No era mi intención pero ahora tengo varias hembritas de entre 9 y 12 añitos – Parte II
Luego de ese primer día de clases habiendo ya logrado una buena mamada por parte de una niña de 11 años, sabía que si me organizaba y hacía las cosas con cuidado tendría ninfas para tirar para arriba. Solo tenía que saber elegir..
Segundo día de clases, llego al gimnasio y ya me esperaba un grupo de niñas, las más peques, pero no por eso menos deseadas. Había un par que ya merecían al menos probar de mamar una buena verga y que le den una hermosa chupadita de concha.
Comenzamos a precalentar corriendo alrededor de la cancha de basquetball. Luego de cinco minutos de correr, ya había identificado a dos nenas que me atraían sobremanera. Ambas son un poco más altas que el resto. Y ya se nota que vienen con un desarrollo hormonal más adelantado, por que ambas tienen ya incipientes pechos, sus nalgas son mas rellenitas y se comportan más abiertas en su trato, como buscando ser admiradas. Y en eso yo soy excelente.
Juanita, ya tiene 9 años. Me llamó la atención no solo el tamaño de sus tetitas, si no que sus pezones son muy grandes y agresivos. Empujan la tela de su remera lo que llama mucho la atención. Además noté que cuando yo no le prestaba atención, la niña no me quita el ojo de encima. Esa mañana me había vestido con un short deportivo y una remera tipo musculosa, realmente hacía calor. Las niñas transpiraban y estaban toda mojadas. Hago un alto en la actividad y noto que Juanita inmediatamente se coloca bien cerquita mío. Me brinda una sonrisa de dientes pequeños, parejos y bien blancos. Aprecio que tiene unos hermosos y carnosos labios. Enseguida me hice a la idea de como se vería mi pija en esa boquita. Algunas niñas aprovechan el intervalo y se van al baño, otras se sentaron en las gradas a descansar. Juanita también elige ir al baño y cuando minutos después vuelve me dice que tiene un dolor en la cintura. Y pude apreciar una sonrisa picaresca en sus ojitos de nena.
Les comento a sus compañeras que debo ayudar a Juanita con su dolor y que enseguida continuaremos con la actividad. Tomando a la niña de la mano la llevo a la sala de enfermería del gimnasio. Ni bien entramos Juanita me dice que le parece que tiene algo en la columna. Yo estaba convencido que no sería nada. La hago ponerse boca abajo en la camilla y le digo que le voy a levantar la remera para revisarle la espalda. Ella sonriente acepta. Al estar boca abajo sus nalgas llamaron mi atención. Medianas y bien proporcionadas. Eso ya me generó un principio de erección, que al estar en short enseguida se notó el bulto en mi entrepierna. La nena al estar con la cabeza de costado pudo observar de bien cerquita el mismo. Noté que se había sonrojado. Comencé a examinarla, en realidad la acariciaba suavemente, cada vez iba más abajo hasta que llegué al borde del elástico de su short, le dije que debía bajarle el shorcito para continuar buscando donde le dolía. Lejos de avergonzarse la niña simplemente se sacó el pantaloncito quedando solo en bombacha. Y volvió a ponerse boca abajo. Guauuu!!! Qué hermoso culito. Haciéndome el tonto me subo a la camilla ya con la verga bien dura, y recuerden que son 23X6,5cms. Me acomodé sobre sus piernas y la punta de la tripa solita se calzó entre sus nalgas. Ella gira la cabeza y sonríe. Sabe lo que está pasando y no lo rechaza. Sigo acariciando ya las nacientes de sus nalgas con la punta de mi verga en la zanja de sus nalgas. Suavemente la voy punteando como si la estuviera cogiendo, ella abrió las piernas dándole más lugar a mi tripa. Observo que su bombacha se ha corrido y me permite apreciar su rosado agujerito trasero. Si decirle nada, simplemente hago a un costado la tela de su calzón y también puedo apreciar su pequeña vagina, la cual se nota está brillosa por los jugos de la excitación. Y lo mejor de todo es que Juanita hasta ahora no ha dicho una sola palabra. Solo sonríe. Me decido y me atrevo a más, me bajo el short y libero mi poronga, me acomodo nuevamente entre sus nalgas pero esta vez la tripa la acomodo entre sus labios vaginales, ella emite un gemido suave, lentamente comienzo a punzarle los labios externos, estos se abren como una flor y permiten que la cabeza de mi pija encuentre su natural camino a esa virgen cueva. Pero no es momento de penetrarla totalmente, solo jugarle en la puerta, mientras unto saliva en mi dedo mayor y se lo voy enterrando en su anito, de a poquito, ella cada vez suspira más fuerte y yo cada vez estoy más caliente y excitado, ya la cabeza de la verga está prácticamente adentro de su vagina. Tengo unas ganas locas de enterrársela toda pero se que será un gran problema. Opto por sacarle el dedo del culo, y tomando mi poronga por el tronco se la posiciono bien en medio de su ano, le abro los cachetes y suavemente empujo un poquito para ver que pasa, y para mi sorpresa media cabeza entra y Juanita como si nada. Empujo otro poquito y entra toda la cabeza, la niña se queja de que le duele, y en ese momento comienzo a eyacular, le lleno el culo de semen. Ella se sorprende pero no dice nada. Habiendo acabado me bajo de la camilla con la verga en la mano, todavía medio dura y gruesa, me acerco a su cara y le pongo la tripa en los labios, le pido que me la mame un poquito, primero no quiere pero luego se convence de que debe suceder y abriendo grande la boca se mete media tripa, la chupa y lame sin saber bien como hacerlo pero se esfuerza por lograrlo. Pasado unos minutos le limpio bien el culito con una toalla, se viste y todavía sonriendo me dice que le gustó mucho el masaje, aunque al final le dolió bastante. Pero que si mañana todavía le duele la espalda me avisa para que la vuelva a masajear. Obviamente me llevo una gran sorpresa. Y ya estoy dando forma a como llevar todo este enredo de pequeñas que están dispuestas a ser cogidas. Estoy pensando en armar un grupo tipo secta donde todas estén comprometidas así ninguna hablará y yo seré el pastor, su redentor. jajaja. En parte III logro ya mi primer vagina.
Muy buen avance, espero la 3era parte
Excitante con lujuria y morbo, espero la continuación.