Nina, la curiosidad la llevó a mi encuentro
Nina a sus 11 años ya es una perfecta señorita, de cuerpo bien formado, alta para su edad y con un desarrollo muy avanzado, cualquiera que no la conozca dirá que tiene 15 años. Pero sigue siendo mentalmente una niña pre-púber. .
Nina es hija de Stella, una amiga con la cual nos consolamos sexualmente, ambos somos solteros, y mi amiga tuvo a su hija a los 17 años, hoy a sus 28 está muy buena físicamente y hemos desarrollado una relación sin ataduras, cuando hay necesidad de cualquiera de los dos, nos ponemos de acuerdo y nos divertimos.
Yo tengo 32 años, no dejo de ser una persona físicamente común, alto, rubión de ojos grises, herencia de mi abuela de origen nórdico. Gimnasio cuatro días a la semana, me mantengo bien. Hace ya varios años que trabajo en una empresa de robótica donde gracias a Dios me pagan un excelente sueldo y tengo muchos beneficios debido a mi cargo. Soy el jefe de diseñadores de robótica. Tengo mi propia casa y una buena camioneta 4×4. Todo eso me hace interesante a muchas mujeres, pero la verdad es que no soy un Don Juan ni siquiera un picaflor, me gusta la vida tranquila y sin complicaciones.
Bueno detallada la situación, volvamos a lo que me trajo hasta aquí. Normalmente cuando nos encontramos con Stella para nuestras sesiones de sexo, viene sola.
Hoy no tenía con quien dejar a su hija, y me llamó para ver si podía ayudarla, tiene que viajar al pueblo vecino ya que su madre está internada con una afección cerebral, está al borde de la muerte y no quiere que la nena viva esa horrenda situación de su abuela. Obvio que dije que si. Y como era fin de semana, no tenía mayores obligaciones. Mi amiga llegó a casa con su hija, Nina vestía una calza de lycra negra que resalta su hermoso cuerpo, principalmente sus largas y bien formadas piernas y su cola que sin ser grande es bastante llamativa, parada y redondita. Y en su parte superior trae puesto un pequeño top de algodón que me permite apreciar que no trae sujetador, y eso me resultó extraño, pero bueno las chicas son realmente difíciles de entender, y mas a esta edad.
Luego de dejarle a su hija una serie de consejos, que realmente no hacían falta pero las madres son únicas al respecto. Nina hacía unas caras ante las recomendaciones de la madre. jajaja. Apenas la madre se fue, la niña me dice que se va a mi pieza a ver TV. Como siempre lo hace no me pareció extraño. Al rato se me ocurre hacer un licuado de frutas y unos sandwiches, le preparo todo en una bandeja para llevárselo a Nina. Me resultó extraño que no hubiera sonido en la pieza, la puerta está medio entreabierta, y por la hendija puedo observar que la niña está boca abajo en la cama, totalmente concentrada en lo que está viendo en la tele, abro suavemente y ella se sobresalta tratando de buscar el control rápidamente, pero no hizo tiempo a cambiar el canal y pude apreciar que lo que la tenía tan concentrada era un video porno. Yo tengo video cable y dentro del paquete especial hay tres canales para mayores. Como vivo solo están los tres habilitados. Obviamente para no abrumarla, me hice el desentendido buscando la luz superior, al darme vuelta la niña estaba algo sonrojada y con la vista baja, se la notaba avergonzada. Al fin pudo cambiar el canal por uno de deportes.
Sin hacer mención al video, le digo que se siente en la cama que le traigo un refrigerio, obediente lo hace, se acomoda y pongo en su falda la bandeja. Puedo notar que sus pezones están parados, duritos, empujan el algodón del top a punto de querer traspasarlo. La verdad es que la niña me atrae mucho, pero hasta ese momento no me había propuesto seducirla ni acercarme para satisfacer mis deseos sexuales con ella. De pronto entre bocado y bocado, me pregunta si yo mantengo relaciones con su madre. Pensé en negarlo pero luego dije, en algún momento se debe enterar, si es que ya la madre no le contó. Le contesté que sí. Que hace mucho tiempo que lo hacemos. Se quedó pensando, levantó la vista y a boca de jarro me pregunta si ella, Nina, me parecía bonita. No supe que contestarle, pero luego el depredador pudo más, y sin proponérmelo comencé a tratar de seducirla. Le dije que me parecía hermosa, que hacía ya unos meses que la venía observando como se estaba convirtiendo en una tremenda hembra. Lo que la hizo sonreír con coquetería. Terminó su refrigerio, se paró y llevó a la cocina la bandeja, yo me quedé tirado en la cama, volvió y se recostó a mi lado, pero sorpresivamente se giró de costado y me puso su culo bien pegado a mi pelvis, y sonriendo de costado toma el control y vuelve a la película porno, donde un tipo mayor se estaba cogiendo a su sobrina, la cual no parecía muy molesta, es más, participaba muy activamente. El calor de su culito apoyado prácticamente sobre mi verga, y la película hicieron que mi tripa se ponga dura, y eso Nina lo advirtió. Sin darse vuelta para investigar, solamente se acomodó mejor, haciendo que mi tripa quedara justo apuntando al medio de sus nalgas. Puse una de mis manos sobre su cadera y la atraje un poquito más hacia mí haciendo que la punta de mi tripa pique su culito. Ella no se resistió. Moví entonces mi mano hasta su pancita, que estaba al aire libre, comienzo a acariciarla y voy subiendo hacia sus pechos, Nina comenzó a suspirar un poco más agitada. Finalmente metiendo mi mano por debajo de su top me adueño de sus pechos, pellizco sus pezones excitados y ella gime. Por un rato froto mi pene contra sus nalgas, y acaricio sus pechos, excitándola, luego bajo mi mano hacia su entre pierna, para mi sorpresa su calza está húmeda, la niña está caliente y lubricando. La acaricio suavemente, fuerzo un poquito la tela con mi dedo mayor y acaricio el interior de sus labios vaginales, ya ella está entregada con los ojitos cerrados. De pronto estira hacia atrás su mano y toma mi tronco por arriba de la tela de mi pantalón. Lo acaricia, lo mide en largo y grosor.
Se da vuelta y me enfrenta, se me sube encima apoyándome sus pechitos en mi pecho, con su pelvis busca mi verga, abre las piernas y queda a caballito de la misma y comienza a frotarse mientras me da besitos. La prendo con un beso de lengua, lo que la excita más todavía, me adueño de sus nalgas, mientras la apoyo con fuerza sobre mi rabo. Meto las manos por sobre el elástico de la calza y se la bajo sin esfuerzo, ella colabora. Queda solamente con su bombacha, la que presenta una aureola mojada en el frente. También le saco su top y me encuentro dos hermosos pechos juveniles con los pezones como dardos. La niña ni lerda ni perezosa, y decidida, busca como desabrochar el cinto. La ayudo y me saco el pantalón, mi verga se nota turgente bajo el calzoncillo, Nina sentada sobre mis piernas lo acaricia, finalmente se anima y me baja el calzoncillo, liberando así mi palo, que está ya duro, bien parado. Y no es descomunal, son 19×5,5cms. pero para una niña se vería gigante, me imagino.
La toma por el tronco mientras sigo acariciando sus pechos, la observo y está muy intrigada, se agacha y pasa la lengua por la punta de la pija, luego abriendo grande la boca se mete la cabeza y comienza a mamarla. No sabe bien como hacerlo, le doy un par de indicaciones y empieza a mamarla con buen ritmo. Durante varios minutos me chupa la pija con ganas, para mientras yo acaricio sus nalgas y aprovecho a meterle un dedo en su ano. La verdad no costó nada y entró casi todo, la niña ni se quejó. Pero noté como subía su excitación, la di vuelta y la acosté de espaldas, le saco su bombacha y descubro su conchita con apenas unos pocos pelitos, se nota bien cerrada pero brillosa de lubricación. Le abro sus piernas y acometo su conchita con mi lengua y mis dedos, también acaricio su culo y le pongo bastante saliva, meto primero un dedo mientras le chupo el clítoris, luego dos dedos y ella se queja un poquito al principio pero luego acepta los dos dedos dentro de su ano. Estuvimos así por varios minutos, yo ya quería penetrarla pero había que llevarla despacito, su conchita resumía jugos al por mayor, entonces me decidí, le expliqué que al romper su virgo le dolería un poquito pero que lo haría con suavidad. Con la cabeza me dijo que sí. Puse sus piernas sobre mis hombros, tomé mi badajo por el tronco, pincelee, abrí sus labios vaginales y metí la punta de la chota entre medio de ambos encontrando la abertura virginal, y suavemente inicié la penetración, su vagina es muy estrecha, cuesta un poco pero con paciencia se la voy enterrando hasta que me topo con su himen. Se lo perforo y ella prácticamente ni un quejido emitió, finalmente estoy inmerso en su cuevita caliente hasta el fondo. La voy cogiendo con suavidad pero firme, y pronto la tengo a punto de acabar, sigo machacando su vagina y finalmente con un gemido acaba en un fuerte e intenso orgasmo. Aprovecho el momento, le saco la verga y se la presento a su ano, ella no sabe lo que le espera, presiono un poco y entra media cabeza y no va más, ella grita de dolor, retiro la verga, la unto con saliva y vuelvo a insistir, y esta vez entra toda la cabeza y ya se la entierro de a poquito, ella llora, pero no puede resistirse, pronto la tiene toda dentro de su culo, mis testículos pegan en sus nalgas, su culo aprieta mucho, tanto que pronto estoy a punto y le lleno el culo de semen con potentes chorros. Cuando mi verga se achica se la saco, ella sigue gimiendo. La tomo en mis brazos y nos vamos al baño, Abro la ducha y nos bañamos el uno al otro, ella dedica bastante tiempo a lavarme la verga, la acaricia, le da unos besitos. Finalizada la ducha nos secamos y vestidos nos vamos al living a ver TV, esperando a su madre. Al rato llega Stella, se acerca a nosotros y antes de nada Nina le dice, mamá, lo hice, cogí con Juan Carlos. La tiene grande pero me aguanté toda y eso que también me la metió por el culito. Eso si me dolió. Mientras la niña le contaba mi amiga no salía de su asombro. Se me acerca y me dice, espero que lo hayas echo con cuidado. Nina no para de hablar, y le dice que no le dolió casi nada cuando la devirgué. Y que a partir de ahora vendrán juntas a visitarme. O también pueden alternarse para que no sea tan trabajoso para mí. Así es que la piba tenía todo planeado, y yo que me tenía por vivo. jajaja. Lo bueno es que ahora tengo dos cuerpitos para atender.
Ufff ke chido
Es gracioso el final, la naturalidad con lo que lo dice.