Conocí a Dulce, una niña que me llevo al amor de las niñas..
Esto sucedió cuando tenía 20 años, estaba estudiando la universidad en una ciudad cercana al DF (México) iba en mi segundo año de la carrera y vivía en una casa de huéspedes, donde la señora de la casa rentaba habitaciones a los estudiantes. Yo usualmente no me iba los fines de semana a casa y me quedaba en el desmadre de los fines de semana o me quedaba a echar la hueva en mi habitación. El caso es que ya llevaba casi 1 año viviendo en esa casa y me volví de «confianza» porque a pesar de ser un desmadre, nunca faltaba el respeto de la casa, ni hacia nada que la señora prohibía, por lo que un fin de semana toco a mi habitación para saber si podría cuidar a una niña durante un par de horas. Porque ella tenía que ir a ver a su hija que estaba enferma. Yo sin pensarlo le dije que si. Solo me dijo que le diera de comer y viera que estuviera bien. Así que la llamo
– A ver dulce, él es José y te va a cuidar en lo que voy a ver a mi hija, yo ya hable con tu mamá y no hay problema – dijo la señora.
– esta bien señora mago – respondió la niña algo afligida.
– tú te quedas en mi departamento y si necesitas algo le tocas a jose, ¿ok? – sentenció doña mago
A esta niña la había visto solo un par de ocasiones, mientras salía para la escuela o cuando regresaba y estaba en casa junto a su mama. Nunca habíamos cruzado palabras más que las de cortesía. Pero si notaba que era algo inquieta, aunque durante ese fin de semana note que a parte de inquieta era muy adelantada para su edad por las cosas que había vivido.
Sin más doña mago, como le decíamos todos sus inquilinos salió, se veía preocupada porque no tardo nada, dejando casi casi a la niña en el pasillo y partió, dulce con cara de miedo y sin saber que hacer solo dijo que iría a ver la tele y yo volví a encerrarme en la mía, en ese tiempo no había WhatsApp, entonces yo andaba mensanjeandome con una amiga de la universidad con la que cogia cada vez que podía. Una amiga con derechos. En eso estábamos cuadrandondo vernos para otro revolcon, cuando tocan a mi puerta, obviamente sabia quien era, así que abrí y ahí estaba esta niña.
Dulce – ¿no sé como poner el cable, me ayudas?
Yo – claro, vamos – después de 5 minutos le pude poner el cable para que viera sus cosas y regrese a mi habitación.
Mi amiga ya no me respondía, mientras pasaba esto, prendí mi laptop y comencé a ver videos, no paso ni 5 minutos en lo que vuelve a tocar dulce.
– tengo hambre pero me da pena tomar algo del refri de la señora Mago – me dijo.
– ven te invito de lo mio – le conteste y ambos bajamos al comedor y abrimos el refrigerador que era para los estudiantes. – toma lo que quieras – le dije, a lo que dulce tomo un yogurth y volvimos a nuestras habitaciones, ella caminando delante mío, fue ahí cuando comencé a ver su figura. Llevaba un short cortito tipo mezclilla y una playera de tirantes y de sus hombros asomaban los tirantes típicos de prepubertas, sus piernas eran delgadas y casi no tenia culo, cuando se volteó para darme las gracias, vi sus incipientes senos, pequeños como limones.
Yo volví a mis videos pero ahora me había metido a xvideos a ver porno y puse en su buscador teens y cuando comenzaba a acariciarme mi verga, volvió a tocar, yo no sabía si enojarme y mandarla muy lejos o seguir en ese juego.
– perdón José, es que estoy aburrida y no sé que hacer – me dijo con voz chillona.
– ¿por qué no tratas de dormir? Si te duermes pasara el tiempo más rápido – respondí aguantando una sonrisa falsa.
– ok, ya no lo molesto más – y se volteó para irse a su habitación. La seguí con la mirada, hasta que subió las escaleras. Volví a cerrar mi habitación y sin pensarlo saque mi verga y comencé a masturbarme, viendo en la pantalla como un tipo tenía a una tipa delgadita en cuatro y este le daba durisimo.
Cuando estaba viniendome volvió a tocar Dulce. La deje esperar como 1 minuto, en lo que limpiaba mi mano y me acomodaba mi pants ya sin bóxer, porque así estaba más cómodo.
– ¿Qué paso Dulce? – dije ya en un tono más serio, lo más serio para un wey de venti tantos años.
– nada, es que ya me dio hambre – no había pasado ni dos horas en lo que se había ido Doña Mago
– ok, vamos a preparar unas quesadillas que a mi también ya me dio un poco de hambre – respondí y volvimos a ir al comedor, mientras sacábamos las cosas de la alacena y del refrigerador, note que Dulce veía mi paquete, que andaba medio erecto todavía y se notaba más o menos en el pants. Así que utilicé toda la sabiduría zen para que no se pusiera duro.
– ¿Me ayudas a desmenuzar el queso? – le pedí a la niña. Levantandose de la silla de donde estaba y colocándose a un lado de mi. Dulce en vez de irme pasando el queso, lo ponía del otro lado, lo que hacía que pasara por detrás de ella para tomarlo e irlo poniendo sobre las tortillas de harina, esto provocó que mientras daba me movía detrás de ella, mi pene rosará su espalda, más preciso arriba de su culo, por el pequeño espacio que tenía el comedor era imposible para mi hacerme más atrás y no rosarla y ella se movía para atrás cada vez que yo pasaba detrás de ella. Así fue hasta que preparamos como 6 quesadillas. Cuando estaba ya en el sarten y gratinandose el queso le di la espalda para acomodarme mi verga y dejarla sobre entre el resorte de mi pants y mi abdomen. Volviendo a sentarme en la mesa.
– A mi primo y a mi hermano también les pasa lo mismo – me dijo sin rechistar
– ¿Cómo sabes que me pasa lo mismo que ellos? – pregunte sorprendido.
– porque se les nota su bulto como a ti y después se les ve como un palo atorado – respondió y señalando mi verga.
Fue en ese momento donde me aventé al todo por el todo.
– ¿Entonces te fijas en los paquetes de tu hermano y primo? – volví a preguntar.
– obvio, siempre lo traen así y más cuando… – y de pronto calló.
– ¿más cuando que Dulce? Ya estamos en confianza y prometo no contar nada – insistí para que me contará más.
– de verdad ¿lo prometes? – dijo bajando la voz.
– promesa de boy scout – respondí.
– ok, se les para más cuando jugamos a la granja. Mi hermano, mi prima y yo cuando estamos solos jugamos a la granja, donde mi prima y yo somos las yeguas y mi hermano y mi primo son los machos, en nuestro juego empezamos comiendo M&M que tiramos en el piso como los caballos que comen pasto, después el macho se pone detrás de la hembra y comienza a moverse de atrás hacia delante, hasta que sacan su leche… – me contaba esta pequeña niña lo que hacía con sus parientes.
– y ¿juegan con ropa o sin ropa? – pregunte para saber si esta niña ya había visto una verga en vivo y a todo color.
– al principio con ropa, después nos quitamos los pantalones o nos bajamos los calzones si traemos falda mi prima y yo y volvemos a jugar hasta que ellos sacan eso de nuevo… – me lo contaba Dulce como si fuera algo normal. – pero recuerda que es un secreto y no se lo puedes decir a nadie, por favor – me rogó la niña.
– cuenta con ello Dulce, de mi no saldrá nada, ¿Cuántos años tienen ellos? – pregunte de nuevo.
– yo tengo 11 años, mi hermano 18, mi primo 16 y mi prima 12 – respondió pensando bien sus edades.
– entonces ¿tú ya le has visto los bultos a ellos? – yo andaba super intrigado con esta niña.
– si, al principio se cubrían apenas terminaban, pero después nos hacen chuparles sus bultos para sacarles todo y ellos nos chupan nuestras chichis como le hacen los bebes y deberías ver las chichis de mi prima ya están muy grandes para su edad, según ella es gracias a eso, luego hay días en que mi hermano le chupa una y su hermano la otra y hay veces que me lo hacen a mi – me contaba, yo andaba tan erecto y atento a lo que me contaba que las quesadillas se me estaban empezando a quemar. Cuando me levante a sacarlas del sarten se me solto mi verga provocando que se hiciera una gran carpa en mi pants.
– wow, la tuya es más grande que la de ellos – dijo la niña. Como pude la volví a acomodar mi verga con una mano y con la otra sacaba las quesadillas y las ponía en un plato que ya teníamos ahí.
– ¿Por qué no vemos una película en mi habitación o me sigues contando más? ¿Como ves? – le pregunte a Dulce que con un movimiento rápido de cabeza afirmo.
– entonces no necesitamos otro plato – dijo ella y nos fuimos subiendo a mi habitación, dejando que ella fuera adelante de mi. Esta vez yo me comía ya su culo con la mirada…
Ella abrió mi habitación dándome paso ya que traía las manos ocupadas con el plato de quesadillas y unos refrescos en la otra, pero noté que al cerrar se fijo muy bien en ponerle seguro en la puerta.
Coloque el plato en la cama y los refrescos en el buro.
– ¿Qué quieres ver o quieres seguirme contando que haces con tu hermano y primo? – pregunte acomodando de nuevo mi verga.
– ¿Quienes son ellos? – pregunto ella al ver la pantalla de mi laptop
– coño – se me salió, había olvidado en cerrar la ventana de la página porno que estaba viendo – ellos están jugando a algo similar del juego de granja que tu juegas – se me ocurrió decirle.
– ¿hay otro tipo de juegos así? – respondió ella.
– claro ¿no lo sabias? Hay juegos tipo novios, otros tipo disfraces, otro tipo de escuela, hay varios – respondí con lo primero que se me ocurría.
– ¿y cuál te gusta jugar a ti? – pregunto Dulce.
– me gusta más tipo novios, empezar con besos, caricias sobre la ropa, después quitarte todo, seguir acariciando y después sacar la leche… como lo hacen tu primo y hermano – respondí
– quiero ver eso ¿Me enseñas? – dijo ella, y soltando una mirada de gato de Sheik.
– ok, busquemos un video así, pero esto será un secreto, ¿ok? – le respondí
– otro más – respondió sonriendo.
No fue difícil encontrar un video de novios primerizos de esos que empiezan romanticamente y después terminan en sexo. Pusimos uno que duraba bastante, era fascinante verla, mientras se comía su quesadillas, veía las escenas. Haciendo preguntas de cada cosa como ¿a las mujeres les gusta que les besen el cuello?, a mi me gustan las caricias pero mi hermano y mi primo son muy rudos, entre otras… ya casi había pasado 10 minutos de puro faje en la película cuando suena mi celular y era doña mago. Rápidamente puse en mudo la pantalla y respondí a groso modo, me dijo que su hija si estaba grave y que se quedaría con ella toda la noche, me hizo mucho incapie en que cuidara a Dulce, yo a todo le decía que si, colgamos y le dije a Dulce que Doña Mago no regresaría hasta mañana. Lo que me daba tiempo de hacer con esta niña lo que quisiera…
perfecto