Mi veicina lupita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi vecina lupita y yo
Soy un hombre promedio, tengo 23 años vivo con mis padres.
Mi novia y yo tenemos una relación muy sexual, aprovechamos cada momento para gozar y nunca le había sido infiel.
Llega un fin de semana que yo había planeado con mucha delicadeza, ya que mis padres no estarían en casa todo el fin de semana, mi novia y yo pensábamos divertirnos toda la noche, pero el sábado por la mañana, le avisan que tiene que cuidar a sus primas pequeñas en una pijamada, mis planes se fueron al carajo.
Llevé a mi novia a la casa de su tía y yo me fui para la mía, estaba pensando en que hacer, cuando veo a mi vecina de unos 16 años afuera de su casa llorando, estaciono el auto y no me contuve a peguntar el por qué estaba así.
Me explica que su novio la había dejado, y que para colmo, no podía entrar a su casa porque no tenía llave, me ofrecí a que pasara un rato mientras alguien llegaba a su casa, ella accedió.
Una vez dentro de mi casa, me pregunta por mi novia y ya le platico lo ocurrido, abiertamente dije que había planeado hacer travesuras toda la noche, y ella pregunta que como una pareja puede ser así, que a su novio le daba miedo y aunque ella quería, no la había perdido.
Debo aceptar que eso me excitó un poco, ella es chaparrita y un poco llenita, pero tiene un lindo rostro, su trasero se ve bien al igual que sus tetas, no gigantes pero no pequeñas.
Le expliqué que mi novia y yo aprovechábamos cada momento a solas, que incluso lo habíamos hecho en un balneario, noté que ella se excitaba y desafortunadamente me propuse a engañar a mi novia esa noche.
Tenía todo preparado así que en modo de broma le dije que si ella quería, podíamos hacer lo que había planeado con mi novia pero con ella, lupita me observa fijamente y acepta, yo me pongo un poco nervioso y le digo que será toda la noche, ella me dice que de todas maneras estará sola, me daba un poco de miedo porque para empezar, estaba engañando a mi novia, y en segundo lugar ella era siete años menor que yo, y es menor de edad, pero el momento se formó, y le ofrecí un trago.
Llegué con un par de wiskeys, me senté junto a ella y la abracé, se nos fue la primera hablando de cosas eróticas, unas copas más tarde y al final del último sorbo la beso, fue una sensación diferente, algo que pareciera nuevo y simplemente no pude dejar de besarla, comencé por quitar un suéter que traía, después un polo, y ya solo se sentía su bra, sigo sin detenerme y comienzo a desabotonar sus jeans , con mis pies quito sus zapatos y comienzo a bajar su pantalón quedando solo en ropa interior, y en ese momento dejo de besarla, solo para contemplar su cuerpo que solo tenía dos prendas rojas encima.
Me dice que es trampa y me empieza a desvestir a mí, de a poco hasta quedar solo con mis calzones, donde se podía apreciar mi apretado miembro tratando de salir de ellos.
Me pongo de pie y la invito al siguiente nivel.
Le tomo la mano y la llevo a mi habitación, al llegar inmediatamente comienzo a besarla y unos momentos después, mi mano baja para jugar con su clítoris, me sorprendió un poco que no fuera tan sensible y me dejara hacerle todo lo que quise, ella respiraba agitadamente y mi miembro pedía liberación, ella ya no tenía nada de ropa encima, así que quité mi calzón, ella como por instinto comenzó a masajearlo, ella seguía gimiendo y decido que es buen momento para bajar, para darle un buen oral, solo un par de roces con la lengua a su clítoris y ella gritó, y así, al tercer grito mojó todo a su alrededor, me levanto solo para ponerme un condón, sobre ella, viéndonos frente a frente busco con mi miembro la vagina, y cuando la siento lo meto todo muy rápido, había olvidado que ella era virgen, dio un grito de dolor y me empujó, no quería terminar en este momento, así que solo la tomé fuerte y seguí con un violento mete saca por unos momentos hasta que lupita dejó de quejarse y comenzó a jadear nuevamente, en ese momento me detuve y la puse en cuatro, noté un poco de rojo en el condón pero no me importó mucho, la acomode y comencé a embestir , ella paso de jadeos a gemidos, de verdad yo estaba tan excitado que pensé que no duraría un segundo más, y cuando gritó de placer, no pude contenerme más y terminé.
Nos recostamos y la abracé, tomamos un poco de aire y seguí besándola, al relajarnos un poco vi si había sangrado, y era apenas una mancha entre sus piernas realmente muy poco.
Segui besándola y cuando comencé a sentir que me había recuperado le dije que esta vez ella estaría arriba, y así fue, ella saltaba y yo solo gozaba, esta vez en la misma posición hasta que terminé, y de nuevo, la besé hasta recuperarme, una vez recuperado volvimos hacerlo de perrito, y me hubiera gustado hecrlo toda la noche, pero solo tenía tres condones, los demás se habían quedado en la bolsa de mi novia.
Al finalizar le dije que ya no había condones y que sería todo, solo la abracé hasta dormirnos.
Al despertar ella se fue un poco apresurada entes de que sus papás llegara, yo me bañé y vestí para ir por mi novia, no sin antes limpiar todo.
Ese día tuve sexo con mi novia en el auto mientras unos chavos nos miraban, pero esa ya será para otra ocasión.
Después de eso no he vuelto a hacerlo con mi vecina, pero las ganas de repetir eso son motivo de un plan que tengo que hacer.
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