Niña calenturienta – 2Hoa amigos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por thorpe1948.
Hola de nuevo, retomo el relato anterior, porque la vedad, fueron muchas las en las que esa niña me puso al borde del colapso, ya había perdido el miedo a todo y solo le importaba sobarse conmigo y que la sobara a ella.
En esta ocasión, después de otras muchas, yo iba de paseo con mi hija a una pradera en la cual podía jugar sin riesgo aunque se cayera.
Nada mas salir de casa sentí que me llamaban era la madre de diana, que por cierto estaba bien rica, como para hacerle mas de un favor, pero bueno eso no viene al caso ahora, centrándonos en lo que importa, al ver que era ella me detuve y fui hacia ella, la salude y me dijo mira que tengo que salir y Diana quería ir a veros ¿te importa que vaya con vosotros a la pradera?, así me quedo yo mas tranquila para que no este sola. Yo asentí y le dije que si que no había problema que se viniera con nosotros, entonces la llamó y en el acto ella estaba con nosotros le dio un beso a su madre y nos fuimos al paseo.
En cuanto su madre desapareció, en lugar de ponerse al lado de mi hija que en aquel momento iba caminando de la mano pues aun era un patito andando, se puso al otro lado mio cogiéndome la mano y poniendo mi brazo por encima de sus hombros de forma que mi mano quedaba un tanto colgando, paso su brazo por mi cintura y con la otra mano cogió la mía que estaba sobre su hombro y la fue bajando hacia su pecho y sin soltarla la apretó contra su tetita; para mi era una tortura, ya me había excitado de nuevo y cada vez con mas descaro intentaba que la tocara, yo notaba su pezón pequeñito aun pero duro en la punta de mis dedos, poco a poco mi pija se estaba poniendo cada vez mas dura t ella con sus cosas no dejaba de mover mi mano sobre esa tetita tan linda y suavecita al tacto.
Ya saliendo de la zona de viviendas por el camino a la pradera y tal como estaba, como no llevaba mas que una camiseta de tirantes bastante escotada, ya no aguante aquel manoseo que ella misma se estaba haciendo con mi mano, metí mi mano por el escote y tuve el calor de la piel de su pecho en mi mano, uffff era demasiado ella por fuera de la camiseta apretaba mi mano contra su pecho, le fui apretando la teta y cogiendo su peoncito entre mis dedos ella estaba ya bastante acalorada, así llegamos a la pradera, estaba sola, tan solo a lo lejos se veía una pareja paseando su perro.
Yo me senté debajo de un árbol poniendo a mi niña en una mantita para que jugara, y me recosté la espalda en el tronco del árbol. Diana no tardo en sentarse a mi lado, pero duro poco en esa posición, no tardo en empezar el juego como la otra vez y se sentó encima de mis piernas pero si vi, que al sentarse levanto su falda por lo que quedaron tanto su culito como sus piernas quedaron en contacto conmigo, ese detalle ya me termino de alborotar; ella se acomodó encima de mi pero dejando sus nalgas paraditas encima de mi pija que estaba que reventaba yo ya no podía mas la erección que tenia era demasiado, Diana no hacia mas que moverse encima de mi por lo que con su culito me estaba volviendo loco, ya no aguante mas y metí mi mano por la abertura de su falda y empecé a acariciar sus hermosas piernas ella al sentir mi mano abrió las piernas dejando el camino libre hacia su coñito mojado.
Le aparte la braguita para un lado dejando su coñito al alcance de mi mano y empecé a pasarle el dedo por su rajita que estaba muy mojada y caliente, ese contacto le producía tal sensación que se estremecía cada vez que le tocaba el clítoris y le metía el dedo en la vaginita.
En ese momento me quito la mano y se levando, yo creí que ya no quería mas, pero fue no fue así, en lugar de dejarlo lo que hizo fue sentarse otra vez pero esta vez se puso encima de mi pero con sus pierna una por cada lado de mi cuerpo por lo que su coñito quedo pegado a mi pija, aquello me descoloco del todo, yo le metí la mano por debajo de la camiseta y le acaricié sus tetitas en un momento dado, le estire el escote dejándolas al aire y se las chupe primero una después la otra le mame las tetitas arrancándole unos suspiros seguidos de leves gemidos, mientras cada vez pegaba con mas fuerza su coñito a mi pija. De vez en cuando me daba un beso en la boca el resto tenia su cabeza recostada sobre mi hombro mientras me besaba con ansia en el cuello.
Yo no pude mas metí mi mano entre sus piernas la caricia un poco pero acto seguido saque mi pija que estaba como una roca y apartándole la braguita de nuevo se la empecé a restregar entre los labios de su coñito; Diana comenzó a retorcerse y apretó su pelvis contra mi pija dejadora entre los labios de su coñito ya chorreando por lo que con poco movimiento se deslizaba entre ello llegando a estimular el clítoris con mi glande, no era una penetración pero a mi me volvía loco con sus movimientos como si estuviera cogiéndome.
En un momento me sorprendió, metió la mano entre la piernas y cogiendo mi pija la puso en la entrada de su vagina y ella misma apretó para introducírsela, no la deje tan solo deje que le entrara el glande, yo sabia que era virgen y no quise desvirgarla aunque lo estaba deseando tanto ella como yo. Así le di un ratito de placer, hasta que tuve que para para no correrme. Entonces lo que hice fue sacarle la cabeza de su vaginita y se la metí entre las piernas buscando una esfínter lo tenia mojado de lo que había escurrido de su coñito entonces le hice que se levantara un poquito y le puse la cabeza de mi pija en el ano, ella al sentirla me miro pero le dije tranquila siéntate despacito, así lo hizo y mi pija pugnaba por desvirgar ese huequito, poco a poco la punta se fue metiendo, yo la detenía cada vez que entraba un poquito mas para no hacerle daño, y así poco a poco se la fue tragando entera, una vez toda dentro procure que estuviera quieta para que su esfínter se acostumbrara al tamaño de mi pija, en cuanto vi que se había relajado empecé a bombear con movimientos de pelvis sin hacer mucho movimiento, mientras con el dedo le estimulaba el clítoris por lo que tuvo múltiples orgasmos, yo no tarde, después de la calentura que tenia de llenarle su culito apretado de leche, fue una corrida apoteósica, ella temblaba de placer diciéndome, lo mucho que lo estaba disfrutando y al oído me susurro, me gusto lo que me hiciste, quiero que lo sigamos haciendo mas veces, se siente rico y me beso en la boca sin importarle nada menos mal que no había nadie alrededor y mi niña estaba a sus juguetes de espalda a nosotros por lo que no se entero de nada, aunque era muy chica para enterarse de nada.
Después de un ratito recogimos todo cargue a mi niña en brazos y nos fuimos a casa, ella llamo a su madre que ya había regresado y se fue a su casa no sin antes decirme mañana si puedo vuelvo, ¿Vale?, yo asentí y ella se marcho.
Bueno amigos esto fue todo lo que dio de si esa tarde, espero les haya gustado y hayan disfrutado tanto como lo hice yo.
Exquísito relato, qué lindo es cuando las mujeres, independientemente de la edad, toman la iniciativa, sin importar el qué piense el hombre de ellas.
He tenido la suerte de que las hermosas estudiantes de secundaria me muestran sin pudor sus tersas piernas. Unas más atrevidas muestran hasta su calzoncillo, a algunas se les percibe su rajita y uno que otro naciente vello púbico. He llegado a la conclusión de que les excita saber que el maestro las ve, y que son capaces de seducir a alguien mucho mayor que ellas; eso les eleva el autoestima, más si no discrimino, todas son bellas.
Qué lindo, Relator. Cuenta si hiciste aplaudir alguna de esas vulvas.
Siempre es rico pensar en recintos educativos que se llenan de modo invisible por un rico par de nalgas o de muslos jóvenes sonando por una ración de verga, o bien en la casa de uno si no se da en la escuela.