Mi vida en incesto – 1er Cap. Mi hermano Sebastián
Mi iniciación en una vida llena de incesto, con mi hermano, cuando yo era una niña de 8 años .
Me llamo Analia, vivo en Bahía Blanca, Argentina, actualmente tengo 37 años y aquí comienzo una pequeña secuencia de 3 relatos que marcaron mi vida de sexual, viviéndola inmersa en el incesto.
1- Mi hermano Sebastián
Desde que mi mamá murió cuando yo tenía 5 años, nos mudamos de ciudad, llegando a Bahía Blanca.
Mi papá compró una casa, pequeña, tenía solo 2 habitaciones por lo que desde ese momento tuve que compartir la habitación con mi hermano mayor, Sebastián, que tenía en ese momento 12 años.
Con el pasar de los años, bañándome, descubrí la masturbación, por lo que cada vez que podía llevaba mi mano hacia mi vagina y acariciaba mi clítoris comenzando a experimentar sensaciones nuevas de placer.
La masturbación se convirtió en algo diario para mí. Y por las noches mientras mi hermano dormía no dejaba de acariciarme haciéndome la paja con cualquier cosa que encontraba, aunque sin introducirme nada, sino que simplemente me limitaba a acariciar mi botoncito de placer y mis labios vaginales con lo que encontrara. Incluso en los momentos del día en que estaba sola, cualquier cosa me era útil para desahogar mis instintos perversos que comenzaban a aflorar.
Una noche mientras estaba durmiendo, sentí que me estaban tocando, era mi hermano acariciando mis pequeños senos y metió su mano por adentro de mi pijama llegando a mi vagina. No sabía qué hacer, pero sus caricias me gustaban mucho. Enseguida mi vagina respondió y comencé a excitarme. La sensación que sentía me volvió loca, pero duró muy poco, ya que mi hermano comenzó a masturbarse y después de haber eyaculado, volvió a su cama, dejándome en un nivel de excitación tremendo, por lo que tuve que masturbarme para calmarme y volver a dormir.
Esto se repitió todas las noches, pero mi hermano avanzaba con sus tocamientos, tomando más riesgos, pero causándome mucho más placer. Comenzó a bajar mi pijama llegando a chupar mi conchita, apoderándose con su lengua de mi clítoris lo que me generaba un placer inmenso. Con los días me quitaba totalmente el pijama y comenzó a refregar su pija contra mi vagina sintiendo como su líquido preseminal mojaba mis labios vaginales y mi clítoris, regando con su semen mi conchita. Luego me vestía otra vez y se iba a dormir, dejándome nuevamente excitada teniendo que hacerme una paja con los restos de su semen que quedaban en mi vagina.
Las noches pasaban y mi hermano seguía avanzando cada vez más en sus tocamientos, hasta que una noche no pude aguantar más el placer que me generaba con su lengua en mi clítoris y tomando su cabeza le pedí que no parara. Eso fue el punto de partida para que mi hermano liberara toda su lujuria y comenzara a chupar mi conchita con total libertad, arrancándome jadeos de placer que jamás había experimentado. Nunca había sentido un placer semejante por lo que sentí como en el interior de mi vagina salió por primera vez un líquido que mi hermano Sebastián no dudó en chupar.
Habiendo dejado mi vagina bien lubricada con su saliva y mi flujo, tomó mis piernas y las colocó en sus hombros dejando mi conchita expuesta a su pija, colocándola en la entrada de mi cuevita, comenzando a presionar para introducirse dentro mío.
Era una sensación rara, una mezcla de dolor y placer que iba sintiendo con cada centímetro que su pija entraba dentro de mí. Me sentía invadida totalmente. Sentí como mi vagina se iba expandiendo a medida que la pija de mi hermano se metía dentro mío hasta llegar a tocar el fondo de mi canal vaginal. Se detuvo unos momentos, dejando que mi vagina se acostumbre a su pija, la que acababa de desvirgarme, comenzando a moverse hacia afuera y hacia adentro haciendo que el placer termine venciendo el dolor que sentía, dando lugar a que mis jadeos empiecen a manifestarse mientras sentía como con su lengua no dejaba de chupar mis pequeños pezoncitos, lo que provocó que sus embestidas cobraran fuerza y velocidad, haciendo que nuestras respiraciones y gemidos se sincronicen.
Luego de cogerme en esa posición por un rato me giró y me puso a cuatro patas asumiendo el papel de perrita, que desde ese momento jamás podría dejar, haciendo que apoye mi cara en el colchón y ordenándome que levante mi cola, dejando expuesta mi vagina para que vuelva a introducir su pija dentro de mi cuerpo, comenzando nuevamente a taladrar mi conchita haciéndome descubrir que esa posición era mi punto débil, produciéndome jadeos y gemidos de placer hasta ese momento desconocidos.
No sé cuánto tiempo pasó, pero luego de un rato sus jadeos se hicieron más profundo junto con sus embestidas sintiendo como dentro mío algo caliente me llenaba, provocándome una sensación que jamás había experimentado, haciéndome gritar por un placer hasta ese momento ignorado, llenando mi conchita de niña por primera vez con su semen. Mi hermano tuvo que tapar mi boca con su mano intentando bajar el nivel de los ruidos que hacíamos para no ser descubiertos por nuestro padre que dormía en su habitación.
Una vez que acabó dentro mío sacó su pija y pude sentir como todo su semen salió de mi vagina, chorreando y mojando las sábanas. Mi hermano fue hasta el baño y trajo papel higiénico para limpiarme y limpiar las manchas que dejamos en mi cama, por lo que puede ver la mancha de semen y sangre que dejamos impresa en las sábanas, como muestra de que ya no era una niña de 8 años, sino una pequeña mujercita destinada a ser usada desde ese momento en adelante como exprimidora del semen de mi familia.
Desde ese momento no hubo una sola noche el resto de mi vida en la que mi cuerpo no recibiera la pija y el semen de algún familiar, iniciándome en una vida de incesto, perversión y sobre todo placer, que dura hasta el día de hoy.
Una historia fantástica para ti y para tu hermano .
Siempre disfruté con mi hermano, siempre
¡Increíble! Algo muy similar pasó entre mi hermana y yo hace muchos años, pero con la gran diferencia que yo no tuve la dicha de penetrarla, por el temor a dejarla embarazada, que por mi ignorancia en cuestiones de sexo desconocía que a esa edad no podría quedar preñada.
Felicidades por haberte iniciado con un familiar. Es lo mejor.
Siempre fueron las mejores experiencias sexuales de mi vida. Las disfruté y las disfruto mucho actualmente con mi hijo
Me puso a mil tu relato!
Gragias por el comentario. Me alegra que te haya gustado. Espero pronto terminar el próximo. Un placer compartir mi historia de incesto con todos. Saludos!
Que hermoso inicio de una gran mujer de cuerpo y alma.
Gragias por el comentario. Me alegra que te haya gustado. Espero puedas leer los demás. Próximamente subiré un nuevo capítulo. Saludos!