Mis sobrinitas aprenden a bailar VI (seguimos avanzando con Stefany)
En esta ocasión sigo contando de mis aventuras con mis sobrinitas y algunas alumnas, y de como niñas de tan tierna edad pueden disfrutar tanto del sexo anal y vaginal.
Después de haber dejado a Sofía en la sala me encaminé al cuarto a ver a Laurita.
–Me estabas esperando mi amor –le pregunté. Ella estaba acostada boca arriba con el celular en la mano, tenía las piernas un poco abiertas, lo que hacía que se le vieran sus braguitas blancas con encaje rosado.
Me senté en la silla de escritorio y me dí unas palmaditas en el muslo dándole a entender que quería que se sentara en mis piernas.
Ella entendió inmediatamente el mensaje, se paró y vino directamente hacia mí, dejando caer delicadamente sus suaves y apetecibles nalgas encima mío, empecé a acariciar sus piernas y a besarla delicadamente.
Le susurraba que estaba muy hermosa, que esa ropa le quedaba muy linda, y era verdad, ambas se veían muy lindas con esa ropita.
Luego nos pusimos de pie y mientras la besaba la iba despojando de sus prendas, la primera fue su faldita, luego la blusa, se le veía tan sexy vestida solo con su panty que decidí dejarla así por un momento.
Mientras me deleitaba besando y chupando sus tetitas me quité el short junto con el bóxer quedando completamente desnudo, a pesar de mi reciente faena con Sofía mi verga volvía a estar completamente erecta y lista. Hice que se sentara en la silla y puse mi verga a la altura de la cara, como buena putita que es la agarró y empezó a pajearme.
Con una mano le acariciaba el cabello y el rostro, le decía que era muy linda y que estaba muy feliz de estar con ella, le decía también como me gustaba que lo hiciera. Así ella empezó a lamer la cabeza y el tronco sin soltarla, hasta que después del delicado trato que le dió se metió mas de mitad y empezó a chuparmela.
–ohhh…. Ufff que rico me la chupas amor… se nota que te encanta mi verga putita –Laurita no solo le había agarrado el gusto a mamar verga, también se había vuelto bastante buena haciéndolo. Luego me contó que seguía mirando porno y allí veía cómo lo hacían.
Por ratos se la acaba de la boca y se la pasaba por el rostro y le daba golpecitos en las mejillas, también le pedía que sacara la lengua y hacía lo mismo, eso al parecer le hacía gracia porque siempre se sonreía y hacía un gesto propio de ella de sacar la lengua y guiñar el ojo.
Después de estar casi 5 minutos mamando, hice que se pusiera de pie, la acomodé de tal manera que quedó inclinada en el escritorio, apoyada con sus manos.
Me puse detrás de ella y empecé a pasar mi experta lengua por su cuello, su nuca y sus orejas.
–que hermosa eres amor… que ricas nalgotas tienes…ufff–mientras le chupaba y mordía las orejas, mis manos hacían de las suyas en su cuerpecito, la izquierda estaba amasando y nalgueando su cola, y la derecha estaba haciendo un recorrido entre tus tetitas y su vagina.
–ummm… ummm…ummm… –gemía Laurita claramente excitada
Le bajé las panties y seguí con mis caricias ya directamente a su piel desnuda. Pasé mis dedos por su vagina y noté que ya estaba lubricando.
–para bien esa colita mi amor –le dije mientras la hacía inclinarse un poco más, de tal manera que ahora estaba apoyada con sus codos en el escritorio.
Bajé besando y lamiendo su espalda hasta llegar a sus nalgotas, no recuerdo si lo había comentado, pero Sofía y Laurita son de caderas anchas y nalgas paraditas, son una delicia para personas con mis gustos.
Me senté en la silla para tener más comodidad y empecé a besar y chupar cada centímetro de sus nalgotas, las amasaba, las acariciaba, las nalgeaba, me tomé mi tiempo para disfrutar ese delicioso manjar que me ofrecía el destino.
Luego de algunos minutos le abrí las nalgas y empecé a comerme su cuquita, a chupar y lamer su clítoris, mi lengua iba de su conchita a su ano.
–ahhh… ahhh tiooo que ricooooo…umm…
Mmmm tiooo…–mi princesita era un mar de fluidos, también paraba más su colita para darme más acceso a su interior.
Ya tenía decidido que ese día le iba a dar por ese hoyito trasero y tenía que prepararlo para su estreno.
Mi lengua ya estaba concentrada en su culito, metía todo lo que podía dentro de ella, y mis dedos seguían haciendo estragos dentro de su cuquita.
Abrí un cajón del escritorio y saqué algo que había comprado el fin de semana en una ciudad cercana, era un pene mediano de silicona, de aproximadamente 14 centímetros de largo y 4 de diámetro, eran de esos que parecían reales incluso hasta testículos tenía.
–ayyyy tioooo…ahhhh.. ahhhh… siii…
Que rico tiooo…–sentí el estremecimiento de Laurita cuando metí en su conchita todo ese consolador.
–que rico gritaste mi amor… te gusta el regalo que tengo para ti mi putita –
No respondió, estaba tan absorta en el placer que seguramente no se había dado cuenta de que lo que tenía adentro no era un pene de verdad.
–ummm… ummm… ayyy tíooo…ahhh que rico siento tío…–
Ya había empezado a meter y sacar el consolador de su interior, también con ayuda de lubricante había logrado meter el dedo medio en su culo, ella había empezado a contorsionarse moviendo las caderas, era un nuevo placer que le estaba dando a mi princesita.
–ahhh… ahhh… ahhh… ayyyy… –
–te gusta mi amor… te gusta que te den por tus dos huequitos –
–ahhh… siiii… ayyy tíooo despacio… ayyy… ummmm –
Ya le estaba metiendo y sacando dos dedos de su culo al mismo tiempo que lo hacía con el consolador.
La escena era digna de una película porno, Laurita estaba de pie con las piernas rectas, estaba inclinada, casi de perrito, con los codos sobre el escritorio, yo estaba sentado en la silla detrás de ella, mi mano izquierda estaba metiendo y sacando el consolador de su cuquita, dos dedos de mi mano derecha ya entraban y salían con cierta velocidad de su culo, y mi boca estaba besando, lamiendo y chupeteando sus nalgotas.
–Ahhh… ahhh… ahhh… ayyy…
Ayyy tioooo… ummmm –
–que rico te corriste mi amor –Laurita estaba temblando, casi convulsionando por el tremendo placer que le estaba ocasionando su orgasmo.
–ahhh… ahhh…ayyy tío que rico sentí… –
No le dí descanso, saqué el consolador de su vagina y lo dirigí a su culo, no fue muy difícil meter la punta, ayudó bastante el haber dilatado con los dedos.
–ayyy tiooo despacio…ayyy me duele un poco tiooo… umm… –
Se quejaba de dolor, incluso le salieron algunas lágrimas, pero nunca me dijo que no, nunca me pidió parar, al parecer estaba abierta a experimentar cuanto placer pudiera soportar su cuerpecito de niña.
La había inclinado de tal manera que mientras introducía el consolador en su culo, yo me estaba comiendo su cuquita y también bebiendo de ese dulce manjar que emanaba de su interior.
Luego de unos minutos, ya le metía y sacaba todo el consolador de su orificio trasero, ya no se quejaba de dolor, ya sus gemidos eran todo placer.
Verla así, toda caliente, toda entregada a los placeres carnales, con ese miembro de silicona entrando y saliendo de su culo me dieron una idea perversa que antes no se me había pasado por la cabeza.
Me paré detrás de ella y empecé a meter mi verga dentro de su conchita, los gemidos y estremecimiento de Laurita eran algo espectacular, era difícil para mí creer que una niña de 10 años estaba recibiendo mi verga en su cuquita teniendo un consolador insertado en el culo. Como pude me la arreglé para pegar mi mano derecha a mi pelvis y agarrar de la base el consolador, de modo que entre y salga de su culo junto con mi verga.
–AHHH TIOOO…UMMMM… UMMM…
AYYY… AYYYY… AHHHH… –
–ohhh… te gusta verdad putita…ufff te gusta tener verga en tus dos huequitos…–
–AHHH… AHHH… AHHH SIII TIOO… QUE RICOOO… AYYY… AYYY… –
–ohhh… ufff toma putita…ufff toma lo que tanto te gusta… uffff… –estaba en el mismo cielo, sentía delicioso las contracciones de Laurita en mi verga, si seguía así no iba a durar mucho tiempo sin correrme.
Después de algunos minutos sentí un fuerte orgasmo de ella, sentí sus piernas doblarse y su cuerpo sacudirse.
Era hora, era el momento del plato fuerte, la dejé recuperarse unos segundos de su corrida y luego le saque mi verga y el consolador.
Después de untar algo de lubricante en su culo, me dí a la tarea de introducir mi verga en su orificio trasero.
–AYYY TIOOO…UMMM DESPACIO…
AYYY DUELE…UMMM… –
esta vez hice caso omiso a sus protestas y seguí firme en mi propósito, luego de unos poco segundos y sin mucha dificultad ya tenía toda mi verga dentro de su culo.
La dejé allí un par de minutos para que se acostumbre a ese invasor, mientras tanto empecé los besuqueos a su nuca, su cuello, sus orejas y su espalda. Mis manos recorrían entre su vagina, sus caderas y sus teticas.
–UMMM… UMMM… UMMM… –
Al escucharla gemir entendí que ya había pasado el dolor, que ya era hora de empezar nuevamente la faena amatoria.
Al inicio mis embestidas eran lentas, sacaba solo la mitad y la volvía a meter, pero los movimientos de ella me hicieron saber que ya estaba lista para recibir una culiada de verdad.
Laurita iba al encuentro de mi verga cuando iba a embestirla, cooperaba completamente con la culiada, tenía una mano apoyada en la pared y la otra sobre el escritorio, lo que le daba un mejor aguante al momento de chocar mi pelvis con sus nalgotas.
Por mi parte la tenía bien agarrada de las caderas para darme más velocidad, era increíble que mi sobrinita, esa niña tierna e inocente de 10 años esté recibiendo toda mi verga en su colita, y que hace poco había disfrutado como loca de una doble penetración.
Aún con todo eso no le daba tregua, mi verga entraba y salía a una velocidad no propia para niñas de su edad, sus gemidos iban en aumento.
–AHHH… AHHH TIOOO.. QUE RICOOO
AHHH…SIII..SIII… –
–ufff…te gusta verdad mi amor…ohhh te gusta comer verga por tu colita –la respuesta era obvia, pero como he mencionado anteriormente me gusta escuchar a mis pequeñas amantes decir algunas cosas cuando me las estoy follando.
–UMMM… AHHH SIII…UMMM ME GUSTA TIOOO…ES RICOO UMM…–
Estaba loco de placer, no iba a poder aguantar un minuto más, con mi mano izquierda la agarré fuerte de las caderas y con la derecha la agarré de los cabellos y empecé a embestirla con fuerza.
–PLAFFF… PLAFF… PLAFF…–mi pelvis golpeaba con fuerza sus nalgotas, el placer que sentía era indescriptible.
–ohhh… ufff toma mi amor…ufff toma la lechita del tío… ohhh… ohhh… –
–AHHH TIOOO….QUE RICOOO…
UMMM…UMMM… AYYY… AYYY…–
Luego del intenso orgasmo que tuvimos, me senté en la silla con ella encima y con mi verga aún metida en su colita, hice que pegara su espalda a mi pecho y empecé a acariciar sus carnes y besar su cuello y sus labios.
Mientras la acariciaba y besaba le decía cosas al oído, le decía que tenía hermoso cuerpo, que la quería mucho, que me encantaban sus besos, que me hacía muy feliz estando allí conmigo y cosas así.
Ella empezó a gemir nuevamente, seguro mis besos, caricias o palabras volvieron a calentarla. Mi verga volvía a ponerse dura como piedra, si bien después de mi corrida no quedó completamente erecta, tampoco había quedado flácida.
La agarré de las caderas y empecé a levantarla y dejarla caer, de tal manera que se iniciara nuevamente un mete y saca de mi verga en su colita. Ella empezó a gemir más fuerte y a colaborar con los movimientos, había puesto sus manos sobre mi rodillas y me ayudaba para que saque gran parte de mi verga y luego se dejaba caer, al inicio fue lento, era una sensación nueva para mí, había querido hacer esa pose con ella desde hace días, y se me estaba dando en ese momento, y lo mejor es que se lo estaba metiendo por su culo.
Luego de unos minutos los movimientos se hicieron más rápidos y coordinados, ya se levantaba y se dejaba caer con más velocidad y fuerza, por indicaciones mías, algunas veces cuando se dejaba caer, hacia movimientos circulares, o de adelante para atrás o hacia los costados sobre mi.
–ohhh mi amor…ufff… ufff que rico comes verga putita…ohhhh… así mi amor… así cómete la verga del tío putita…–
–AHHH…AHHH…UMMM…–
–asi putita así…ohhhh…tu sabes mi amor…tu sabes cómo comer verga… –
–PLAFFF… PLAFF… PLAF…– sus nalgotas no paraban de rebotar dándome grandes dosis de placer, y sus gemidos y contracciones me hacían saber que ella lo estaba disfrutando tanto o más que yo.
–ohhh…que rico amor….ufff que rico montas verga putita…uffff… –
–AHHH… AHHH.. AHHH…–
–ohhh… te gusta…te gusta que te dé verga por tu colita mi amor… –
–UMMM.. SIIII… SIII TIOOO…SIII…ESTÁ MUY RICO… AHHH…–
Aún con mi verga dentro de su cola me puse de pie y la llevé a la cama, allí la acomodé de perrito y empecé a embestir con más fuerza y velocidad, sus gemidos y gritos eran tan fuertes que seguro Sofía también los escuchaba en la sala.
–PLAFF… PLAFFF… PLAFF.. – se volvían a escuchar el sonido celestial de mi pelvis impactando fuertemente contra sus nalgotas.
–TAZ.. TAZ.. TAZ… –no puedo controlar el placer y la excitación y le suelto algunas fuertes nalgadas que la hacer gritar.
—AHHH… AHHH… –gime Laurita de placer volteando su cara y dirigiendo su mirada hacia donde se unen nuestras pieles, me mira a los ojos y esboza una sonrisa que me vuelven loco de lujuria y empiezo a darle más duro.
Luego de algunos minutos y después del orgasmo de ella, y ya casi desfallecido por el esfuerzo, vacíe nuevamente mi semen dentro de su colita.
Nuevamente estuve dentro de ella pocos segundos, hasta que decidí salir de su interior y limpiar un poco el desastre con papel toalla, luego la llevé conmigo al baño para asearnos. Ya allí procedí a limpiarla con agua y jabón de su cintura para abajo, hice lo mismo yo, y aproveché también para limpiar el consolador, ella no le quitaba la mirada, me miraba y sonreía, regresamos al cuarto y nos pusimos nuestras ropas.
Ya eran casi las 7 de la noche y mi hermana no me llamaba, estábamos los tres en la sala viendo una peli, les pregunté si querían algo de comer y respondieron que sí.
Les dije que se fueran a lavar la cara y se arreglen un poco, y las llevé en mi moto a un mall cercano a comer algo, ellas pidieron pizza y helado y yo me comí una parrilla y gaseosa.
Yo imaginaba que la gente que nos veía, seguramente se pensaba que era un padre con sus hijas, pero en mi mente yo era un hombre que estaba con sus dos mujercitas, con sus dos putitas.
Luego de caminar un rato por el mall y de llevarlas a pasear a algunos juegos mecánicos regresamos a la casa. Eran casi las 9 de la noche cuando recibí la llamada de mi hermana, me dijo que estaría llegando en 30 minutos por las niñas.
La verdad estaba un poco decepcionado, pensé que ella se iba a quedar más tiempo en la reunión, incluso llegué a imaginar que las niñas se iban a quedar a dormir conmigo y me estaba alucinando con varias escenas porno donde ellas eran las protagonistas, pero no siempre se cumplen los sueños.
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Habían pasado las semanas y seguía follando con tan hermosas y calientes niñas, con Estefany había avanzado algo, lo suficiente como para intentar culiarla.
Laurita se había vuelto más desinhibida para el sexo, algunas veces cuando llegaba al departamento y yo me quedaba en la sala “atendiendo”a Sofía, ella me esperaba ya desnuda y jugando con el consolador, incluso en algunas ocasiones me pedía doble penetración. No solo se había acostumbrado al sabor de mi semen, algunas veces también me pedía que me corra en su boca y en su carita, eso debido a que yo había adoptado como costumbre poner porno en mi laptop mientras estábamos follando, haciendo que ella imite los movimientos, gestos y frases de las actrices porno.
Claudia también se había vuelto una zorrita caliente deseosa de verga, con ella por el momento podía tener diversión solo en la escuela a la hora del recreo, a veces iba sola, y algunas veces con Laurita y Stefany. Siempre que iba sola o con Laurita recibía su pedazo de verga y su ración de semen. Cuando también llegaba Stefany con ella o ellas solo me dedicaba a manosearlas.
Sofía seguía siendo la niña tierna e inocente que me tenía enamorado, con ella el sexo era menos duro, ya había aprendido a mamar verga y a tomarse mi lechita, me decía que el sabor era raro pero que le gustaba un poco. Aún tenía un cierto reparo para coger con las dos hermanitas juntas, cosa que se dió de forma natural en el futuro. También estaba empezando a dilatar su culito, ya le entraban con cierta facilidad 2 dedos, estaba seguro que muy pronto y con ayuda del consolador podría penetrarla analmente.
Stefany me seguía volviendo loco de lujuria con sus nalgotas, siempre me la imaginaba encima mío dándome sentones igual que lo hacía Laurita.
Recuerdo una vez que llegaron las tres: Claudia, Stefany y Laura al salón, era la hora del recreo y querían que les invite algunas golosinas y refrescos del kiosko, yo había tomado la costumbre de hacerles retos, concursos o pedirles que hagan algo para darles lo que me pedían, todo esto con la única intención de disfrutar un poco del Stefany. Ese día no fue la excepción, les dije que les iba a invitar lo que quisieran pero con la condición de que me hagan un baile sexy, ellas cómo siempre estuvieron de acuerdo.
Entre risas y bromas empezaron a bailar alguna música que puse en mi celular, primero estaban a unos pasos de mi, les dije que así no valía, que tenían que estar más cerca, Claudia tomando la iniciativa empezó a bailar sentada en mis piernas, Laurita le siguió haciendo lo mismo, al final Stefany con una tímida sonrisa hizo lo mismo, como siempre era todo un placer tener a esa niña culona sentada en mis piernas moviendo sus nalgotas al ritmo de alguna canción que no recuerdo, mis manos inmediatamente se fueron a sus caderas a amasarlas, con el pretexto de seguir el ritmo de la música la agarraba y le hacía darme sentones, estaba en el paraíso con ella, ya luego les decía que se habían ganado sus golosinas y ellas me daban las gracias con un beso en la mejilla y salían corriendo rumbo al kiosco por su premio.
Otro día, era un martes creo, no recuerdo bien, cuando llegaron las tres nuevamente, esta vez habían venido a acompañar a Laurita que me iba a decir que el fin de semana iban a ir a estudiar a mi departamento junto con Claudia, yo lógicamente estaba emocionado, iba a poder hacer nuevamente un trío con esas pequeñas calenturientas. Yo tenía unos chocolates en barra, de esos de presentación fina que vienen con maní y almendras, les ofrecí golosinas y refrescos, y saqué también el chocolate, ellas inmediatamente quisieron el chocolate, a lo que les respondí que solo me quedaba uno, que si lo compartían o hacían un concurso para ver quién se lo ganaba.
Al ya conocerlas y saber cómo pensaban, la respuesta era obvia, decidieron hacer un concurso para ver quién se lo ganaba, entre ellas hablaban sobre un concurso de baile o de canto, o de hacer algunos retos, yo las interrumpí y les dije que estás vez sería algo diferente, que había visto algo sobre un concurso de “miss colita”, y ellas tenían que hacer como si fueran concursantes, y la que tenga mejor colita ganaba, ellas se lanzaron miradas de complicidad, después de hablar un rato decidí que yo sería el jurado y empecé a darles indicaciones para que empiecen a modelar sus colitas.
Ellas empezaron a modelar, yendo hacia la puerta y regresando, me daba cierto placer ver como contorsionaban sus cuerpecitos, como movían las caderas de un lado al otro imitando a las modelos en las pasarelas. Luego de ese desfile privado les dí el resultado, había sido un empate, y por lo tanto había que decidirlo de otra forma.
Les dije que pongan sus manos sobre el escritorio, paren la colita y empiecen a menearla, ellas entre risas y cuchicheos me obedecieron; como siempre la más atrevida fue Claudia, quien se colocó casi de perrito y me lanzaba unas miradas pícaras y me preguntaba si así estaba bien, yo me puse unos pasos detrás de ellas y les decía que por la falda que era ancha no podía determinar quién tenía mejor colita, que como estaban con short se levanten un poco la falda para poder apreciar quién iba a ser la ganadora. Claudia y Laura lo hicieron casi al mismo tiempo, Stefany al parecer lo estaba dudando, pero al ver a sus amigas se armó de valor y lo hizo también.
Ya antes había visto a Stefany con un pantalón de licra apegado a su cuerpo, incluso se le notaba su rica y gordita cuquita, pero esta vez era diferente, tenía puesto un short de tela color rojo, de esos que usan las chicas bajo la falda o el vestido, era tan diminuto que parecía cachetero o boxer, y al ser nalgona le queda exquisitamente bien ajustado, creo que estuve más tiempo del debido admirando semejante trasero porque Laura me preguntó quién había ganado, les dije que aún no lo tenía decidido, que tenía que hacer un par de pruebas más.
Me acerqué a Laurita que estaba primero y le di un par de nalgadas.
–AY!!! tío. –gimió por la sorpresa más que de dolor.
–linda colita, durita y suavecita –dije con cierto aire de narrador de concurso.
–AY!!! profe. –dijo Claudia esbozando una sonrisa coqueta.
—linda colita también, suavecita y redondita –volví a comentar con una voz fingida de presentador de televisión.
Era el turno de Stefany, con ella fueron unas nalgadas diferentes, más que nalgadas fueron manoseos descarados a sus nalgotas
–linda colita, estás bien nalgoncita Tefy, parece que vas a ser la ganadora –lo decía al mismo tiempo que le daba una nalgada más.
–bueno niñas, hasta ahora va ganando Stefany, pero falta una prueba más, a ver quién se lleva el premio –
Me preguntaron curiosas cuál era la otra prueba, les expliqué que se trataba de una prueba de resistencia y aguante, que tenían que quedarse como estaban y yo las iba a empujar por detrás, y la que aguante más sería la ganadora, lo que no les dije es como iba a empujarlas.
–niñas tomen su posición, paren bien esa colita y manténgase firmes para que no pierdan –aproveché que estaban de espaldas a mí y me acomodé la verga de tal manera que quede apuntando hacia adelante, con las manos en la espalda me acerqué a Laurita y le dí un fuerte empujón que casi hago que se vaya hacia adelante.
–AYYY!!! TIOO –dió un gritito, más por sorpresa que por dolor.
Claudia y Stefany se rieron a carcajadas de la situación, les dije que volvieran a su posición y se mantengan firmes.
La siguiente fue Claudia, que advertida de lo que pasó con Laurita se puso más firme y aguanto mis dos embestidas.
–muy bien, muy bien, que bien aguantas Claudia –, le dije dándole una nalgada.
Seguía el turno de Stefany, igual que con las otras dos me acerqué a ella con la manos a la espalda, le pregunté si estaba lista y al recibir un sí como respuesta, apunté mí verga justo al centro de sus nalgotas y le dí dos embestidas con la fuerza suficiente para que sienta mi pelvis golpeando sus nalgotas y la cabeza de mi miembro chocando con su conchita.
–UFFF!!! que bien aguantas Tefy, parece que vas a ganar -le dije dándole varias embestidas.
No quería dejar de hacer eso, era extremadamente delicioso estar así con esa niña culona, incluso ya habían pasado por mi cabeza varias ideas más para seguir deleitándome de esas nalgotas de niña, pero el timbre que anunciaba el fin del recreo nos sorprendió.
Ellas se acomodaron sus faldas y cogieron sus golosinas para irse, le dí el chocolate a Stefany por ser la ganadora y les dije que la próxima que regresen iba a tener más chocolates, se fueron corriendo y riendo como las niñas que son dejándome con la verga dura y con ganas de niña.
Días después Sofía llega al aula a visitarme y preguntarme si tenía algunas golosinas para que les invite, llegó con una compañera de clases, su nombre era Carla, era una niña linda, de tez blanca, ojos chinitos, labios carnosos, cejas pobladas y cabello liso.
Sofía como ya era costumbre se sentó en mis piernas, yo la acomodé para que mi verga encaje directamente entre sus nalguitas, estábamos la tres platicando de lo más normal de cualquier cosa.
Que esté encima mío aplastando mi miembro no era suficiente, yo quería más, así que empecé a hacerle cosquillas en su cintura para hacer que se contorsione, funcionó tal y como lo pensé, Sofía empezó a reírse casi a carcajadas y mover su colita de un lado a otro, yo me aprovechaba de la situación y no solo le hacia cosquillas, también la agarraba de la cintura y le hacía presión hacia abajo para que me masturbe con su colita.
Carla estaba parada frente a nosotros comiendo una galleta y atenta a lo que estaba pasando con su amiguita, seguro no lo veía raro porque la escena no era más que la de un tío siendo cariñoso con su sobrina.
–Ven Carla, a ver si tú aguantas las cosquillas –, le dije haciendo que Sofía se levante y haciéndole señas a Carla para que se siente en mis piernas.
Lo bueno de las niñas es que difícilmente son celosas, así que puedes estar con más de una a la vez, y no solo no se molestan, si no que muchas veces existe una complicidad entre ellas.
Carla se sentó en mis piernas, e inmediatamente empecé a hacerle cosquillas, al igual que Sofía empezó a contorsionar su cuerpecito infantil sobre mi, con cada movimiento yo iba acomodando su trasero de tal forma que mi verga quede justo entre sus dos nalguitas.
Estuve así cerca de 5 minutos, alternando entre una y otra niña, ellas reían divertidas, y cada que una se levantaba, la otra rápidamente tomaba su lugar sobre mi miembro para recibir cosquillas.
Mi verga ya estaba a punto de explotar y no quería hacerlo así, sin que escuche Carla le dije a Sofía que vaya con su amiguita al patio y con alguna excusa la deje allí y regrese, que la tenía una sorpresa, pero que tenía que hacerlo rápido antes que termine el recreo.
Ambas se despidieron de mí con un beso en la mejilla, a los pocos minutos llega Sofía agitada, seguramente había regresado corriendo por la sorpresa que le prometí.
Ni bien entró al aula, la atraje hacía mí, estando yo sentado la abracé, y sin dejarla decir palabra alguna empecé a besar sus labios, nuestras lenguas empezaron una danza lujuriosa y mis manos ya se habían apoderado de sus nalgas.
–Ya extrañaba tus besos mi amor –le decía sin dejar de manosear sus carnes y pasar mi lengua por su cuello y orejas.
–UMMM!!! UMMM!!! –, sus gemidos no se hicieron esperar.
–Tu también querias mis besos verdad.
–UMM!! si tioo –, me respondió con su vocecita de niña tierna e inocente.
Quería follarla allí mismo, pero no faltaba mucho para que suene el timbre y termine el recreo, la llevé cerca de la ventana para estar atento por si alguien se acercaba.
–Ven mi amor, ven a comer la verga del tío y a tomar lechita –le dije haciendo que se siente y acercandola a la ventana.
Me bajé el cierre del pantalón, saqué mi pene que ya estaba ansioso de ser devorado por esa boquita y lo acerqué a sus labios, ella ya sabía lo que tenía que hacer.
–OHHH!!! que rico lo mamas mi amor –eso fue liberador, ella empezó pasando la lengua por la cabeza para luego meterse casi la mitad de mi miembro y comenzar a chuparlo suavemente.
–UFFF!!! Si amor así…UMMM que rico comes verga mi amor –estaba en éxtasis, estaba a punto de correrme, habían pasado varios días que no vaciaba mis testículos y no existía un lugar mejor para hacerlo que en la boquita de mi hermosa y no tan inocente sobrinita de 9 añitos.
–OHHHH!!! OHHHH!!! UFFFF!!! –no pude aguantar más, la agarré de la cabeza y empecé a violar su boquita hasta que dejé todo mi esperma dentro de ella.
–OHH!!! Toma todo mi amor, ya sabes que es bueno para ti mi vida –Sofía había ya aprendido a tomarse mi semen, y ese día no fue la excepción. Después de sacar mi verga de su boquita le pedí que la abra para ver que se lo había bebido todo.
Luego de asearla y acomodar sus ropas le dije que fuera a seguir jugando y que me había hecho muy feliz que haya venido a visitarme; ella se despidió con un abrazo y un beso en la mejilla y se fue corriendo.
Era un día viernes, mi hermana me llamó al celular para decirme si podía llevar a Laurita para ayudarle con algunas tareas, y además que Claudia también quería ir, que había conversado con su mamá y también quería que le ayude con algunos temas de la escuela.
Lógicamente accedí, si bien es cierto desde hace mucho tiempo genero ingresos extras a mi sueldo con clases particulares, no lo hacía por eso, lo hacía para poder estar rodeado de esos angelitos y poder aprovecharme de la inocencia o calentura de esas tiernas criaturitas.
Fue así que a eso de las 4 de la tarde llega mi hermana con las tres niñas, pero para mí sorpresa Sofía no se quedaría conmigo, resulta que el sábado iba a asistir a una fiesta por el cumpleaños de una compañera, y mi hermana la iba a llevar al centro comercial a comprar un regalo para llevar, además de ropa para Sofía.
Si bien es cierto que la presencia de Sofía no hubiera impedido que folle con Claudia y Laurita, me resultaba conveniente para intentar estrenar el culo de Claudia.
Estimados lectores, hasta aquí este capítulo, espero muy pronto volver a subir las siguientes partes.
Y como siempre agradecer de antemano sus comentarios, críticas y sugerencias; significan mucho para mí.
Te felicito. Maravilloso relato, espero que continues.
Gracias por tu apoyo, ya está la siguiente entrega
muy excitante y con morbo espero la continuacion.
Gracias por el comentario, ya está publicada la parte VII
Espero cuando tengas algo con Stefany.
Pronto se viene el desenlace con tan nalgona niña.
DE QUE PAIS ERE MI HERMANO?
De Perú estimando.
Porqué la pregunta
Hola no esta la continuacion del relato 🙁
Si eso veo, lo subí desde el sábado.
Quizá en un momento lo estén publicando.