Monique, mi alumna francesa – Parte II
Monique lleva ya tres clases de apoyo. Sus padres se están por separar y ella no tiene a nadie más que a mi para que la apoye y se sienta contenida. Y yo la recontra apoyé.
Sábado, cuarta clase de apoyo – Suena el portero, al mirar la pantalla veo a Monique y a su madre Dana. Que preciosa mujer, por Dios. Como le entraría con muchas ganas. A lo mejor algún día se de. Les abro la puerta y se dirigen al ascensor. Ellas no lo saben pero las sigo por un monitor que presenta la imagen tomada por varias cámaras hasta que llegan al ascensor, dentro del mismo hay una cámara que graba imagen y sonido. Puedo apreciar la belleza de esta mujer, tiene un traje color verde francés, que hace que su cimbreante cintura se destaque más todavía, su culo es toda una poesía dentro de ese pantalón tipo traje. Que buena que está.
Llegaron a mi piso y yo las esperaba con la puerta abierta de mi departamento. Al ingresar, Dana me da dos besos, que al igual que la vez anterior me dejaron algo caliente. Son una caricia pero se siente como un poderoso afrodisíaco para mí. Y luego Monique directamente me abraza y me dos besos hermosos muy cerquita a mi boca. Y lo hace sabiendo que son como una invitación a algo más.
Nos sentamos en el living y Dana comienza a contarme un poco sus cuitas. Necesita descargarse con alguien, todavía no tiene amigas aquí, está muy sola ahora que está complicada la relación con su marido. Luego de un rato de hablar veo como se va tranquilizando y se relaja. Suena su celu, es su chofer que está inquieto esperando, ella le dice que ya baja, que está todo bien. El chofer aparte cumple funciones de guardaespaldas. Es un ex legionario que sirvió a las órdenes de su marido en la Legión Extranjera. Ambos ya retirados de la fuerza. Su marido es asesor de seguridad en la embajada de Francia en mi país.
Luego de un ratito más, se decide , me abraza y me da las gracias. Se disculpa por usarme de paño de lágrimas a lo que yo alargando el abrazo y teniendo la cercanía de su hermoso cuerpo, le hago notar que mi verga está dura. Y para mi sorpresa ella no evita el contacto, es más, casi podría aseverar que fue ella la que extendió el apoyo de su pelvis contra mi bajo vientre. Luego rápidamente se da vuelta y recordándole a su hija que aproveche el tiempo conmigo se va dejando tras de si una estela de perfume francés y esa imagen de mujer cogible.
Ahora si los dos solos con Monique, ella sonríe todo el tiempo, y no puedo dejar de observar que ha venido vestida muy liviana de ropas. Trae una falda tableada con una blusita de seda que moldea sus tiernos pechos, medias tres cuartos y zapatitos de tacón medio. Está preciosa y eso sumado a la excitación que su madre me dejó, hacen un cóctel terrible. El tema es que no tenía claro como reaccionaría la francesita ante un avance del tipo sexual, se me podía armar un tremendo lío. Podía ir preso, eso si el padre no me mata en el camino.
A mi pesar comenzamos con la clase de apoyo, ella debía hablar en Español, para mi sorpresa ya está mucho más confiada en el dominio del idioma, si bien tiene errores de pronunciación y de interpretación, sabemos que el Castellano es uno de los idiomas más difíciles de aprender debido a sus modismos, y más en Sudamérica. Todo iba bien hasta que me pide si podemos descansar un poco. Acepto y vamos al sillón a ver un poco de Tv. No está mal aflojar un poco la tensión del estudio. Estábamos viendo una serie divertida, y de pronto Monique gira la cabeza y me tira una pregunta que me dejó helado.
Yo le gusto Profe? A lo que respondí que sí, que me gustaba mucho, que es una niña muy bonita. Ella se sintió alagada, respiró hondo y sacó pecho, sus tetitas demostraron que allí están. Luego se acercó a mí y apoyando la cabeza en mi hombro me dice que yo le gusto mucho. Al igual que a su Mamá. Y que estuvieron hablando de mi cuando su papá no estaba. Yo la abracé y la atraje hacia mí. Ella solita se recuesta de costado sobre mis piernas poniendo su cabecita casi al lado de mi verga semi erecta. No pasaron ni dos minutos y con su manita buscó el tronco de mi pija, que al sentirse buscada comenzó a crecer hasta que se puso muy dura y gorda. Ella la recorría con su manita de arriba a abajo. La acariciaba con deleite. Yo aproveché ese momento y comencé a acariciarle las piernas y las nalgas. Ella se deja hacer. Noto que comienza a excitarse y se sonrosa. La piel de su cuello está rosada. Acerco mi mano a su tetita izquierda y le pellizco suavemente el pezón que está erecto y bien duro, Ella gime suavecito. Y aprieta con más ganas mi verga. Los 19×5,5 ya están en todo su esplendor. Y se me ocurre hacerle la pregunta mágica. Quieres que te muestre mi palo? Ella algo avergonzada o tímida afirma con la cabeza. Me paro, me bajo el jogging y el calzoncillo, allí aparece mi pequeño monstruo, ella lo mira de cerca, luego lo olfatea, menos mal que me había bañado antes de que llegaran. Está intrigada pero no le teme. Le pido que lo bese, ella me mira como sopesando el pedido, y luego simplemente abre bien la boca y se mete la cabeza dentro, no sabe que hacer, le pido que la chupe como cuando come un helado, solamente con los labios y sin dientes. Entiende lo que le pido y comienza a darme una mamada no tan mala para ser su primera vez. Yo mientras tanto meto mi mano izquierda entre sus nalgas y encuentro su ano. Cerrado, apretadito. le masajeo su esfínter y siento como eso excita más a la pequeña. Dejo un poco su cuito y me dedico a masajear sus labios vaginales. Cada tanto meto un dedo en busca de su clítoris, el que está duro y fuera de su capucha. Al tocárselo la niña gime fuerte y se traga media verga, entra en un paroxismo tremendo, un frenesí por chuparme la verga que es algo bastante raro al ser una niña de 11 años. Chupa y chupa, con la práctica mejora, yo ya estoy por acabar, se lo hago saber, que tiene que tomarse toda la lechita, eso la hará más bonita todavía y ayudará a que le crezcan más los senos. Eso la pone muy contenta y más se esfuerza hasta que finalmente le lleno la boca de semen, el cual la niña traga sin perder una gota. Cuando ya no sale más ella muy oriunda me recuerda que se tragó toda mi leche y que estaba rica.
Viendo su complacencia le digo que ahora soy yo quien le brindará placer para devolverle el que ella me brindó. Paso siguiente me arrodillé entre sus piernas, bajo su calzón y aparece su monte de venus, totalmente lampiño, sus labios vaginales están inflamados por mis caricias y su calentura, están babosos, su calzón está todo mojado, arremeto contra su conchita con mi lengua y mis dedos, cada tanto busco meter un dedo en su culito aprovechando sus jugos. Al fin pudo meterle la primer falange de mi dedo mayor, la nena al sentir el dedo dentro se puso más cachonda todavía, yo seguí dándole lengua y de pronto me dice que orino, en francés. Le metí más profundo el dedo en el culo, y le mordí el clítoris suavemente y se descargó con un tremendo orgasmo, sus jugos inundaron mi boca. Luego se relajó y quedó prácticamente adormecida en el sillón. Al rato suena el celular de la niña. El chofer está abajo esperando. Ella no se quiere ir, pero debe. Le prometo que la próxima clase le enseñaré Español y también algo de sexo. Se arregla la ropa, me besa suavemente en los labios y se va corriendo a tomar el ascensor.
Lunes 5ta clase de apoyo – Parte III
Excelente muy excitante y con morbo y lujuria, espero la continuación