No era mi intención pero ahora tengo varias hembritas de entre 9 y 12 añitos – Parte III
Luego de haber tenido esa respuesta por parte de Juanita, me propuse avanzar con la niña y poseerla. La verdad es que no costó mucho…
Juanita y sus 9 añitos. Como les comenté, esta niña está muy desarrollada para su edad. Por ejemplo sus pechos a son incipientes y sus pezones muy agresivos, lo que me llamaba mucho la atención. Luego de lo sucedido el día anterior, confirmé que Juanita de alguna forma ya había tenido algún roce sexual antes de lo ocurrido conmigo. El día anterior se había comportado bastante receptiva, tanto cuando le puse la punta de mi verga entre sus labios vaginales o cuando sin mucho esfuerzo y con un poco de saliva, le entró la cabeza de mi chota en su ano. Por lo que obvio que volvería de alguna a proponer un encuentro donde intentaría llegar más lejos con esta niña. Habiendo comenzado la clase de gimnasia, pude notar que Juanita no me sacaba los ojos de encima. Y cuando nuestras miradas se cruzaban, ella sonreía pícaramente.
Lo que no tuve en cuenta es que Juanita podía haberle contado algo a su mejor amiga Liliana. Una hermosa niña de 10 años, de piel color café con leche, labios gruesos, ojos muy pícaros, y con un cuerpo que ya apuntaba a ser escultural. Sus pechos son ya atrevidos y de buen tamaño para su edad. Ella sabe que es bonita y que atrae a los hombres, se comporta siempre muy sugerente. Pero esa mañana me pareció que su comportamiento era mucho más abierto hacia mí. Y descubrí también que cuando se cruzaban con Juanita, se sonreían y me miraban con picardía. Al final no dudé, se habían contado el secreto de lo sucedido el día anterior en la enfermería. Pero debía confirmarlo.
Como era la última hora de clase ese día, tocó el timbre y las alumnas en su mayoría se dirigieron hacia la salida, pero observo que Liliana, seguía sentada en su banco. Me acerco a ver que pasaba y veo que se ha subido la pollerita bien hacia la cadera dejando al descubierto su hermoso par de piernas y también puedo apreciar su calzón. Ella sin pudor alguno me mira seria, y manteniéndome la mirada me dice que Juanita le contó lo que yo le hice ayer en la enfermería. Y que Ella tiene un dolor en la cadera y quería que yo la revisara para irse tranquila a su casa. Y que no me preocupara por la hora, ya que ella vive a dos cuadras del colegio y nadie la viene a buscar, siempre se va solita.
La invitación era muy sugerente, por lo que le indiqué que fuéramos a la sala de enfermería donde podía revisarla tranquilo sin que nadie nos moleste. La niña simplemente se levantó y salió a paso firme hacia la enfermería, al caminar delante mío, podía observar que sus nalgas son prominentes, del estilo de las mujeres negras, propio de sus genes. Entramos a la sala y cerré detrás nuestro, la niña se queda parada con sus manos en el regazo esperando indicaciones, le digo que se ponga boca abajo en la camilla que la revisaré, obedece y pronto ya tengo una niña de 10 años esperando a ser sometida. Eso despertó mi lívido al máximo poniendo mi pija dura como un ariete. Liliana ve el bulto en mi pantalón y abre grande los ojos. Le digo que se relaje, y me subo a la camilla sentándome sobre sus piernas. Ya mi verga estaba muy cerca de sus nalgas. Al hacerme para adelante para revisarle el cuello la punta de mi tripa se metió entre sus cachetes, Liliana lejos de moverse o molestarse simplemente abrió un poco las piernas dando mejor cabida a mi palo. Comencé a acariciarle el cuello, masajeaba suavemente mientras con la pija le puerteaba su culito. Pronto noté que la niña estaba sus pirando fuerte. Bajé mis manos por su espalda y comencé a acariciar sus cachetes, le digo que debo subirle la falda para poder revisarla, simplemente mueve la cabeza en forma afirmativa, lo hago y me encuentro frente a un hermoso y contundente culo dentro de un calzón con florcitas. Yo ya estoy muy excitado y mi tripa está gruesa y cabezona. Le comento a la niña que voy a buscar una crema que le pasaré y la ayudará con su dolor de cadera. Fui hasta la vitrina de los medicamentos y tomé un pote de vaselina líquida, que se le suele dar a tomar cuando están estreñidas y no van de cuerpo, eso ayuda. Ahora me ayudaría a cogerme a esta pendeja.
Antes de subirme nuevamente a la camilla me saqué el short dejando libre mi badajo. Liliana no lo vio por tener la cabeza hacia el otro costado. Una vez arriba de ella y posicionado bien sobre sus piernas y ya con la verga en posición, le digo que debo bajarle la bombacha para pasarle la crema, ella ayuda y se baja el calzón, guauuu, puedo apreciar su vagina desde atrás, es gordita, de labios gruesos y está muy jugosa, y lo que me volvió loco fue su culo, le abro las nalgas y puedo apreciar su agujerito trasero color marroncito, pero también noté que parecía algo abierto o dilatado. Me generó cierta duda, y pensé, por aquí ya alguien anduvo haciendo de las suyas. Pero yo estaba tan caliente que no me importaba nada.
Tomé la vaselina y poniendo un poco en su cadera, hice la pantomima de masajearla, y de a poco fui llevando mis manos hacia su conchita y su culito. Liliana se dejaba hacer, y sus suspiros cada vez eran de mayor intensidad, puse más vaselina en mis dedos y unté sus labios vaginales, ella gimió ante el toque de mis dedos, la niña estaba excitada como yo. Chorree vaselina sobre el canal de su culo y con la pija llené de líquido su ano, y suavemente tomando la verga por el tronco le presento la punta de la misma a sus labios vaginales que se abren como una flor dando cabida al intruso, empujo un poquito y Liliana gime, pero no de dolor, está gozando la pija, vuelvo a empujar y la verga comienza a penetrar esa cuevita, es muy estrecha, menos mal que le puse lubricante, sigo insistiendo y ella suspira fuerte, se abre bien de piernas y así tengo más espacio, y de a poquito mi tripa va entrando, recuerden que son 23×6,5cms de carne en barra, y esta niña de 10 años se la está comiendo toda, obvio que ya no es virgen, y lo descubro cuando finalmente la cabeza de mi pija choca contra el cuello de su útero, está totalmente empernada, todavía queda un pedazo de verga fuera, pero es imposible que le entre toda.
Liliana respira fuerte, tiene los ojitos cerrados, comienzo un vaivén lento y suave, ella no dice nada, solo acepta que la coja. Estuve unos cinco minutos penetrando su vagina, mientras metía de a un dedo por vez hasta que llegué a meter tres dedos completos en su culito, el que noté muy receptivo, no estaba tensa, es más, estaba seguro que le gustaba mucho, cuando de pronto siento que su conchita comienza a latir y a pulsar, entiendo que está por acabar, y así es, de pronto con un pequeño gemido y un gran suspiro siento como sus fluidos bañan mi pija y su conchita se pone más jugosa. Casi le acabo en ese momento. Pero mi interés era otro, iría por su culito y retirando la pija de su conchita rápidamente aprovechando el momento de su orgasmo posiciono la punta de mi pija en la entrada de su culito, y abriendo bien sus cachetes empujo la tripa hacia adelante y noto como la verga se desliza sin esfuerzo desapareciendo la cabeza en su totalidad, la niña solo emite un quejido y me dice que le duele un poquito, me detengo y dejo que su esfínter se adapte al grosor de mi pija, pasado unos momentos vuelvo a empujar y voy enterrando mi palo hasta que mis testículos chocan con sus nalgas. Su culo es un guante para mi poronga, suave y apretado, como de terciopelo, comienzo a moverme y pronto estoy muy excitado, ya estoy a punto de acabar cuando de golpe se abre la puerta de la enfermería, me había olvidado de poner llave, pensaba que todas las alumnas se habían ido, y veo ingresar a Juanita que con los ojos bien grandes descubre que tengo ensartada a su amiga en la camilla. Se pone furiosa de celos y no tiene mejor idea que echarme en cara que a su amiga se la había metido y a Ella no. Viendo que no sería un problema mayor, seguí cogiendo a Liliana, cada vez más fuerte hasta que logro que tenga un orgasmo intenso, lo que me llevó al punto de casi acabar, no tuve mejor idea que llamar a Juanita a mi lado, saqué la verga del culito de Liliana y le ordeno me mame la verga y se tome toda la leche. Sorprendida, Juanita obedece, se mete la verga a la boca y me da una mamada que finalmente le llena la boca de semen. Las niñas satisfechas, se sonríen, entonces Liliana me cuenta en secreto que su hermano, 5 años mayor, fue quien la desvirgó de la conchita, y que su tío de 20 años, fue quien le hizo primero el culito. Y que ahora cada tanto alguno de los dos la coge. Pero ninguno de los dos tiene la verga tan grande y gorda como la de su profesor de gimnasia. Y que si el «Profe» quiere, Ella puede estar dispuesta para cuando yo la necesite. Juanita para no ser menos me cuenta que su hermano 4 años mayor una vez intentó meterle la verga en la conchita pero le dolió y como no tenía experiencia no pudo. Por lo que me intimó que mañana, al finalizar el horario de clases, Ella vendrá a la enfermería para que le trate el dolor de espalda al igual que a su amiga. Así es que ahora pasaré por la farmacia a comprar gel lubricante y un par de pastillas de Viagra. Es posible que deba atender a dos señoritas a la vez y hay que estar preparado.
Sigue en parte IV
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