Mis sobrinitas aprenden a bailar VIII
Siguen las aventuras con mis sobrinitas y sus amiguitas.
Habían transcurrido ya poco más de 4 meses desde que mi hermana me pidió de favor que preste mi departamento para que mis sobrinitas y sus amigas practiquen un baile para una actividad escolar, eso desencadenó los eventos que conté en relatos anteriores.
Estaba en el aula arreglando mis cosas para ir a mi departamento, y recibo una llamada de Sujey, como en otras ocasiones me pide por favor si podía llevar a Stefany a su casa, que se había hecho tarde y se le iba a resultar complicado hacerlo, le dije que no había problema, pero que sería dentro de 30 minutos aproximadamente porque tenía que entregar unos apuntes al director.
Esa excusa ya la había usado antes, eso me daba algo de tiempo para seguir disfrutando de Stefany.
Fuí al patio a buscarla, y le dije que me acompañe al aula, ella ya sabía lo que haríamos y me siguió, cuando estuvo segura que nadie nos estaba viendo, me abrazó de la cintura y me preguntó si tenía alguna golosina para ella.
Agarré su mano y la dirigí a mi verga y le dije que esa era la golosina que se iba a comer, ella en un reflejo involuntario quitó la mano y me sonrió.
Ya en el aula empezamos con nuestro ritual amoroso; me apoyé en el escritorio y empecé a besar sus labios, primero de manera suave, casi romántica, para luego hacerlo de manera más apasionada, nuestras lenguas jugaban, nuestras salivas se mezclaban.
Ella estaba abrazada a mi con sus manos en mi cintura y yo tenía mis manos amasando y apretando semejantes nalgotas.
Luego hice que se sentara en la silla y me paré frente a ella. Como ya se lo había enseñado anteriormente, me bajó el cierre del pantalón y con la rapidez que da la práctica sacó mi verga y empezó a hacerme una paja, a darle besos y a pasar la lengua por la cabeza y el tronco.
Luego de ese placentero tratamiento me miró a los ojos, me dió una sonrisa pícara y se engulló más de la mitad de mi miembro, para luego sacarlo y volverlo a meter, iniciando así una buena mamada de verga como ella sola había aprendido a dar.
–Ohhh!!! Que bien me la chupas princesita… Umm…que rico estar dentro de tu boquita bebé –, Stefany me mira, me sonríe y sigue en lo suyo.
A veces se metía y sacaba más de la mitad, otras veces solo me chupaba la cabeza, era obvio que a esa nenita le encantaba mamar verga.
Después de algunos minutos hice que se levante y se incline en el escritorio, ya no era necesario darle indicaciones, ella ya sabía exactamente cómo debía de ponerse.
Procedí a bajar su short con todo y panty, y me puse a darle besitos, lamer y morder toda esa carne que tenía en las nalgas, mis manos siempre agarrando y amasando sus caderas.
Luego hice que se inclinase un poco más, dejando la cola en pompa y dándome acceso a su gordita, jugosa y virgen cuquita; mis besos, lenguetazos, y chupetones no se hicieron esperar en su lugar especial.
–Ayyy!!! Ayyy!!! Mmm!!! Mmmm!!!
Stefany temblaba y gemía siempre que recibía ese tratamiento, su vagina lubricaba abundantemente y su piel se enchinaba, señal evidente del placer que su cuerpecito infantil estaba sintiendo.
Tomé unos pañitos húmedos del cajón para limpiar su orificio trasero y empezar a darle lengua también.
–Ahhh!!! Ahhh!!! Ahhh!!!
Eso terminó de enloquecer a mi nenita, que le encantaba que le diera lengua por su colita.
Mi lengua trataba de introducirse lo más posible dentro de su ano, mis manos se aferraban como tenazas a su caderotas, mi verga estaba a punto de explotar por este tremendo placer que me estaba provocando este angelito de 10 añitos.
Luego de unos minutos llegó el fuerte orgasmo de Stefany, sus gemidos aumentaron un poco de intensidad, y sentí un temblor en todo su cuerpo; aproveché eso para lubricar con sus propios jugos su colita y meterle un dedo, después de un momento ya eran dos los dedos que entraban y salían de su colita, ella ya estaba entregada a mi, sus manos ya estaban a la costados y estaba apoyada con su pecho en el escritorio.
Me puse de pie y dirigí mi verga a su colita, esto ya lo había hecho anteriormente, hice presión y pude meter la cabeza y un par de centímetros más.
–Ayyy profee nooo, me duele, me duele, no por favor –
–Tranquila mi amor, no te la voy a meter toda, solo la cabecita como la última vez.
–no profe, es que me duele mucho
–Ufff!!! Ohhh!!! Ya está mi amor, Ufff!!! Ya pasó, Ohhh!!!, que rico bebé, Ufff!!! que rico llenarte la colita de lechita mi vida.
No pude aguantar más, solo bastó un par de minutos para que le llene la colina de mi esperma. El morbo que me provocaba esa criaturita era indescriptible.
Estaba convencido que con un poco más de paciencia, tiempo y un lugar apropiado, podría culiar a tan nalgona niña, hacerlo en el colegio me daba un poco de temor, que pasaría si no lo tomaba bien, cómo podría explicar su llanto o incomodidad para caminar al momento de salir de la escuela, si bien es cierto el aula donde estamos es casi aislada, para salir tendríamos que pasar por el patio donde se reúnen otros maestros, también los auxiliares, algún padre quizá y están también las personas que trabajan en los kioskos.
Estábamos en mi auto en camino a su casa, ella iba sonriente y feliz comiendo un helado que le había comprado, yo iba atento al camino, aunque distraído por ratos de pensar lo que habíamos hecho y lo que podríamos hacer si hubiéramos estado en mi departamento, tampoco perdía oportunidad de acariciar y apretujar sus muslos.
Ya en su casa toqué el claxon para que salga Sujey, quien salió a recibir a Stefany y se acercó al lado del copiloto para preguntarme si ya había almorzado. Le respondí que aún, pero que lo haría de camino a casa, a lo que ella amablemente me pidió que me quedara a almorzar con ellas, que era lo mínimo que podría hacer por haber sido tan bueno y haberla apoyado en tan difícil situación.
Sinceramente era lo que había estado esperando, no solo porque Sujey es una chica guapa y con unas nalgotas de infarto, sino también para poder tener más tiempo con Stefany.
El almuerzo transcurrió sin ningún altercado, Sujey tenía buena sazón, la comida estuvo bastante deliciosa. En resumen fue una tarde divertida, platicamos de muchas cosas agradables, les di las gracias y les dije que no tenían que molestarse con la atención, que la ayuda o el apoyo que les había dado era porque les tenía estima a Claudia y Stefany por ser la mejores amigas de mis sobrinas.
Sujey me dijo que lo hacía no solo por agradecimiento, sino también porque yo era agradable y parecía de confianza, a lo que agradecí y prometí que si había una próxima vez, traería algo para picar o tomar.
Habría pasado una semana desde el último encuentro con alguna de mis niñas, era mediados de octubre, recuerdo esa fecha porque en unos días Laurita iba a cumplir 11 años, lógicamente iban a hacer una reunión en casa de mi hermana.
Yo iba a aprovechar esa situación para por fin poder culiar a Stefany, el plan era sencillo, estaba seguro que Stefany iba a ser una de las invitadas, y contaba con que Sujey no podría llevarle debido a que en las tardes se quedaba a cuidar a su hermana y a su sobrina Xiomara, y yo como buena persona que soy, me iba a ofrecer para llevar a Stefany a la fiesta y en la noche regresarla nuevamente a casa, y obviamente en el trayecto surgiría algo que me obligase a ir a mi departamento por algo.
–Ohhh!!! Que rica cuquita tienes mi amor, Ufff!!! Que rico te mueves –Sofía estaba encima mío, con mi verga entrando y saliendo de su apretada y caliente cuquita.
Para darles contexto, mi hermana me había pedido de favor que me quede con Sofía un par de horas, mientras ella iba de compras con Laurita, seguramente a comprar algunas cosas y ropa nueva para su fiesta de cumpleaños.
Estando solos, la cargué y la llevé a la cocina, la senté en la barra y le dije que tenía algo especial para ella, yo sabía que su postre preferido era la torta de tres leches, así que cuando mi hermana me llamó decidí salir a comprar una buena porción para ella.
–gracias tío, es mi favorita –Sofía exclamó alegremente cuando la saqué de la refri y se la ofrecí.
–lo sé mi amor, por eso la compré para ti, eres mi princesita y siempre te voy a dar lo mejor mi vida –le respondí acercándome y besando sus dulces labios.
Eso era una ventaja que tenía a mi favor, ya que mi hermana no es de comprarles muchos dulces, no es por falta de dinero o por ser tacaña, ella afirma que es por salud.
Terminamos de comer, y volví a cargarla y llevarla al cuarto, en el camino seguía comiéndole esa deliciosa boquita infantil, mi lengua entraba y salía de su interior y ella la chupaba gustosa como si fuera su tan preferida torta de tres leches.
Ya en el cuarto la deposité en la cama y me subí encima de ella para seguir comiendo esa boquita.
La fui desnudando poco a poco, con la delicadeza que se debe de tener con tan frágil e inocente angelito.
Ya desnudos ambos me acomodé entre sus piernas y empecé a comerme su gordita cuquita, me tomé mi tiempo para lamer y chupar los juguitos que brotaban de su interior producto de su excitación, sus gemidos no se hicieron esperar, si bien no es tan escandalosa como su hermana, también dejaba escapar gemidos de placer, incluso ponía sus manitas acariciando mi cabello.
Mi experta lengua no dejaba rincón sin lamer, mis labios se apoderaban de su botoncito arrancándole gemidos y grititos de placer, mis dedos ya entraban y salían de su interior, su cuerpecito se contorneaba al ritmo de mis lamidas, quedando por momentos con las caderas suspendidas y sólo apoyada por sus talones y su espalda.
Después de un buen rato y un par de orgasmos de su parte cambiarnos de posición, ahora yo estaba acostado y ella por indicaciones mías se había acomodado entre mis piernas y había empezado a jugar con mi verga, la agarraba y empezaba a mover sus manitas de arriba abajo, le pasaba la lengua por todo el tronco y alrededor de la cabeza, le daba besos y chupetones.
–Ohhh!!! mi amor, así amor, así… siii que rico te comes la verga del tío mi vida.
Si bien no era una experta mamando, el morbo que me hacía sentir el verla chupar mi miembro es indescriptible.
–Ohhh!!! Que rico la chupas amor, te gusta verdad, te gusta mi verga verdad mi amor.
Me miró a los ojos y sin sacarse la verga de la boca me hizo un gesto afirmativo.
Mientras ella estaba concentrada en su labor felatoria, yo le acariciaba el cabello, por ratos hacía que se la saque y que ella misma se dé golpecitos en la mejilla y en la lengua con mi verga.
Luego de unos minutos de estar mamando, hice que se siente sobre mi dejando su coñito encima de mi pene, empecé a chupar y lamer sus incipientes teticas, mis manos se apoderaron de sus nalgas y empezaron a amasarlas.
–Mmmm!!! Mmmm!!! Mmmm!!! –, sus gemidos no se hicieron esperar, su cuerpecito estaba casi temblando, mis besos y caricias estaban haciendo estragos en su infantil cuerpecito.
–Ayyy!!! Mmm!! Ayyy!!! –, empecé a penetrarla lentamente, luego de unos segundos ya la tenía cabalgando mi verga, su infantil cuerpecito subía y bajaba de forma candenciosa haciéndome sentir un placer descomunal en mi verga.
–Ohhh!!! Que rico te mueves mi vida, Ufff!!! Tienes un cuerpecito divino amor –mis manos la tenían sujetada de las caderas acompañando y ayudando su grácil movimiento.
–Ayyy!!! Ayyy!!! Mmmm!!! –, Gemía despacio mi sobrinita. Ella estaba con sus manitas sobre mi abdomen, las tenía así para apoyarse y poder moverse mejor.
Me acomodé de tal forma que quede casi sentado, para poder tener más comodidad al momento de cogerla, mis manos iban de sus nalgas a sus cadera, sus piernas, su cintura, su espalda, sus tetitas; no había parte de su cuerpo que no recorriera y apretujara con mis hábiles manos.
Mis labios y lengua hacían lo propio en su cuello, labios y orejas, me estaba dando un festín con ese angelito.
–Ohhhh!!! Así mi amor, así muévete tú solita mi vida –Sofía había empezado a moverse encima mío con mi verga dentro suyo, subía y bajaba, se movía hacia adelante y hacía atrás.
Luego de eso la acosté boca abajo y me subí encima, y empecé a cogerla en esa pose, sus piernas estaban abiertas y tenía la colita parada recibiendo mis estocadas.
–Mmm!! Ahhh!!! Ahhh!!! –gemía Sofía con la carita pegada a la cama y las manos a sus costados aguantando todas mis embestidas.
–Ohhh!!! Que rico darte verga mi amor… Ufff!!! Tienes un coñito delicioso mi vida.. Ohhh!!! Que bien aguantas verga –le decía al oído mientras seguía taladrando esa cuquita infantil.
–Ayyy!!! Ayyy!!! Ahhh!! Ahhh!!! –, Gemía despacio mi niña, podía ver su carita pegada a la cama, estaba con los ojos cerrados y la boca entreabierta, sus manitos hacia arriba agarrando fuerte las sábanas.
–Ohhh!!! Ufff!!! Siii…siii amor…Ufff!!! Que rico bebé…que rico llenarte de lechita bebé… Ufff!!! Ohhh!!! Que rico…que rico darte verga mi amor… –después de casi 30 minutos de estar follandola, le llené la cuquita de leche a mi princesita.
Nos quedamos un rato así enganchados, ella se había recostado con su carita en mi pecho, y yo la tenía abrazada acariciando la tersa piel de su espalda y sus nalgas.
Después de asearnos, regresamos a la cocina, nos serví otra porción de torta y aún desnudos empezamos a comer.
Ella estaba sentada en la barra de la cocina y yo estaba de pie a su costado, platicábamos de cosas triviales, de cómo le iba en sus clases, o si ya tenía su ropa lista para la fiesta de su hermanita.
Luego de comer le pregunté si quería ver algo de tele, a lo que me respondió que si.
Ya en el mueble de la sala estábamos viendo un programa de Disney, yo estaba sentado y ella echada con su cabeza sobre mi regazo, cabe mencionar que aún estábamos desnudos.
Tenerla así desnuda, con mis manos acariciando su cuerpecito hicieron que nuevamente me dieran ganas de poseerla.
Allí mismo en el mueble le senté de espaldas sobre mi y empecé nuevamente a coger a mi niña, para después de algunas poses y orgasmos de ella, volver a llenar su coñito con mi material genético.
Llegó el día esperado, estaba en el aula revisando algunos cuadernos cuando ingresan haciendo un alboroto Laurita, Claudia y Stefany.
–Hola mi amor, feliz cumpleaños –le dije a Laurita abrazándola, cargándola y pegándole un beso sonoro en los labios.
Ella también me abrazó con las manos en el cuello y las piernas alrededor de la cintura.
Estuvimos platicando un rato sobre los pormenores de la fiesta, a qué hora iba a ser, quienes iban a ir y cosas así; Stefany estaba un poco triste porque no sabía si iba a ir, su mamá tenía que cuidar a su hermana de ella que estaba accidentada.
Le dije que no se preocupe, que seguro algo se nos iba a ocurrir para que ella pueda asistir a la fiesta.
Terminó el recreo y ellas se fueron a sus clases, ya a la hora de salida me dirigí al patio para ver si encontraba a Sujey la mamá de Stefany y conversar con ella; asumí que al no haberme llamando, ella misma iba a recoger a su hija al colegio.
Por suerte la encontré ya saliendo, y después de un abrazo y un cariñoso saludo de beso en la mejilla le manifesté mi duda sobre si Stefany iba a ir o no a la fiesta de Laurita.
Ella me dijo que posiblemente no pueda llevarla ya que tenía que cuidar a su hermana, a lo que yo me ofrecí a hacerlo, le dije que era imposible que falte a la fiesta de cumpleaños de su mejor amiga.
Después de algunos minutos conversando y al haber aceptado que yo lleve a Stefany en la fiesta nos despedimos. Las cartas estaban echadas, solo había que ver qué me inventaba para llevar a Stefany a mi departamento y tener al menos una hora para lograr mi cometido.
Bueno estimados lectores, hasta aquí esta parte del relato, en estos días les estoy subiendo el desenlace de Stefany, está nalgoncita niña que me tiene loco, y estoy seguro que no solo a mi, estoy seguro que más de uno quisiera tener el placer de disfrutar de las nalgotas de esa niña de 10 años.
Como siempre agradecido por sus comentarios y críticas.
Si es real tu historia tienes una suerte que cualquier pedófilo quisiera tener jajaj
Eso queda a tu imaginación estimado, y sí, tienes razón.
Muchos quisieran vivir aventuras así.
Excelente relato, me encanta como detallas todos los sucesos. Espero con ansias la continuación.
Gracias por el comentario, ya está la última parte de la saga.
Pronto seguir subiendo algo más de éstas niñas, y de otras de las que he tenido la suerte de disfrutar.
Aquí leyendo de nuevo, esperando la continuación. Escribela pronto amigo
Gracias por el comentario, ya está la última entrega de está saga.
La demora es por el trabajo, a veces no da tiempo de escribir.
Ojalá puedas subir las otras partes pronto
Buenas tardes estimado.
Ya está publicada la última parte de la saga, espero la disfrutes.