MIS AVENTURAS II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por XCITANTDLC.
Recuerdo hace ya algunos años mi padre remodelaría la casa, por lo que comenzó a construir más recamaras, sin duda alguna esto significó un gran regalo para mi pues llegarían albañiles hombres fuertes y rudos a trabajar a mi casa, pues en realidad podría mostrarles un poquitín de mis atributos ya tan conocidos y deseados por los hombres.
Cuando llegaron aquellos fornidos y grotescos albañiles solo los observaba debes en cuando como no queriendo llamar la atención lo cierto es que a todo eso ya me había paseado enfrente de ellos con lycras ajustadas a mis nalgas, y con tops transparentes sin brassier, y aunque ya había pasado más de una semana estaba decidida a mostrarles un poquito más, mi hermano mayor ósea Antonio se encontraba en casa acomodando un librero, los albañiles se encontraban trabajando en la parte de atrás de la casa , mis hermanos salieron con mis padres a comprar despensa; ese día hacía mucho calor, así que le dije a mi papi que lavaría ropa, me di cuenta que sería el pretexto perfecto para escoger ropa muy ligera, el solo pensar en lo que dirían y pensarían los albañiles me éxito tanto que me sentía mojadita sin todavía a ver echo nada, así que me puse a escoger la ropa, escogí un top blanco cortito que parecía una bandita, lógico que no use brassier, permitía recalcar mis pezones en la tela se veía el colorcito rosadito entre la tela, también me puse una tanga negra pero, que creo era un hilo, en el espejo veía como el hilito desparecía entre mis nalgas, solo se veía la tirita que corría en mi cadera, escogí una lycra blanca que ya estaba muy desgastada en la que se podía observar unos hoyitos a la altura de la costura que se mete entre las nalgas, pero esto me dio más morbo pues pensé que al momento de agacharme se reventaría y así con ese pretexto les permitiría ver mis pompis a los albañiles, me puse la lycra en el espejo también me vi , la lycra se metía totalmente entre mis pompis, me encanto como se me veía y la tanga negra se recalcaba totalmente en la lycra blanca ya transparente pues era un poco vieja, veía como se resaltaban mis piernas gracias a la lycra, me empine tantito para ver cómo se vería cuando me agachara y vi que los hoyitos que tenía mi licra se volvían en grandes hoyos permitiendo ver mis nalgas entre los hoyos parecía que se reventaría con cualquier esfuerzo eso me éxito tanto, que, sentía correr mis jugos vaginales y empapar aquella delgada tela que llevaba por hilo.
En fin me puse a recoger la ropa para lavar, escuche como tocaron la puerta y rápido me levante del suelo para abrir la puerta y al abrirla se encontraban solo los ayudantes del albañil, era un muchacho que le decían chango que tenía 13 años moreno muy delgado , y era checo un poco mayor de unos 15 o 16 años, me vieron con cara de asombro, no dijeron nada, solo se quedaron tragando saliva, observe como veían mis pechos, casi se los tragaban pues esa era la reacción que buscaba, les dije que pasaran al patio solo dijeron: buenos días, pobres niños me di la vuelta con toda intención que notaran mis nalgas, la lycra se metía de más entre mis nalgas, seguí caminando hasta mi cuarto sabía que les daba una muy buen bienvenida, entre tanto checo me dice que no vendría el maistro y que estrían ellos trabajando en la construcción: le conteste mientras iba entrando a mi cuarto que estaba bien que yo me encontraba lavando ropa que pasaran directo al patio y al girar para verlos no pude observar sus caras pues ya habían pasado directo al patio, así que tome rápido la ropa para salir al patio a lavar, cuando me encontraba caminado por el pasillito que va directo al patio escuche como el niño que le dicen el chango le decía a checo ; viste a la morrita, que culo tiene, bien grandote, casi le tiro una mordida wey, checo solo le contesto: si a esa chava le gusta que la vean, siempre anda paseando el culito por todos lados ,pinche lycrita que tenía, se le metió toda en las nalgas, se le veía orillita de las nalgas por que la lycra ni le queda.
Eso me puso súper prendida, me excite mucho, así que decidí darles otro regalito intencionalmente hice un poco de ruido para que me escucharan al llegar con la ropa en la mano, checo se acercó a ayudarme, al momento de tomar la ropa de mis brazos, me replegué a la ropa, para que mis bubis rosaran en su brazo, sentí como roso mis pezones, sé que se dio cuenta pues solo agacho la mirada y se puso rojo, me dijo que si la metía a la lavadora le dije que sí, enseguida se fueron los dos directo a la construcción que se encontraba enfrente de la lavadora, tome la manguera para llenar la lavadora y se me ocurrió una idea, tome la manguera y les di la espalda abrí la llave de agua, callo el agua helada sobre mis bubis,, vi como mis pezones se transparentaban totalmente, mis bubis se notaban, casi como si estuviera al desnudo, se pusieron duritos mis pezones, solo grite, ayyyyyyyy, fuerte para que se pusieran atentos, voltee a verlos y les dije; amm creo que me moje , está descompuesta esta manguera muchachos, y vi cómo se clavaron las miradas de los niños en mis pechos, el agua se avía corrido hasta mis piernas, se transparentaba mi tanga negra a la altura de mi vagina , pero solo se notaba el triangulito de la tanga, el agua se seguía regando y checo corrió a cerrar la llave, voltee a verlo y se quedó petrificado al ver mis bubis, le dije que no la cerrara pues tendría que llenar la lavadora , solo tartamudeó no pudo decir nada más, le grito el chango , que abras la llave wey, checo abrió, la llave, le dije sostenla ahí le acomode la mano con la manguera tirando agua, hacia un lado de mí, me di la vuelta para checar la ropa pero moví mis nalgas para el chorro directo de agua, sentí como corría el agua mojando mis pompis, me éxito tanto, solo sacudí las nalgas y lo voltee a ver y le dije, oye checo me mojaste las nalgas verdad, el solo dijo que no que yo me moví, solo sonreí le dije que estaba bien que de todas maneras me mojaría lavando, el solo sonrió y se regresó a trabajar, los niños estaban atentos viéndome el culo, como se notaban mis nalgas casi al desnudo solo por el hilo dental que salía de en medio de ellas, la lycra desgastada permitía ver con claridad mis nalgas al aire libre, note como sonreía el chango y checo pero sabría que no me pasaría nada pues mi hermano Antonio se encontraba en la sala.
Yo me hice la desentendida como si nada pasara, ellos solo simulaban que trabajaban me veían pasear mojada por el patio, ahora seguía lo mejor que les daría, me puse justo enfrente de ellos con un canasto de ropa en mis brazos, me di la vuelta y justo enfrente de ellos me agache puse las piernas rectas y me incline sentí como la lycra se abría, como mis nalgas abrían los hoyito, mis pompis querían reventar la lycra, esa sensación de la ropa apretada a punto de reventar que tanto me encanta, los veía a los muchachos despistadamente mientras separaba ropa, como veían mis grandes y carnosas nalgas, sabía que estaban excitados, solo me miraban las nalgas, yo solo seguía dejándolos que vieran, de repente me incorpore sentí como se metió toda la tela de la lycra en mis nalgas, solo seguí caminando hasta entrar a la casa, la verdad me daban tantas ganas de tocarme pero mientras estaba agachada mostrando mis nalgas note que se movía la cortina de la venta de mi cuarto que va a dar al patio, así que fui a ver que sucedía , tal vez mis padres y mis hermanos habrían llegado de compras, al momento de entrar a mi recamara encontré a Toño sentado en mi cama, me voltio a ver y solo sonríe con esa sonrisa morbosa que tanto me encanta, me dijo; ay hermanita ya te vi que andas jugando con los muchachos, debes de tratarlos bien pues son trabajadores, así que solo le sonreí mientras note como veía mis bubis mojadas, y veía mis piernas en esas lycras ajustadas, pues solo me di la vuelta, tome una pinzas para la ropa pues tendría que tenderla y salí.
la idea de pensar que mi hermanito se estuviera masturbando o tocando me encendió mucho más, así que esta vez el regalo era más para Toño que para los muchachos llegue con las pinzas, los chicos se encontraban resanando las paredes, así que aproveché para subir el tendedero tanto que no lo alcanzara más que con una silla, note que no dejaban de verme despistadamente, tome un bote para usarlo de banquito y le dije al más chico que si me ayudaba , rápidamente se paró, le dije ve changuito que me voy a subir al bote si, tú me detienes porque tengo los tenis mojados tal vez me caiga por eso tienes que agarrarme fuerte si, volteé a ver a la ventana vi como solo se veía la cara de mi hermano eso me ponía más cachonda la verdad, así que me subí a bote, el niño me tomo de la cadera, le dije que no me soltara, sabía que estaría viendo mis nalgas que le quedaron justamente a la altura de su cara, seguí tendiendo la ropa, veía de reojo como el niño no despegaba la mirada de mis nalgas, la lycra ya se encontraba muy arriba y metida entre mis nalgas parecía un traje de baño cachetero, así que me hice un poco para atrás y me incline tantito, pude sentir como su cara se metía en mis nalgas y rápido las despegue, así seguí arrimándole mis nalgas en la cara el muchacho con cara de lujuria seguía sosteniéndome, me sentía toda mojada, sabía que el show para Antonio era perfecto, le dije al niño que ya había terminado que me ayudara a bajar le agarre las manos y las apreté más a mi cadera baje y casi me senté en su cara y mientras bajaba sentí como su pene estaba erecto, seguí tomándolo de las manos y cuando baje totalmente al suelo , me agache tantito para que me arrimara bien su pene entre mis grandes pompis, le dije gracias y rápido se dio la vuelta.
Me dirigí a la recamara mi hermano estaba ahí con su pene de fuera me acerque a él y vi como lo agitaba con su mano, le agarre la cabecita y le dije que si le gusto, me dijo que le encanto pero que no fuera malita, que faltaba el otro niño que no le regale nada, así que salí, mientras iba caminado me acomode la lycra, vi que estaban poniendo algo en el piso, así que me acerque les dije ya termine que hacen ustedes chicos me contesto checo que ponían mosaicos le dije que si me enseñaba, me puse en cuatro enfrente de él y le dije a ver enséñame, se agacho a mi lado y al momento que iba a decir algo me volteé poniendo mis nalgas en su cara, hice mucha presión con mis nalgas en la lycra que se escuchó como se rompió, era un agujero grande mis nalgas se encontraban al aire, yo solo seguí como si nada me levante y los volteé a ver, le dije a checo a ver qué es eso checo y apunte asía arriba, me dijo ahí pondremos los focos, para eso está el andamio ese para subirnos, le dije a ver deja me subo, camine con las nalgas de fuera con esa lycra ya descosida, mis pompis grandes se ponían chinitas la sensación esa me encanta, sabía que parecía como que estaba desnuda pues solo se veían los hilitos de la tanga, entre mis inmensas nalga, me empecé a subir al andamio y le grite a checo, no me dejes sola me puedo caer ven agárrame que me caigo, note como en la ventana mi hermano me veía escondido entre las cortinas ufff eso me calentó mucho, checo me tomo de la cintura mentas me subía, pero me detuve y deje caer mis nalgas en su cara, sentía como se clavaba su cara entre mis nalgas, me levante y le dije perdón me resbale, seguí subiendo y de repente me detuve deje posar su cara en mis nalgas sentía como checo estiraba su lengua para chupar mi culito, él fue un poco más lejos , veía como la cortina se movía sabía que Toño se masturbaba yo seguía hablando con el otro niño mientras checo besaba y chupaba mi culo sentí su lengua varias veces en mi vagina despegue mis nalgas de él y solo me seguí bajando cuando llegue al suelo le dije bueno chicos me voy, seguí caminando , al entrar al cuarto mi hermano estaba con el pene de fuera, note que no avía terminado, camine hacía el espejo me di la vuelta y vi como mis nalgas estaban todas de fuera, mi hermano solo dijo que ricas nalgas tienes Valery, solo sonreí, me le acerque toque su pene y lo bese y seguí caminado al baño me metí a bañar tarde horas ahí dentro masturbándome tocándome mis nalgas, mis pezones recordando a los niños y a mi hermano como me veían, me encanta ser deseada , que me miren.
Mientras me bañaba se me ocurrió que quería una aventura en el metro para bajar mi temperatura, me vestí sexy como de costumbre, con un vestido azul celeste medio transparente que apenas me cubría las nalguitas, sostén blanco se denotaba a través del vestido, una tanguita igualmente blanca y zapatos de tacón alto, ya se pueden imaginar una preciosa chica caliente subiéndose al vagón de los hombres donde el metro va lleno.
El metro tardo un poco en pasar el andén ya estaba lleno y cuando paso iba tan lleno que ni siquiera hice el intento por subirme, así deje pasar un par de trenes hasta que llego uno con un poco de espacio para subirme, Al subir, varias personas subieron detrás de mí, de hecho puros hombres, me empujaron para poder entrar ellos y quede justo a la mitad del vagón rodeada y apretadísima de puros hombres, frente a mi quedo un chico que llevaba abrazado su portafolios, era más alto que yo y su portafolios quedaba justo a la altura de mis pechos, cuando el metro avanzo y llego a la siguiente estación increíblemente entro aún más gente apretándome más, al chico del portafolios lo empujaron más y al moverlo se giró un poco moviendo mi vestido de su lugar y rozando mis pechos, al seguir su marcha el metro el chico aprovechaba por rozar mis pechos diciéndome: Perdona, pero están empujando de atrás.
Yo siendo una chica comprensiva, le di una sonrisa con un “no te preocupes”.
Esta respuesta solo le echó leña al fuego y de inmediato comencé a sentir una lluvia de manos sobre mis piernas y mis nalguitas.
Me agarraban el culo con palmas abiertas, no tardaron casi nada en levantar mi vestido y meter manos por debajo de este, metiendo dedos entre mis cachetes y los q podían introducían dedos en mi conchita, haciendo a un lado la fina tanguita blanca, comencé a respirar hondo para evitar gemir en voz alta.
Eso es lo que estaba buscando desde la mañana en casa con aquellos albañiles y el cabron de mi hermano, la lujuria de ser atacada por incontables manos por todo mi cuerpo, mi vaginita de inmediato se humedeció, varias manos empujaban mis muslos, queriendo abrir mis piernas, y poco a poco lo iban logrando, el chico de enfrente se dio cuenta de lo que pasaba por debajo y de mis gemidos ahogados, pero él no podía hacer nada dado que estaba abrazando su portafolios, intento bajarlo pero como en cada estación entraba más y más gente la cual nos apretaba más y mas no podía hacerlo, el chico no pudo soportar más y descaradamente volteo ambas manos sobre mis pechos masajeándolos sin ninguna intención de ser disimulado, masajeo mis pechos por encima de mi vestido, e intentaba sacar mis pechos del vestido pero no podía.
Una persona que iba detrás de mí se percató de eso y deslizo los tirantitos de mi vestido por mis hombros quedando este arrugándose en mi cintura mientras empinaba las nalguitas para dar mejor facilidad de acceso, las manos se entre-chocaban tratando de acariciar, agarrar, apretar, sobar mi rico y apretadito cuerpo que gozaba con cada caricia sobre mi piel y dentro de mi conchita que iba totalmente húmeda, alguien detrás de mí, no estoy segura si bajo mi vestido, desabrocho mi brassier dejándolo caer al suelo y dándole acceso libre y sin problemas al chico del portafolios a mi pechos que sin dudarlo un segundo comenzó a pellizcar y acariciar mis rozados pezones.
Con el sostén en el suelo y mi vestido arrugado en mi cintura entre cerraba mis ojitos al sentir diferentes dedos invadir mi conchita, sobar mis labios vaginales y meterse por toda mi rajita.
El que estaba directamente detrás sobaba y apretaba mis nalgas como si se fueran a desaparecer en cualquier momento, dedos entraban y salían de mi panochita con increíble rapidez, un pulgar frotaba mi clítoris aplicando una presión deliciosa q me llevaba al cielo, no pude gemir bajito, con mis ojitos bien apretados mientras una onda de éxtasis barría con mi cuerpo, era un banquete los hombres q me rodeaban.
Más de uno quiso ensartarme un dedo en el culo, pero por alguna razón, quizás la difícil posición de las manos no pudieron, onda tras onda de orgasmos me invadían, así disfrute y goce a lo largo de del trayecto de 10 estaciones alrededor de media hora, aquellos tipos se dieron un festín proporcionándome la mega manoseada del siglo, varios me susurraban obscenidades y me decían lo puta que era, que era la perra caliente más rica del mundo y que era un deliciosa hembra que me quieran meter la verga por todos lados, etc… Cuando el metro estaba por llegar a la estación donde tenía que transbordar de línea, comencé a decirles a duras penas entre gemidos que ya por favor me dejaran, ya tenía que bajar, la gran mayoría de las manos se apartaron y el chico soltó mis pechos, aunque algunos aún seguían masajeando mi culito y mis piernas, como pude medio acomode mi vestido, y me dispuse a bajar, la gran mayoría de las personas transborda en esa estación hacia otra línea que pasa por el centro de la ciudad, así que no fue nada difícil abrirme paso para bajar puesto que entre todo ese mar de gente solo hay que dejarse llevar por la corriente para salir del vagón, mientras salían muchos me fueron nalgueando y diciéndome obscenidades, yo no seguí el recorrido, espere en el andén a que toda la gente se fuera hacia la otra línea y aproveche para acomodar bien mí ya arrugado y mojado vestido, cuando estaba acomodándolo me percate que no llevaba mi brassier, supongo que se quedó en el vagón tirado, por lo cual mis pezones se notaban por debajo de mi vestido, arregle mi tanguita que estaba como un trapo mojado, puse mi vestido en orden y me dirigí a la otra línea.
Iba con mis piernas como gelatina después de tantos orgasmos y con mis pezones erectos como la goma de un lápiz debajo del vestido medio transparente, cuando llegue a la línea el andén estaba repleto y los trenes que llegaban peor aún, estuve esperando como por 20 minutos a que pasara un metro "decente" en el cual me pudiera subir pero nada, hasta que enviaron un metro completamente vacío para la estación, de igual manera me subí en los vagones para hombres, pero a pesar de los 20 minutos que me sirvieron de descanso aun iba muy agotada por la acción de hace un momento, afortunadamente pude alcanzar asiento y me recosté sobre la ventana cerrando mis ojos para tratar de dormir un poco ya que el recorrido de esa línea es aún más largo que la otra.
Iba media dormida cuando sentí alguien sentarse a mi lado y poner una mano sobre mi muslo, lo mire y era un viejo de unos 65 años, al ver su mano arrugada, su cuerpo viejo, gordo y feo, me dio asco.
Antes de poder quitar su mano, el viejo me dijo: Iba detrás de ti en el otro vagón, yo fui el que te desabrochó el sostén y me quede con ganas de meterte mi pito.
Y fue subiendo la mano por el muslo.
Al escuchar eso, por la sorpresa no le dije nada y más por el morbo que otra cosa lo deje seguir.
El viejo subía su mano por debajo del diminuto vestido y al tocar mi tanguita, dijo con voz de triunfo, ¡sabía que seguías mojada puta! El escuchar al viejo decirme puta, hizo q me excitara de nuevo y sin querer abrí mas las piernas, una sonrisa malévola se formó en la boca del hombre.
Así es putita, abre esas piernas putita.
Los dedos gordos del viejo se posaron sobre mi tanguita y comenzó a sobar mis labios vaginales y clítoris lentamente, por encima de la fina tela.
Me recline de nuevo sobre la ventana a disfrutar de las caricias que me daba.
Las manos de mi acompañante no se estaban quietas, subían y bajaban por mis muslos, de vez en cuando sus dedos se posaban sobre mi vaginita, pero siempre por encima de la tanguita blanca.
La estación donde bajaba se acercaba era la penúltima estación y me puso de pie, el viejo rápidamente tiro de mi brazo hacia abajo diciéndome: ¡Si te levantas te golpeo como la puta que eres! Me dio algo de miedo y me quede sentada en el asiento quieta, de repente su situación había cambiado por completo.
Unos segundos atrás yo era la chica que teniendo piedad de aquel pobre anciano, permitía que este me sobara a placer, ahora el viejo me tenía amenazada con una golpiza si me movía de ahí.
Mientras llegábamos a la última estación el viejo no paraba de amasar mi muslo y sobar mi conchita, al llegar a la última estación, las pocas personas que habían se marcharon dejándome con el señor a solas, las puertas se cerraron, me sentía prisionera de aquel hombre, tenía miedo y no me atrevía a decir nada.
Aquí era donde el tren se metía en los túneles oscuros hasta salir de nuevo al andén.
Apenas el tren comenzó a moverse hacia la oscuridad el viejo me sacó del asiento y me puso de rodillas encima de este dándole la espalda.
El viejo empujó mi espalda hacia enfrente haciéndome que empine aún más mi culito hacia él, apreté los ojos sabiendo lo que se venía.
Escuche el cierre del pantalón y sentí las gordas manos del viejo subirme el vestido hasta la cintura dejando mi conchita totalmente expuesta a él.
Una mano gorda me tomó de la cintura fuertemente mientras sentía la cabeza de su verga ponerse entre mis labios vaginales, respire hondo, el viejo gordo me la iba a meter.
Sin más miramientos, me enterró la verga entera hasta las bolas haciéndome gemir como una perra en celo, el viejo gemía y gruñía obscenidades mientras enterraba su miembro una y otra vez en mi conchita.
Lo único q se escuchaba en el vagón eran los fuertes gemidos que salían de mi boca, los gruñidos del viejo y el jugoso mete saca de una verga entrando y saliendo de mi conchita empapada acompañado del distinguido SPLAT SPLAT SPLAT SPLAT de la pelvis del viejo sobre mis nalguitas.
El viejo sabía que tenía poco tiempo para disfrutar de mi cuerpo y tomándome de los hombros con ambas manos, empujó su verga lo más profundo con fuertes embestidas haciéndome gemir de placer.
El señor me agarró de los hombros y comenzó a darme embestidas fuertísimas.
El caso era q el viejo me tenía agarrada de los hombros me metía la verga sin piedad, me tenía de rodillas con mi espalada arqueada dándole toda mi conchita en bandeja de plata, las embestidas eran brutales y yo tenía las manos bien sujetas al respaldo del asiento.
Esto se añadía al increíble morbo que tenia al sentirme usada como un juguete sexual por este viejo, quien pronto con alaridos anunciaba que se corrí.
Afortunadamente el viejo se había puesto un condón y evitó tener mi conchita inundada de semen del viejo.
El sudor del vejete me caía en los cachetes de mi culo mientras sentía el miembro duro que me acababa de penetrar a duras embestidas, el respirar del viejo era como si hubiera corrido una maratón y lentamente se salió de mí, rápidamente arregle mi ropa justo antes de salir a la fuerte luz de la primera estación.
La severa cogida no duró más de 5 minutos, pero el morbo de haber sido manoseada a placer por tantos hombres, y luego ser usada como putita personal era increíble, y para sellarlo con broche de oro, antes de salir del vagón el viejo me dijo: abre la boca puta y me metió el condón usado en mi boquita diciendo: a todas las putas como tú les gusta masticar chicle y dándome una palmada en las nalgas bajo la mirada de los que entraban el señor se fue.
Como una buena perrita sumisa, mastique el condón como un chicle y trague todo el juguito que salió de él.
Llegue a la estación donde tenía que bajar y camine un rato ya por la tarde tome el camión a mi casa, ahí si pude descansar pues había sido un día muy abrumado, sin duda lo puta lo llevaba por dentro y de eso no podría escaparme.
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