mi vida como escort

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Una vez en el hotel, espero, durante una media hora, en la habitación. Por fin parece que la puerta se abre. Entra un hombre alto, delgado, con barba. Unos treinta y pocos. Con el anillo en el dedo.

Se me acerca y me coge de la mano, ni me pregunta el nombre, un simple hola le basta. Y así, sin más, me acerca a él y me apreta las tetas. Las estruja y manosea, me desabrocha la camisa y sigue con ellas. Una de sus manos se desliza bajo mi falda y sus dedos recorren el interior de mi sexo. Me lo acaricia y me mete los dedos. Busca señales de lo caliente que me pone, y gimo. Me hace gemir, me muerdo el labio y lo miro fijamente. Mi mano lleva rato bajo su pantalón, recorriendo su pene. Lo tiene húmedo, duro.

Me agarra de la cabeza y hace que me arrodille delante de el. Le quito toda la ropa que me impide llegar a su miembro. Agarro su polla y me la meto entera en la boca. Con mi lengua la recorro entera, desde lo huevos a la punta. Cuando la tengo en la boca la chupo, ansiosa, con ganas de más. Mi lengua juega con su polla, y la pone más dura aún. Sus manos tiene agarrada mi cabeza, apretándome contra él y haciendo que me la trague hasta el fondo. Estamos así un rato, el cogiéndome y yo mamándosela.

De repente me tira encima la cama, de espaldas a él. Me coge del culo y me la mete. Me folla. Empieza a follarme el coño muy fuertemente. Y cada vez más rato. Miro adelante y me veo reflejada en el espejo. Estoy a cuatro patas, con un desconocido penetrándome. Mis pechos se tambalean y gimo.

Sus dedos empiezan a juguetear con mi ano, miro su reflejo y su cara lo delata. Quiere darme por el culo. Sin ni siquiera avisar, saca su dura polla de mi coño y me la mete por mi prieto culo. Noto como su polla me parte en dos, se abre paso por mi trasero. Entra y sale de el, primero lento, pero aumenta la velocidad. Grito. Grito mucho, y me agarra del pelo, haciendo que levante la cabeza y pueda verme gemir por el espejo.

Cuando se ha cansado de mi culo, me da la vuelta y me pone de rodillas en al cama. Vuelve a metérmela en la boca, y se la vuelvo a chupar desesperadamente. Noto mi saliva deslizarse por su pene. Y, cuando parece que se iba a correr en mi boca, me empuja y caigo tumbada en la cama, y él de rodillas encima mío. Sigue cogiéndosela y masturbándose. Explota. Se corre encima mío, todo su semen cae por mis tetas, mi vientre, mi cara. Estoy llena de él. Se acerca a mi y vuelve a ponermela delante de la boca. Hace que me coma todo lo que le ha quedado en la polla.

Y, igual que ha venido, se levanta, se viste. Me mira, me deja el sobre encima de la mesa, me da las gracias, y se va.

Por lo menos me ha dado las gracias. El hombre me ha dejado ahí tirada, llena de semen, y con el culo dolorido. Pero ya he aprendido y pasado por muchos de estos. El cerdo este ya no me afecta.

Así que me ducho, cojo el sobre y me voy a casa. Espero poder atender a más clientes esta semana.

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