Mis primas me iniciaron
No recuerdo a qué edad exacta empezó todo esto, solo recuerdo que me encantaba ir a jugar a la casa de mi primo solo para ver a mis primas desnudas o semidesnudas.
Quiero empezar este primer relato aclarando que todas las historias que les contaré son reales. Mi nombre es Héctor, en la actualidad tengo 50 años, ingeniero de profesión, casado con una hermosa esposa y 2 hijos el mayor de 23 y el otro de 18 años. Nací en una provincia al norte de la capital de mi país, Perú pero por motivos de trabajo vivimos en Lima; sin más preámbulo les contaré esta primera historia.
No recuerdo a que edad exacta empezó todo esto, solo recuerdo que me encantaba ir a jugar a la casa de mi primo solo para ver a mis primas desnudas o semidesnudas, siempre esperaba ansioso los fines de semana para ir desde muy temprano a casa de mis tíos que vivían a dos cuadras de la mía; mi tío era administrador y mi tía era enfermera tenían 7 hijos (6 mujeres y mi primo) por obvias razones cambiaré sus nombres, empezaré del menor a la mayor: el ultimo mi primo juan tenía mi edad en ese tiempo 7 u 8 años mas o menos, le seguía Sonia de 10 años, Viviana de 11, Ana de 12, María de 13, Eliana de 14 y Cinthia de 15 todos en el colegio aún. Debo de describir como era su casa para que puedan entender el porque mis primas andaban desnudas o semidesnudas por toda su casa; a pesar de que mi tío tenía un buen trabajo nunca se preocupó por construir su casa, las mujeres y el trago pudieron mas, asi que su casa era de tryplay con techo de calamina que en época de verano esa casa se volvía un horno y el piso era de tierra, los dormitorios no tenían puerta solo una tela transparente, solo el baño y el dormitorio de mis tíos tenían puerta.
Yo esperaba ansioso que llegue el sábado ni bien me levantaba me cambiaba de ropa desayunaba e iba corriendo a la casa de mis tíos a jugar (según yo con mi primo) debo decirles que soy hijo único así que tenía razones mas que suficientes para ir a mis tíos; a la hora que llegaba mis tíos ya se había ido a trabajar así que solo estaban ellas y él solo, cuando llegaba la que siempre me habría la puerta esa Sonia y ni bien me veía gritaba: «juan ya llego tu compinche» entraba y era como estar en la gloria, Viviana y Ana estaban en calzones; María, Eliana y Cinthia estaban completamente desnudas; la única que estaba vestida era Sonia debo suponer porque era la más pequeña, la vista era hermosa y por mas que estemos en cualquier parte de la casa algunas de ellas estaban cerca a nosotros mostrando sus cálidos y bellos cuerpos en crecimiento; mi vista siempre se centraba en Eliana y Cinthia por ser las mayores, porque tenían los pechos mas desarrollados y por que ya tenía pelitos en la conchita así que cualquier pretexto era bueno para jugar donde estaban ellas, a veces pasaban caminado por mi lado y podía ver ese desfile de cuerpos hermosos, otras veces se sentaban cerca a nosotros y al estar desnudas podía ver como se les habría los labios vaginales, eso me provocaba una erección, en ocasiones estaban acostadas boca abajo en su cama o en el mueble de la sala, pero lo más bonito de todo era el momento que tenía que regresarme a casa María, Eliana o Cinthia se turnaban para decirme ya es hora de asearte me llevaban cualquiera de ellas a la ducha me quitaban la ropa y me bañaban yo no se si era un ritual de ellas, o un acuerdo pero las 3 hacían lo mismo a la misma hora, antes que me vaya y vengan mis tíos; calentaban agua, lo mezclaban en un balde con agua fria y lo llevaban a la ducha, una entraba conmigo y las otras 2 esperaban fuera, cuando me bañaban al momento de jabonarme el pene se arrodillaban o se ponían el cunchillas y siempre lo hacian lento y con las 2 manos la más atrevida siempre era Cinthia porque además de jabonarme me masturbaba y eso a mi me encantaba, eso despertó en mi el deseo sexual y la curiosidad de experimentar con otras primas estas sensaciones (que en los siguientes relatos les iré contando). Cuando cumplí los 10 sucedieron 2 cosas la primera es que me di cuenta María, Eliana y Cinthia solo estaban desnudas hasta antes que vengan mis tíos, antes que ellos llegaran ellas se ponían sus calzones y lo otro que sucedió fue la primera mamada de mi vida y quien mas me la iba a dar, Cinthia que ya tenia 17 años, como dije lineas antes no se si era un ritual de ellas o se ponian de acuerdo pero María y Eliana comenzaron a hacer lo mismo y no solo eso sino que por la posición en la que ellas estaban podían sobarse la conchita o meterse el dedo yo solo disfrutaba de las ricas mamadas y pajeadas y del hermoso espectáculo que ellas me brindaban, era inevitable que se escuche mis quejidos o los quejidos de mis primas pero como el baño estaba al fondo de la casa las únicas que escuchaban eran las 2 que se quedaban afuera cuidando que nadie venga y solo se escuchaba sus risas, terminábamos, salíamos de la ducha me vestían y me mandaban a mi casa; nunca las penetré hasta que cumplí los 12 años y mamá tuvo que ir a cuidar a mi abuela a otra ciudad ya que se había puesto delicada. Pero esa es otra historia, primero debo contarles lo que sucedió con otras primas y 2 tías en el transcurso de esos años.
Espero sus comentarios.
Interesante excitante y con morbo.
Que bien relato, me hubiera gustado que describieras más a cada una y más a las mayores, espero ver la próxima historia.
Wooooowwww, y en esos tiempos era algo no tan común! quisiera algo asíii.