Mi viaje con Talía
Continuare relatándoles como fue el encuentro sexual que tuve con Talía en nuestro viaje a la capital.
Luego de nuestros primeros dos encuentros sexuales, no volvimos a costarnos ya que la escuela y el trabajo no nos lo permitía. Ya para el fin de curso de nuestro último año de la carrera, todos los estudiantes estábamos hasta el gorro con la presentación de las tesis. Ya en el último mes de la escuela, a los alumnos que obtuvimos y mantuvimos las becas de trabajo en el servicio, buenas promedio y buenas referencias en las empresas donde laboramos como pasantes, nos reunieron para una junta especial, ya que nos permitirían realizar posgrados inmediatos a través de una beca, cosa que yo acepte de inmediato, por lo que al terminar mi carrera me supe a realizar mi solicitud de certificados. El primordial y el más difícil que teníamos que conseguir era la Cedula profesional, la cual solo podría obtenerse en la Cd. México.
La verdad sufría de ciertos problemas económicos que me impedía realizar dicho viaje. Por cuestiones de la vida, el Papa de Talía la obligo a tomar esta oportunidad, pero al no poder acompañarla a ver sus papeles me termino ofreciendo el boleto para realizar el vieja ya que nos conocíamos desde siempre.
Ambos viajamos junio luego de terminar el curso escolar, saliendo un lunes en la mañana, llegar como al medio día y el martes en la mañana ir al registro a tramitar nuestros papeles, pasear el miércoles y regresar el jueves en la mañana, un viaje de alrededor de 3 días.
Les contare al subirme por primera vez a un avión lo primero que hice al despegar fue ir a ver le baño, por famoso mito de tener relaciones sexuales en ese lugar que tanto habían parodiado en el cine y la Tv, mi decepción a ver que en ese cubículo contrabajo cabía yo, menos una pareja. Se me quebró el corazón por esa vil meterá que me creí. No sé cuántos han tenido la oportunidad de viajar en avión y el morbo para ir a comprobarlo pero al menos en la clase turista económica no se puede.
Pero bueno regresan al relato, todo fue bien en el vuelo, claro estaba nervioso ya que era mi primera vez a diferencia de Talía, que estaba a mi lado que ya había viajado antes. Al llegar a la capital del país rápidamente nos fuimos a un hotel pequeño del centro metropolitano, cerca de las oficinas de registro, el cual en la universidad nos recomendaron.
Ya en el registro Talía, me sugirió que para ahorrarnos dinero compartiéramos la cama, guiñándome el ojo ya que así podrimos dividir la cuenta entre los dos. La verdad sabía a lo que se refería, pero al no tener muchos ingresos acepte el trato, fue algo así como ganar un premio doble, así que nos registramos como si fuéramos un matrimonio.
Al estar ya en la habitación nos dimos cuenta que si era un lugar algo pequeño, una cama doble simple y un baño regular, la verdad no me quejo estaba ahorrando. Talía de inmediato se abalando sobre mí mintiendo las manos en mi pantalón masajeando mis glúteos.
Talía me dijo que ya quería hacerlo, que no había tenido sexo en casi 9 meses y le urgía hacerlo conmigo. Yo la aleje de mi pidiéndole que se calme, que si lo arriamos pero que primero me diera chance de bañarme, la verdad estaba todo sudado tal vez por el cambio de altitud o el calor más ceso que había en la cuidad de México, comparado con alguien que viene de una zona tropical.
A Talía de fascino la idea y junto nos metimos a la regadera. En la ducha empezamos a acariciarnos entre los dos, nos besamos, hasta el punto en que Talía se agacha para tomar mi pene dándome una mamada, ella me daba engullidas secas, para luego sacarlo lentamente mientras que con sus labios apretaba como cinturón el cuerpo de mi miembro, deteniéndose en el borde del glande, para juguetear con su lengua, con este, como si de un caramelo se tratara, para luego volver a introducirlo con fuerza. Los con sus senos me aplico de nuevo una Rusa, ya que la última ves eso me hizo terminar casa enseguida y este vez no fue la excepción, solo que esta ves recibió mi dispara dentro de su boca, para luego volver a encarcelar mi pene entre sus pechos lo cual provoco, que me erección regresara.
Le pedí que fuéramos a la cama, para poder penetrarla, pero Talía digo que lo hiciéramos allá mismo que ya necesitaba sexo. Me senté sobre el inodoro, para luego guiar el cuerpo de Talía, justo enfrente de mi dándome la espalda, ella abrió la piernas y se reclino asta estar casi sentada encima de mí, permitiéndome acomodar mi miembro en su trasero apuntando a su ano, para luego introducirme en el bajando sus caderas, una vez que el glande estuvo dentro.
Yo la penetraba dando zancadas apoyándome en el inodoro, mientras que ella lo hacía en la pared del estrecho cuarto. Ambos genianos en el estasis de nuestra penetración, yo aproveche para rodear su cintura con mi mano derecha una vez que agarre ritmo y así introducir mis dedeos dentro de la vagina de Talía, y con en esa doble penetración luego de unos minutos ambos llegamos al éxtasis del orgasmos.
Salíamos de la ducha para vestirnos, saldríamos a comer y hacer algo de turismo cerca de la alameda. Talía se colocó unas medias negras con bordados, en conjunto de una tanga de cuantas es el área de la vagina todo unido a un liguero de encaje negro con moños y en la parte superior una brasier bandas diminuto que solo le daba forma a sus senos, los mantenía es su lugar y cubría solamente el área de los pezones, para luego lucir un vestido rojo a media pierna, con un súper escote. La verdad esta embobado mientras ella se vestía. Luego de que yo terminara de a listarme salimos a recorrer la capital. Nos tomamos varias fotos y entremos a algunos lugares obligados y luego a cenar a un puesto de tacos suadero que unos maestros nos recomendaron.
Luego de turistear un rato, sin excedernos ya que al otro día tendríamos que madrugar, nos regresamos al hotel.
Ya en nuestra habitación, me lance sobre Talía, sacando su busto del escote de su vestido rojo, para luego hacer levantar la parte de la falda insertando mis dedos dentro de su vagina haciendo a un lado el pequeño trozo de tela decorado con cuentas, que cubría el borde frontal de su entrepierna. Así la empecé a estimular mientras nos encontrábamos de pie junto a la puerta de cuarto y a empujones la introduje en la habitación cerrando el cuadro luego de nuestro ingreso, todo este mientras besaba su cuello comiéndomelo a chupetones y con mi mano izquierda macaqueaba uno de sus bustos con todo y sostén.
Proseguí a empojara hasta llegar a la cama, arrojándola sobre estas, cayendo coba abajo, yo la sostuve con mi pie en su espalda, con la fuerza suficiente para no lastimarla, pero la suficiente para que no se moviera o cambiara de posición, esto mientras me quitaba el pantalón.
Ya si las molestia de este me coloque frente a su culo, levantándole el vestido dejándoselo hasta la cintura, para luego hacer a un lado el hijo de su tanga introduciendo mi pene en su ano, e iniciar a clavarle la verga con gran velocidad.
Mientras se lo insertaba le quite el brasier para dejar sus pechos al aire libre por encima del escote, este me dio trabajo ya que tenía el vestido puesto y lo tuve que hacer con tanteo, además de que la estaba penetrando por el culo.
Ya con Talía gimiendo y se mi desnuda, me concentre plenamente en el sexo, la penetraba mientras, besaba su cuello y jugueteaba alternadamente con su vagina y sus pezones, para luego de un rato llenarle el ano de semen.
Seguimos la noche con un 69 donde Talía se colocó encima de mí mientras quitaba la parte superior de vestido en la cintura, sin quitárselo, para luego ir directo a mi pene. Ambos nos dábamos largas y profundas mamadas, Yo sostenía los labios vaginales de Talía con mis dedos índice y central, medio introduciéndolos dentro de su orificio mientras le abría su cavidad sexual, para introducir mi lengua dentro de ella y con esta darle sobadas dentro de la misma, pedazo a pedazo recorría su cuerpo con ligeros toques y caricias con mí lengua, podía sentir los espasmos viendo de ella, hasta que por culpa de ellos el semen que deposite en sus extrañas termino saliendo a través de su ano, cayendo justo en mi cara entre mi nariz y los ojos, fue un poco molesto si he de admitirlo ya que algo de mi semen entro por mi nariz al respirar jajajaja, pero al final gano más el morbo, por lo que rápidamente me reincorpore quitando el semen de encima mío, y continuar donde me quede. Luego de uno momentos Talía tuvo un orgasmos.
Luego de recuperarse me clavo un gran beso en los labios, ambos estábamos pegajosos por el semen y le fluido pre seminal, que ambos ingerimos el 69, lo que le dio más morbo e intensidad al intercambio de lenguas que teníamos. Esta se convirtió casi en la segunda vez que he terminado probando mi propio semen.
Luego de mi maleta tome un condón, mientras que Talía saco de la suya una bolsa con anillo vibratorio para pene y un lubricante. La verdad era la primera vez que veía un juguete sexual, ya que aunque Karen y yo teníamos nuestros juegos de rol nunca los llegamos a utilizar, eso en el futuro se compartiría en cosas de mi sobrina Luz que es cola que más experimente, con el uso de esos juguetes.
Al comentar le a Talía que no sabía cómo este se usaba, ella pazo a colocarlo en mí, primero ya por fin de quito el vestido por completo, el cual ya estaba muy mojado y un poco manchado, luego paso a lubricar mi pene con el gel que ella trajo consigo (algunos años después, me enteraría que servía para estimular y aumentar la erección), lo que me pareció extraño ya que luego me coloco el condón, para luego tomar con sus índices y pulgares el aro de silicona, introduciendo mi miembro por el centro de la maquinita, la cual en la parte de arriba tenía un pequeño rotor que al encenderse en un costado este producía una vibración ligera y un zumbido.
Ya saben que me gusta ser sincero y la verdad el usar esa cosa me pareció algo incómodo, ya que mantenía presionado mi miembro, realmente se podría reducir al hecho que era la primera vez que lo use y también la única, claro no me queje en ningún momento del sexo ya que era algo para complacer a la pareja, además que para mí fue un momento de experimentación algo agradable a pesar que el aparato no me gusto, aunque lo volvería a usar si mi pareja me lo pide claro y agradezco que no haya sido así.
Luego de esto procedimos con el misionero, colocando mi pene en su interior. Yo envestía su vagina mientras que el vibrador chocaba y estimulaba su clítoris, Talía daba granes gemidos, seguidos de inhalaciones profunda y rápidas exhalaciones, eso me hizo acelerar más y luego de unos momentos ambos nos corrimos, pero mi erección se mantuvo por lo que no detuve mi penetración a su interior, rápidamente cambiamos de posición sin detenernos, ahora Talía se encontraba encima de mí y me cabalgaba delicioso. Luego de rato regresamos al misionero, pero esta vez le abrí las pierdas colocando el cuerpo de Talía inclinado a la derecha y las piernas en extendidas en forma de V. Por ese punto Talía tuvo un nuevo órgano, luego regresamos nuevo a la posición de misionero, para después terminar juntos nuevamente.
Ya verdad ya luego me puse a dedicar y agradecer que el condón aguantara.
Luego de sexo nos duchamos nuevamente juntos y a la cama. Ya a las 5 am nos vestimos y nos dirigimos a las oficinas, en esta nos encontramos con varios compañeros en la cola, donde nos pasamos casi todo el día. Nos turnábamos para el baño y conseguir comida etc.
Realizamos el papeleo y la acreditación solo para que el siguiente año todo se digitalizaran y nuestro viaje ya no sea necesario, es lo malo de a ver vivido justo en el cambio generacional del papeleo.
Al regresar al hotel solo nos bañamos y directo a la cama para dormir un rato. Ya al último día hicimos algo de turismo rápido, desayunamos fuera y al avión.
Ya es nuestras casa preparamos los papeles y nos fuimos a inscribir a la maestría, seguiría viendo a Talía en la universidad, pero no volveríamos acostarnos en mucho tiempo, ya que mi papa al ya estar jubilado y sin un pedazo del pue debido a la diabetes me regalo su Volkswagen, un Volcho muy bien cuidado que aun conduzco el día de hoy. Ya que esta vez tendría que llevar y traer a Karen a la universidad. Lo que nos permitió tener citas más libremente.
La siguiente y última vez que tendría sexo con Talía seria ya habiendo terminado con la maestría.
Hola mar muy bonito tu relato quisiera pedirte un favor desde que leía estas historia sentí algo nuevo y quería pedirte. Una cosa una forma de contactarme con esa talia porfavor creo que ella es la indicada para mi tengo 18 por favor
Cuantos años tiene tali
a mar?