Mis inicios cuando era chica. De vacaciones con mi familia Por Natiorosco19
Esta historia verídica sucedió a los seis meses de iniciarme con mi tío, durante las vacaciones en la playa.
Esta historia sucedió de regreso de las vacaciones en la playa con mi familia. Ya hacía unos seis meses de haber empezado con mi tío a tener relaciones. Un día después de las fiestas de fin de año, mis padres deciden que vayamos de vacaciones con mi tío a la playa, él se fue primero donde esperaría nuestra llegada. Bien para no extenderme, a los cinco o seis días de estar retozando en la playa mi padre recibe una llamada telefónica informándole que su tesista doctoral sufrió un accidente quebrándose la pierna en el campo, y por lo que tendría que regresar por unos tres días para ver cómo estaba su tesista y para recoger las muestras geológicas. Mi madre, al enterarse renegó, grito y puteo, y con razón pero finalmente acepto con la condición que las vacaciones no se suspenden, pero la cosa no terminaba ahí, para llegar más rápido mi madre la que tenía que ir a dejarlo, y el (mi padre) se volvería en el vehículo que usan para los trabajos de campo. Así que ese día viernes después de hablar con mi tío y comentarle la situación, le pidieron que se quede conmigo hasta su regreso, así que ambos con mi madre puteando, partieron rumbo a San Pedro a las cuatro de la tarde, el viaje desde la playa duraría un poco más de seis horas aproximadamente por lo que llegaría a las 22 o 23 horas; y como mi madre no maneja de noche estaría regresando a las 12 del día, claro si sale a las seis de la mañana.
Así me dejaron mi tío, ahora que lo pienso era como dejar el gallinero al cuidado del zorro, y este se veía que tenía muchas ganas de comer pollita, ya que en esos pocos días que estuvimos con mis padres, mi tío y yo no habíamos hecho nada, solo algunos roces a escondidas, y no voy a negar que quería estar con él, bueno siempre tengo ganas, pero no habíamos tenido oportunidad. Así que después de despedirlos, le mire a los ojos y en tono pícaro pregunte: ¿Qué hacemos? El sin dejar de mirarme respondió sonriendo: No es muy tarde vamos de regreso a la playa. Una sonrisa mezcla de frustración y desconcierto se dibujo en mi cara, pero despues recordé lo que siempre me decía mi tío, que teníamos que ser muy discretos, así que nos fuimos a la playa donde la tarde paso volando, y después de tomar sol, nadar en el mar, pasear de la mano, tocar nuestras partes y de hacer compras retornamos a las cabañas como a las 21 horas, para ir a cenar directamente, ya estábamos terminando de comer cuando se acerca el mozo con un teléfono para decirle que tenía una llamada, eran mis padres para contarnos que llegaron bien y antes de lo previsto, y después de conversar con ambos, así que mi tío después de cerciorarse que realmente llegaron se despidieron.
Mi tío colgó el teléfono y mirándome a los ojos pregunto ¿Dime que quieres hacer? Mmm no se dije sonriendo. Yo creo que sí, comento, para después preguntar sin dejar de mirarme, Quieres que durmamos juntos?. Lo mire y sonriendo comente: Eso quieres tío? Con su mirada cálida, traviesa y obscena exclamo: Si no sabes cuánto quería tenerte por las noches. Sonreí y lanzando un suspiro respondí: Bueno.
Salimos del restaurante, y después de pedir las llaves al recepcionista, nos dirigimos a las cabañas, para entrar disimuladamente a la mía, o mejor dicho a la cabaña que alquilaban mis padres. Una vez adentro cerró la puerta y acercándose a mi nos sentamos en la cama, donde comenzamos a besarnos, todavía teníamos la ropa de la mañana, el una remera, pantalón corto y zapatillas; mientras que yo una bikini, una remera larga hasta las rodillas y las chalas (ojotas); lentamente nos quitamos las remeras, sus labios comenzaron a besar mi cuello al tiempo que su mano acariciaba mi vientre. Mmm, mm, gemí al sentir las caricias sus dedos por sobre la tela que cubría mi conejo. El hombre se puso de pie y quitándose los pantalones libero ante mis ojos su sexo, me tomo por los hombros y acercando su erecto falo a mis labios exclamo: Sabes cuánto deseaba poder dormir contigo. No respondí y como en otras ocasiones, tome su tronco con mis dedos, e introduciendo su glande en mis labios, comencé a succionar lentamente cada centímetro de su miembro, haciendo exclamar a mi tío con voz entre cortada un suave: Ahh, así Sandri así. Seguí, seguí y seguí chupando su liquido pre seminal comenzó a brotar hasta mi lengua, era tibio, algo salado, pero exquisito.
Después de unos minutos y como si alguien nos guiara nos arrodillamos frente a frente en la cama, nos besamos, pudiendo sentir el calor de su pija a la altura de ombligo, sus manos me despojaron de la parte de arriba del bikini, mientras que yo sacándome la parte de abajo le mostraba mi ya conocida desnudez. Los días bajo el sol habían dejado consecuencias, pálidas marcas en mi pecho y cintura adornaban las partes erógenas de mi cuerpo. Me miro y en tono más obsceno que de costumbre exclamo: Mmm Sandri que estas tostaditas. Me solté el cabello, mi amante tomándome por la cintura me recostó en la cama, donde sus labios comenzaron a besar mi cuello, para luego chupar mis diminutos y rosados pezoncitos, Ahh, ayyy, ahh, gemí al sentir su lenta y rítmica succión sobre ellos. Me ardían un poco. Lentamente y con ternura su lengua recorrió mi cuerpo (manos, ombligo, vientre, pelvis, piernas y pies), pequeños gemidos entrecortados se escapaban de mis labios. Delicadamente sus manos me pusieron boca abajo, donde su lengua y labios recorrieron las marcas pálidas dejadas por la bikini en mi espalda, beso mi nuca y bajando por mi columna llego hasta el nacimiento de mi cola; donde me abrió las nalgas dejando mi rosado esfinter al descubierto, su húmedo apéndice comenzó a lamer mi ano, gemía (ayy,tiioo, ayy), y así con mi cuerpo pequeño, pálido y sin desarrollarse temblando de placer, empine un poco mis nalgas, su dedo acaricio mi ano, yo quería ser penetrada pero el hombre recostándome boca arriba por la cintura exclamo: No bebe todavía no. Mi tío siempre fue tierno, delicado y suave, pero esa vez era más, nos miramos a los ojos, el que estaba de rodillas frente a mi acariciaba mis pies con sus dedos, yo sabía que pasaría, en silencio fue cubriéndome con su cuerpo, mis piernas se abrieron, y ubicando su glande en la entrada de mi agujerito (no teníamos vaselina) empezó a meterlo lentamente. Mmmm, tiiooo, ayy, exclame al sentir como su madura pija se abría paso a través de mis labios vaginales. ¿Te duele? pregunto con voz suave en mi oído. Ayy, pooccoo, ayy, respondí, con todo su glande dentro de mí.
Comenzó a moverse, Ayy, ahh, ayyy, gemí abriendo más mis piernas, lentamente sus fluidos fueron lubricando mi vagina permitiendo que su falo entrara y saliera con más facilidad, el hermano de mi madre puso mis piernas sobre sus hombros y apoyándose en sus brazos comenzó un lento y continuo mete y saca; Ayy, ayy tiioo, tiioo, ayyy, gemía con cada una de sus estocadas, mi tío que sabía cómo me gustaba alternaba sus movimientos entre rápidos y lentos, haciéndome sentir en la gloria. Entonces mi amante después de un rato saco su falo, Ayy noo por que la sacaste, exclame en tono de protesta. Amor no quiero terminar todavía, tenemos toda la noche dijo mi tío pasándome su dedo por mi ano, para luego preguntarme ¿Sandri me darías tu colita?. Lo mire y con cara traviesa me puse en cuatro con mi torso en la cama y la cola en punta abriéndome los glúteos con ambas manos, para luego responder: Bueno. El hermano de mi madre volvió a acariciar mi esfínter, y después de lubricar mi agujerito con abundante silaba me metió uno de sus dedos, para luego arrimar su falo a la entrada de mi ano donde comenzó a meterlo lentamente. Ayy, ahh, ayy, ahh, gemí al sentir como su pija escurría en mi interior, al tiempo que repetía u agonico: Deespaaciio tiioo, deesspaaciioo. Mi esfínter rendido abrazo su glande, mi tío como siempre con toda delicadeza se quedó inmóvil, como esperando que mi colita se amoldara a su pija, para luego empezar a moverse de manera lenta, sutil y continúa. Un gemido mezcla de placer y dolor se escapaba de mis labios al sentir como ese hombre se adueñaba de mi colita, ¿Te gusta bebe? pregunto con voz suave. Ayy ssiiii, tiiioo, siiii, dije empujando un poco mis caderas hacia su cuerpo. Me encantaba o mejor dicho me encanta sentir su falo en mis entrañas. Lentamente mi tío con agilidad, y sin sacarla giro nuestros cuerpos hasta quedar recostados sobre nuestro lado izquierdo, sus dedos recorrieron mis planos pechos hasta llegar a mi conejo, donde comenzó a frotar mi pequeño clítoris. Me electrifique e instintivamente levante mi pierna derecha, el acelero un poco sus estocadas, haciendo que su falo saliera casi por completo para volver a entrar en mi dilatado ano casi al instante, al tiempo uno de sus dedos se introducía en mi vaginita para empezar a masturbarme. Ahhh, tiioo, assiii, assiii, aassii, ahhh, comencé a pedir a ese hombre que jugaba con mis dos agujeritos.
Su lengua que recorría mi cuello y oído, busco mis labios, nos besamos y con nuestras lenguas danzarinas que se rozaban intercambiamos nuestras salivas. De repente sus estocadas se hicieron más lentas, pero más profundas; podía sentir su pija en lo profundo de mi ser, hasta que de golpe una sensación de escalofrió invadió mi cuerpo y lanzando un gemido de angustia exclame: Ayy, me hagooo poopoo, tíioo mee haagoo tiioo. Tranquila amor tranquila, exclamo mi tío sacándome un poco su falo; haciendo que lentamente desapareciera la incómoda sensación de ir al baño, el me beso la nuca y sin decir nada comenzó a cogerme rápidamente (tanto por atrás como por adelante), un gemido de placer empezó a escapar de mis infantiles labios, a los pocos minutos un escalofrió recorrió mi cuerpo, mi respiración se agito, mis piernas empezaron a temblar y sin poder controlar los músculos de mi vagina deje escapar un chorro pis, al tiempo que exclamaba un agonizante: Ayyy, tiiiiooo, ttiiiioo, ayyy. Mi amante se quedó quieto y sacando su falo de mi esfínter, pregunto en tono travieso mientras llevaba sus húmedos dedos a los labios: Amor No te aguantaste.
Ay no tío no pude, respondí entre risitas. Había algo de mal olor, de reojo observe su sexo donde descansaban restos de mi popo sobre su glande, me puse roja de vergüenza, mi amante al ver mi rostro rojo como una grana pregunto ¿Estas bien? Si tengo algo de calor dije mientras trataba de disimular pasando mi mano por mi cuello. Si quieres ve a tomar un baño, exclamo sonriendo. Bueno respondí, y poniéndome de pie camine hacia el baño.
Me metí en la ducha, no sé por qué no cerré la puerta, y ahora que lo pienso quizás por ese inocente erotismo que tenemos todas las primerizas, comencé a bañarme, bajo la mirada atenta de mi tío, el agua tibia recorría mi desnudo cuerpo, así mientras lavaba mis partes con un poco de jabón, vi a mi tío entrar al baño, donde después de lavar su erecto amigo, metió su desnudez bajo la ducha, el hombre enjabono mi cuerpo, y con una sonrisa en los labios me pidió que lo bañe, tome el jabón de sus manos y lentamente enjabone su espalda, torso, abdomen, para finalizar con sus muslos.
Mi tío que tenía su pija en su mano comenzó a frotarla por mi pancita, yo que había comprendido su deseo, sin decir nada me arrodille y abriendo mi boquita comencé a chupar su pija. Ay bebe aselo como me gusta, exclamo acariciando mi cabeza. Yo que era casi una experta sin dejar de chupar comencé a pasar mi lengua por su glande, al tiempo que mi mano izquierda acariciaba sus testículos, comencé a masturbarlo. Entonces mi tío tomándome por las axilas me cargo sobre su torso, instintivamente envolví mis piernas y brazos, en su cintura y cuello; sus manos me sujetaron por debajo mis nalgas, nuestros labios estaban cerca, nos besamos, lentamente mi tío fue levantando mi cuerpo dejándome sentir como su tronco que había quedado en medio de mis labios vaginales se deslizaba hacia abajo hasta encontrar la entrada de mi conejo. Ayy, ahh, ahhh, gemí apretando mis piernas en su cintura, al sentir como su miembro húmedo por el agua y mi saliva llenaba mi agujerito. Te duele? bebe, pregunto mi tío con ternura. Ayy, noo, noo, dije inclinando mi torso hacia atrás, entonces el hermano de mi madre que me sostenía por mis nalgas empezaba a bajarme y subirme por su falo lentamente. Ayy, ahh, ayyy, ahh, gemía con voz entre cortada. ¿Te gusta bebe? Siii, tiioo, ayy quee riiiccoo, siii, respondí mordiendo mis labios, una sonrisa se dibujó en su rostro al tiempo que comenzaba a hacérmelo un poco más rápido. Mi cuerpo se estremeció, temblaba y con los latidos de mi corazón a mil, incline hacia adelante mi torso y estrechando nuestros cuerpos exclame en su oído un agónico, Aassiii, Ayy, aasiii, tiioo, aasiii tiioo, aassiii. El agua recorría nuestros cuerpos, mi cabello húmedo cubría mis hombros, nos besamos obscenamente, y sin decir nada dejamos la ducha, y sin sacármela camino conmigo hasta la cama donde se recostó boca arriba, con mi cuerpo sobre el suyo, empecé a cabalgar moviendo casi frenéticamente mi cintura de atrás para adelante y de arriba hacia abajo, mientras gemía de placer.
De repente y en silencio mi amante me acostó en la cama, su pija se escapo de mi vagina, y montándose sobre mí me penetro de una sola estocada. Ayy, ahh, ayy, exclame al sentir su falo entrar y salir de mi interior lentamente, dejándome sentir toda su hombría, sobre mi cuerpo mojado y frágil; comencé a temblar mis uñas, casi insignificantes, se clavaron en su espalda, mi tío levanto un poco su torso, dejando a nuestros genitales como único punto de contacto entre nosotros. Mass tiioo, maaass, pedía con mis pies apoyados en la cama. La quieres más adentro? pregunto mirándome a los ojos. Ayy, ssii tiio, maass, mmaas, respondí. Lentamente sus estocadas se hicieron más profundas, su falo, ese pedazo de carne de hombre maduro comenzó a entrar más y más, Ahh, ayy, diiooss, ahhh, gemí al ver como mi vientre subía y bajaba con cada una de sus movimientos. Me sentía llena, su miembro que había entrado un respetable pedazo llenaba casi por completo mi cuevita, comencé a orinarme, mis entrañas o mejor dicho mi conejo se contraía involuntariamente, continuo bombeando, mi tío, mi amante, el hermano de mi madre me estaba cogiendo de una manera que nunca lo había hecho, y me encantaba, haciendo que mi sexo que estaba bastante sensible latiera y se orinara de placer. Entonces sin previo aviso, retiro su falo y metiéndose entre mis piernas empezó sin apuro a comerse mi tierna palomita. Ayy, ahh, ayy, gemía al sentir cada uno de sus lengüetazos; mi tío sin dejar de lamerme, comenzó a masturbarme nuevamente, Ayy, ahh, tiiiooo, tiiiooo, ayy, gemía, con mis pies apoyados en la cama y mi cintura levantada. Lentamente su lengua que había dejado mi paloma comenzó a subir por mi vientre hasta llegar a mis labios, nos besamos al tiempo que su miembro entraba nuevamente en mi vagina. Auuu, ahhh, ayyy, gemi al saberla adentro, instintivamente comencé a mover mis caderas al ritmo de sus estocadas. Te gusta bebe? pregunto mi tío al sentir mis torpes movimientos. Ayyy, siii, tiioo, siiii, dije con la respiración agitada. Ay amor mueve tus caderas en círculo, comento mi tío. No respondí y como soy una nena obediente comencé a moverlas lentamente; Ayy, ahh, ahhh, gemí al sentir como ese pedazo de carne rozaba todos los rincones de mi conejo. Empecé a sudar, temblaba, me hacía calor, podía sentir mi transpiración correr por mi nuca, me detuve, mi tío retiro su pija, y posando sus labios en mi cuello comenzó a lamer mi sudor con la punta de su lengua, para luego bajar por mi cuerpo, hasta llegar a mis pies, para recorrer cada uno de mis dedos. Me puso boca abajo, donde después de lamer mis plantas con su húmedo apéndice, comenzó a subir hasta llegar a nuca, para luego pedirme al oído que me pusiera en cuatro. Lo hice, su mano acaricio mis nalgas, y ubicando su glande en la entrada de mi paloma el hombre la metió lentamente. Ayy, ahh, ahhh, exclame al sentir su pija nuevamente dentro mio, para luego comenzar a cogerme como si fuera una perrita. Si a mí corta edad ya me había transformado en una perra, en su perra, que gemía como si estuviera en celo con cada uno de sus movimientos. Comencé a orinarme, el hombre que había acelerado sus estocadas y lanzando un gemido comenzó a inundar mi vagina con su caliente semen, se quedó quieto dejándome sentir los chorros de su néctar golpeando las paredes de mi conejo. Su agonizante falo salió de mis entrañas, un hilo de su leche comenzó a bajar por mi entrepierna, me senté frente a él y tomando su remera me limpie el conejito, que estaba completamente rojo con sus pequeños labios abiertos como las alas de una mariposa. Nos recostamos y besando mi oído pregunto: ¿Te gusto? Si mucho, respondí apoyando mi cabeza sobre su pecho, me abrazo, y después de unos minutos de hablar de cosas vanas, deje escapar un bostezo de mis labios, para luego quedarme profundamente dormida. A la mañana siguiente mi tío se despertó como a las 7 de la mañana, y después de arreglar la pieza, de cogerme nuevamente me cambio para dejarme dormir hasta que la voz de mi madre me despertó como a las 12:30 del mediodía. Bien espero que les allá gustado saludos Natiorosco
Guau nati que hermoso relato me excito muchissimo ojala podamos conocerte por foto.
si demasiado bueno de ser real que rico por ambos, nos contarías tu primera vez por favor
perdón por la demora pero te cuento, todos mis relatos son reales.