó una tarde en Bogotá Colombia, yo me llamo Sebastián, vivo en una casa con 3 apartamentos, uno en el primer piso y dos en el segundo, donde vivo yo y los vecinos del frente. Mi vecina del frente se llama Adriana tiene entre 30 y 40 años, físicamente no es fea, cabello castaño que le llega casi hasta la cintura , es ancha de caderas y por lo que había visto tenía unos senos medianos, ni grandes ni pequeños. Una tarde yo llegaba de la universidad a mi casa, iba con mis audífonos a todo volumen, desde la vuelta de la esquina vi que se dibujaba una silueta enfrente de mi casa, no le di mayor importancia, sería cualquier vecino de los que viven en mi casa,
Al acercarme noté que era Adriana, mi vecina, estaba insertando la llave para abrir la puerta pero apenas me vio la sacó inmediatamente y se quedó viéndome, cuando me acerqué me dijo "Hola Sebas, ¿Cómo estás?, imagina que mi llave no sirve, necesitaré sacarle una copia a la tuya, ¿Vale?". Se me hizo bastante raro, ya que me di cuenta que ni siquiera intentó girar la llave al mirarme. Sin embargo le respondí "Claro, no hay problema, si quieres toma", ella me vio y me dijo que abriera primero y que en la tarde me golpeaba la puerta para que le pasara la llave.
No puedo negar que estuve esa tarde pensando su actuación tan extraña pero aun así no le di mucha importancia.
Vale aclarar que vivo con mi papá pero debido a su trabajo llega tarde en la noche por lo que en las tardes suelo estar solo.
Pues pasé la tarde como cualquier otra haciendo mis trabajos y mis cosas, a eso de las cinco de la tarde tocaron a la puerta, estaba tan inmerso en los trabajos que no me acordaba que Adriana vendría por la llave, así pues, abrí la puerte y vi que era ella, se había cambiado un vestido largo que traía puesto, era de color rojo, lo había cambiado por un vestido más corto que dejaba descubiertas sus piernas y tenía un escote bastante prominente, de color negro totalmente. Me vio y me dijo "¿Me haces el favor de la llave?", por un momento me quedé viéndole el cuerpo de arriba a abajo, cuando llegué a su cara y su un gesto como de ¿Y la llave?, cuando miré ese gesto saqué la llave de mi bolsillo y se la di, al entregársela ella tomo casi toda mi mano, no solo la punta de la llave que le había ofrecido, tomó la llave y rosó su mano con la mía, seguía pareciendo extraño ese comportamiento. Tomó la llave y se fue.
Luego de unos quince minutos tocó de nuevo a la puerta, ya sabía que era ella así que abrí, cuando me vio me sonrió de una manera un tanto pícara y dijo "Muchas gracias Sebas, te debo algo, lo que quieras". De nuevo con esa sonrisa, pero yo, como buen hombre le dije que no, que no se preocupara, que sólo había sido un favor mínimo que no me debía nada, a lo que ella se negó y me dijo que pasara a su casa que no estaba su esposo ni su hija pequeña y que me haría un chocolate caliente, No tuve más remedio que aceptar su invitación.
Al entrar al apartamento de enfrente, el de ella, estaba nervioso, por mi cabeza ya habían pasado muchas escenas porno, pero me decía a mí mismo "¿Qué es lo que piensas?, ¿Crees que una mujer casada y con una hija quiere sexo contigo? No seas iluso". Entramos y me dijo que tomara asiento en el comedor, que iba a preparar el chocolate, así lo hice. Mientras ella iba a la cocina me dispuse a ver su apartamento, a detallar todo lo que había en él, pude ver unos cuatro cuadros de ella con el esposo, un calvo que a decir verdad es bastante feo para estar con esa mujer que hasta ese momento me parecía normal, ni tan linda y no era fea, tenía su diploma de ingeniera en algo que no recuerdo, un televisor, un sofá y no alcanzaba a ver nada más desde mi posición, al notar que ella demoraba, tomé mi teléfono y abrí Facebook, lo primero que apareció, justo, fue un gif de sexo, dos parejas en un 69, inmediatamente pasó un corrientaso por mi espalda y de nuevo sentí nervios. Cerré Facebook y levanté la cabeza, y ella venía con una taza de chocolate y unos cuantos panes, se sentó a mi lado y me preguntó por mi papá, que a que hora llegaba, en qué trabajaba… Preguntas de una conversación bastante normal, ya ahí me estaba comenzando a aburrir, pensé que sólo me iba a preguntar eso y me devolvería a mi apartamento, cuando ya estaba muy aburrido y había acabado el chocolate le dije que debía continuar con mis trabajos y me dijo que lo entendía, me avisó que el día siguiente (Un miércoles) no tenía que trabajar, que si cuando yo llegara podría pasar a mi apartamento a hacerme compañía, a lo que no le vi trascendencia y le dije que no había ningún problema, entonces se acercó a darme un pico en la mejilla de despedida, eso vi de reojo, entonces volteé y nuestros labios se juntaron por un momento, a ella no le importó y me dijo "Te visito mañana, Sebas" a lo que respondí un poco en shok "Claro, hasta entonces".
Trascurrió la noche bastante normal, no salí desde entonces de mi apartamento y me introduje aun más a hacer mis trabajos, así trascurrió la noche. Al día siguiente antes de irme a la universidad escuché que ella hablaba con su marido y le decía que estaba muy enferma como para ir a trabajar, el corazón me empezó a latir muy rápido y salí de casa. Pasé el día estudiando y a eso de la una de la tarde llegué de nuevo a mi casa, sin almorzar, por lo que tenía mucha hambre salí a comprar algo, cuando salí me crucé con ella en el pasillo que separa los apartamentos, me miró, sonrió con esa sonrisa pícara de nuevo, cada vez me enloquecía más esa sonrisa, y me dijo en tono sorprendido "Sebas, no sabía que ya habías llegado, ¿Te vas de nuevo?", A lo que respondí que sólo iba a comprar algo de comer por que tenía hambre y no había almorzado, ella me dijo que había preparado una pasta para lacena con su esposo y su hija pero que había preparado bastante, que si quería me daba un poco, de nuevo intenté negarme pero terminó convenciéndome, entramos a su apartamento, me senté en el mismo asiento del día anterior, esperé el plato a lo que ella llegó y me lo dejó en frente con un vaso de jugo, me dijo que comiera sin afanes que para ella era un gusto cocinar para alguien distinto a su familia. Mientras iba almorzando ella me iba preguntando que cómo había estado mi día, que tal me había ido con los trabajos y preguntas normales las cuales respondía sin problema.
Al terminar el almuerzo ella me miró y se mordió un labio lo cual hizo que me pusiera nervioso de nuevo, estar frente a una mujer mayor que yo, solos, cerca, eso me ponía así. Se quedó mirándome fijamente y yo hacía lo mismo, había un silencio rotundo, al cabo de un minuto (supongo yo), me dijo que se iba a duchar y que si quería me podía quedar ahí en su sala viendo televisión, accedí y ella entró al baño que quedaba en su cuarto, juro que quería ir allá, abrir la puerta y comérmela entera en el baño pero no fui capaz, al rato ella me llamó y me dijo que le alcanzara la toalla, inmediatamente mi pene reaccionó y ya estaba totalmente erecto, me dio las instrucciones de donde estaba la toalla, la busqué, la encontré, al dirigirme hacía el baño, mi ritmo cardíaco aumentó, llegué a la puerta el baño, la toqué a lo que ella la abrió sólo un poco y sacó la mano, me dijo que le daba pena que la viera así por que sólo su esposo la había visto desnuda, eso me hizo excitar más y reaccioné, le dije que la toalla no cabía sólo por ese espacio entre la puerta y el brazo, que tendría que abrirla un poco más, la abrió más y alcancé a verle un seno, entero, le vi el pesón rosado y la aureola aun más clara, ella tomó rápido la toalla y cerró la puerta. Pensé que se había dado cuenta de mi excitación y ya no me querría dejar quedar, me acomodé de nuevo en la sala y esperé que saliera. Para mi sorpresa, salió del baño sólo en ropa interior, un brasier de encaje y unos cacheteros. Me dijo que hacía mucho calor que quería estar así si no me importaba a lo que respondí que en lo absoluto, que era su casa y ella podría hacer lo que quisiera, me miró y sonrió de esa manera en que ella lo hace y dijo "¿Puedo hacer lo que yo quiera entonces?" le dije "Claro, lo que quieras"
En seguida se acercó y se sentó encima de mí, con su cola en mis piernas, en verdad tenía caderas anchas pero la cintura delgada, una figura que me volvía loco, también pude notar que sus senos eran más grandes de lo que pensaba y los tenía en frente de mi nariz. Ella me empezó a besar y le correspondí los besos, comencé a bajar y a besarle el cuello, bajaba más y le besaba una pare de los senos mientras con mis manos en su espalda le quitaba el seguro de su brasier, cuando lo logré Empecé a besarle los senos, le chupaba los pesones, primero uno y luego otro, ella muy excitada comenzó a gemir suave y a respirar de una manera más brusca, cuando volví al cuello con mi lengua gimió mas fuerte, se empezó a mover de una manera que su vagina rozaba mi pene que ya se notaba bastante debido a la erección, comenzó a levantarme la camiseta que traía hasta que me la sacó, se paró y se arrodilló enfrente de mí
Me besaba el pecho e iba bajando por mi abdomen, al llegar a la parte del pantalón, le sacó el botón y lo empezó a bajar, cuando lo bajó lo suficiente, me pasaba su mano por mi pene cubierto por el bóxer y decía "te lo quiero chupar todo, me gusta decir cosas sucias, ¿Sabías?, me quiero pasar toda tu leche, me tienes que dar mucha, ¿Estamos Sebas?, no alcancé a responder antes de que me bajara los bóxer y comenzara a pasar su lengua por todo el pene, de arriba a bajo, de un momento a otro se lo metió entero a su boca y sentía como jugaba con su lengua mientras mi pene estaba en su garganta, cada vez que salía y entraba mi pene en su garganta me sentía más cerca del cielo, iba a explotar pero pensaba que no podría hacerlo tan rápido así que me acomodé y ella se levanto de pie frente a mí, a la altura de mi cara quedaba su abdomen, que besé hasta llegar al inicio de sus cacheteros, los empecé a bajar lentamente con las dos manos, mientras mi boca iba besando cada milímetro que iba bajando con las manos, cuando bajé lo suficiente como para verle toda la vagina depilada, pasé mi lengua desde abajo hasta arriba alo que ella respondió con un gran gemido diciendo "Aaaaahhh Sebas, que delicia, vuelve a pasar tu lengua así", y así lo hice, luego ella me dijo "Me gusta tener el control, acuéstate en el sofá (así lo hice) ahora vas a entrar en mí, me penetrarás de tal manera que no demorarás en venirte chiquito (Ese chiquito me excitó de en demasía) ¿Estás preparado?", sólo respondí con un sí, acto seguido, abrió su pierna y la paso por encima de mí mientras la otra la subía al sofá ya estando en posición, tomó mi pene e introdujo la punta en su vagina muy muy mojada, se dejó caer y la penetré de una sola vez, casi que gritó,
Empezó a cabalgarme de forma brusca, rápida, deliciosa, y dijo "Si te vas a venir, hazlo, yo planifico" Fue el límite de mi aguante esa frase, me vine como nunca antes lo había hecho, mientras lo hacía ella decía "Qué rico cómo se siente tu leche caliente, lléname, lléname" y seguía saliendo semen de mi pene como si nunca acabara, cuando acabé ella se paro y un poco salió de su vagina, me dijo que me parara que apenas estaba iniciando, que sólo había tenido dos orgasmos y quería sentir más, se arrodilló y empezó a hacerme otro oral para que mi pene se pusiera muy erecto de nuevo, cosa que no demoró, cuando ya estaba muy erecto se paró y se recostó con las manos en el sofá (Una especie de 4) Y casi como una orden me dijo "Métemela, ya, hazme tuya de nuevo, soy tuya, métela por favor" Ante semejante súplica no dudé y comencé a entrar y salir de nuevo de su vagina, empezó a gemir y a decir "Me vengo Sebas, no pares, me vengo aaaahhh" Luego de venirse me dijo que me tenía una sorpresa, con su mano derecha sacó una especie de cordón de su ano, y acto seguido sacó unas cuatro bolas chinas de allí y me dijo mirándome a la cara "Métemela", nunca había hecho anal así que me excite aún más, como nunca, sentía mi pene a punto de explotar por tanta excitación, se lo metí de una manera tan fácil que me preocupé si lo estaba metiendo por donde ella quería, para mi sorpresa sí era el ano, lo tenía tan dilatado y lleno de sus babas que el pene entraba de una manera muy sencilla, ella gimiendo y yo bombeando, cada vez más fuerte y rápido, le daba palmadas en las nalgas
Y ella decía "Sí amor, dame más", no pude más y me vine de nuevo por montones, saber que lo hacía en su ano me excitaba más y me vine como nunca, fue la mejor sensación. Después de eso nos bañamos juntos, no pasó nada más de eso, sólo jugamos como unos niños pequeños bajo el agua, nos besábamos y tocábamos pero no de la manera que antes lo hicimos, ella me secó, yo la sequé y me dijo que quisiera que siguiera pasando, le dije que me gustaría lo mismo hacer más cosas con ella y me besaba y mordía los labios, nos vestimos y me dijo que no demoraba en llegar su esposo, la besé por última vez mientras le daba una nalgada y salí a mí apartamento.
Hoy, cinco días después me la he vuelto a encontrar y me ha dicho que tal vez mañana no vaya al trabajo, ya veremos que sucede…
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