Mi vecinita se vuelve mi putita
Historia de como mi vecinita Gabriela se irá convirtiendo en mi putita personal .
Primero que nada empezaré contando como inicio todo y en esta primera parte tardaré un poco en llegar a lo sexual pero intentaré resumir esas cosas, aún así el inicio puede parecer lento pero eventualmente habrá contenido sexual.
Mi nombre es Damián vivo en una ciudad mediana del norte de México, soy alto, 1.90 más o menos, cabello negro y liso, no estoy marcando pero estoy en forma pues voy a correr casi diario.
Todo comenzó allá por el 2012 en ese tiempo tenía unos 25 años, tenía poco de graduarme de la universidad y empecé a trabajar en el municipio de mi ciudad por lo que me mudé a un pequeño edificio de apartamentos cerca del trabajo, el edificio solo eran 2 pisos y no más de 8 departamentos pequeños, era barato así que rente uno, y junto a mi vivían una mujer de unos 30 años que se llamaba María, y le decían «la güera» ella tenía una hija de 12 años que se llamaba Gabriela.
La verdad los primeros meses que viví ahí no les preste mucha atención, sabía que Maria trabajaba en una fábrica pues la llegué a ver con el uniforme y esperando el transporte pero además de algunos saludos no había interacción entre nosotros.
Creo que todo inició cuando, María había empezado a salir con un hombre y además de su turno en la fábrica se iba con el, por lo que dejaba a Gabriela sola, y en ocasiones no volvía por días pues se pasaba de su trabajo con el.
Gabriela era una niña muy bonita piel blanca como su mamá, cabello castaño oscuro labios delgados y un diente roto que para mí le daba cierto aire de ternura, en cuanto a su cuerpo apenas le empezaban a crecer los pechos, era bajita en ese tiempo como 1.51 más o menos, ojos café claros y flaquita.
En una ocasión tocó a mí puerta y me preguntó si no tenía algún taco que le regalará (expresión común para pedir comida)
La invité a pasar y le di de comer, le serví comida y platique un poco con ella, me contó eso de que su mamá casi no iba y solo le dejaba algo de mandado pero ya no había nada que pudiera hacer y no había comido el día anterior ni ese día hasta en la tarde que fue conmigo, yo le dije que podía pedir cuando quiera y la sonrisa que se le dibujo fue hermosa.
Honestamente en ese punto no tenía ninguna intención sexual, siempre me ha gustado ayudar y no tenía problemas con que comiera conmigo pues ganaba bien y mi único gasto era yo.
La mamá de Gabriela si volvía e incluso se quedaba ya más días pero era seguro que el fin de semana Gabriela se quedaría sola, no era tan común que le faltará comida pero las veces que fue platicamos mucho sobre nosotros y lo que nos gustaba por lo que hicimos amistad, y quizá algo más iba surgiendo, cuando me la topaba en el pasillo solo le acariciaba la cabeza y una vez me dijo
-No hagas eso, me haces sentir como una niña
-Eres una niña
-No, ya me estoy desarrollo, mira
Y se puso de lado para que viera su trasero, inmediatamente de eso se puso toda rojita y se fue caminando rápidamente. Yo sí me excité y más que eso me dio ternura pero mi conciencia no me dejaba.
En ese tiempo no había servicios de películas por internet o al menos no aquíy lo que hacía es comprar películas baratas y las veía en un dvd, tenía muchas, como Gabriela y yo nos habíamos hecho cercanos venía a verlas, en ocasiones ponía la cabeza en mi hombro mientras las veíamos pero era todo.
Pasaron unos meses así, Gaby como ya le decía entraba y salía de mi casa como si fuera suya, y me gritaba que que había hecho de comer, era verano y a veces usaba shorts delgados o blusas de tirantes donde ya estaba seguro que me excitaba más su uniforme de secundaria que definitivamente me excitaba (pequeño fetiche con uniformes)
En una ocasión mientras veíamos una película no recuerdo cual pero era una comedia algo picante, un tipo le chupa los pechos a a una mujer y ella me pregunta:
-¿a poco a los hombres les gusta eso?
-¿Que? ¿Chupar chiches?
-Si – dijo ella mientras se ponía roja
– Pues si nos gusta
– Por qué?
– No se, no saben a nada pero es excitante, hay muchas cosas que nos excitan
-Como que?
– Bueno, depende de cada persona
– ¿a ti que te excita?
– Bueno, obvio me gusta chupar y morder pechos y me gusta que digan algunas cosas..
– Que cosas? – no le quería decir pero insistió
– Bueno por ejemplo a mi me gusta que digan que son mis putitas y otras cosas así.
Estaba completamente roja súper tierna. Luego de un pequeño silencio me dijo
– Mis pechos son muy pequeños no creo que a nadie le gusten
– Si, están bonitos a muchos les gustaría
– A ti te gustan así?
– A mi me gustan toda clase de pechos, pequeños también
– Chuparias los míos?
Me quedé en silencio un rato procesando lo que estaba pasando, termine la carrera en derecho así que sabía que técnicamente lo que sería ilegal sería solo si la penetraba, al menos aquí mientras tuviera su consentimiento podría hacer otras cosas.
-Tu quieres que los chupe?
– Si – asentía con su cabeza- me gustaría saber que se siente.
Su color rojo no había hecho más que aumentar y en su piel blanca era muy notorio
– Estas segura?
– Que sí -dijo ella muy segura-
– Bueno ven
Apague la tele y el DVD que desde hace rato no les habíamos puesto atención
Ella se acercó despacio de rodillas en el sofá y se levantó la delgada blusa, dejando al descubierto un pequeño brasier negro
-Estas segura?
Pregunté una vez más mientras ponía mis manos en su espalda
Esta vez solo asintió en silencio
Desabroché el brasier de un movimiento rápido y levanté el pequeño brasier dejando descubiertos un par de pequeños pechos con pezones pequeños y rositas, su piel era aún más blanca bajo su blusa y también se le notaba lo rojo ahí
Empecé con besos pequeños luego más amplios, paseaba mi lengua sobre su pezón mientras con mi mano acariciaba el otro, despacio y con cuidado, pasando entre un pecho y el otro
-Te gusta?- Le pregunté casi como un susurro
– si, creo que si- me contestó ella con una respiración tan pesado que casi parecían gemidos
Continúe besando esos lindos pechos, mi pene estaba al 100, y sabía que ella estaba mojadita
-Vamos a mi cuarto para estar más cómodos? -Le pregunté
-Si vamos
Mientras caminábamos vi que ella noti mi pene pero no dijo nada
Llegamos a mi cuarto y la acosté, le quite la blusa y el brasier que solo se había levantado. Continúe besando esos ricos pechos que ahora acostada, acaricié sobre si pantalón su rajita y le pregunté:
-Estas mojadita?
– Creo que si, no sabía que me iba a poner así
– Es por qué tu cuerpo te pide esto -Dije mientras me agarraba mi pene sobre mi pantalón -Ella suspiro y dijo:
-No creo que me entré, se me muy grande y me va a doler -con una voz entre cachonda y entre miedo
– Tranquila, no haremos nada que no quieras, lo importante es que nos sintamos rico
Se que se sintió aliviada, y continúe besando su cuerpo, pechos, cuello, estomago, aunque no bajé más. Entonces ella me dijo:
-Oye, te puedo pedir algo
– Lo que quieras
– Me darías un beso?
Sonreí, y caí en cuanto que no nos habíamos besado.
-Claro pero¿por qué apenas lo pides?
– Pues es que nunca he besado a nadie y quería que tú me besaras
No pude evitar soltar una risita y me di cuenta que era verdad, osea tenía 12 era probable que nunca hubiera besado y ya estaba dando pecho, también caí en cuenta de que estaba enamorada supongo que en retrospectiva era obvio pero la niña estaba enamorada de mí y por eso hacia eso, no solo por curiosidad.
-Claro que quiero besarte hermosa
Me acerque a su cara y empezamos con besos pequeños y rápidamente de lengüita, y allí estaba ella en su primer beso sin blusa ni brasier con los pechos llenos de saliva.
Duramos un rato así hasta qué tuvimos que parar, ya se hacía tarde y su mamá podía llegar (o no)
Cuando nos levantamos mi pene seguia duro y se notaba en mi pantalón, vi como lo miraba y le pregunté:
– Quieres verlo? -penso un poco pero luego dijo que si
Lo saque, grande, grueso, largo, abrió grandes los ojos, me acerque y estiró la mano y lo toco un poco pero le daba miedo
– Esa cosa no me va a caber- dijo otra vez
– Pues lo haremos después cuando crezcas, cuando cumples 15 que te parece.
Al parecer le gustó la idea porque ponía sobre la mesa que estaríamos mucho tiempo juntos, la verdad yo tenía la idea de no penetrarla hasta los 15 cuando fuera técnicamente legal (si sus padres no presentan denuncia no hay problema)
Ya en la cocina platicamos sobre nuestra relación y le expliqué lo que podía pasar si alguien se enterara. Quedamos en ser novios en secreto y a modo juego que ella era mía, a modo juego dijo:
– Si, tu putita
Eso me prendió un poco y la bese muy intensamente, por poco volvíamos a los juegos pero recordamos la hora.
Claro que no esperamos hasta los 15 y termine penetrandola pocos meses después, pero esa historia la contaré después junto con otras que he vivido con mi putita.
No es que tuviera una afición a las menores o a romper la ley aunque lo suyo fue una excepción muy deliciosa.
Pero para hacer spoiler de nuestra vida y cosas que han pasado con mi putita hoy a casi 10 años de haber iniciado seguimos juntos, yo soy el único hombre con el que ha estado y sigue tan o más enamorada de mi como entonces (palabras de ella) obvio ya es mayor de edad así que vivimos juntos y tenemos una hija. Pronto contaré cómo fue nuestra primera vez y otras ricas experiencias con ella, con una amiga, puta que tuvo en preparatoria (trio) y que hemos contratado prostitutas.
Que rico, siempre son bien cachondas las niñas……..que rico se la comen
Continua por favor
Excelente relato
Buen relato
Hey bro tienes que seguir con este relato
para darle puntos o estrellas a este relato y para poder comentarlo fue que hice mi cuenta en esta pagina.
excelente relato y muchiiiisimo mas que fue real
que envidia te tengo!!!
Qué envidia!!!