MIRO
Ser espectadora de dos cuerpos fundiéndose en el goce del sexo . Dos cuerpos entrelazados cubiertos de saliva, gimiendo…..
TE MIRO
Gloria 17/10/2024
Esta mañana de inicio de verano me despierta exaltada, sofocada, transpirada y con mi pulso acelerado. Nada se justifica; la mañana es cálida, el viento que me acaricia también lo es y no recuerdo ningún sueño con tinte de pesadilla.
No voy a privarme de esta hermosa mañana de verano. El viento se escurre entre las hojas de los árboles que ocultan, celosamente, mi balcón y que mi reloj marque las 6 am estimula a que comience, lentamente, mi día.
Salgo de mi cama y el viento, como casi queriéndome tomar, desacomoda mi pelo, penetra mis muslos y pellizca mis pechos. Mi boca y mi garganta, aun, no emitieron sonido alguno, pero raramente están llenas de saliva tibia.
Necesito recordar lo que soñé, algo que justifique éste estado en mí.
Me siento en el sillón desvencijado de mi balcón. Mi sillón es hermoso. Es hermoso porque soporta los silencios de mi cuerpo, soporta los gemidos y los gritos de mi cuerpo.
También soporta mis frías piernas en invierno como los más variados sudores de verano.
Mi sillón es testigo silencioso de mis pensamientos, decires, llantos, sueños, deseos, abrazos, desvelos y secretos de mi cama. Espectador cómplice de mis derrames de amor y lujuria y también espectador de mi lujuria sin una sola gota de amor, más que el propio.
Estar sentada en él me calma y disfruto estar escondida en este pequeño bosque de mi balcón. Estoy casi segura que nadie me ve, pero yo veo a todos y todo. Solo se escucha el canto de las calandrias festejando el amanecer.
Todas las ventanas, de los edificios del frente, amanecieron abiertas y con sus cortinados flameando suavemente como queriendo acariciar a los durmientes; pero la ventana que atrae mi mirar es la del 3 er piso del edificio frente a mi.
Cortinado de lino color crudo, hermoso piso de madera, colores cálidos en sus paredes y un gran espejo que permite reflejar lo que los muros ocultan. El primer reflejo es una cama majestuosa, digna de ser deseada. Sobre ella 2 cuerpos desnudos, elongados plácidamente. Curvas, contra curvas, montañas, depresiones, llanuras. Geografías casi perfectas a mis ojos
Decido acomodarme en mi sillón desvencijado y ser feliz contemplando el despertar de esos cuerpos.
Mi fuerte deseo parece haberles interrumpido el sueño. Es hermoso verlos
Se buscan, se tocan lenta y completamente, se besan suavemente. Besan sus ojos, besan sus cuellos. Son dos cuerpos danzantes irradiando deseo.
– ¿Será solo ésto el despertar de estos cuerpos?
Quisiera ser el lienzo de la habitación para tener vista privilegiada y para, también, acariciar esos cuerpos con la ayuda el viento.
Nuevamente pareciera hubiesen escuchado mi fuerte pensamiento y deseo.
Para mejorar mi visión, de semejante despertar, me recosté en el piso del balcón. Mis pechos, con los pezones erectos, se aplastaron contra el piso; mis piernas abiertas como esperando ser parte del juego que comenzaba a jugarse y que mis ojos no querían perder detalle.
Los cuerpos del 3er piso de aquel edificio gris cobraron postura de perros en celo, ante mi.
Ya no se besan suavemente, se manosean, se llamen, gimen , se aprietan, te tironean, se muerden, es escabullen, se amarran, se sueltan. Juego perfecto de posesión y dominio.
– ¿Por qué callan? Ya ni las calandrias cantan.
Silencio, solo observo el movimiento de sus pechos agitados. Siento mi corazón y respiración agitada, casi tanto como al despertar.
Mi entrepierna esta húmeda, tanto que pueden mis dedos jugar entre ellas deliciosamente.
Ellos miran hacia su ventana, juntan sus mejillas, sonríen, él la abraza curvando su columna, tanto que puedo divisar sus vertebras; ella separa, aun mas, sus piernas y se sujeta de las sabanas como queriendo evitar ser arrancada de ellas.
El movimiento rítmico de sus cuerpos provoca y lo que desencadena mis rasgaduras , mi sudor, mi movimiento acompañando el de ellos.
-¡Ya no puedo seguir con esto!.
Me ducho, me alisto para salir a trabajar. Suena mi timbre.
– Hola Sandro
– Hola Sra. Gloria, una pareja dejo este sobre para usted
– Dijeron quiénes eran.
– No, solo dijeron que usted lo estaba esperando.
– Gracias Sandro.
– De nada Sra.
El sobre sin remite dice:
“ Hola, esperamos haberte devuelto un poco de lo que nos das y deseamos siga sucediendo”
3ro A, Edificio Las Calandrias
Mi pecho parece explotar. No se cómo reaccionar, solo sé que el verano recién empieza.
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