Mis sobrinitas aprenden a bailar II (primera ves de Laurita)

Está vez les contaré cómo hice mujer a mí sobrinita de 10 añitos..
Bueno, les dejo la continuación del relato anterior.

–así mi amor muévete muévete rico mi amor para que me saques la leche– le dije al oído a Claudia, con mi voz totalmente excitada, con mi verga tallando su vagina y mis manos agarrándole y masajeándole descaradamente las nalgas.

–ummm profe qué dice ummm– me respondió ella haciéndose la desentendida, pero por el tono de su voz, sus gemidos y la forma como sola se movía me hizo saber que estaba bastante caliente la putita.

–no te hagas mi amor, si sabes lo que estoy hablando, sigue moviéndote así rico para que me saques la leche de la verga –claramente estaba demasiado excitado no podía pensar bien, e iba con todo tenía que hacerle saber de que estaba caliente igual que ella y que me la quería coger.

—tío tío Yo también quiero practicar ese baile– Era Laurita que nos sacaba del trance en el que estábamos y pedía participar también de esa danza pecaminosa entre un adulto y una niña, al parecer mi sobrinita también era una putita caliente.

-claro que sí mi amor, ven acércate, tu tío te va a complacer en todo lo que tú quieras y te va a hacer muy feliz mi princesita- le decía eso al mismo tiempo que bajaba a Claudia y agarraba a Laurita de la cintura y la subía pegandola a mí inmediatamente, igual que antes ella me rodeó con sus piernas la cintura y con sus brazos mi cuello. Afortunadamente seguía tocando esa misma música que decía «mueve esa nalgas hasta que la leche se me salga».

–te gusta bailar conmigo amor– le pregunté al oído con voz suave, y siempre con mis manos en sus nalgas apretándola y disfrutando de sus carnes, la pegaba bastante hacia mí para que talle mi verga con su vagina.

–sí tío, si me gusta bailar con usted– me respondió con su voz claramente agitada, se le notaba una cara un poco desencajada, sus cejas las juntaba, hacía gestos claros de excitación.

Estuvimos en esa situación cerca de dos días más, dos días en los que simulando que estábamos bailando yo me las estaba cogiendo con ropa. Tenía que buscar la manera de tener a alguna a solas conmigo, Claudia era la mejor opción, esa nenita ya estaba a punto para recibir verga, pero no sabía cómo, pero ya se me ocurriría algo o quizá el destino juegue a mi favor.

Cierto día me llama mi hermana, su mamá de Laura y Sofía y me dice que iban a ir un domingo a un restaurante campestre y me invita a almorzar como agradecimiento por prestar mi departamento para que mi sobrina practique. Yo acepté encantado, es más, ya tenía planeado cómo iba a hacer para tener mucho más tiempo con mis sobrinitas.

Recuerdo que la invitación para ir a almorzar era un día sábado a las 2 de la tarde, habíamos quedado en encontrarnos en el mismo restaurante campestre, llegué puntual, iba vestido casualmente con short zapatillas, Polo y gorra, cuando llegué ya estaban allí en una mesa casi al final. Ahí estaban las tres, mi hermana y mis sobrinitas Laura y Sofía. Mi sobrinitas estaban muy hermosas, estaban vestidas con un shorcito de algodón casi pegado al cuerpo y con blusitas de tirantes, se le veía una figura hermosísima, estaban bastante coquetas, bastante apetecibles.

Poniendo en marcha mi plan, yo había conversado anteriormente con el profesor que le enseña matemáticas a mi sobrinas en la escuela, preguntándole cómo estaban ellas en sus notas, viendo la oportunidad de que si estaba mal en las clases yo podía darles clase particulares de reforzamiento, pero lamentablemente ellas estaban bien, si bien no eran de las más brillantes, eran eran alumnas promedio y estaban dentro de lo normal, solamente que últimamente habían bajado un poco por el tema de las prácticas de baile pero no era nada grave. Pero eso no se lo dije a mi hermana, le dije que las niñas habían bajado un poco sus notas por el tema de las práctica de la coreografía, así que le propuse de que si quería, dos días a la semana me las enviara para yo reforzarlas un poco y no se perjudiquen mucho con sus notas. Mi hermana accedió encantada, y me propuso que al siguiente día que era un domingo las podría enviar ya que ya iba a estar en casa ocupada con las personas que estaban haciendo los trabajos de remodelación y quedamos así que al siguiente día iban a ir mi sobrinas en la mañana para yo reforzarlas un poco en sus clases de matemáticas. El almuerzo en el restaurante transcurrido normal, un poco decepcionado para mí ya que veía que habían dos piscinas de tamaño regular en el lugar, y pensé que mi sobrinas habían llevado su bikini para meterse en la piscina y así poder yo tener la oportunidad de admirarlas con menos ropa y quizás, porque no, disfrutar un poco de ellas en la piscina.

Esa noche no pude dormir bien, estaba un poco pensativo, maquinando qué es lo que iba a hacer el siguiente día, qué es lo que iba a pasar. Yo tenía claro qué es lo que quería que pase (quería darle verga a mis dos sobrinitas), La pregunta era cómo iba a hacer para que eso pase. Llegó la noche y me quedé dormido, y al final tenía tantas ideas pero todas inconclusas ninguna definitiva, al final decidí de que iba a dejar que las cosas fluyan que pase lo que tenía que pasar y en la marcha iba a ver qué decisiones iba tomando.

Aproximadamente las 9:30 de la mañana me llama mi hermana diciendo que está saliendo para mi casa que llegaría en 20 minutos, 20 minutos después tocan a la puerta, voy abro y ahí estaban ellas; mi hermana y mis sobrinas me saludan de beso en la mejilla, lo más contenta de verme era Sofía, la más pequeña, se me acerca y me dice tío tío me abraza y me da un beso en la mejilla. Las hago pasar a la sala les ofrezco algo de comer de tomar y me dicen de que no que hace poco habían tomado desayuno, conversamos cosas sin importancia con mi hermana ella se va me las encarga me dice de que al mediodía se comunica conmigo para coordinar cómo hacer para llevárselas, yo la despido y le digo que no se preocupe que las iba a cuidar.

Mi sobrinas estaban vestidas con falda jean al parecer de mezclilla porque era pegada a su cuerpo y arriba tenían un topsito corto y sin mangas, se les veían desnudos los hombros y también se les podía ver sus ombliguitos, ninguna de las dos tenía brasier. Estaban muy hermosas y sexys al parecer se habían vestido para la ocasión.

Inmediatamente se fue mi hermana empecé a poner en marcha el plan que había ideado, les dije que tenían que hacer sus tareas lo más rápido posible para que después practicaran un poco el baile si les daba tiempo, para eso les dije que tenían que hacerlo por separado para que no se distraigan y terminen lo más pronto posible. Sofía tenía que hacer su tarea en la sala en la mesa de donde almorzamos y Laurita lo iba a hacer en mi cuarto en el escritorio donde hago mis trabajos.

Dejé a Sofía instalada en la mesa con sus útiles y le dije que vaya avanzando con los problemas que le parecían más fáciles que iba a instalar a Laurita y regresaba con ella, tomé a Laurita de la mano y le dije vamos mi amor vamos al cuarto que te voy a enseñar muchas cositas. Laurita me tomó de la mano me miró a los ojos y me sonrío de una forma pícara, –vamos tío– me dijo, en el camino a mi cuarto se empezó a escuchar una música tenue, era el playlist que había puesto ayer de música reggaetón de perreo para poner mi cuarto en ambiente.

Entrando a mi cuarto le dije a Laurita que ponga sus cosas en mi escritorio para empezar a hacer sus tareas, ella estaba a punto de sentarse pero la cogí de la mano y le dije mi amor no quieres practicar el baile un ratito antes de que empieces con tus tareas para entrar el calor.

–sí tío –me dijo ella, inmediatamente le agarré la cintura y la cargué para pegarla a mí cuerpo, ella me rodeó del cuello con sus manos y al abrir sus piernas para rodear mi cintura fue inevitable que su falda se subiera hasta sus caderas, mis manos inmediatamente bajaron hasta agarrar sus nalgas, empezamos como lo dejamos días anteriores, mis manos ya se pasaban directamente sobre su piel tenía un panty de niña pero con mis manos agarré el elástico y lo metí entre sus nalgas para que le quedara en forma de tanga y poder agarrar directamente la piel de sus nalgas.

–te gusta mi amor, te gusta como el tío te enseña a bailar –le preguntaba al oído al mismo tiempo que le amasaba las nalgas y la pegaba más a mí para que su vagina de niña se talle directamente con mi verga, cabe decir que yo tenía un short de algodón delgadito y nuestros sexos eran separados solamente por la tela de su panty y de mi short.

–ummm si tío –me dice con una vocecita tierna y a la vez caliente.

–a mí también me gusta mucho mi amor me gusta tallarte la verga en tu vaginita –ella no me respondió nada seguía con su cabeza pegada a mi hombro y moviéndose al ritmo de mis manos que la subían y bajaban.

–ummmm… ayy ayyy -Laurita estaba claramente excitada sus gemidos eran cada vez un poquito más fuertes y sus movimientos también, al parecer estaba a punto de alcanzar su primer orgasmo conmigo.

–te gusta mi amor, te gusta sentir mi verga en tu coñito -le decía al oído al mismo tiempo que acercaba mis labios para besar su cuello y morder sus orejas, eso al parecer la terminó de calentar porque comenzó a moverse un poquito más fuerte y sus gemidos eran cada vez más claros más fuertes.

–sii tioo… ummm… si me gusta –decía ella claramente excitada.

–entonces esto te va a gustar más mi amor –terminé de decirle eso, y sin darle tiempo a pensar o reaccionar, bajé sus pies al suelo, luego me bajé el short con todo e interior, y a ella le baje sus panties completamente, la volví a levantar hacia mí, ella sin ninguna protesta abrió sus piernas para abrazar mi cintura y está vez me verga rozaba directamente en su coñito de niña.

–esto es lo que querías amor, querías que te dé verga verdad –ella no decía nada, solo apretaba más sus piernas a mi cintura y gemía cada vez más fuerte.

–asi amor, así muévete, siente la verga del tío amor –le decía al oído, al mismo tiempo que le besaba el cuello y le chupaba las orejas, mientras mis manos se habían apoderado de sus nalgas.

–que rico te mueves mi amor, hoy vas a ser mi mujercita, vas a ser mi putita –le soltaba al oído ya ningún recato sin ningún pudor.

–hoy te vas a comer toda la verga del tío mi amor –dicho esto, empecé a buscar sus labios para besarla, ella le correspondío, al inicio fueron solo piquitos, luego ya abría sus labios dejando que mi lengua explore su virginal boca.

–tio tío -escuché un gritó infantil que venía de la sala, era Sofía era reclamaba mi presencia. No sé exactamente que tiempo habré estado disfrutando de Laurita, pero me había olvidado de Sofía.

–espérame un momento mi amor, voy a atender a tu hermanita, vas haciendo un poco de tareas para que cuando regrese tener más tiempo para jugar –le dije a Laurita, al mismo tiempo que me subía el interior y el short, dándole instrucciones también de que se quede solo en falda, que no se vaya a poner el panty.

–que pasó mi amor, terminaste los problemas –le pregunté, al mismo tiempo que la hacía levantarse de la silla, para sentarme yo y sentarla a ella en mi regazo.

–si tío, estos que faltan están un poco difíciles –me decía al mismo tiempo que se sentaba encima mío y acomodaba esas nalguitas sobre mi verga que estaba aún dura por lo que estaba haciendo con Laurita. Habré estado aproximadamente entre 5 y 10 minutos con Sofía, explicándole los problemas que aún le faltaban, esos minutos se me hicieron eternos, a pesar de que también estaba disfrutando de Sofía teniéndola encima mío rozándole a cada momento mis manos en sus piernitas, hablándole el oído, de vez en cuando le daba besitos en el cuello, todo de forma casual de forma inocente, hasta que entendió un poco lo que le estaba explicando y le dije que ahora me tocaba explicarle a Laurita sus tareas y que me esperara allí.

En el camino a mi cuarto estaba planeando cómo hacer para tener mucho más tiempo con Laurita porque definitivamente esa misma tarde mi sobrinita iba a ser mi mujercita. Entré al cuarto, ella estaba sentada resolviendo unos problemas, Yo me le acerqué por atrás las agarré de sus hombros y empecé a besarle el cuello y morderle las orejas, luego deslicé mis manos hacia adelante para bajarle el topcito y descubrir sus tetitas, tenía unos pechos deliciosos mi sobrinita, sus aureolas eran rosaditas y eran grandecitas los tenía hinchados de la excitación.

–me extrañaste amor -le hablaba al oído al mismo tiempo que le besaba el cuello le mordía las orejas y le acariciaba y le apretaba sus tetitas.

-ummm tioo Ahhh – no decía nada estaba con sus ojitos cerrados retorciéndose encima de la silla, sus gemidos delataban que lo estaba disfrutando.

–espérame un momento amor, voy a decirle a Sofía que vamos a estar ocupados por un rato para que no nos interrumpa –me dirigí presuroso a la sala para hablar con Sofía, le dije de que Laurita se había quedado dormida y que yo iba a aprovechar para terminar unos trabajos que tenía y resolver unos exámenes que había tomado, le dije que iba a estar ocupado un rato y que cuando termine sus tareas que se ponga a ver televisión.

Me dirigí presuroso a mi cuarto casi corriendo, entré cerre la puerta tras de mi, me puse detrás del Laurita, igual que hace un momento puse mi mano sobre sus hombros y empecé a besar su cuello morder sos orejas, ella seguía con la blusa abajo así como la había dejado.

Me quité toda la ropa quedando totalmente desnudo a ella la levanté de la silla y la acosté en la cama.

–ya es hora mi amor, ya es hora que te vuelvas mi putita –le dije al mismo tiempo que me subí encima de ella y empecé a besar sus labios, si cuello, a morder sus orejas.

–ummm.. ayyy ummmm –Laurita gemía, estaba con sus ojitos cerrados su boca entreabierta y sus brazos a los costados.

Por mi parte estaba encima de ella le estaba besando el cuello, las orejas, bajé hasta observar sus tetitas, primera vez que las veía tan de cerca, eran simplemente hermosas, sus pezones eran rosaditos y abultados los tenía hinchados posiblemente por la excitación en la que estaba sumergida, empecé a besárselos a pasar mi lengua por sus aureolas, a chupárselos, besaba uno y le estaba masajeando el otro y así hacía, francamente no quería dejar de chupar las tatitas pero tenía que continuar.

Seguí bajando recorriendo toda su barriguita con mi lengua, me detuve un momento en su ombligo a besárselo a meter mi lengua en él.

–ummmm tiooo ummm –Laurita estaba desatada sus gemidos eran cada vez más fuertes, sus movimientos también ,su respiración estaba bastante agitada, la veía y tenía sus ojitos cerrados sus manitas a los costados estaban apretando las sábanas.

Seguí bajando hasta llegar hasta su tesorito, su vaginita era verdaderamente hermosa, lampiña, gordita, tenía una pequeña pelusita al inicio de su su coñito, empecé a besar alrededor de su vaginita entre sus piernas encima de sus labios hasta que con mi mano abrí un poco esa flor virgen y empecé a pasar mi lengua por dentro de ella.

Pocas veces he visto a una mujercita lubricar tanto como a Laurita, eran notoria la cantidad de fluidos que salían de su coñito infantil, y por supuesto que yo me los bebía todos, mi lengua no le daba respiro, cada vez se adentraba más a esa cuevita virgen por el momento.

–ummmm tiooo mmmm…ayyyy ummmm– Laurita estaba notoriamente caliente sus gemidos y sus gritos se hacían cada vez más fuertes, al mismo tiempo sus movimientos sevhacían más frenéticos, con sus manitos ya me agarraba de los pelos y me apretaba más a su vaginita.

–Ahhh Ahhh tiooo…ayyy siii ummmm–

Mi sobrinita tuvo su primer orgasmo, me lleno la cara de sus deliciosos fluidos e inundó el cuarto de sus gemidos y sus gritos. No lo había dicho pero me gusta hablarle sucio a mis mujercitas y me gusta que ellas también colaboren hablando y que sean gritoncitas, eso me enciende y me calienta aún más. Es cierto de que todas no son así ,pero me gusta enseñarles y he tenido la suerte la fortuna de que la mayoría de la mujercitas con las que he estado han aprendido lo que les he enseñado.

–ahora sí amor, ya es hora de que te comas la verga del tío –dicho eso fui subiendo hasta que mi verga quedó a la altura de su vaginita, poco a poco se le iba rozando se le iba tallando, estaba tan lubricada que no creo que fuera muy difícil que se lo pudiera meter todo y más aún sabiendo que no tengo una verga descomunal, a lo mucho llegará a 18 cm en su mejor momento.

–lista mi amor, lista para recibir verga –le decía al mismo tiempo de que iba empujando poco a poco hasta llegar a meter la cabeza.

–siii tiooo ummm.. Con cuidado que me duele un poco–

–tranquila mi amor tranquila, el dolor será un momento solamente, después vas a ver que esto te va a encantar mi vida–dicho esto se la metí toda se la dejé ir de golpe, ella pegó un grito desgarrador que inmediatamente se lo callé con un beso. Dejó caer algunas lágrimas, dejé de besarla y le dije que todo estaba bien que el dolor pasaría muy pronto. Que rico se sentía estar dentro de ella, que rico me apretaba la verga. Si bien es cierto, no era la primera niña virgen que me cogía, el que sea mi sobrina le daba un sabor especial.

Estuve cerca de 5 minutos con mi verga dentro de ella sin moverme, durante ese tiempo le daba besitos en los labios en la cara en el cuello, le mordía las orejas y le decía cosas al oído.

–qué rico me aprietas la verga mi amor, tienes un coñito delicioso mi vida –le hablaba al oído al mismo tiempo que empezaba a sacar y meter unos cuantos centímetros, a pesar que la calentura me pedía que le dé duro, el sentido común me decía que aún no era el momento, así que estuvo unos minutos metiendo y sacando despacio para que su vaginita de vaya acostumbrando a su invasor. Luego de casi 10 minutos empeze a acelerar un poco mis movimientos, la mitad de mi verga entraba y salía de esa cuevita recién estrenada.

–ummmm… ummm…ahhhhh!! –Laurita empezaba a gemir, atrás había quedado el dolor para dar paso al placer ilegal y pecaminoso. Tenía su cabecita hacia atrás, sus gemidos estaban acompañados de casi imperceptibles movimientos de pelvis

–uffff amor que rico…ufff que rico te comes la verga del tío mi putita –le decía mientras seguía estimulando con mis labios si cuello y sus orejas. Tenía mis codos apoyados sobre la cama a los costados de su cabecita, tenía una vista privilegiada de ella, de los gestos que hacía, de cómo apretaba los dientes y se mordía los labios.

–ufffff te gusta mi amor, uffffff te gusta que te dé verga, te gusta ser la putita del tío mi amor –le decía al mismo tiempo que aceleraba mis embestidas, para ese momento ya mi verga salía y entraba completamente de su vaginita, no a la velocidad que hubiera querido, pero si a un ritmo bastante decente para una niña de 10 añitos.

–ummm tiooo…ahhhhh ayyyyy…me gusta tiio… se siente rico…ahhhhh ahhhh –claramente ya no había dolor alguno, ya todo era placer. Mi sobrina tenía las manos a los costados apretando las sábanas, sus gemidos eran cada ves más fuertes, lo mismo que sus movimientos, movía sus caderas al ritmo de mis embestidas.

–uffff amor así así muévete…que rico te mueves putita uffff…te encanta la verga verdad mi amor –

–ummm siii ummmm me gusta tiooo…mmmm ayyy… que rico siento–

–ufffff que rico mi amor…. Que rico te mueves… ufffff que deliciosa eres putita…uffff–

–ummmm tiooo que ricooo tioooo siiiiii ummmm…ummmm…ahhhh ayyyy ayyyy–

Fue su segundo orgasmo de Laurita, el segundo de cientos que le daría a lo largo de nuestras aventuras. Estaba como desmayada, quedó rendida en la cama, su respiración era bastante profunda, quería dejarla descansar un poco, pero yo seguía muy caliente, y quería llenar de leche a mi putita.

–ven mi amor, volteate, ponte como perrita– le dije, al mismo tiempo que yo mismo la agarraba, ella parecía que no tenía voluntad, solo de dejaba hacer.

–ufff mi amor que rica te ves en cuatro, que tremendas nalgotas tienes putita– les había dicho que mis sobrinitas son nalgonas, pero en esa posición a Laurita se le veían tremendas nalgotas, hasta parecía un corazón. Tanto así que me dieron ganas de metérsela por el culito, pero eso sería en otro momento.

–quieres verga putita, quieres que el tío de siga dando verga…dime mi amor…quieres más verga –estaba atrás de ella hablándole al oído, mientras tallaba mi verga en su coñito, haciendo círculos y dándole golpecitos cerca de su clítoris.

–ummmm siii tiooo…si quiero…ayyyyyyy tiooo ayyyy ummmmm –no terminó de hablar y ya se la había metido hasta el fondo, aunque me apretaba mucho, fue fácil meterla toda debido a los fluidos de su reciente orgasmo y los de mi calentura.

¡PLAFFF!!! ¡PLAF! ¡PLAF!!! Bendito sonido que producía el violento chocar de mi pelvis con sus nalgotas, la tenía agarrada fuerte de las caderas, me había olvidado que era una niña de 10 años recién desflorada, y le estaba dando cómo a una adulta experta en coger.

–ummm…ahhhhh ahhhh ayyyyy ayyy- Laurita aguantaba valientemente mis embestidas, por indicaciones mías había pegado su pecho a la cama, dándole una vista espectacular de sus nalgotas.

–uffff mi amor que rica estas…que rico darte verga mi putita– no le daba tregua con mis embestidas, estaba a punto de correrme, estaba a nada de llenarle el coñito de leche, pero necesitaba algo para que eso sea maravilloso, así mismo como otras veces he hecho, me acerqué a su oido, y mientras le mordía la oreja le iba susurrando cositas.

–ummm tioooo que rico…que rico tiooo…mmmm..

¡PLAFFF!!! ¡PLAF! ¡PLAF!!!

–UMMMM TIIOO QUIERO LECHITA..

LLÉNAME DE LECHITA TIOOOO UMMMMM…AHHHHH.

–ahi te va mi amor…allí te va toda la lechita del tío…uffffff uffff…toma putita toma uffff….siiiii. que rico mi amor…que rico coñito tienes uffff….

No puede aguantar más, fue maravilloso inundar el coñito de Laurita con mi esperma…y si, efectivamente le susurré del oído para que me dijera esas últimas palabras, como les comenté anteriormente, me gusta que mis mujercitas participen de la faena sexual, con movimientos y con frases. Pero Laurita estaba tan caliente que las palabras le salieron natural, y más aún con esa vocecita de exitada que tenía.

Luego de la faena, me acosté junto a ella, y la jale hacia mí haciendo que ponga su cabeza sobre mi hombro, le empecé a decir cosas tiernas y a la vez caliente, le decía que era muy linda, que tenía unas nalgotas hermosas, que a partir de ahora iba a ser mi putita, que siempre le iba a llenar el coñito de leche. Mis palabras estaban acompañadas de besos a esos deliciosos labios carnosos y caricias a toda su hermosa anatomía.

Le pregunté si le gustó coger conmigo, me respondió qué si, que al inicio le dolió mucho, pero que después todo fue muy rico. Luego de eso la limpie un poco y le dije que fuera al baño a terminar de limpiarse bien y después regrese al cuarto a seguir con las tareas.

Yo mientras tanto me dirigí a la sala a ver cómo seguía Sofía, para estar un tiempo con ella para no levantar sospechas.

–me extrañaste mi amor –le digo a Sofía que estaba sentada en el mueble viendo televisión. Estaba sentada con las piernas casi abiertas, dejando ver si panty de niña, de color rosado y con dibujos de alguna princesa.

Si bien es cierto había dejado todo mi semen en la vaginita de Laurita, ver así a Sofía hizo que se me ponga dura otra vez.

Me acerqué a ella y me senté a su lado.

–estás aburrida mi amor –le dije.

–un poco tío, es que me faltan resolver algunos problemas y no los entiendo –me respondió con su delicada y dulce voz infantil.

–vamos mi amor, te voy a enseñar los que te faltan –la llevé a la mesa donde estaba haciendo sus tareas, me senté en la silla y la senté a ella encima de mi regazo.

En el siguiente relato les contaré si pasó algo con Sofía, y cómo se desenvuelven las cosas con Laurita y Claudia. Y quién sabe, quizá pase algo con Stefany, esa niña me tiene loco con sus nalgotas.

Hasta la próxima, espero sus comentarios.