Mis experiencias sexuales
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En una ocasión cuando era muy pequeña vi a una pareja de vecinos follando y pude observar claramente como gozaban; de ahí en adelante desperté una gran inquietud por el sexo.
Cuando jugaba con mis amigos al papá y la mamá, me tomaba muy en serio el papel de esposa y cogí la costumbre de invitar al chico que hacía de papá y lo llevaba al cuarto aduciendo que allí íbamos a hacer negocios; pero una vez dentro del cuarto yo me bajaba la ropa y me quitaba los interiores y le decía al chico que sacara el pipí y que se subiera encima de mí para hacer el amor como esposos, yo los besaba y abrazaba apasionadamente como una mujer adulta, y a los niños les gustaba mucho venir a jugar a mi casa y hasta se peleaban por hacer de papas, en esa época ellos me restregaban el pene en mi virgen y estrecha conchita, pero ese juego me encantaba; habían algunos que tenían erecciones fuertes y me restregaban el pene metiéndolo por entre mis labios y estimulaban mi clítoris algo que disfrutaba mucho. En la escuela me encerraba en el baño y alguna vez tuve 5 novios, todos niños de mi edad y todos hacían lo mismo conmigo; incluso cuando lo hacía ya mi coñito se mojaba. Seguí con mis juegos y los niños me buscaban para jugar; ni mis hermanos ni nadie de mi familia sospechaban lo que yo hacía.
Cuando tuve 11 años, estuve con un chico de 12, juntos estábamos jugando en mi alcoba, él estaba encima de mí y mi primo Jhony de 17 años entró al cuarto y nos vio haciéndolo. Ese día mi primo no dijo nada. Pero al otro día me busco, y me dijo: “Camila te vi muy emocionada con ese chico encima de ti”; y me preguntó porque lo hacía, yo le conté que por jugar al papá y la mamá. Entonces mi primo me dijo: “yo también quiero jugar al papá y la mamá y yo te enseño como es que se hace el amor”, me contó como se hacía y me dijo lo del sexo oral y también me explicó que el sexo era lo máximo, que él iba hacer mi maestro, para que yo aprendiera y fuera una experta; mientras él me comentaba todo sobre el sexo, siempre se pasaba la mano por su paquete y me mandaba la mano a mis pequeños senos que hasta ahora estaban asomando.
Me pareció muy interesante lo que mi primo me dijo. El tenía un amigo de su misma edad, que salía con su familia todos los fines de semana, entonces mi primo se valió de la llave de esa casa y le comentó que era para llevar una chica y follarla. Jhony me llamó y me dijo que íbamos a montar una película diciéndole a nuestros padres que íbamos a hacer tareas a la biblioteca, pero que en realidad íbamos era a la casa de su amigo, donde me iba a enseñar todo lo del sexo. Ese sábado él se levantó muy temprano, me busco y me dijo “alístate, nos vamos temprano”; me bañe y me vestí, juntos desayunamos, y él se encargo de la mentira de ir a hacer tareas. Salimos faltando 15 para las 8, nos subimos al bus y allí,
El me decía al oído “primita hoy vas a estar con un hombre de verdad”. Llegamos a aquella inmensa casa, abrió y me mandó seguir, me tomó de la mano y subimos hasta el tercer piso, entramos a un cuarto que está ubicado en la parte trasera de la casa, Allí me dijo “Camila ven”; y me quitó la blusa, aprecio los botoncitos de mis senos y comenzó a chupármelos y me decía “primita estas muy buena”; luego me quitó la falda y fue bajando mis interiores, vio mi conchita y me dijo “wau, que cuquita más rica, no tiene ni un pelito se ve exquisita y gordita; mi verga ya esta parada”; me empezó a besar y dar besos con lengua y me decía que le chupara la lengua; esos besos eran muy rico me gustaban; luego se quito la camisa, me subió encima de una mesa alta, me hizo acostar y abrir muy bien mis piernas, con sus dedos abrió los labios de mi conchita para apreciarla por dentro y me dijo “huy que rosadita la tienes y esta virgen, se ve bien apretadita” y fue poniendo su lengua en mi clítoris y me lamio la concha de arriba abajo, sentía muy rico, me éxito bastante y me lubrico mucho y trataba de meterme la lengua y entonces sentía dolor; enseguida sacó el pipí y me dijo “mira esto se llama verga” y la tenía dura, bien parada y muy grande; me hizo repetir preguntándome como es que se llama y yo le contesté “verga”
Luego me bajo de la mesa, se quitó los pantalones y me dijo “agáchate muñeca, ven chúpamela” me quede sorprendida y no podía hacerlo; entonces me tomó la cabeza y me condujo hacia su verga erecta y comenzó a restregarla en mis labios, la tenía mojada y me decía “abre la boca y chúpala, así es que se debe hacer mi amor, quiero que te conviertas en una excelente mamadora de verga”, abrí mi boca y él me la fue metiendo yo obedecí y empecé a chuparla suave, así seguí y él jadeaba, me fue gustando y ya fui tomando el control, él me tomó de la cabeza y me la metía y me la sacaba de la boca; a la par me decía cosas sucias así “eso mi primita hoy se está convirtiendo en una perrita”, me mandaba la mano a mi concha y con sus dedos me tocaba y me decía “que bien tu conchita esta mojadita, quiere verga y toca darle y si le gustaba que los niños le refregaran la polla, ahora si le va gustar más cuando se la meta”. Al rato me dijo vamos a la cama, pero su verga estaba muy levantada, parecía un cacho doblada hacia arriba de los mismo erecta. Me acostó boca arriba y me dijo “ahora si vamos a jugar al papá y la mamá Camila”
Enseguida me abrió las piernas y me dijo: “esta mojadita, pero toca mojarla otro poco, me lamio la conchita y me la escupió varias veces, levantó mi culo hacia arriba para que la saliva quedara en mi entrada y me hecho mucha saliva; luego se fue poniendo encima de mí y empezó a poner su cabeza en mi entrada, sentía que e abría, me la refregaba en el clítoris, aquello me encantaba; después otra vez a mi entrada y me dijo “ahora si va para dentro” y fue deslizando su verga dentro de mí, el dolor era impresionante, y me ardía mucho, me hacía gemir y siguió hasta que me metió más de la mitad, la fue sacando lento y luego otra vez dentro, así me la fue metiendo más y más, yo gritaba y me quejaba porque su verga me estaba destrozando; él siguió con el meta y saque y me decía “que apretadita tienes esa cuquita” y se fue moviendo más rápido y luego grito “te voy a llenar de leche, y me la metió toda y sentí muy caliente dentro de mi; duro un rato encima de mi y luego me saco la verga toda untada de sangre. Se acostó a mi lado y me dijo “primita así es que se hace el amor, metiendo la verga en la concha”. Quede muy adolorida y sangraba, él me limpio y me dijo “la primera vez de dolió, pero cuando ya te acostumbres vas a querer mucha verga”. Ese día él hizo que me pusiera hielo y hacia el medio día salimos los dos; yo ya me había convertido en una mujer y había aprendido como era que los chicos debían hacerme el amor.
Dure como 8 días con dolor, pero como a los 15 días, me fui con el último chico con quien mi primo me había pillado fornicando y le dije que quería hacer el amor con él, nos encerramos en mi cuarto, nos desnudamos y nos pusimos a hacer cositas, él estaba acostumbrado solo a restregarme el pene entre mis labios y entonces ese día le dije ya no lo hagas así, mira tienes que metérmelo aquí en el hoyito, el chico siguió y se le levantó completamente la verga la tome con mi mano y la lleve a mi entrada y le dije que ahí
Entonces me la fue metiendo, claro que su verga era aun muy pequeña porque él tenía 12 años y yo 11; pero me la metió toda y le fui enseñando como moverse, me sentía muy bien y ahí tuve el primer orgasmo de mi vida. A partir de esas experiencias me convertí en una chica muy caliente y el sexo me ha gustado mucho y lo practico casi a diario y he cumplido varias de mis fantasías.
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