mi vecina Jakelyn
Estas son las Confesiones de un hombre que termino perdidamente enamorado de una linda jovencita,.
Estas son las Confesiones de un hombre que termino perdidamente enamorado de una linda jovencita,
relatare estas memorias y trataré de redactar lo más parecidas posibles. Cabe señalar este relato es real.
Y son vivencias que a mi mediana edad aun atesoro y recuerdo con gran nostalgia. Sin mas preámbulos comencemos.
Señoras y señores sean ustedes el jurado y jueces, de esta historia. Y juzguen ustedes mis actos,
Historia que comienza aquí:
Mi nombre es Anguel Nací en una ciudad fronteriza del norte de México, mi padre comerciante y mi madre excelente administradora, lograron varios negocios exitosos. De los cuales herede y administro desde mis 28 años actualmente tengo 40. Pero no todo pinta bien y al parecer en México el ser exitoso sinónimo de secuestro y extorción, así que no entrare en detalle para no alargar esto. aparte que esta historia no se centra en la vida de mi familia. Si no más bien en una parte de mi vida que me dejo marcado y seguirá presente hasta el día de mi muerte.
El relato se centra, algunos años después del secuestro y extorción de mi padre, muy cerca de mis 30 años. decido vivir una vida sencilla, sin lujos así que me fui a Vivir en un departamento yo solo, en una zona tranquila, esto por mi seguridad y la de los que me rodean, sin saber que en un par de años cambiaria el rumbo de mi vida por completo, siendo soltero, mi trabajo no me daba tiempo para relaciones amorosas, solo una que otra pasajera sin compromiso, me describo como una persona amistosa y platico con todos mis vecinos, es aquí donde mi relato comienza a dar forma, gracias a la confianza que me gane en los vecinos de la privada. a los meses conozco a una vecina una señora ya pasada de 40 años que tenía 2 hijas. La mayor de 20, casada, ella vivía con su esposo en otra zona de la ciudad.
Y a la anfitriona de este relato.
Jackelyn. luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, y para nombrar tu nombre
Era ella sencillamente hermosa, cuando la miraba pasar por la mañana a su colegio, un metro cincuenta y seis de estatura, con pies descalzos. Era Jackelyn en el coleguio. Era Jackelyn con su mama, era Jackelyn cuando jugaba… Pero en mis brazos era siempre “Jackie”
una jovencita de hombros frágiles y color de miel, princesita de piel blanca suave. senos juveniles, espalda esbelta, sedosa, pelo castaño. ojos café claros, mirada picara, labios seductores.
Lindas pecas en los pómulos, sonrisa que sin palabras hablan y te invitaban a pecar.
mi vida trascurría normal, trabajo – Casa, así mi rutina,
Normalmente trabajo en casa o por las noches, así que la mayor parte del día me encuentro en casa.
Por las tardes me ponía a trabajar en una mesa que tengo cerca de la ventada que tiene vista ala calle.
pero una tarde de verano sin saberlo cambiaria el rumbo de mi vida.
Todas las tardes la miraba pasar llegando del colegio. Caminaba desde la entrada de la privada pasando por el frente de mi casa, hasta llegar a su casa y ahí se sentaba en una banca a fuera a esperar a su mama, que ella llegaba 2 horas más tarde. Esa era su rutina casi toda la semana
Siempre que ella pasaba volteaba a ver si yo estaba ahí, y solo saludaba con una sonrisa o una que otra vez que nos encontraríamos en el patio. Solo nos limitábamos a un “hola buenas tardes”
Ella una jovencita en inicios de su adolescencia, y yo un hombre recién entrado en sus 30’s
Pero una tarde de verano, yo la veo llegar a su casa, un saludo desde la ventana mientras yo trabajaba, la sigo con la vista todo su recorrido. Y todo bien hasta ahí. Pero después de varias horas me doy cuenta que ella seguía afuera. A lo que yo comencé a sospechar que su madre no llegaría esa tarde temprano.
Después de varias horas que yo estuve observando y cuidando de ella ala vez. Salgo y le hablo. Para preguntar porque seguía ella afuera. Ella me responde que su mama aun no llegaba y que no tenia forma de comunicarse con ella. Yo amablemente le presto mi teléfono y hace la llamada. Su madre le contesta muy preocupada que tuvo un inconveniente en su trabajo y que llegara mas tarde. Le cometo que ya es tarde que si gusta podría quedarse en mi patio en lo que su mama llega. Ella se lo comunica a su mama y acepta mi ayuda. Esa tarde conversamos un poco mientras llegaba su mama.
asi nos conocemos un poco mas.
Me platico entre otras cosas que estudiaba en un colegio, en 2º grado de secundaria que casi no tenia amigos por ser algo introvertida. Su mama trabajaba y su papa casi no se hacía responsable de ella que de vez en cuando las visitaba y les daba dinero. Después de algunas horas de platica. Llego su mama. Se disculpo conmigo por el inconveniente y me dio las gracias por estar al pendiente de su hija. Se retiraron y mas tarde en la noche recibo una invitación de amistad en mi Facebook seguido de un mensaje que decía “hola”
Sin saber que ese seria el inicio de mensajes rutinarios, acompañados de preguntas personales para según ella conocernos mejor.
Pasaron los meses y después de ese día la rutina cambio. Para todos
Ella llegaba y se sentaba afuera de mi patio ya tenia la contraseña de mi internet. Poco a poco ya era más confianza en ambos y los vecinos ya estaban familiarizados con eso.
Meses después llego el otoño y con el las lluvias.
Una tarde de las primeras lluvias de octubre me desperté muy tarde, la noche anterior trabajé asta la madrugada. Me despierto para prepararme algo de comer y me asomo por la ventana y la veo afuera toda mojada por la lluvia.
Rápido abro la puerta y le hablo. Que por que estaba ahí,
Ella me contesto que estaba tratando de mandarle un mensaje a su mama para saber si llegaría temprano.
En ese momento no importo el que dirán al permitir dejar entrar a una niña a mi casa, yo solo actúe con empatía. La invito a pasar, ella acepta.
Le traigo una toalla para que se seque. Y le acomodo en un rincón su bolsa con los libros del colegio. Todos mojados, por cierto.
En eso recibe una llamada de su mama donde le dice que si se encuentra bien, ella le explica que esta dentro de mi casa. Su madre lo agradece y me pasa su teléfono para hablar con ella,
Me dice que muchas gracias por dejar que su hija se resguarde de la lluvia, ella llegaría un poco tarde por su trabajo y el trafico que hay por la lluvia. Yo le comento que no se preocupe. Que me encargo de ella y nuevamente lo agradece y cuelga.
Volteo a ver a Jackelyn y le comento. Bueno, creo que tu madre tardara en llegar otra vez. A lo que ella asiente con la cabeza. -¿ya comiste? ¿Te preparo algo? Ella solo me mira, se sonríe y me dice: ¿puedo entrar a tu baño?…
Sonriendo le digo adelante. Y al dar ella unos pasos me doy cuenta de que esta dejando agua de sus tenis por el pasillo . ella también se da cuenta de eso, y le digo si quieres quítate los tenis, para que no manches el piso y los pongo a secar. Ella acepta y se los quita. Se queda ella parada mirando sus calcetines que también todos mojados. Y voltea a mirarme yo lo noto y sonrió.
Y sin ninguna malicia le comento. ¿Te quieres quitar la ropa?.. ella me mira con ojos de sorpresa y noto su incomodidad. Yo me pongo rojo de la pregunta que le hice. Y rectifico..
Veo que estas toda mojada. Si gustas te presto algo de ropa, para meter a lavar y secar la tuya. Ella aun con algo de pena acepta. me dice me podría meter a bañar a lo que respondo claro. Adelante, al cabo tu madre tardara en llegar no hay prisa.
Abriré un paréntesis en este relato. Para ponerlos en contexto. En este momento no pasaba por mi mente algo morboso o alguna atracción sexual por ella. Que confieso era y es una joven muy hermosa, aparte la relación de amistad vecinal que existía entre ella, su madre y yo. Me era casi imposible pensar algo mal, Cierro el paréntesis
Los minutos trascurren con normalidad.
Voy a mi cuarto y le busco algo para que se ponga, solo encuentro un juego de ropa deportiva que ya me quedaba ajustada, y unas sandalias se las dejo cerca para que la pueda tomar y cambiarse, después me voy a la cocina a seguir preparando algo sencillo de comer, al salir de bañarse y entrar ala sala fue ahí en ese preciso momento, que me dice donde dejo mi ropa y yo estando de espaldas volteo para señalarle la puerta al cuarto de lavado, sin el menor aviso la veo ahí parada deslumbrante hermosa, si ella no reconocida e ignorante de su fantástica belleza.
Sin saber que por mi cabeza se acaba de congelar por unos instantes para contemplar su belleza, se preguntaran por que tantos elogios. Bien mi estimado lector le describiré a detalle lo que mis ojos en ese precisó momento lograron captar y mi memoria logro guardar.
semidesnuda, Era la misma niña: los mismos hombros frágiles y color de miel, la misma espalda esbelta, sedosa, el mismo pelo castaño. Solo llevaba puesto una camiseta azul vieja con el logo de Superman en torno al pecho, ocultaba su desnudes a mis viejos ojos de mono, pero no a la mirada de un viejo que se preguntaba que lleva puesto debajo de esa camiseta vieja, sus senos juveniles se marcaban sobre ella. Y, la nodriza de una princesita (perdida, raptada, encontrada en harapos gitanos a través de los cuales su desnudez sonreía al rey y a sus sabuesos), reconocí el pequeño lunar en su entrepierna derecha. Con ansia y deleite volví a ver su encantadora sonrisa, en aquel último día mortal de locura, tras mis treinta años vividos, desde ese entonces se empequeñecieron mis latido agónicos por ella, hasta desaparecer.
Si mi estimado lector. Solo llevaba puesto una playera azul vieja, que compre cuando era un joven de 20 años, y le quedaba a la perfección, solo me limito a decir wow!! Ella sonríe y me dice:
Solo me quedo esto, lo otro me quedaba muy grande. A lo que sin pensarlo solo susurre. Y que llevas de bajo de eso. Fui muy obvio mi mirada no salía de sus piernas, y buscaba cualquier descuido de encontrar la respuesta ala mayor pregunta de ese momento, que lleva puesto de bajo.
Después de esa pausa silenciosa y miradas incomodas. La llevo al cuarto de lavado para que pusiera a secar su ropa. Yo me adelanto una vez que la dejo ahí para servir la comida.
Ese momento ya perdí todo sentido de culpabilidad. Me deslumbro su belleza semi desnuda, y me preguntaba que sería de ella desnuda en mi cama, no podía borrar de mi mente una idea así. La miraba mientras comíamos en la mesa sentados y me imaginaba cosas.
la tarde siguió su rumbo comimos platicamos y nuestra confianza se agudizo aun mas.
Tanto así que comenzamos un juego de preguntas o retos. Después de varias preguntas o retos sencillos trato de llevar el juego a otro nivel. Un nivel más atrevido. Haciendo preguntas como ¿ya has besado?
¿te gusta alguien? ¿Tienes novio?, sus respuestas a mis preguntas fueron “si, si y no”
En ese orden.
Se preguntaran ¿que paso con la playera y el saber que traía debajo de ella? Pues, bien dentro de los retos y preguntas que hacíamos y le hice, efectivamente no traía nada debajo. Pero fue momentáneo por que a los 15 minutos despues de poner su ropa a secar ya estaba lista. así que mi estimado lector mi sufrimiento de tratar de buscar con la mirada por debajo de esa playera solo fue pasajero. Pero el morbo perdura asta el dia de hoy.
Sin pasar por alto que el tiempo que duramos jugando después de eso fue inolvidable.
Horas mas tarde llego su madre. La invite a pasar y le ofrecí algo de comer. Nos sentamos los tres en la mesa del comedor hablamos de todo, fue una tarde muy agradable, y lo mejor aun resulto, que acordamos, cada 3er día de la semana Jackelyn podría ir a limpiar mi casa por las tardes a lo cual ella con gusto aceptó.
La platica siguió ya entrada la noche se retiraron, pero Jackelyn y yo seguimos con el juego por mensajes.
Ya saben una cosa te lleva a la otra… y mas en este tipo de situaciones, cuando menos lo esperas ya estas planeando algún encuentro sexual.
Que en este no fue el caso, ¡no, por el momento!….
Interesante inicio continuarlo pronto.
Excelente historia!