MUJER AMANTE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por dulces.placeres.
MUJER AMANTE
Ser alto ejecutivo de un complejo azucarero del noroeste argentino es una actividad tan enriquecedora como estresante.
Hacía años ya que habíamos aceptado el desafío con mi esposa y nos habíamos asentado en el norte del país, dejando atrás nuestro Buenos Aires natal.
Tuvimos cuatro hijos, todos nacidos en el norte y poco a poco nos hicimos parte de ese paisaje, de esa vida.
Ella ejerce su profesión de contadora pública y está alejada de mi vida laboral.
Por mi parte, mi trabajo requiere que alterne mi vida entre la zona de los complejos y Capital Federal, todos los negocios se resuelven en Capital Federal, así que mis días se pasan un poco acá, un poco allá, no exagero con decir que la estar arriba de un avión para mi es tan normal como cepillarme los dientes.
Y fue en Capital Federal donde conocí a Maira, ella es una prostituta vip, o como a ella le gusta decir, solo una dama de compañía.
Imaginan como es esta historia, un empresario solo en el corazón del país, dinero, poder, estrés, tensiones, desafíos, en algún momento a todos nos pasa, en uno de los hoteles me acercaron un book de señoritas y fue cuando la vi por primera vez, una morena de cabellos enrulados y cuerpo esculpido a mano, perfecta por donde la mirase.
Ella es muy profesional en lo suyo, vive de atender a tipos como yo, con familias, con ocupaciones, básicamente lo que ofrece su agencia es un servicio de acompañante, alguien con quien conversar y pasar las horas de soledad, una excelente cena y un mejor vino, y si después se da y ella está de acuerdo, por un extra de dinero la noche termina en la cama.
Y de ese primer encuentro tengo el mejor de los recuerdos, quedé fascinado con ella, con su belleza, con su pulcritud, por su femineidad, por su discreción, y por qué no decirlo, por lo buena que resultó en la cama.
Y en mi próximo viaje a la capital, volví a buscarla, y en el próximo, y en el siguiente y poco a poco la relación pasó a más que un mero contacto empresario-prostituta.
Ella siempre tuvo claro su rol, sabía que yo tenía familia y que es lo que requería de ella, sabía que había dos mundos incompatibles, y ella jamás reclamó nada, ni siquiera tenía mi celular, ella era un fantasma en mi vida, ella solo esperaba a que yo la llamara.
Pasaron los meses, en momentos la sentí más mía que a mi propia esposa, descubrí que le contaba más cosas que a mi esposa, asumí que era más divertido hablar con ella que con mi esposa… Maira dejó de cobrarme, apenas lo necesario para justificar en la agencia, y yo solo empecé a regalarle, digamos que el dinero siempre estuvo de por medio, pero ya no como el pago de un servicio, el sentido cambió a un agradecimiento por su tiempo.
El sábado pasado tuve una reunión de negocios, todos tipos entrados en años como yo, y todos con un perfil similar, le pedí a Maira que luciera bonita para esa ocasión.
Pasé a buscarla, estaba sencillamente espectacular, lucía un vestido ajustadísimo, en un tono indefinido de celeste y gris, era como si estuviera desnuda, casi reemplazando la misma piel, sin breteles, sus pezones sobresalían como dos enormes botones y bajaba por su cuerpo en una forma tan entallada que hubiera hecho suspirar al mismo demonio, con una cintura increíble y un culo por demás generoso, la tela semi transparente marcaba con exageración parte del culote que cubría su trasero.
Solo pude quedarme observando en la puerta del baño como un tonto, boquiabierto mientras ella terminaba de acomodar su cabello, no pude resistir fotografiarla…
No sé qué rayos pasó por mi cabeza en ese instante, pero sentí unos tontos celos, no quise que otros la vieran, que le hablaran, no esa noche… aunque mañana fuera de todos, quise que esa noche fuera solo mía…
Inventé una excusa, suspendí la reunión, al menos mi presencia, y Maira al escucharme me increpó
Cómo que no vamos? Hace tres horas que me estoy arreglando…
Sonreí aceptando mi culpa, le dije lo que me pasaba, lo que sentía, ella al escucharme bajó la guardia, me acarició el rostro y me devolvió la sonrisa, y me dijo
Ok, me pongo cómoda y preparo algo de comer, te gustan las frituras? Fíjate, elegí un buen vino…
La vi desaparecer en su cuarto y volver unos minutos más tarde, diablos, una criatura del infierno, se había sacado ese vestido y vino a mí solo en ropa interior, todo en negro, ahora lucía una hermosa colaless que dejaba sus enormes cachetes desnudos, unas ligas con medias y zapatos con altos tacos, se había recogido el cabello y pasó a mi lado haciéndose la tonta, pero sabía perfectamente lo que hacía, encendió una de las hornallas y se puso a freír algunas verduras para la cena, solo mi quedé observando, y con su permiso volví a fotografiarla, entonces le dije
Estás hermosa, así atendes siempre a tus clientes?
Maira se encogió de hombros resignada y respondió sin mirar
Si es todo lo que podés ver… pesé que te gustaría, pensé que eras diferente, pero en fin, eres como todos, solo ves una puta en mí…
En ese momento comprendí mi error, mi tonta bocota y mis estúpidos celos, le pedí perdón de mil maneras, acomodé la situación, y entonces me dijo
Sabes que para mí no sos un cliente más… sos alguien especial… y te vas a reír, tuve un sueño erótico contigo…
Si? me lo cuentas? tengo tiempo…
Te lo cuento pero después lo ponemos en práctica, si?
Asentí con una sonrisa, destapé el vino, serví una copa para compartir y mientras ella seguía concentrada con su sartén comenzó a contar
Estabas detenido en un cuarto, de esos que no hay más que una puerta, parecía de esas películas americanas, esas de interrogatorios, con esos espejos en la pared, donde se ve hacia adentro, pero no puedes ver hacia afuera, la cosa es que no supe de que la jugaba yo en el sueño, seguramente era una mujer detective, y vos el sospechoso, yo traía una falda negra bien pegadita y a media pierna, un ligero con esas medias a media pierna, bah, como las que tengo ahora, no preguntes como en esa situación una mujer está con ligeros, pero sabes, era un sueño… una tanga minúscula, tacos altos, si, si! en parte por eso me puse así ahora, porque se me hizo muy sexi, una blusa blanca muy pegada que no me cerraba normalmente y ahogaba mis pechos con un sostén de encaje negro, mi cabello amarrado y unos lentes negros de gruesos marcos, toda esa vestimenta combinada daba una imagen adusta y erótica al mismo tiempo.
Solo había una mesa, dos sillas y un sofá, bueno, vos estabas en una de esas sillas, la cosa es que no sé por qué pero te daba unos papeles a firmar, seguramente una confesión, vos eras el preso y mientras yo te hablaba vos solo me veías mis tetas, me di cuenta que no me escuchabas una palabra y eso me incomodaba.
Me comenzabas a calentar con eso y solo te levantaste de la silla y te sentaste en el sofá y me decías que como querías agilizar el papeleo.
en ese momento yo me iba a acomodar a tu lado para que me firmaras esos papeles, pero me detuviste y me sentaste en tus piernas, mis tetas quedaron a la altura de tu cabeza, una de tus manos estaba en mi cintura y la otra en mi pierna, me quitaste los papeles tirándolos al suelo, para insistir con el "cómo podemos agilizar esto?", pero ahora me veías directo a los ojos.
Yo me sentí incómoda, puesto que imaginé que mis superiores podrían estar viendo al otro lado del espejo, y si bien mi situación laboral se hubiera visto comprometida con este cuadro, me excitaba la forma en que me acosabas y más imaginar que éramos observados, pero sin dudas, yo era la autoridad y vos el reo…
La cosa es que yo no podía ni hablar y cuando iba a decirte que no se podía hacer lo que hacías, llevaste tu mano a mi boca para pedirme que no hablara.
obviamente me intimidabas en el sueño, pero me gustaba.
trate de pararme pero me tenías bien agarrada de la cintura y me decías de nuevo, "como podemos agilizar esto?, vamos sé que te gusta".
y en ese momento besaste mi cuello… ahhh!!!!
Yo estaba literal suspirado, te reíste y me dijiste "quieres más?" y solo asentí con la cabeza.
Comenzaste a besarme haciendo un camino de mi cuello a mis tetas, mientras lo hacías con tu otra mano acariciabas mis piernas, era una combinación riquísima.
llegaste a ese punto y metiste tu cabeza en medio de mis pechos, desabrochaste la blusa y me la sacaste dejándome solo en sostén y decías algo como "mira nada más que tetas tan ricas".
Me pediste que soltara mi cabello y lo hice, después abriste tus piernas y me sentaste justo frente a ti de espaldas, me recostaste en tu pecho y con tus manos abriste mis piernas lo más que se pudo por la falda tan ajustada que traía, con tus dedos lentamente recorrías mis muslos, me hacías desear.
seguiste hasta que una de tus manos se coló más a fondo y rosaste la tanga, me hiciste que volteara a verte y comenzaste a tocarme como si fueras a masturbarme, se sentía delicioso y vos solo querías ver mi reacción, seguiste, era riquísimo sentirte, sentir que yo no me estaba masturbando, pero eras vos, y paraste cuando escuchaste que gemía.
En ese momento dijiste “te gusta cómo se siente?, te gusta que te toque un hombre de verdad? te gusta que un reo te enseñe a ser mujer y no esos bobos amigos de la ley con los que seguro te acuestas"
Me trataste como a una puta y eso me hizo molestar enserio, me ofusqué, tanto que me pare enojada y comencé a cerrar los botones de mi camisa, pensé en mis superiores que me estarían evaluando al otro lado del espejo, pero que rayos estaba pensando?
Pero me tomaste por la espalda y me pegaste justo a ese espejo, deteniendo mis manos en lo alto, pegaste tu cuerpo al mío y me dijiste "la nena se enojó", te juro que estaba que te golpeaba.
sin embargo besaste mi cuello con tanta pasión que fui cediendo nuevamente, en ese momento también pegaste tu cuerpo a mí y sentí tu verga que se endurecía y yo me mojaba.
Imaginé nuevamente que al otro, a centímetros de donde estaba, mis jefes veían cuan puta era, eso solo hizo que me mojara más todavía…
Empecé a sacar el culo y a moverlo para sentirte, me soltaste y me puse de frente a ti, te bese, quite camisa y me puse en cuclillas mientras bajaba tu pantalón y tu ropa interior y te comencé a chupar la verga, por cierto se sentía tan bien…
Seguí cada vez más rápido y delicioso, en un momento me paraste, miraste mi rostro aun con lentes y tu verga en mi boca y me dijiste "la putita ya cedió?, quieres que sigamos ?, quiero que me lo pidas"
Eso sonó mezcla de excitación y humillación… yo era la autoridad, yo era mujer, y me hacía rogar porque me cogieras?
Te fuiste a sentar al sillón y yo me senté arriba de ti pero esta vez de frente y te dije "por favor, cogeme, quiero que termines esto, quiero que goces de mis tetas, quiero sentir tu verga en mi conchita, ves? está muy mojada, por favor cogeme, quiero ser puta contigo"
Y no te tardaste mucho, me pediste que me desvistiera y solo quedara con el ligero.
así lo hice, te hice un show que fue sexy.
me acostaste en el sillón y comenzaste a tocar mis tetas, a chupar mis pezones, a besar mi cuello.
bajaste más, tocaste mis piernas y fuiste besando poco a poco mi abdomen hasta llegar al ligero.
ahhh!!! yo fui y toque mis tetas, pero vos me paraste y dijiste "ni loca lo hagas, dijiste que querías ser mi puta, solo yo puedo tocarte".
tomaste tu cinturón y amarraste mis manos, después de eso seguiste con lo tuyo y comenzaste a chupar mi conchita, mis jugos, ahhh!!! tan rico y solo veías de vez en cuanto para ver que como lo disfrutaba.
te dije “por favor tocame las tetas”, te reíste y no me hiciste caso, seguiste con lo tuyo, hasta que me sacaste el primer orgasmo y mi cuerpo se descontrolo, te enorgullecías de eso y me pegaste un beso en la boca para que saboreara lo mismo que vos, tu boca estaba impregnada en mis jugos y sentir a la fuerza en mi boca el sabor de mi sexo… fue demasiado excitante .
Te acomodaste sobre mí y comenzaste a cogerme, eso era una imagen tan erótica, como te movías, como me tocabas, todo era perfecto y me sacaste otro orgasmo, claro yo no podía agarrarme de nada porque mis manos seguían atadas, así que solo gemía.
Paraste un poco y me pediste que te la chupara.
lo hice, era mil veces más delicioso ahhh!!!! era caliente, te deseaba y en un momento me detuve y dije "me darías por el culo?"
Bueno no te lo dije dos veces, me pusiste en 4 sobre el sofá y me comenzaste a calentar, a tocar y de pronto me dijiste "ahora lo haré, quiero escucharte como gozas" y me la metiste por el culo, aaahhhh! qué imagen, es que fue perfecto.
cuando ibas a terminar me preguntaste donde la quería, y yo te pedí que fuera en la boca.
Giraste sobre mi rostro con tu pija caliente, solo abrí la boca esperando el final mientras te masturbabas a centímetros de mí, el vidrio espejado me trajo nuevamente la idea de que mis superiores estuvieran observando y la adrenalina corrió por mi cuerpo, un certero disparo de semen caliente me trajo otra vez al juego, casi no me di cuenta, fue directo a mi garganta, y seguiste acabando como si tuvieras una ametralladora, tu leche viscosa fue por mi boca, otro disparo me sorprendió en pleno rostro, nariz, ojos, pómulos, eras un asesino, no podía controlarlo y empecé a reí, no pude evitarlo…
En segundos mis rostro estaba cubierto por tu lava, que exquisito y erótico se me hizo! Empecé a usar mis dedos para limpiarme, llevando todo a mi boca, para degustar tu sabor, al fin pude abrir mis ojos llenos de pegote, pude verte, solo reías de mi pobre situación…
Y bueno… me desperté sumamente excitada y mojada, había sido toda tan real, te hubiera comido en ese momento si hubieras estado a mi alcance, imaginas como terminó todo no? no tuve que tocarme demasiado…
Cuando Maira terminó de relatar un exquisito aroma dulzón a cebolla frita llenaba el ambiente, y una erección terrible entre mis piernas era imposible de ocultar, así que cenamos, terminamos el vino y bueno… de alguna manera nos hicimos actores improvisados y repetimos su sueño, paso a paso, tal cual lo contado.
Al día siguiente, una vez más, como cada vez, nos levantamos y desayunamos, mientras lo hacíamos, hable con mi esposa, mandé besos a los niños y recorrí lentamente mi agenda para ese día, debía recuperar lo perdido la noche anterior, negocios… cuando cayera el sol tomaría el vuelo de regreso.
Maira ya estaba en su mundo, revisando en su notebook su programa para la semana que empezaría, donde ya tenía reservas de la agencia para reunirse con otros hombres, y si las cosas iban bien, como sabía, terminarían haciendo el amor.
La miré de reojo, sin decir palabra y sin que ella lo notara, cuan bella era, solo respiré profundo, en poco tiempo ella volvería a convertirse en mi fantasma, ese que no decía nada, que no pedía nada, ese que solo esperaría en silencio hasta que volviera a llamarla…
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placeres@live.
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