Mis bellas amantes de la residencia de ancianas 3
La mulata Sofia de 70.
Cómo comenté ya tenía relación con Julia y Bety hermosas ancianas, las visitaba seguido, con ellas se me abrió el gusto por estas bellas damas de edad, en el asilo había más de 30 damas desde 65 años la de menos edad hasta 89 años, mi calidad de médico, me daba la oportunidad de tener contacto directo y hasta intimo con ellas, me empeze a fijar en ellas además de pacientes con sentido sexual, algunas con dolencias que no no daban lugar a juegos, pero otras y bastantes bien físicamente,
Me empeze a fijar en una de ellas Sofía de 70 años bastante bien conservada, morena no muy alta, delgada, buenos senos y un trasero respetable, fue al consultorio por un dolor en la espalda, ahí ví mi oportunidad le dije que se desvistiera quedando solo en sostén y pantaleta, ella me vio y preguntó, es necesario doctor, si doña Sofía, hágalo y recuestese boca abajo, así lo hizo y Vi que no tenía mal cuerpo, muy moreno y con pocas arrugas, empecé a recorrer su espalda presionando para que me dijera dónde le dolía, al llegar a un punto ella me dijo que allí le dolía, le dije entonces que le daría un masaje y para tomar unos analgésicos, empecé a darle el masagee recorriendo su espalda hasta el principio de sus nalgas, luego de un rato ella respiraba agitada, en una de esas subí mis manos hasta sus nalgas,
Sofía reaccionó y me dijo es necesario hasta ahí, entonces le dije, perdone doña Sofía debí haberle dicho que era necesario hacerlo así la base de su columna y terminales nerviosas están ahí, bueno doctor, masajeaba de su cintura hasta sus nalgas que aún conservaban cierta dureza, me puse aceite en las manos y me concentre en sobarlas, parece que eso la inquieto, por qué me dijo ya doctor, podía continuar después, si doña Sofía, si UD quiere en mi última ronda nocturna puedo pasar a su cuarto y darle el masaje, ella se incorporó no dijo nada y luego al salir me dijo , lo espero en la noche
Espere que ya todos se hubieran retirado a sus habitaciones, las enfermeras de guardia ya sabían que yo hacía recorrido nocturno antes de irme al depto que tenía dentro del asilo, llegué al cuarto de Sofía entre y Vi a ella sentada en el sillón viendo la tv.
Al verme entrar se paró, traía una bata puesta, me saludo, hola dr, empezamos?
Si doña Sofía, camino a la cama y al llegar a ella dejo caer su bata y quedó desnuda, se voltio a verme se sonrió y me dijo como ve ya estoy lista, se tendió boca abajo, saqué el aceite lo puse en su espalda y nalgas y empecé a masajear y sobar acentuando la presión en sus nalgas, no tardó en suspirar y moverse inquieta, yo ya tenía la verga bien parada,
De repente me preguntó, le gustan las nalgas de una vieja doctor, ? parecería que ella se dió cuenta de mi verga, perdone doña Sofía pero su cuerpo no representa su edad, pero por qué me pregunta, vera doctor yo soy médico y ejersi por casi 40 años, lo del masaje fue invento y oportunidad de ver mi cuerpo, por qué doctor??, perdone doña Sofía tiene usted razón, la verdad me gusta usted, me dispuse a irme apenado,
De repente ella me dijo, doctor por qué cree que acepte verlo en mi cuarto y en la noche, ya no supe que contestar, acérquese doctor le voy a contar algo, desde hace más de 15 años no he estado con ningún hombre, ya no me inquietaba, pero usted al sobarme me hizo sentir un calorcito que había olvidado y más aún cuando note humedad en mi vagina, así que decidí si se podía, darme la oportunidad, sentada puso sus manos en mi pantalón los bajo junto con mi short y brinco mi verga bien lista, la agarro con sus manos y se la llevó a la boca dándome unas mamadas de fantasía, con el movimiento de sus manos en mi tronco, la cabeza en su boca y con su lengua lamiendola, mi exitacion llegó al máximo y no tarde en eyacular dentro de su boca, ella trago todo lo que pudo, lo demás corrían por la comisura de sus labios, me desvesti rápido la acosté boca arriba, busque su boca besándola y tragando mi semen, nuestras lenguas jugueteaban dando más calor al beso, mis manos fueron a sus llenos senos con grandes pezones más negros, le bese la cara sus orejas sus hombros su cuello, ella con los ojos cerrados gemia despacito, masajeaba sus pezones pellizcandolos, baje mi boca a ellos y los chupe y lami hasta que se endurecieron,
Sofía me agarraba la cabeza, así así mi amor me decia, seguí bajando hasta llegar a su pubis cubierto por pelos negros muy cortitos y rizados propios de la raza negra, sus labios vaginales grandes y de un color café obscuro se veían hinchados y húmedos, los lami un momento, provocando en Sofía gemidos y presión de sus manos en mi cabeza, los abrí con mis dedos y metí mi lengua en su rosada raja, ella abrió un poco sus piernas facilitandome, su exitacion ya la había lubricado con fluidos viscozos de sabor fuerte que yo absorbi lengueteando su entrada y clítoris, deteniendome también en su uretra, este a mi contacto provoco un estremecimiento de su cuerpo y gemidos apretando mi cabeza y subiendo sus nalgas, yo se por experiencia que es muy sensible, su clítoris creció de manera considerable poniéndose duro casi como un pequeño pene y con una sensibilidad que hacía que Sofía restregara con fuerza su sexo en mi boca, gimiendo aghhhhhhh aghhhhhh, ya mi amor metemelo, levantaba y abría las piernas, yo me coloque subí sus piernas a mis hombros, colocando mi verga en su entrada la fui metiendo poco a poco en su suave apretado y muy resbaladizo conducto vaginal,
Sofía al sentir mi verga entrando arqueo su cuerpo gimiendo fuerte aghhhhhh aghhhhhh así, así que rico mi amor, dame fuerte, mi verga entro totalmente y empecé el mete saca ella tenía contracciones que apretaban de forma muy exitante mi verga, así estuve dándole fuerte, ella gimiendo, de repente grito y me dijo ya mi amor aghhhhhh aghhhh me vengo, me vengo, acelere mi ritmo y ella tuvo una verdadera explosión de orgasmo, expulsando una cantidad increíble de fluidos viscozoz que bañaron mi verga y se derramaron en la cama, Sofía estaba en un verdadero éxtasis, gemia fuerte movía aghhhhhh aghhhhhh mi amor me muero, movía el cuerpo sin control, sus manos se aferraban estrujando las sábanas, su cabeza de un lado al otro con los ojos cerrados abría su boca como queriendo jalar el aire, yo no aguante más y lance en el fondo a su útero chorros de semen, ella decía así así mi amor siento tu leche caliente, maraviloso, con una de sus manos se acariciaba el clítoris, yo aún tenía parada la verga dentro de ella, con la calentura y teniendo su culo a mi alcance , puse una almohada bajo sus nalgas y llevando sus piernas a sus pechos, saqué mi verga bien lubricada antes de que Sofía se diera cuenta, la coloque en su culo que también estaba lubricado por sus jugos y de un empujón metí la mitad, Sofía pego un grito, no no por ahí no mi amor me duele y contorsionando el cuerpo trataba de sacarla, yo estaba bien aferrado controlando sus piernas, aghhhhhh aghhhhhh me duele, sácalo pero el esfuerzo de ella hacía tener contracciones en su ano que apretaban más mi verga, quedé quietó unos momentos esperando que se acostumbrara, me decía por favor con cuidado hace mucho que no lo hacía y gemia ya despacito, saqué poco a poco mi verga de tan apretado pasadizo y dando otro empujón la metí hasta que mis huevos chocaron con sus nalgas, ella pego otro grito ayyyyy AYYYYYYY me duele mi amor con cuidado me destrozas ayyyyyy, observe que Sofía llevaba su mano a su clítoris y con dos dedos parecía masturbarlo, esa escena me puso muy exitado la sacaba y metía con fuerza, por fin ella empezó a dar muestra de que entre dolor y goce lo estaba disfrutando, como seguía manipulando su clítoris no tardó en tener otro orgasmo tan intenso como el anterior verdaderamente nunca había visto esta cantidad de líquido saliendo de su vagina bañando mis genitales y inundando la cama, sus movimientos y expresión gimiendo abriendo la boca y cerrando los ojos moviendo la cabeza y masturbándose ayyyyyy aghhhhhh así así mi amor, no había duda de que lo estaba gosando intensamente, no aguante más y llene de leche sus intestinos, aumentando su placer, sus contracciones anales exprimian mi verga y yo también gemia Ohhhhhhh Ohhhhh del intenso placer que recibía, por fin se quedó quieta como desmayada, saqué mi verga ya flácida baje sus piernas y me tendí encima de ella besándola, Sofía solo gemia despacito, ay amor que divino se me había olvidado ese placer tan intenso, como buena mulata soy muy caliente, ya me despertaste a ver cómo me aguantas y se sonrió, yo le dije que fuera muy discreta si se sabía perdería mi empleo, le di un beso, me vesti y discretamente me fui a mi depto, Sofía resultó ser una ardiente mujer ávida de sexo,
Continuara
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