NIÑA MALA, ALUMNA PERVERSA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Eran las 8:23 de la mañana, el autobus me dejó, he iba retrasada para ir a la universidad. Tenia examen de Historia y estaba enfureciada por llegar tarde a la escuela, pues mi maestro Victor era muy especial en ese aspecto. Lo mas seguro que reprobaría y me mataba la idea pues mis papás me castigarian, también porque me habia pasado semanas estudiando y no podía perder esta oportunidad de terminar la carrera.
Llegué al salón y no me dejó pasar, estaba furiosa, y deseé que se fuera al infierno, con todo y su materia de Historia. Fui a la biblioteca. Era un salón pequeño y aislado de los salones, nadie iba ahi, ni siquiera los maestros. Libros empolvados, un par de sillas y una mesa al fondo oculta por lo estantes. Me senté una rato. A mi mente llegaron las ideas de qué le iba a decir al maestro para que me dejara hacer el examen. Pensé qué estaba dispuesta hacer para conseguirlo. -Acostarme con él, jajaja, no, no lo creo.
Habia pasado una hora y escuché unos pasos a lo lejos, que se iban acercando, me asusté. Para mi sorpresa y la de él, era el maestro Victor, que creo que el se llevó un susto mejor que el mio.
-¿Usted? ¿Qué hace aquí? Todos sus compañeros ya se han marchado, es más, todos los alumnos de la escuela. Tome las llaves para que abra la puerta de la entrada y salga de la escuela. El portero también se ha marchado.
-Perdón maestro, pero me quedé un momento para esperarlo.
-¿Y cómo para qué?
-Que si puedo hacer el examen, la verdad me salió un percanse y no pude llegar a tiempo.
-Aaa, eso. Lo siento pero no será justo para sus demás compañeros que llegaron a tiempo.
-Lo sé pero… encerio, estudié mucho y puedo comprobarlo haciendo el examen.
-No, lo siento pero no. Y es mi última palabra.
Tome el valor y me acerqué a él. Estaba sentado con esa ropa que a mi parecer era muy gris y sin vida, como para que alguien tan joven la usara. Y esos lentes, caray, si que lucia ridiculo, pero era joven, misterioso y de muy buen ver.
Me acerqué lo sufiente para sentarme en sus piernas. Y le dije -Que quiere a cambio para que haga el examen. Me tomó de la cintura y me quitó rapidamente.
-Esta usted loca, que le pasa.
-Lo se, pero podría se la primera vez. Además, que tendría de malo, ustedes es un hombre y yo una mujer dispuesta a todo.
Tomó sus cosas y fue directo a la puerta.
-Lo siento pero no lo puedo dejar ir, no sin antes de que le de esto. Y comencé a desabotonar mi blusa y deje a descubierno mi sosten de encaje negro. Noté que se puso nervioso y que las mira detenidamente.
-Apartese por favor!
-Pero le gusta o no?. Digame, ¿le gusto? Apuesto que quiere tocarlas…. besarlas. Pueden ser suyas ahorita mismo si lo desea.
Vi la gota que recorria su frente, no simulaba el como miraba mis pechos. Sabia que se le antojaban. Comencé a desabrochar mi falda y la dejé caer lentamente. Él me miró, sabia que le gustaba. Me acerqué a él y comence a besarle el cuello.
Comencé a notar como se le hacia un bulto entre sus piernas, cada vez mas grande. Él olor de su perfume me volvió loca. De pronto me todo de la cintura, me cargo y me llevó hasta la mesa. Yo lo rodeé con mis piernas. Me besaba como un intensidad. Me tocaba mis pechos y bajabas las manos hasta mi trasero. Lo apretaba y comenzaba a estimular mi clitoris con su pene aun escondido en su pantalón.
Me quitó el sosten, vió mis tetas y las chupó, en ocasiones le daba unas mordidas a mis pezones y me hacia gritar, se quitó la camisa y bajó el cierre y dejó al descubierto su pene, era enorme, carnoso y esta muy caliente, lo puso sobre mi mano y me indicó que lo masturbara. En su cara noté que le fascinaba y que no queria que me detuviera. Sus manos comenzaban a bajar mi ropa interior y cuando logró quitarla. Bajo y comenzó a besar mi clitoris. Me recosté sobre la mesa y abri mis piernas lo mas que pude dejando a la vista lo que el queria chupar. Movia su lengua muy rico, y llegaba a meter la lengua en mi vagina, lo hacia con delicadeza para dejar a su pene quitarme la virginidad.
Se levantó, paso su pene húmedo por mi rajadita húmeda y con ganas de tenerlo dentro. Lo tomó muy firme y lo metió, poco ….a ….poco. Me hizo gritar, una onda de dolor y placer recorrió mi cuerpo, queria más y más. Él me besaba el cuello y mi piel comenzaba a erizarse.
Sacó su pene, me bajo de la mesa y me volteó, abrió un poco mis pompas y deslizó su pene otra vez en mi vagina para ahora darme por detrás. Me llenaba mi cuerpo con su sudor, me tomaba de la cintura y a cada envestida podía sentir como su pene llegaba hasta mis entrañas. Como podía, lograba besarlo y sentia su lengua por todo mi cuello y se detuvo en mi oído dicendome.
-Me encantas niña, tu vagina esta apretada y muy rica, sabe muy rico y quiero chuparte todo tu juguito y que seas mía.
-Cógeme más, más. Le suplicaba. Cógeme, hazme tuya víctor, hazme tuya. Siente mi vagina, como esta mojada por ti.
-Ábrela más, ábrela bien, quiero sentirte toda!!
De pronto senti como me invadia el orgasmo a cada palabra sucia que nos deciamos. Llegue a lo mejor, pequeñas contracciones se daban en mi vientre, queria que fueran eternas. Estaba cansada, sacó su pene y me tomó el pelo y me agachó, comenzó a masturbarse enfrente de mi cara. Tomé su pene y lo succionaba como si fuera una paleta, estaba rica, caliente y mojada, sabia rico y a él le gustaba. Lo alzaba un poco y chupaba sus testículos, los metía en mi boca y le daba pequeñas mordidas con mis labios.
Comenzó a venirse, abri mi boca y su semen caliente invadió mi garganta. Se desvaneció y logro sentarse sobre la silla. Llegue a el gateando como si fuera un perra con ganas de saludar a mi dueño, y en vez de lamer su mano, lamia su pene mojado con un semen deslizándose por sus testículos. Traque el semen que tenia en mi boca y comenze a chuparselo otra vez. Él me suplicaba que no lo hiciera. Se sentia cansado. Me sentó sobre sus piernas y al oido me dijo.
-Me encantas y quiero que esta cosita rica sea mia cuando yo te lo pida. Y comenzó a besarme sin dejar de masturbarme de nuevo, sus dedos no dejaban de moverse y los media debes en cuando. Me senté sobre su pene y lo besé.
-Entonces, hago o no el examen?
-No te preocupes por eso, tienes 10 y si siguen cogiendo así, aprobaste la materia.
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