No era mi intención pero ahora tengo varias hembritas de entre 9 y 12 añitos – Parte IV
Luego de que Juanita me descubriera penetrando a su amiga Liliana, la niña se propuso que ella también fuera penetrada por la tripa del profe de Gimnasia.
La verdad que disfrutar de una niña de 10 años es algo fuera de serie. Son muy receptivas, no se limitan y uno puede ayudarlas a recibir placer sin tener condicionamientos. Una vez que las convences, las tendrás siempre dispuestas y si además forman parte de un grupo de niñas muy amigas seguramente te sobraran las niñas dispuestas. Es una condición de la mujer. La envidia y el poder las carcome. Entonces si ella hace esto yo también puedo y quiero. jajaja.
Y eso sin duda es lo que pasó con Juanita, Liliana había sido cogida por el profesor, yo también quiero. Y eso quedó expuesto apenas entró al aula la mañana siguiente del descubrimiento de la sesión de sexo con Liliana. Ya se notaba que la niña estaba dispuesta a todo, primero que se vino con una pollerita corta y amplia, lo que al caminar permitía apreciar sus hermosas piernas y de a ratos también sus nalguitas. Se había arreglado muy bien el cabello, y seguro se había puesto perfume de su madre.
Ni bien entró al gimnasio se me acercó y me dice que recuerde que a ella le duele también la cadera por lo que debo revisarla al terminar la clase del día de hoy. Que la madre vendrá más tarde a buscarla ya que le informó que debe quedarse un rato más para hacer una tarea especial. Obvio que no me negaría. Para preparar las cosas, le comenté a Liliana que hoy debía revisar y curar a Juanita, por lo que esperaba Ella no se pusiera celosa. La contestación de la niña me dejó perplejo, me dice que ella no tiene problemas en que yo «cure» a su amiga siempre y cuando al menos una vez por semana la cure a ella. Y se alejó contorneando las nalgas como una mujercita más grande. Finalizada la clase, todas las alumnas se dirigieron al baño a lavarse y cambiarse. La hora de gimnasia siempre es la última hora en que las niñas están en la escuela así se pueden ir bañadas y cambiadas a su casa.
Yo me fui a la enfermería a preparar todo para la «Cura» de Juanita. Había tenido la prevención de comprar un gel lubricante y también un pequeño consolador para dilatar el ano de las pequeñas. No esperé mucho y siento que golpean la puerta, me acerco y abro, para mi sorpresa es Juanita pero no está sola. Viene con otra niña de su edad, pasan ambas sin explicación pero veo en Juanita una mirada muy picaresca lo que me hace suponer por donde viene la mano. Esta vez no me olvido y pongo llave a la puerta. Pregunto por su compañerita, me dice que se llama Julia. Y que como escuchó que yo les curo los dolores ella necesita también que la atiendan. Bueno pero cual de las dos será la primera, sin demoras ambas niñas se me aproximan, me llevan hacia la silla y me hacen sentar, luego Juanita, ya más atrevida me hace bajar el short y así mi verga que ya comienza a hincharse queda a disposición de ambas niñas. La cara de Julia cambió al ver el tamaño de la tripa. Se acercó algo timorata, la tomó por el tronco y la sopesó, la movió pajeándome un poco y logró que mi poronga se ponga totalmente dura y gorda. Juanita se acerca y tomando posesión del rabo se mete una parte a la boca y comienza a mamarme la tripa, pronto Julia se posiciona a su lado y ambas me chupan la verga, y entre las dos me dan una hermosa mamada logrando hacerme acabar, los chorros de semen cayeron sobre sus bocas, ojos y ropa. Las hago desvestirse totalmente y puedo apreciar que ambas niñas son hermosas, de piernas largas y culito redondito, sus pechitos recién queriendo asomar. Las hago sentar a amabas en la camilla, una al lado de la otra. Se miran y sonríen, para mientras mi pija va recuperando dureza. Le abro las piernas e inicio en Julia un chupadita de concha, se notan los labios vaginales pequeños pero algo abiertos, creo que ya alguien anduvo por esta ruta. La niña se retuerce y me tira del pelo mientras suspira y gime, pronto está lista y cuando le meto dos dedos en su vagina la cerda explota en un tremendo orgasmo que chorrea sus jugos en la sábana de la camilla. La dejo descansar y me aplico a mamarle la conchita a Juanita. Luego de unos buenos cinco minutos, de chuparle y masajearle el clítoris logro que alcance un orgasmo.
Para esto yo ya estoy al palo. Las bajo de la camilla y acercando las niñas a mi cara les pregunto si ya se las cogieron por la concha y por el culito. Julia medio avergonzada me dice que su papá hace un mes se la cogió por el culo. Y que su primo hace una semana intentó cogerla por la concha pero su pija es chiquita y no sintió nada. Juanita me cuenta que su tío se la metió por el culo una vez, que le dolió mucho por que no puso ningún lubricante. Y que una vez hace mucho con su primito intentaron que el se la metiera en la conchita pero no sabían como y no pasó nada. Lo que sí ambas concordaron que mi tripa es grande y gorda. Y seguramente les dolerá mucho. A lo que les respondo que están a tiempo de retirarse, y que yo las cogería suavemente y si les dolía mucho pararía. Eso dejó conforme a ambas niñas. Por lo que inicié la faena, las puse paradas boca abajo apoyadas ambas niñas en la camilla, daban justo la altura necesaria. Busqué el gel lubricante y unté las conchitas y los anos de ambas pequeñas. También puse mucho gel en mi tripa, intentaba penetrarlas pero no hacerles daño.
Ya con la pija bien dura y ambas niñas desnudas frente a mi, utilizando el consolador pequeño se lo inserto en el ano a Juanita. Luego fui por la concha de Juanita, le hice abrir bien las piernas y posicionándome desde atrás puse la punta de mi tripa entre sus labios vaginales, ella al sentirla comenzó a suspirar y a temblar. La acaricié y le hablé suavemente mientras acariciabas sus tetitas, metía un dedo en su ano, ella se relajó y yo inicié la penetración, la verdad es que con tanto gel no costó casi nada que la pija entrara hasta su virgo, apenas un tercio de la pija estaba adentro y ella estaba gimiendo, suspiraba fuerte, le dije que se afirmara, que le dolería un poquito y que luego sentiría placer, ella afirmó con la cabeza como diciendo estoy lista, penetré con más fuerza, su himen se rompió, la tripa fue avanzando muy apretada hasta llegar a tope en su útero. Todavía había media verga afuera, pero no entraría, no había lugar. Pero su concha apretaba mucho, ella apenas se quejó cuando me adueñé de su virgo. Comencé a cogerla suave pero firme, ella comenzó a gemir como una putita, y para mi sorpresa no duró mucho y se vino en un tremendo orgasmo, ni así su concha aflojó la tensión, sentía como si una mano estuviera apretando mi verga. Aprovechando el momento del éxtasis, saco mi tripa de su concha, le hago abrirse las nalgas con ambas manos y saco el consolador lo que me brinda un hermoso primer plano de su orificio anal dilatado y lubricado, aprovecho ese momento ye inserto con más gel el dildo en el ano de Julia, quien solo sonríe aceptando el aparato. Pongo la punta de mi poronga en el ano de Juanita, el que está chorreando gel, y ante el mínimo empuje la cabeza comienza a entrar y prontamente ya tengo media pija dentro del culito de esta niña de 10 años. Cuesta creer que siendo tan pequeñas soporten tremenda tarasca. Su ano parece de terciopelo, se siente muy tensa la piel interna. Juanita respira fuerte y se le escapa algún gemido, pero aguanta a pie firme la clavada. Finalmente tengo mis 23 cms de verga dentro del ano de esta niña. Mientras le cojo el culo le acaricio la conchita y logro que acabe nuevamente. Pero mi pija está muy apretada dentro de ella lo que hace que no pueda acabar. Y está bien por que debo encargarme de Julia. Luego de machucarle el culito a Juanita le saco la tripa y ella suspira agradecida. Queda desmadejada apoyada en la camilla.
A su lado Julia mira con grandes ojos mi verga, sabe que voy por ella. Unto gel en mi pene, la posiciono de piernas abiertas y suavemente inicio la penetración de esa conchita que está un poco más abierta que la de su amiga, también su concha es más elástica y mi pene entra suavemente producto del gel, pronto está totalmente penetrada, ella solita comienza a cogerse, pronto está como desesperada y pega unos asentones tratando de que toda la tripa le entre, es imposible. Y en medio de suspiros y gemidos logra un orgasmo tremendo, y no deja de moverse y enseguida llega un segundo orgasmo que casi la desvanece, aprovecho el momento, saco el consolador del culito de Julia e intento penetrarla enseguida, cosa que no logro, es muy estrecho su esfínter, y la cabeza de mi pija está muy gorda, con paciencia y mucho gel logro que la misma entre, está muy apretada, sigo empujando y la niña comienza a llorar, le digo que si quiere se la saco, a lo que se niega, me dice que le duele mucho pero que le gusta, y así de a poquito logro meterle toda la tripa, ella no se puede mover, no atina a moverse por el dolor, acaricio su concha estimulándola nuevamente y eso logra relajarla, comienza a moverse, va y viene por mi tripa y de a poco agarra ritmo, ya relajada su ano es más receptivo, y así logra estimular mi lívido, pronto estoy por acabar, siento las pulsaciones en la cabeza de mi pija y de pronto le lleno el culo de semen. Ante esto Julia se excita tanto que termina acabando nuevamente. Al retirarle la pija del culo puedo apreciar algunas velitas de sangre en el lomo de la verga. Sin querer le debo haber lacerado su anito. Habiendo pasado el momento sexual, ambas niñas ya satisfechas y yo ya muy bien cogido, nos aseamos en el baño de la enfermería, luego de vestirnos, las niñas salen por separado, primero Juanita luego Julia, esta antes de salir se me aproxima, me da un piquito en la boca y me dice que le encantó que la cogiera. Y que volverá por más. Creo que se me está complicando la cosa, ya son tres las niñas comprometidas. Espero ninguna cuente los secretos a un mayor, si no pasaré el resto de mi vida preso. Continúa
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