Mis encuentros con las hermanas de Esteban II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como ya era costumbre el viernes o el sábado llegaba a la casa de Esteban, si había que trabajar lo hacíamos, algunas veces no iba solo, a veces me acompañaba algún amigo en común de la zona donde vivíamos nosotros. Este fin de semana me acompañó Gregorio, un amigo de la infancia, tanto de ellos como mío. Ese día estaban haciendo una pared por la parte de atrás de la casa y nosotros al llegar nos unimos al grupo de trabajo, comenzamos a tomarnos unas cervezas para el calor y así transcurrió el resto del día, en un momento que entré a la casa para ir al baño, me encuentro a Mercy en la sala sentada escuchando música, al verme se levanta de su sillón y se me acerca y me dice que quiere hablar conmigo, pero como están todos en casa que trataría de hacerlo en la noche.
Sonreí y fui al baño, al salir ella me abraza por la espalda y baja su mano hacia mi pene y me lo aprieta, yo me volteo y le doy un beso, pero se siente que alguien viene y me hago que salgo del baño y ella sigue sentada. Era Esteban que también venía al baño, al vernos se sonríe y me señala con el dedo y entra al baño. Yo me rio y salgo de nuevo al encuentro del grupo. Pasamos la tarde allí hasta que se terminó el trabajo. Comimos una sopa y seguimos tomando cervezas, de vez en cuando Luisa pasaba por mi lado y me rozaba con sus senos o me pellizcaba en los brazos, hacía cualquier cosa para llamar mi atención. Llegó la hora de dormir y nos fuimos los barones al cuarto de Esteban, allí no podíamos hacer nada Esteban y yo porque Gregorio no podía saber nada, comenzamos a hablar y salió el tema del sexo y Gregorio sugirió hacernos una paja, Esteban y yo accedimos y nos sacamos nuestros penes, Gregorio era físicamente más mayor que nosotros pero en realidad éramos los tres de la misma edad.
Después de nuestra paja nos acostamos, pero al rato me dieron ganas de orinar y salgo del cuarto de Esteban y me dirijo a una puerta que comunicaba su habitación con la casa, esa puerta no tenía seguro ya que era el paso obligado hacia la casa de Esteban. Cuando abro la puerta veo luz en el baño y me hago el escondido esperando que saliera la persona que estaba allí. Sorpresa quien sale del baño es Mercy en bata de dormir casi transparente, al verme se sonríe y me hace señas de no hacer ruido, apaga la luz y se acerca a mí y me dice que vayamos a su cuarto que ahora dormía sola, le hago señas de que me espere porque voy al baño, orino sin luz y con la puerta abierta, al terminar me doy vuelta con mi pene aun sin enfundar y ella se acerca y me lo agarra y me lleva así a su cuarto, como la cama hacía mucho ruido nos acostamos en el suelo, ella comenzó a besarme y yo comencé a quitarle la bata de dormir y bajé mi short, quedando en ropa interior, meto mis dedos en aquella cuquita y los llevo a mi nariz y boca.
Los olores de Mercy eran muy sabrosos, me levanto y le digo que se acueste y comienzo a besar sus senos que como los de sus hermanas eran duritos, ella solo gemía y comienzo a bajar por su estómago hacia su caverna, me detengo en su ombligo un momento y luego sigo mi descenso hacia la cueva, me detienen aquellos bellos púbicos abundantes, de un olor a colonia y toco con la punta de mi nariz el clítoris de aquella mujer, hago espacio con mis manos entre sus piernas y comienzo a saborear aquel manjar que me era ofrecido, le levantaba las piernas y las colocaba en mis hombros, de vez en cuando visitaba la entrada de su culo, que tenía un aroma a jabón, estaba fresca porque se había lavado antes de salir del baño.
Cuando hacía eso ella se retorcía de placer, luego tomé su almohada y la coloque bajo su cadera, dejando levantada su concha en mi cara, comienzo de nuevo a hacer de mi lengua aquel espacio y mi amante se retorcía del placer, de vez en cuando su gemido era muy fuerte y yo le tapaba la boca, después de un rato se vino en un orgasmo y tomé de aquello que le salía de su abertura, con los labios llenos de aquello me subí sobre ella y comencé a besarla, ella lamía mis labios y toda mi cara, era una locura, de repente ella misma se hizo de mi pene y comenzó a mamarlo, yo estaba a estallar y ella se aferraba a aquel trozo de carne, con sus mamadas me devolvía lo que le había dado hacía algunos minutos, fue tanta lo que me mamó que exploté y la leche le caía por la comisura de su boca, ella me besó y no sé si era mi esperma pero no me desagradó, entonces ella me hizo hacia tras y yo quedé abajo, con suma delicadeza se montó sobre mí y comenzó a cabalgar sobre su toro, esas niñas eran fogosas, sabían sin saber lo que hacían, después de un rato la coloco de espaldas y la penetro con una pierna levantada, ella solo gemía
Luego cambiamos de posición y se colocó en cuatro patas y yo detrás de ella semi-parado, la volví a penetrar, aquello fue un éxtasis para ella, agarraba la almohada con fuerzas y giraba la cabeza de lado a lado, cuando ya sabía que iba a llegar mi eyaculación, le presento la cabeza de mi miembro en el ojo de su culo y ella se lleva las manos hacia tras para abrir esa parte de su cuerpo que me era extraña. Pasé mi verga varias veces por su hueco y le puse además de mi liquido preseminal, le puse saliva y comencé a hacer presión, ella gemía y gritaba en voz baja sobre su almohada, cuando logré meter la cabeza, me dejé caer sobre ella que tenía aun la almohada en su vientre, esto hizo que entrara hasta el fondo, nos quedamos tranquilos un buen rato, mientras aquel culo se acostumbraba a mi palo, al rato hago movimientos lentos de sacar y meter y ella para más sus caderas, esa era la señal de que ya no había dolor y comienzo poco a poco la penetración, ella apretaba el culo y yo empujaba todo lo que entraba, así estuvimos un buen rato, luego sin sacarlo la hago girar para que quedara de frente a mí, por su delgadez era fácil moverla, al quedar frente a mí me deje caer por completo y besé su boca con mucha pasión, ella mordía mis labios y yo metía la lengua por arriba y el pene por su culo, de pronto me levanto y le hago colocar sus piernas en mis hombros y comienzo mi embestida lo más fuerte pues estaba a punto de llegar, en unos cuatro o cinco golpes exploté dentro de ella y así nos quedamos, no supe en que momento nos dormimos, yo encima de ella con atravesada por mi pene, allá casi en la mañana siento cantar un gallo, creo que era como las 5 de la mañana y me despierto asustado y la llamo para decirle que me iba al cuarto de Esteban, cuando retiré mi pene de su culo estaba lleno de leche y un poco de sangre. Ella me besa y tira en su cama, salgo con mucho cuidado y al llegar al cuarto de Esteban, mi amigo Gregorio estaba despierto y le dije que estaba desde hacía rato en el baño, no se si lo creyó, pero no comentó nada.
En otro relato les cuento lo sucedido con Mirian, quien era confidente de sus hermanas.
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