Mis sobrinitas aprenden a bailar V (Sofía conoce de los placeres carnales)
Seguimos con una de tantas historias que tengo con niñas, les recomiendo que para un mejor entendimiento del relato lean las primeras partes. Y agradecer de antemano sus críticas y comentarios…
Allí estaba, en medio de esas ruidosas criaturas que estaban animando a sus compañeros en la actuación por el día del padre. Siempre me han gustado estas actividades, ya que puedes ver a muchas niñas correr y saltar, la gran mayoría va con ropa de salir, así las puedes ver con otro atuendo que no sea el uniforme escolar, y además puedes ver a las que van a participar en diminutas prendas acorde al personaje que van a interpretar o acorde a la música que van a bailar. Así mismo en Halloween, me da cierto placer ver a esas niñas vestidas de hadas, brujitas, princesas, etc. Me las imagino en mi cama disfrutando de sus cuerpecitos estando ellas aún vestidas con sus disfraces.
Estaba mirando de manera furtiva todos esos cuerpecitos infantiles cuando alguien llama mi atención, era Camila, una de mis alumnas.
–profe, qué le pareció mi canción –me pregunta con esas hermosa sonrisa y esos ojitos chinitos que me encantan. Camila siempre ha participado cantando o recitando poemas.
–cantas muy lindo princesita –le respondí acariciando su cabello. Camila es una hermosa niña de rasgos asiáticos, no muy alta, un poco delgada pero con una colita paradita, de piel blanca y profundos ojos negros y cabello lacio que le llega hasta la cintura. Con ella ya he tenido cierto avance, algunas veces la he sentado en mis piernas con el pretexto de enseñarle alguna clase que le resulta complicada. Espero que pase algo con ella para dedicarle algún relato en el futuro.
Después de dejar a Camila, me fui en busca del grupo de mis sobrinas, quería ver si podía llegar a hacer algo con Stefany, a unos metros vi que estaban Laurita, Stefany y su mamá, y una hermosa niña nalgoncita de unos 8 años, que luego me enteré que su nombre es Xiomara y que era prima de Stefany y algunas veces se quedaba al cuidado de la señora. Me acerqué y saludé cordialmente, felicité a las niñas por el baile y les dije que no descuiden sus estudios, aproveché para decirle a Laurita que no vaya a faltar a nuestras clases de matemáticas, eso tenía una segunda intención, y era hacerle saber a la mamá de Stefany que yo daba clases particulares, con la esperanza de que algún día la lleve a mi casa para «enseñarle» algún tema que no entienda.
Luego de algunos minutos de plática, la señora se despidió, con la promesa de que iba a conversar con su esposo sobre las clases, me dejó allí platicando con Laurita y Stefany.
Ya a solas con las niñas les dije si querían algunas golosinas, que me acompañen a mi aula que allí los tenía, cómo era de esperarse dijeron si alegremente.
Mi aula está en el segundo piso, para llegar hay que caminar por un pasillo casi siempre solitario, y más ese día que todos estaban en el patio, aproveché eso para ponerme en medio de ambas y agarrarlas de la cintura, ya estando en la escalera las hice subir adelante y yo detrás mirando como se le movían las nalgas.
Ya estando en mi aula les ofrecí algunas golosinas y refrescos, estuvimos cerca de 5 minutos conversando cosas sin importancia,
Laurita estaba sentada en mis piernas, y Stefany a mi costado apoyada en el escritorio, le dije a Laurita que se fije en la puerta, que me pareció haber escuchado algo, ella obediente fue a revisar, la verdad era mentira para hacer que se pare y sentar a Stefany en mis piernas, fue tan delicioso como la primera vez, la verdad estaba que me moría de ganas de culiar a esa niña nalgona. Le volví a decirle a Stefany que si alguna vez tenía dudas sobre alguna materia o si necesitas algo, que no dude en venir a buscarme, que seguramente yo la podría ayudar, le decía eso al mismo tiempo que le estaba acariciando las caderas y parte de sus nalgas. Después de unos minutos Stefany dijo que se iba, seguramente su mamá la estaría buscando, le dije a Laurita que busque a Sofía y le diga que venga, para darle algunas golosinas también a ella.
Estuve esperando poco más de 10 minutos, hasta que llegó Sofía.
–tioo… tioo… –llegó casi gritando con esa inocencia y frescura infantil que la característica.
–ven mi amor –le dije, abriendo mis manos y mis piernas para poder abrazarla totalmente.
–bailaste muy bien mi amor –le decía con mis manos rodeando su cintura.
–gracias tío –me respondió con esa vocecita de niña inocente que me encanta.
–toma mi amor, por bailar bien y por ser tan linda –le ofrecí unas galletas y un refresco.
Inmediatamente empezó a comer y a tomar el refresco, para eso ya la había volteado y la tenía sentada en mis piernas, mientras ella comía, yo le acariciaba las piernas y le preguntaba cosas sin importancia, ella me respondía de lo más natural.
–te gustaron las galletas mi amor –le pregunté sin dejar de acariciar sus piernas, sus caderas y su cintura.
–si tío.. Gracias –
–de nada mi amor, siempre que quieras algo ven a buscarme, en el recreo o la hora de salida –
–ya tío…te quiero mucho –me dijo volteando su carita y dándome un beso en la mejilla.
–yo también te quiero mucho mi amor –le dije, respondiendo su beso, pero no solo se los daba en la mejilla, le besaba también los hombros y el cuello. Sentí un pequeño estremecimiento de su parte.
–te gusta mi amor, te gusta que te dé besitos –le pregunté al mismo tiempo que le besaba el cuello y las orejas.
–si tío…si me gusta –
–te gusta que te haga cariñitos mi amor –le pregunté, mientras besaba sus hombros, acariciaba su abdomen plano y jugaba con su ombliguito.
–ummm sii tioo… si me gusta –me respondió con su voz entrecortada y dejando escapar un pequeño gemido.
–qué sientes mi amor –le pregunté. Mis caricias ya no eran tan inocentes, ya eran manoseos descarados, mis manos pasaban de su abdomen a sus caderas y luego a sus piernas.
–no se tío…pero siento algo raro –
–raro de feo, o raro de rico mi amor –le pregunté al mismo tiempo que le daba más intensidad a mis besos y caricias, ya no solo le daba besitos, ya le estaba chupando las orejas, le pasaba la lengua por el cuello y le daba pequeños mordiscos a sus hombros desnudos.
–siento raro pero me gusta…no se que es tiooo… pero es rico –me respondió ya con su vocecita claramente excitada.
–eso te va a gustar más mi amor –le dije abriendo sus piernas y empezando a estimular su coñito virgen por encima de su pantalón.
Ella por instinto imagino, quiso cerrar sus piernas pero ya era tarde, mi mano derecha ya se había apoderado de su vagina y había empezado a estimularla, mi otra mano ya se había metido bajo su blusa y estaba acariciando sus pezones.
Habrán pasado un par de minutos de tenerla si, ella estaba gimiendo despacio, tenía los ojos cerrados y su cabeza estaba pegada a mi pecho.
–te gusta mi amor…quieres que siga dándote cariñitos –le pregunté sin disminuir la intensidad de mis caricias.
–si tíooo… umm si me gusta –
Era la respuesta que esperaba, hice unos movimientos y la volví a sentar encima mío pero esta vez ella estaba con sus piernas abiertas enfrente de mí, mis manos se habían apoderado de sus nalgas y las estaban amasando, acerqué mi rostro al suyo y empecé a darle piquitos en su boquita, luego empecé a chupar sus labios, le pedí que saque un poco la lengua y también se la empecé a chupar.
Sus labios eran deliciosos, después de algunos segundos y con indicaciones mías, ya nos estábamos besando de lengua, a veces yo chupaba la suya y a veces ella la mía, posteriormente me volví adicto a la forma en que me chupaba la lengua, siempre que podía, ella se sentaba encima mío y me empezaba a besar, y al yo meter mi lengua en su boquita, ella inmediatamente me la empezaba a chupar, era algo que le llegó a gustar mucho.
Me senté de tal manera que su vagina quede exactamente encima de mi verga, y cuando le agarraba las nalgas me aseguraba que hiciera presión hacia abajo, para que mi verga talle su vaginita, a pesar de estar separados por nuestras ropas se sentía delicioso.
–te gusta mi amor…te gusta jugar así –
–ummm… sii tiooo…ummm –
–a mi también me gusta mi amor… ufff…eres muy linda… ufff…tienes un cuerpito delicioso mi amor –estaba a punto de correrme, pero ella al parecer no me iba a esperar.
–ummm… ummmm…ayyy…–
Se dejó caer en mi pecho, mi Sofía había tenido su primer orgasmo conmigo, el primero de muchos.
–sentiste rico mi amor –le decía aún moviéndola encima mío, quería terminar también.
–siii tiooo…ummm…sentí rico –
–que bueno mi amor.. Siempre que podamos y estemos solos te voy a hacer sentir muy rico mi amor –
–ohhh mi amoooor…uffff… que hermosa eres mi vida uffff…que ricas nalguitas tienes mi vida uffff –estaba a punto de correrme, pero escuché ruidos de alguien que se acercaba e hice parar a Sofía a mi costado, eran Claudia y Laurita que por encargo de mi hermana venían a buscarla.
Ya en el patio el evento estaba terminando, cerca vi a mi hermana que estaba con Stefany y su mamá, nos acercamos y platicamos un rato, la conversación nos llevó a un restaurante cercano donde tuvimos una amena plática sobre varios temas, entre ellos las clases que les estaba dando a mis sobrinas, y que sería bueno para ellas seguir yendo a mi departamento para que no tengan dificultades en sus notas.
después de almorzar cada quien se fue a su casa, yo deseaba que mi hermana me dijera que si podía llevarme a las niñas hoy para darles clases, pero no fue así, ganas no me faltaban de proponerlo yo, pero creí que no sería conveniente así que decidí dejar que las cosas siguieran su curso.
Lunes y martes habían sido días tranquilos en la escuela no había tenido oportunidad de hacer algo con esas niñas, tampoco habían ido a mi departamento mis sobrinas para darles clases. Recién el día miércoles tuve oportunidad de hacer algo, era la hora del recreo, yo estaba solo en mi aula acomodando algunas cosas para ir al patio, cuando entra Claudia supuestamente para preguntar por Laurita, le respondí que no le había visto pero le hice señas para que se acercara a mi lado.
–has venido a buscar a Laurita, o has venido por verga putita –no la deje hablar, inmediatamente empecé a besarla efusivamente y acariciarla, al mismo tiempo que me bajaba el cierre del pantalón y la llevaba cerca de la ventana para estar atento por si alguien se acercaba.
–ven mi amor…te voy a dar lo que tanto te gusta –la hice arrodillarse y acerqué mi verga a su carita, sin yo pedírselo ella sola abrió su boca y se metió la cabeza y un poco más.
–ohhh mi amor…uffff…si venías por tu pedazo de verga verdad –a pesar de solo haberla chupado una vez, ya lograba darme placer. Era delicioso volver a estar dentro de la boquita de esa niña, no lo había dicho antes, pero los labios de Claudia era hermosos, carnosos como me gustan.
Sin sacarse la verga de la boca y sin dejar de mamar se sonrió e hizo un gesto afirmando lo que le había preguntado.
–ohhh…que rico la mamas putita…uffff…si amor.. siiiiii…. Sigue así…ufff –esa niña la chupaba delicioso, se metía más de la mitad y la volvía a sacar, a veces la sacaba toda de su boca para pasar la lengua por la cabeza y por el tronco y se la volvía a meter. Estuvo unos minutos comiendo mi verga, lamiendo, succionando y pajeandome.
–uffff…siii amor…que rico mamas verga putita…asiii…asiii amor…ufff…–no pude aguantar más, le agarre la cabeza por detrás y empecé a violar su boquita infantil hasta llenarla de mi espeso semen.
–ohhhh…uffff siii…ufff..siiii putita…traga todo mi amor…traga todo –Claudia obediente tragó hasta la última gota de ese líquido que muy pronto se volvería algo delicioso para ella.
La levanté y la acosté boca arriba en el escritorio, le abrí sus piernas y le subí la falda escolar, hice a un lado sus panties y empecé a acariciar y pasar mi lengua por su ya lubricada rajita.
–ummmm…ummmm…–Claudia estaba con los ojos cerrados gimiendo y retorciendo su cuerpecito por el placer que le estaba dando comiéndome su coñito.
–que rico coñito tienes putita…te gusta que te lo coma verdad. –
–ummm…siii profee…ummmm..se siente ricoo…ummm –me respondía totalmente entregada a los placeres prohibidos para niñas de su edad.
Ella estaba con las manos abiertas tratando de agarrarse a los costados del escritorio mientras yo seguía comiendo su rajita no dejando ningún centímetro sin explotar.
–ahhh…ahhh…siiii…ayyy…ayyy… ummm… ahhh…siiii profee…siii…que ricooo…–
Dejo salir buena cantidad de fluidos, que gustoso me lo bebí todo. Miré el reloj del aula y noté que faltaba poco más de 10 minutos para que termine el recreo, tiempo suficiente para darle una rápida culiada. luego de su orgasmo la acomodé de tal manera que quede al filo del escritorio con las piernas abiertas, me acerqué a ella con mi miembro en la mano apuntando a su rajita y empecé a penetrarla.
–ayyy…ayyyy despacio profe…ummm –
–tranquila mi amor…ya la tienes toda adentro –ya con toda la verga dentro empecé un mete y saca lento pero constante.
–ummm… ummm…ummm –
–ufff mi amor…ufff que rico estar dentro tuyo –
–ahhh…ahhh…ummm –
–ufff… que rico aprietas putita… ohhh… que rico darte verga mi amor –era un verdadero espectáculo verla así, con sus piernas en mi hombro, su vagina siendo perforada por mi verga y su carita mirando a un costado con los ojos entrecerrados, la cejas juntas y la boquita abierta para poder respirar bien.
–ohhhh…te gusta verdad putita…te gusta que te den verga uffff –
–ahhh… ahhh… siii… ahhh… siii profee ummm…si me gusta…–
–uffff…ohhh… así putita…asiii… que rico aprietas –
–ummm… ahhh… ahhh –sus gemidos eran más fuertes al igual que sus movimientos, exhalaba e inhala con fuerza.
–ven mi amor ponte asi –le dije haciendo que se ponga de pie, la puse de espaldas y la incliné al escritorio.
–para esa colita mi amor –
–ayyyy…ayyy… ahhhh –gimió cuando se la metí de un solo golpe e inicié una rápida y constante penetración.
–ufff… uffff.. ohhhh siiii…que ricas nalgas tienes putita… – la tenía agarrada de las caderas y le daba rápido y duro.
–plaff… plaff… plaff… –era música para mis oídos el sonido de mi pelvis al chocar con sus nalgas. Claudia estaba casi en cuatro con las manos apoyadas en el escritorio y la cola bien paradita para aguantar y recibir mis embestidas.
–ahhh… ahhh… ahhh.. –
–ohhh… ohhh… ufff… que rico comes verga putita… ufff… que rica colita tienes ohhh… toma verga putita…toma verga –
–ummm… ayyy… ayyy… –
–ufff… te gusta mi amor…ohhh… te gusta que te dé verga… – me había acercado a ella de tal manera que mi pecho esté pegado a su espalda y le susurraba al oído al mismo tiempo que se lo mordía y le pasaba la lengua por su delicado cuello.
–ahhh… siiii… ummm… sii me gusta profe… ayyy… ayyy… siii… –sentí en su coñito la contracción propia de un orgasmo.
–siii… ahhhh… ahhhh… ahhh… ayyyy… que rico profee … ummm… que rico…–su orgasmo me apretaba de tal forma la verga que no pude aguantar y le llené el coñito de mi esperma.
–uffff… toma… toma verga putita… uffff… ohhhh siiii toma lechita putita… ohhhh… –después de correrme le dejé mi verga un momento más dentro de ella, mientras le acariciaba las nalgas y le decía cosas bonitas si oído.
Ya recuperados procedí a yo mismo limpiar su vagina con papel higiénico y le dije que vaya al baño a limpiarse bien, al poco rato de haberse ido se escuchó el sonido de la campana que anunciaba el fin del recreo.
Los siguientes días no pasó nada extraordinario ni en la escuela ni en mi departamento, solo el viernes que llegaron Sofía y una compañera suya a pedir golosinas a mi salón, al estar allí la otra niña no pude hacer nada, solo sentar a Sofía en mis piernas y acariciar disimuladamente sus nalgas.
Era un sábado en la mañana, yo estaba preparándome para ir a hacer algunas compras al Market y me llama mi hermana, me pregunta si podía llevarme en la tarde a las niñas, para que las refuerze en algunos temas. Le dije que si, que no había inconvenientes, está de más decir que estaba encantado, podía volver a follar a Laurita y avanzar un poco con Sofía.
Eran poco más de las 4 de la tarde cuando llega mi hermana con mis sobrinas, las hice pasar a la sala, les invité algo de tomar y picar y estuvimos conversando unos minutos.
Estaban muy hermosas ese día, vestían con falda tipo escocesa arriba de la rodilla, blusa blanca con diseño de hadas, zapatos tipo balerinas, argollas pequeñas y el cabello suelto.
Mi hermana me dice que si tenía planes para hoy, ya que no solo me las está dejando por las clases, si no que tiene una reunión de su trabajo y quizá se quede hasta la noche allí, le dije que no había problema, que algunas veces salía a tomar algo con amigos pero eso puede ser otro día.
Ya estando solo con ellas procedí a poner en marcha una idea que tenía para avanzar con Sofía, si bien es cierto Laurita era una hermosura de niña, que estos días había aprendido a mamar y culiar bien; pero el plato fuerte para mí ese día era Sofía.
Estuvimos un rato en la cocina comiendo algo y platicando, luego les dije que vayan a hacer sus tareas para que terminen temprano.
–yo voy al cuarto tío –me dijo Laurita, ya sabiendo cuál era su lugar y lo que hacíamos allí.
–ya mi amor ve acabando tus cosas, voy a enseñarle primero a Sofía sus tareas y después voy por ti –
Ya a solas con Sofía, la senté en mis piernas y la empecé a acariciar.
–quieres hacer tareas mi amor, o quieres jugar como el otro día –le dije al oído sin dejar de acariciar su cuerpecito.
–jugar tío –música para mis oídos, la cargué, empecé a besarla suavemente y acariciar su colita y la llevé al mueble.
–te voy a hacer sentir bien rico amor, igual que el otro día –le dije ya estando sentados en el mueble, igual que la última vez, ella estaba sentada en mis piernas de espaldas a mi.
Mi lengua empezó a hacer su trabajo en su cuello, orejas y hombros. Y mis manos hacían lo suyo en su barriguita infantil y en su conchita aún encima de su panty.
–ummm… ummm… ummm… –Sofía estaba más entregada que la última vez, sus gemidos delataban lo excitada que estaba.
–te gusta mi amor…te gusta que te dé besitos y te haga cariñitos –le decía al oído sin bajar la intensidad de mis besuqueos y mis caricias.
–umm… siiii tiooo…si me gusta –me respondió retorciéndose un poco encima mío.
–que bueno que te guste mi amor…hoy te voy a hacer cositas más ricas mi vida –se lo decía mientras iba bajando sus panties.
–ahhh… ahhh… ummm… ummm…–sus gemidos subieron de intensidad, debido a que ahora estaba estimulando su rajita directamente, ya no habla nada entre mis dedos y su virginal coñito.
Sofía tenía la conchita bien gordita, mis dedos expertos en estos menesteres no le daban tregua, sus fluidos facilitaban mucho la manipulación de su rajita.
–ayyy… ayyy tioo…–mi princesita gemía y se retorcía por el placer que estaba experimentando.
–si esto te gusta, esto te va a encantar mi amor –
La acosté en el mueble y metí mi rostro entre sus piernas y empecé a comerme ese gordito y rosado coñito.
–ayyy…ayyyy tiooo… ummm…–Sofía estaba teniendo pequeños temblores, su cuerpo lo tenía doblado, y no paraba de moverse.
Por mi parte no le daba tregua, quería comerme toda esa rajita y beberme todo lo que salga de allí. Besaba y chupaba sus labios, lo mismo con su botoncito, alternaba entre besos, lamidas y chupetones.
–ayyyyy tiiooo… ahhhhh… ahhhhh… ayyy tiooo…ahhhh…–
Después de unos grititos y algunos espasmos productos de su orgasmo mi niña cayó rendida en el mueble, yo por mi parte seguí unos segundos más lamiendo y bebiendo de su conchita.
Luego de recuperarse hice que se sentara en el mueble, le quité la blusa, dejándola solo con su falda y sus zapatos, yo por mi parte me desnudé completamente dejando a su vista mi erecta verga.
Sofía no le quitaba la mirada, no estaba asustada si algo sorprendida, seguramente ya había visto algunas en los videos porno que miraba con Claudia y con Laurita.
–ven mi amor, es hora que le mames la verga al tío –le dije acercándome a ella.
Procedí a realizar mi ritual y pasar mi verga por su carita y darle golpecitos a su mejilla, luego de eso la pasé por sus labios, ella por instinto imagino abrió su boquita y aproveché para meter la cabeza.
–ohhh mi amor… uffff…–no es que a la primera empezara a chupar bien, es la sensación de su boquita envolviendo mi cabeza.
Después de unos pocos minutos de instrucciones y de que se acostumbra al sabor, ya la estaba chupando, con una mano tenía agarrada mi verga y la otra la tenía apoyada en una de mis piernas.
Los minutos que la tuve chupando verga hice un esfuerzo en no violar su boquita y llenarla de leche, quería dejar mi esperma en su conchita.
–ven mi amor, es hora que seas mi mujercita –le dije haciendo que se acueste boca arriba.
Le abrí de piernas y como pude empecé a pasar mi verga por su conchita, la diferencia de tamaño era notoria, si no hubiera hecho esto antes, seguramente pensaría que no podría penetrarla.
–ufff… te quiero mucho mi amor…sabes, esto te va a doler un poquito, pero después vas a sentir mucho más rico que antes… –le decía para calmarla y prepararla.
–yo también te quiero mucho tío –ella no mencionó nada del dolor, tampoco hizo alguna protesta, seguramente ya sabia lo que iba a pasar.
Me acosté sobre ella, con mi codo izquierdo apoyado en el mueble para no dejar que le cayera todo mi peso, y la mano derecha con mi verga apuntando a su rajita virgen.
Mientras empezaba a penetrar a mi sobrinita, le acariciaba el rostro, tenía cabellos que se le habían pegado por el sudor, también se los retiré, le daba besitos y le decía cositas al oído.
–hoy vas a ser mi mujercita amor, hoy te voy a llenar ese coñito rico de leche mi vida –le decía mientras iba dejando todo listo para la penetración.
–ayyy tioo me duele…mejor ya no tioo–
–tranquila amor…ufff el dolor es solo un momento mi vida –
–noo tioo…mejor otro día soy su mujercita.. ayyy.. Me duele tío –
Sinceramente me daba mucha lástima ver las lágrimas de mi sobrina, pero se que el dolor es solo un momento, además no iba a dejar mi presa tan fácilmente, no sé si volvería a tener otra oportunidad.
Así que ignorando sus quejidos y sus lágrimas le metí de una sola estocada la mitad de mi verga llevándome su virginidad.
–ayyyyy ti –no la deje terminar, empecé a besarla efusivamente, a meter mi lengua en su boquita para calmarla un poco.
–tranquila amor, ya pasó lo peor –dejé de besarla y traté de calmarla, ella seguía llorando y quejándose del dolor.
–me duele mucho tío… tu dijiste que solo dolería un poquito –
Después de algunos pocos minutos de estar besándola y acariciándola, y notando que ya no tenía mucho dolor, empecé a moverme, primero de manera casi imperceptible sacaba un centímetro y lo volvía a meter, así poco a poco hasta que ya la sacaba toda y volvía meter los casi 10 centímetros de verga que tenía adentro.
–ummm… ummm…ummm –
–ya no te duele mi amor –
–ummm no mucho tiooo –
–ufff…que sientes –
–ahhh,.. siento rico tiooo.. ummm
–ohhhh…ufff…te dije mi amor…ohhh te dije que eso te iba a gustar –
–ayyy tiooo…ahhh… ahhh –
–te gusta verdad amor… te gusta que te dé verga uffff… –
–siii tiooo…ahhhh… es ricoo tiooo –
–ohhh… que bueno que te guste amo.. . ufff… desde ahora siempre que podemos te voy a dar verga mi vida –
Estaba en el mismo cielo, Sofía me apretaba bien rico, podía sentir que cada centímetro de mi verga era exprimido cuando entraba y salía de ella.
Después de unos pocos minutos ya le entraba casi todo mi miembro, la velocidad de la cogida había aumentado, así como sus gemidos y sus contracciones vaginales.
–ahhh… ahhh…ahhh… ayyy… –sus gemidos eran un sonido casi celestial, su cara era un poema, estaba con los ojos cerrados, la boca entreabierta, mi Sofía se estaba dejando llevar, ya atrás había quedado el dolor y ahora solo era placer mucho placer.
–ohhh…uffff mi amor…que rico estar dentro tuyo mi vida…ufff que rico te comes mi verga..ufff… –estaba casi sobre ella con mis codos apoyados a los costados de su rostro, acompañaba mis embestidas con besos a sus labios, su cuello y orejas.
–ummm…umm… ahh… –Sofía estaba con las manos a los costados arañando el sofá y aguantando casi la totalidad de mi verga dentro suyo.
–ohhh mi amor…ufff que rica conchita tienes… – Quería que ese momento no termine nunca, por momentos le daba más lento para poder durar más tiempo, pero me ganaban las ganas y luego empezaba a embestir más fuerte ese coñito.
–ufff te gusta mi amor…ufff te gusta comerte la verga de tío… –
–ayyy… ayyy tiooo… ahhh…ummm… ahhh… ayyy… –Sofía quedó como trapo después del intenso orgasmo que tuvo.
–ufff mi amor .. Dime ohhh… te gustó que te dé verga…—
–ahhh… ahhh… ahhh…–no respondió nada, estaba casi desmayada por el esfuerzo, el dolor inicial y el tremendo placer que había sentido.
–ohhhh… uffff mi amor…. Allí te va la lechita del tío mi amor…uffff–
–ayyyy… ayyy tiooo… –se quejó un poco por la velocidad de la embestida.
–toma mi amor…ufff toma mi lechita mi vida… ohhh… ohhhh…–
Estuve dentro de ella unos segundos, y mi erección nunca bajó, quise darle otra ronda pero Laurita me estaba esperando en el cuarto.
Cuando se recuperó de la culiada le pregunté si le había gustado y me respondió que sí, que al inicio le dolía mucho pero después se sintió muy rico, y quedamos que lo haríamos nuevamente.
Al sacar mi pene de su interior salió con restos de mi semen y un poco de sangre de su virgo. la llevé al baño a asearnos y a revisar que todo estuviera bien.
Me preguntó qué era esa cosa blanca que salía de dentro de ella, le dije que era mi semen, que era como lechita de hombre, que era bueno para las mujeres y que la próxima se lo daría de beber.
Ya estando nuevamente en la sala le dije que se quedara en el mueble descansando y que iría a ver cómo iba Laurita.
Me puse el short y caminé en dirección a mi cuarto a atender a mi putita Laurita, estaba ansioso por ver su reacción al regalo que le tenía .
HERMANO UNA PREGUNTA. NO TIENES MIEDO DEJARLAS EMBARAZADAS A LAS NIÑAS TANTAS VENIDAS QUE LE DAS ?.
Claro que no, a esa edad no reglan aún.
Además por un susto que tuve con una quinceañera hace algunos años me hice la vasectomía.
Excitante con morbo y pasión espero la continuacion.
Gracias por el comentario, ya está la siguiente parte, muy pronto las siguientes.
excelente, muy bueno en los detalles, espero leer muchos mas relatos tuyos.
Gracias por el comentario, ya está la siguiente parte, muy pronto las siguientes.
Q gran capitulo bro , felicidades sigue con más capítulos q son muy buenos , … Cómo te contacto bro o escribeme para saber más de tus aventuras , me gustan tambn las nenitas
lopezdan arroba Gmail
Todo junto
Gracias por el comentario, ya está la siguiente parte, muy pronto las siguientes.
Por el momento cualquier contacto por esta página.
Tio Randy, excelente historia. Espero que ansias leer próximas entregas de sus aventuras con sus sobrinas y alumnas.
Gracias por el comentario, ya está la siguiente parte, muy pronto las siguientes.