Nena de 10 años recibe clases prácticas de sexo

Mí precoz iniciación sexual durante mí pubertad….
Corría el año 1996, yo con 10 años, cuando llegaba de la escuela al mediodía estaba solita hasta las 6/7 de la tarde. Mí vecino Ricardo era soltero, tenía 34 años y vivía solo y siempre me saludaba sonriente y me daba una pequeña conversación o me elogiaba por lo linda que supuestamente estaba y cosas así. Yo jugaba mucho en la terraza y durante el verano uu par de meses antes de cumplir los diez años se nos hizo costumbre charlar un rato terrazas de por medio y nos fuimos haciendo amigos. El era muy dulce conmigo y me gustaba mucho. Una tarde calurosa de marzo durante la última semana de vacaciones yo estaba en la pileta de lona que tenía en la terraza y me sorprende Ricardo tan temprano, eran las 14 hs., y me dijo que le debían una semana de vacaciones. Cómo estaba sola como la mayoría de las tardes lo invite a saltar la baja parecita que delimitaba las terrazas y compartiera un chapuzón, y como ya estaba en short lo hizo rápidamente. Fueron cinco tardes que comenzaron con juegos aparentemente inocentes dónde el me hacía sentir la dureza del enorme bulto que veía cuando buceaba, y que incluso se movía como un resorte. Obviamente me di cuenta lo que pasaba y me daba curiosidad y un divertido vértigo esos jueguitos que era consciente de que nadie tenía quo enterarse. La imaginación que tenia ese degenerado para refregarse…. Les cuento que esas apoyadas/arrimones los había sentido desde los ocho años con un anciano amigo de mí familia y un par de veces en trenes urbanos atestados. Ustedes se preguntaran porque padecía tan tempranamente esos abusitos: simplemente por ser una nena algo gordita y muy culoncita y desarrollada, además de ser bastante altura para mí edad. Por eso comencé a desarrollarme chica, a los ocho tenía un gran culito y las tetas comenzaron a desarrollarse en pocos meses desde los nueve. Haciendo alguna compra por el barrio o volviendo de la escuela más de un hombre me hizo saber lo apetitosa que estaba para ellos aún siendo niña; y obviamente ninguna de las nenas que conocía tuvieron un desarrollo tan precoz. Imagínense entonces la excitación de este hombre al verme en mayita. Les cuento para que tengan una idea que cumplidos mis 13  años tenía casi las mismas medidas que ahora a los 38: 120 de senos, 75 de cintura y 110 de caderas en casi 1,70 de altura.

La tercer o cuarta tarde se le ocurrió a Ricardo que jugaramos a  que yo era una señora que se ahogaba y que el era el guarda vidas que me rescataba. En la pileta yo fingía estar desmayada y el me abrazo fuerte desde atrás simulando que me llevaba a salvo, pero en la realidad me hacía sentir como nunca su oculta verga, medio como cuando un tipo se coge a la mujer de costado. Luego me alzó y me acostó boca abajo en el césped, yo seguía «desmayada» mientras Ricardo exclamaba «tengo que sacarle el agua que tiene en los pulmones» e hizo el abusito más zarpado: se puso sobre mí posando sus manos sobre mis tetas a las que apretaba suavemente, y en la cola me hizo sentir lo que a mí me pareció su choto desnudo. No hablamos en esos largos cinco minutos, su respiración era agitada por su gran excitación y durante el último minuto me hizo sentir la punta en la oculta raya de mí cola insistentemente. Luego me dio vuelta y exclamó «ahora le haré respiración boca a boca». Apretándome suavemente mí boquita hizo que se abriera y poso sus labios en ella, y comenzó un largo y dulce beso que duro cerca de un miinuto, y al final me introdujo levemente su lengua.   En la próxima les contaré que ocurrió luego y al otro día….CONTINUARA