Monique, mi alumna francesa – Parte I
No cuantos de Uds. han tenido el privilegio de iniciar a una niña de 11 años en el camino de la perversión. Monique fue mi mejor trabajo sexual.
Monique llegó desde su país natal hace unos seis meses, 11 añitos, de origen galo, padre y madre franceses. La niña tiene un cuerpo bastante desarrollado para su edad. Es más cuando pude verla desnudita por primera vez me sorprendió por ejemplo el tamaño real de sus senos. Ya tienen el tamaño de una pera pequeña con un pezón agresivo. Es alta para su edad y bien alimentada por lo que su cuerpo es el de una mujercita de unos 14/15 años. De nalgas prominentes, sin ser gordotas o muy grandes pero sí son bien redonditas y muy firmes. Toda una delicia.
Yo enseño literatura y lengua castellana en un colegio privado de mi ciudad, mi país es de habla hispana, por lo que Monique para poder cursar debía aprender bien el lenguaje español. Llevaba ya dos meses en la escuela cuando se me acerca un día al finalizar el horario de clases su madre. Una francesa bien puesta de unos 30 años, sin ser una modelo, tiene una presencia importante, alta, flaca, con un buen par de pechos que luce siempre muy radiante. La verdad es que más de una vez al verla he pensado en lo lindo que sería tener una sesión de sexo con esta francesita.
Volviendo al encuentro, Dana es el nombre de la madre de Monique, se me acerca y me pide si le puedo dedicar unos minutos ya que necesita hablar conmigo de su hija. Me sorprendió el pedido, que yo supera no había tenido ningún problema o roce con la niña por lo que quedé intrigado por el pedido. Pronto tuve conocimiento del por qué la madre quería hablar conmigo. Es que Monique está teniendo problemas para aprender el español, y eso la está atrasando en el colegio. Y hablando con su marido decidieron buscar ayuda de un profesor para su hija. Al preguntar en la escuela le dieron mi nombre, y si, yo fuera del colegio me dedico a preparar alumnos para exámenes, principalmente materias como Filosofía, Literatura, Idioma Español, Ciencias de la palabra y alguna otra que haga falta relacionadas con la lengua española.
Dana me pidió si yo podía darle clases de apoyo a su hija. Al yo contestarle que podía ayudar a Monique pero que lamentablemente solo me quedaban un par de horas algunos días a la semana. Lo cierto y por suerte me sobraba el trabajo escolar. La madre medio se entristeció, entonces me dice que por el dinero no hay problema, y que realmente su hija necesita ayuda y según le dijeron, yo sería el mejor profesor para su hija. Aprovechándome del momento le digo que haría lugar en mi agenda y podía darle asistencia seis horas a la semana, en cuatro días, o sea 1.5hs por día, los lunes, miércoles, viernes y sábado. Siempre de [email protected]. Que era lo único que tenía libre. Luego de acordar el precio por cada hora de asistencia (U$D 45x día de clase), Dana encantada me brindó una sonrisa mostrándome unos dientes blancos perfectos y en sus ojos se notó el agradecimiento. Allí mismo sacó su chequera y me extendió un cheque para pagar las primeras 10 clases y comenzarían el lunes siguiente ya que era viernes. Cuando nos despedimos, se me acerca y me da un beso en la comisura de la boca, que duró un poquito más que el aleteo de una mariposa, pero fue como si un ángel me rozara con sus alas. Su fragancia invadió mi seno nasal y por un rato me pareció olfatear sus feromonas. O al menos mi mente así me lo indicó.
Todo el fin de semana me la pasé pensando en Dana y su hija Monique. Ambas me gustaban y mucho. La niña es un poco tímida, seguramente tiene que ver con la dificultad para expresarse en español. Olvidé decir que yo hablo cuatro idiomas aparte de mi lengua natal, domino a la perfección el Francés, el Italiano, el Alemán y el Euskera, idioma de mis ancestros, el pueblo Vasco. Les comento un poco de mí, para que tengan un poco el panorama y las circunstancias en que se dieron las acciones del relato.
Soy soltero, de 27 años. He tenido la suerte de que mis padres han tenido siempre un muy buen pasar económico, de echo son dueños de una pequeña cadena de supermercados, los que gracias a Dios dan buenas ganancias, y al ser hijo único, nunca me faltó nada y menos dinero. Por ejemplo al cumplir los 18 años ya en mi segundo año de universidad mis padres me regalaron un viaje de 6 meses por distintos países de Europa donde pude perfeccionar los idiomas que hoy hablo. Y de regreso a mi país de tamaño viaje tenía esperándome una camioneta Dodge RAM 0Km. Regalo de mi padre. Lo único que ellos no entienden es por qué pudiendo trabajar con ellos en el negocio familiar, prefiero trabajar en una escuela como empleado pudiendo ser mi propio jefe. Nunca lo entenderán, pero a mi me apasiona enseñar, y más en una escuela privada de señoritas. Debo reconocer que Monique fue el inicio de una cadena de acciones que me llevó a tener sexo con hasta tres niñas de diferentes edades en una semana. Físicamente no soy nada impresionante, soy un morochón de 1,80 de estatura, flaco con un cuerpo que va al gimnasio tres veces por semana y eso me mantiene en forma. Por lo que no hay mucho más que decir. Y tampoco tengo novia, si suelo tener amoríos de fin de semana pero nada fijo. «0» compromiso.
Lunes primer clase de ayuda a Monique.
Cuando llego a mi departamento el lunes a las 18:45hs veo parado en frente a mi puerta una camioneta Range Rover negra con un chofer de traje negro. Al ver que accedía yo al edificio, el chofer se bajó y abrió la puerta de atrás de la camioneta a sus pasajeros. De allí bajaron Dana y su hija Monique. Dana parecía haberse vestido para una salida social, un vertido azul oscuro ceñido a su perfecto y escultural cuerpo, donde su busto resaltaba a la distancia, y Monique vestía una blusa de algodón pegada a su cuerpo, unas calzas de lycra de piernas cortas y zapatillas deportivas. Ambas venían acercándose a m í con una gran sonrisa. Nos saludamos y la madre me dice que a las 20.30hs el chofer pasará a buscar a su hija. Dándole recomendaciones a Monique sobre que debía ser aplicada y esforzarse en clase se retira balanceando sus cadera, y al dar vuelta la cabeza por sobre su hombre descubre que no me pierdo detalle de su espectacular culito. Se sonríe con picardía y hasta me pareció que acentuaba sus movimientos al andar.
Ingresamos al ascensor con la niña, ella no levantaba la cabeza, entonces le hablo en francés y la niña sorprendida sonríe mostrando una dentadura con frenos para corrección, y me contesta muy suelta al hablar. O sea que indiscutiblemente el tema es el idioma y su posibilidad de comunicarse. Entramos a mi departamento y se sorprendió, comenzó a recorrerlo mientras yo me cambiaba de ropa y me ponía ropa de gimnasia suelta. Cuando vuelvo al living descubro a la francesita agachada sin doblar las piernas leyendo los títulos de las películas en Dvd que tengo. Y me sorprendió tremendamente para bien su anatomía. Para ser más explícito, hermoso culo tiene la chiquilla. Me quedó la imagen en la retina por un lapso de tiempo y se activó mi lívido haciendo que mi pene reaccionara y tomara estado semi rígido, que al estar con un pantalón deportivo de tela fina ya comenzó a hacer bulto. Cuando la niña finalmente se da vuelta me encuentra mirándole el culo y con la verga a medio camino de endurecer. Y deduje que como tonta no es, se ha dado cuenta de que me gusta. Se sonríe sin quitar la mirada de mis ojos. Y puedo ver en los suyos una pequeña pizca de picardía. Como diciéndome, ja te enganché.
Le ofrecí si quería tomar algo o comer algo, me dijo que ya había merendado. Enseguida nos pusimos a estudiar, cuando quería hablar francés, yo la cortaba y obligaba a hablar español. Así pasó la hora y media cuando sonó su celular, era el chofer abajo esperándola. Juntó sus cosas, sonriendo se acerca para despedirse y al igual que su madre me da dos besos, bien cercanos a la boca. Y se va moviendo su pequeño y lindo trasero. Debo decir que al otro día de su primer clase de apoyo, la actitud de Monique comenzó a cambiar, intentó comunicarse con sus compañeras y lo logró bastante bien, aunque conmigo cruzó algunas frases en francés, y en una de ellas me dice que la pasó muy bien conmigo y me agradecía el buen trato que había tenido con ella. Que esperaba ansiosa el día miércoles.
Miércoles, segunda clase de apoyo
A su segunda clase Monique llegó sin su madre, solamente la trajo el chofer. La niña se bajó del vehículo y tocó mi portero. Al observar por el mismo que era mi francesita, le abrí y ella accedió al ascensor, cuando llegó a mi piso la estaba esperando en la puerta del depto. Al verme, le nació una gran sonrisa. Y eso la hacía todavía más hermosa, sus ojos color verde incrementaban su intensidad al sonreír. Toda una belleza. Su pelo largo y castaño claro, que le llegaba hasta la cintura, le daba a su cara un hermoso marco de dorados reflejos. Toda una presencia, traía un vestido amplio a media pierna, que resaltaba su busto y enmarcaba su fina cinturita. Estaba preciosa.. Ingresamos y prontamente comenzamos con su clase. Luego de media hora hacemos un impasse y le ofrezco algo de beber, me lo acepta y me acompaña a la cocina para servirnos una gaseosa, mientras sirvo las bebidas la niña me sonríe sin dejar de mirarme. y sin mucho preámbulo comienza a preguntarme cosas de mi vida privada, como por ejemplo si estoy casado o no, si tengo novia, y a averiguar de mi vida. Se veía tan linda apoyada en la mesada que me le acerqué y lejos ella de retirarse, levantó su carita hacia mí Y seguía sonriendo. Me cuenta que hablaron de mi con su mamá. Y que a su mamá le agradó mi forma de ser y está contenta ya que ella le contó que la traté muy bien en la clase anterior. Todo esto ayudó a romper el hielo alumna / profesor y comenzamos a ser un poquito más cercanos. La tomé de la mano la llevé de nuevo al living y seguimos estudiando. Al finalizar el horario, otra vez el chofer esperaba por ella. Lo mismo, se me acerca, me da dos besos bien cerquita de la comisura de la boca y se va moviendo en demasía su hermoso culo, ondeando la cadera. Cada vez me atraía más esta niña.
Viernes, tercer clase de apoyo
Cuando llegó, yo estaba esperándola en el zaguán del ascensor. Siempre con su tradicional sonrisa la niña pasó raudamente al interior del depto y se dirigió corriendo al baño. Volvió al living y me cuenta que casi se orina, que salió de su casa con ganas de ir al baño, pero como llegaba tarde a mi clase, se subió a la camioneta, lo que pasó es que el tránsito demoró un poco su llegada y por eso casi se hace encima. Ambos nos reímos de esa situación, yo me imaginaba a la francesita bañándose en mi casa y saliendo desnudita del baño para pedirme una toalla para cubrirse, me pregunté si la niña ya tendría vello púbico o todavía está peladita. Ese pensamiento hizo que mi verga comenzara a erectarse. Y como estaba vestido con un short deportivo enseguida el bulto se notó. Y no pasó desapercibido para Monique, medio turbada levanta la vista y puedo ver su rostro algo sonrojado. Vuelve a mirar mi entrepierna y se le escapa una pequeña sonrisa. La niña sabe que es lo que hay dentro del pantalón. Y que no es precisamente un muñeco de juguete. Nos ponemos a estudiar y puedo observar que ella está algo pensativa, No se concentra al 100%. Tanto es así que le pregunto que está pasando, la veo diferente a otros días, y medio entre sollozos me cuenta que sus padres se están por separar. Su madre descubrió que el marido la engaña con la secretaria. Y eso generó una gran discusión. Y eso la entristece mucho. Y echándome los brazos al cuello se larga a llorar. Me da mucha pena, la abrazo y puedo sentir sus tetitas empujando mi pecho. Al ratito deja de llorar pero sigue abrazada a mi. Se me ocurre que debemos suspender por hoy la clase y dedicarle cariño y ternura a esa niña que está pasando un momento muy triste.
No tuve mejor idea que decirle que viéramos una película en el living. Fuimos hacia allí y nuevamente su calza me permite apreciar su hermoso culito, y otra vez se me para la pija. Esta vez llega a su máximo esplendor, lo que no es poco. Son 19 x 5,5cms, algo cabezona pero nada animal. Lo suficiente para tensar la tela del short deportivo. Y otra vez la niña descubre mi verga dura. Sonríe y levanta la mirada, sabe que me excita, me da la sensación de que esta niña tiene alguna sorpresa guardada para mi. Ella se pone a elegir entre los Dvds qué película ver mientras yo me preparo una copa de Bailey, esa crema Irlandesa con gusto a café y leche condensada. Muy rica por cierto pero con bastante alcohol. Nos ponemos a ver la peli y ella se recuesta en mi hombro. Al reconocer el título de la película veo que e «El último tango en París» con Marlon Brando y María Schneider. Una película con muchas escenas eróticas de alto voltaje. Obviamente que Monique no tiene ni idea de lo que la película trata. A medida que se va desarrollando la misma la niña va prestando más atención al film. Y en las escenas de alto voltaje la niña gira la cabeza y me mira sonriendo, puedo notar la piel de su cuello sonrosada, signo de que está algo excitada. Le paso mi brazo por sus hombros y la atraigo hacia mí, se deja abrazar. Sigue la película y yo como quien no quiere la cosa pongo mi mano sobre su seno izquierdo y descubro su pezón duro, otro signo más de su estado, llegada la escena de la violación donde el actor le pone manteca en el culo a la mujer y la penetra a la niña se le escapa un gemido y estirando la mano la pone sobre mi miembro que está re duro. Se hace la tonta pero me lo acaricia, lo aprieta y lo mide con la mano.. Mientras yo acaricio su seno izquierdo, aprieto y pellizco su pezón, acerco mi cara a la suya y le doy un pequeño beso a lo que no se niega, entonces le prendo la boca en un bego de lengua, ella acepta, no lo hace muy bien pero aprende rápido, mientras sigue acariciando mi verga. Suena su celular y eso interrumpe las acciones. Es su madre que está abajo esperándola. Prontamente y algo arrebolada se acomoda la ropa, toma sus útiles y sin decir ni un hasta luego se va corriendo. Me queda el sabor de sus labios y la delicia de su caricia a mi pene.
Sábado, cuarta clase de apoyo – Sigue en parte II
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