Mi vida sexual: parte 1
Experiencias reales de una chica que Ama el semen.
Hola a todos y todas, me presentaré como Sara (nombre ficticio) para darme un nombre. Soy una gotica ya de 30 años, que ha tenido muchas experiencias sexuales fuera de lo «normal» en su vida. Comencé como una niña muy curiosa, adelantada y sexual. Me dieron una buena educación sexual desde pequeña y todo, por lo que ya de niña estaba adelantada a la mayoría de los de mi edad. Antes de masturbarme por primera vez y tener mi primer orgasmo, ya antes de eso me gustaba tocar y examinar los penes de mis perros, por ejemplo. Ya había desde mis 9, 10, 11 años, un fuerte deseo de darme y dar placer, de satisfacer y conocer todos mis deseos. Recuerdo como veía a mis perros copular y quedarme observando, imaginando cosas muy pervertidas, y tratando de imaginar que pasaría si yo fuese una de esas perras. Ya adolescente, como entre los 13 y 16 años, era adicta a masturbarme y ver porno. Ya había chupado algunos penes de amigos, y pese a mi personalidad, aún no había hecho ningún novio, y aún era virgen de mi vagina y colita. Aunque mi manera de hacer sexo oral, haciendo garganta profunda, usando mucha saliva, hacia que cualquier pene se descargará generalmente, rápidamente, sin poder contenerse mucho. La cuestión es que de adolescente, me volví adicta a masturbarme junto a mis dos perros macho favoritos, (negro y zack, dos cruza con pitt bull terrier que crié desde cachorros. Yo me tocaba mientras veía zoo, y otras cosas, mis perros me lamian la vagina y el ano. También me tomaba largos ratos y horas en excitarlos, masturbando sus grandes penes, chupandoselos, frotando esas vergas mojadas contra mis pechos, y contra cada parte de mi vulva hermosa. Mi fijación era clara: semen, fluidos. Me excitaba (ahora aún más) ver, saborear y sentir, el semen en mi, en grandes cantidades en lo posible. Quizás me crean quizás no, pero la primera vez que mi vagina fue penetrada por un pene, fue por uno de estos canes. A mis 15 años. Ya me había metido antes algunas cosas como un dildo, mis dedos, o un vegetal con forma interesante. De tanto masturbarme y ver zoo un día me animé y empecé a intentarlo. Tome muchas precauciones en cuanto a limpieza y cuidados. Mi can vacunado, desparasitado, hermoso y sano. Puedo decir en resumen, que la primera vez no salió tan mal. Me di el gusto de tener un primer orgasmo mientras me tocaba mi vagina con una mano y bañando de semen tibio canino mi vulva y mis dedos, agarrando con la otra mano el pene del perro, pajeandolo con mi saliva y su propio semen, y apuntando los chorros de su leche directamente a mi conchita.. me vine así una vez, para luego hacerle garganta profunda a su miembro pegajoso, que le faltaba mucho para terminar. El can se iba descargando casi sin parar dentro de mi garganta, dentro de mi boca, demostrando cuánto le gustaba. Y si, llegado el momento, deje que todo siga su ritmo y suceda. Mi can siempre buscaba cogerme. Tome aire, valor, y primero en 4, deje que me montará. Mi vagina ya estaba bastante mojada igual. Y ayudando un poquito a su pene a encontrar mi huequito, me penetro. Esa primera vez fue rápida, pero feroz. Una vez que su miembro logró entrar bien en mi vagina, comenzó a darme duro, agarrándome fuerte con sus patas delanteras, y yo agarrandolo como podía para mantenerlo pegado a mi. El can se movía fuerte, y no me dolía, para mí sorpresa. Podía sentir su saliva chorreando en mi espalda, y chorros de semen caliente llenando y rellenando mi pequeña vagina, hasta el punto que la leche simplemente empezó a caer de entre mis piernas. Fueron unos 7 minutos quizás, hasta que yo acabe. Pude masturbarme con una mano mientras mi can mi hacía sentir como si mi interior fuese a explotar de su leche.. sin muchos detalles, así fue la primera. En la segunda parte de estos relatos que voy a ir subiendo, les detallaré más como soy, como empecé a coger y a hacer mis primeros tríos con chicos, chicas, y claro. Con mis dos perros.
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