Mi vecina Priscilla me quita mi virginidad
Priscilla es mi vecina. Tiene 16 años. Es una hermosa muchacha de senos grandes, flaca, tiene unas hermosas y largas piernas que terminan en unas nalgas muy vistosas. Hacía ya bastante tiempo que yo la miraba con mucho cariño y me masturbaba en su nombre más de una vez al día..
Yo cumplí hace dos meses los quince años. Soy un muchacho de cuerpo pequeño, apenas mido 1,60mts y peso unos 65Kgs. No soy muy agraciado y suelo estar siempre solo, ya que no tengo habilidad para socializar, creo que tengo una especie de autismo.
Priscilla es la hija de nuestra vecina, como les dije antes es una hermosa muchacha con un cuerpazo tremendo y unas tetas que me invitan permanentemente a masturbarme. Yo no he tenido experiencia sexual con mujer alguna. Solo masturbarme. Obviamente que consumo mucho porno, así pude comparar que mi tripa no es muy común. Intrigado por el tamaño y los comentarios de compañeros del colegio al respecto, tomé una cinta métrica de costurera de mi madre y me la medí. Arrojó la friolera de 20x7cms, y llegando a los 8.5cms en la base del tronco. Y otra de las cosas que noté al masturbarme tanto que me cuesta mucho acabar, pero cuando lo hago lanzo chorros varios con mucha fuerza.
Volvamos al relato interesante. Priscilla tiene novio actualmente, y anteriormente ya a tenido otros. Pero pude enterarme que estaba algo peleada con el actual. Y se la notaba algo triste y distraída. Estaba yo esa tarde sentado en el tapial que divide nuestros patios observando unos picaflores que vienen todas las tardes a libar en una planta llamada aljabha, tiene muchas flores de color rojo que parecen campanitas. Eso los atrae. Y siento que alguien se acerca por detrás mío, Giro la cabeza y es mi vecina Priscilla. Viene vestida muy primaveralmente, trae puesto un shorcito de lycra que marca sus bien torneadas piernas, ni hablar de que su cola resalta con ese short. Y arriba solo trae la parte superior de una bikini de baño, lo que me excita sobre manera ya que puedo mirar sus hermosos y grandes pechos. Ella sabe que yo la miro y se contonea haciéndose la modelo. Eso me pone cachondo y mi verga comienza a ponerse dura. Se imaginan que con el calor que hacía yo solo llevaba puesto un short de futbol, por lo que el bulto en mis pantalones fue muy notorio, y a Priscilla no le pasó desapercibido. Al acercarse a mí, no quitaba la vista de mi entre pierna. Yo al descubrir su mirada medio me avergoncé, ella se puso bien pegadita a mi, y me pregunta que que estoy haciendo. Yo medio tartamudeando le comento que observando los pájaros. Ella me pregunta si puede sentarse a mi lado a ver las aves. Lo que me encantó. Podía sentir su perfume de mujer, y más me excitaba. Subió al paredón ayudada por mi, en un momento la tuve abrazada para que terminara de acomodarse y pude sentir el peso de sus senos en mi pecho, y más me llamó la atención sentir sus pezones duros. Mi vecina se acomodó a mi lado y haciéndose la disimulada, apoya su mano en mi pierna y acariciándola suavemente la va corriendo hasta posarla sobre mi verga. Sentir su mano en mi tripa fue como recibir un coletazo eléctrico. Me puse colorado, mi timidez asomó a pleno. Ella sonriendo me mira pícaramente y me pregunta si tengo novia, le contesto que no. Me preguntó si ya había tenido sexo con alguna chica, nuevamente mi respuesta fue que no. Para esto ya mi vecina masajeaba con ganas mi pija, la cual estaba totalmente erecta. Y la muy puta la descubrir el tamaño de mi rabo se excitó, y me dice si podemos ir detrás de unos matorrales que hay en casa, que ella tiene algo muy lindo para mi. Yo con ella iría al fin del mundo. Nos bajamos del paredón y me toma de la mano, me lleva detrás de las plantas, y apenas llegamos me abraza, me apoya sus tetas en mi pecho y me come la boca con un beso de lengua tremendo. Me pone ambas manos en mis nalgas y me aprieta contra su cuerpo haciendo que mi pija se frote contra su concha. Está muy excitada, yo no sé bien como actuar, pero ella hace todo sola. Se arrodilla frente a mí y me baja el short liberando así mi verga. Priscilla al verla se lame los labios, toma mi herramienta por el tronco y la calibra, luego sin más se mete media verga a la boca y comienza a darme mi primer mamada en vivo por una mujer. Yo estaba en el séptimo cielo. Chupa y lame con una ganas bárbaras. Me pide que le acaricie las tetas, se las saca del corpiño y puedo amasarlas a gusto, son pesadas, sus pezones están hinchados y duros. Me mama la verga por unos 15 minutos. Noto que ella está muy caliente. Suspende su mamada y se pone de pié. Me lleva un poco más atrás entre las plantas, y sin que yo se lo pida, se saca el short de lycra quedándose desnuda de la cintura para abajo, luego se saca el corpiño y allí está, totalmente como Dios la trajo al mundo, mostrándome y dándome todo su cuerpo. Me toma de la mano y me hace arrodillar frente a ella, abre sus piernas y puedo apreciar de cerca su vagina. Está totalmente depilada, sus gorditos labios vaginales están brillosos, me pide que le chupe la concha. No tengo experiencia y acometo como puedo y hago lo que vi que hacen en los videos pornos. Así es que meto lengua y dedos, de pronto se me ocurre meterle un dedo en su culito, lo recibe contenta, se mueve un poco, y goza de mi lamida, pronto está a punto de acabar, me frena, se da vuelta y se pone de espaldas a mi apoyada de manos en el paredón, abre sus piernas y se agacha un poquito y me pide que la penetre vaginalmente, despacio por que mi verga es muy gorda. Le hago caso y ella toma mi tripa y la posiciona entre sus labios vaginales y me dice, dale ahora metela. Comienzo a pechar y la verga de a poco se va incrustando en su vagina, ella suspira fuerte y gime, a veces se queja un poquito, pero la poronga va entrando, pronto ya está la mitad adentro, finalmente la punta de mi tripa hace tope en su útero, está totalmente penetrada, y se desató un infierno, comenzó a moverse como loca, adelante y atrás, se la sacaba casi toda y de un solo empellón se la metía hasta el fondo, movía las caderas como si fuera una licuadora, pronto ya toda la verga le entraba hasta el fondo, y en medio de un suave gemido siento que mi verga es mojada por sus calientes fluidos, medio se le doblan las piernas, no se cae por estar bien ensartada, me pide que le siga dando matraca, obedezco y sigo cogiéndola con más ganas, y no puedo acabar y ella se desespera, es ella la que me coge fuerte, quiere hacerme acabar y no lo logra, pero encuentra en el camino otro orgasmo, de pronto me dice, Jorgito métemela en el culito. Pero suavecito ya que tu pija es muy gorda y me harás daño si no me cuidas. Le saco la verga de su concha y sus fluidos corren por sus piernas, la verdad es que nunca había visto tan grande mi verga, estaba con las venas a explotar, la cabeza gorda e hinchada de sangre, me pide que le meta primero dos dedos en su culo con mucha saliva. Obedezco, ya que es ella la que sabe de esto, durante un rato estiro su esfínter, luego ya me pide tres dedos dentro de su ano, finalmente los tres dedos entran bailando, ella no se queja, por ahora, finalmente me dice que se la meta. Ella misma toma la pija por el tronco, la posiciona bien en centrada en su oyito y me pide que empuje, cuesta pero comienza a entrar la cabeza, Priscilla gime, se queja, se abre bien las nalgas con ambas manos, y me pide que siga empujando, de a poco la pija se va perdiendo en su trasero, al llegar a la mitad comienza la parte más gruesa de mi tripa, y allí es donde mi vecinita comienza a llorar, yo ya entusiasmado sigo empujando, la verga está medio atrapada en su ano, sigo empujando y finalmente en medio de su llanto y sus gemidos, termina metiendo todo mi rabo en su ano. No atina a moverse por el dolor, siento como si una mano gigante apretara con ganas mi rabo, no pedo moverme por que se queja mucho, pasaron así unos minutos y siento como su ano se relaja y afloja un poco la presión, ella comienza a moverse, primero suavecito, de a poco, pero se entusiasma y luego ya se la saca casi por completo y se la entierra hasta los testículos, llora, gime y a cada embestida pega un gritito pero no afloja, y pronto estoy por acabar, se lo hago saber y se desboca, se mueve como una loca y de repente comienzan mis chorros de semen a inundar su culo. Al sentir salir mis fluidos con tanta fuerza hace que ella logre un nuevo orgasmo, siento como su ano aprieta y suelta, estrujando así todo el semen de mi rabo, pasado unos minutos mi tripa se achica y puedo sacársela sin que se queje. Al salir la verga puedo apreciar que el agujero de su culo parece un volcán, totalmente enrojecido y estirado, de a poquito se va cerrando y mi vecinita deja de quejarse. Se da vuelta, me abraza y me dice que a partir de ahora, yo seré su novio. Y me confiesa que ninguno de sus novios, y ni su papá tiene la pija tan grande como la mía. Por eso solo cogerá conmigo a partir de hoy, y cuando yo quiera. Se imaginan mi felicidad, no solo perdí la virginidad, me conseguí novia gracias al tamaño de mi verga.
Que buen relato muy hot, usas telegram, mi telegram es @JOB_prz
Wooooow, delicioso relato! quisiera una chica así.