No era mi intención pero ahora tengo varias hembritas de entre 9 y 12 añitos – Parte V
Venía todo bien hasta que el diablo metió la cola, y se presentó en la persona de una de las maestras. Notó que las alumnas de pronto tenían mucho interés en participar de las clases de gimnasia y eso la intrigó, por lo que decidió investigar que pasaba. Y tuve que hacerme cargo de la maestrita .
La fase sexual venía de 10 con las tres nenas. Tanto Juanita, como Julia y Liliana estaban contentas con compartir mi verga. Luego de transcurridos 15 días, ya las tres niñas se adecuaron a un ritmo ordenado y no se celaban entre ellas ya que yo tenía disponible pija para las tres.
Pero todo cambió una tarde cuando una tarde estando yo en espera del siguiente curso de nenas, se abre la puerta de mi oficina en el gimnasio y entre Carmen. Me sorprendió ver allí a esta profesora pero me supuse que necesitaría algo o vendría a informarme de algo. Pero mayúscula fue mi sorpresa cuando directamente me pregunta que hacíamos con las niñas en horario de educación física, ya que Ella notó que desde hace unos días las chicas hablan mucho del profe de gimnasia y varias no ven la hora de que tengan que venir al gimnasio. Mierda dije, se me armó lío. Pero no dando mayores muestras de nerviosismo me recuesto en mi silla y me tomo mi tiempo para contestarle, le comento que soy muy empático con las niñas, que al ser yo un profe joven las lleva a fantasear, pero que yo intento no darles mucha letra. Y debo reconocer que me gusta trabajar con las niñas. La verdad es que mucho no la convenció mi explicación. Como vi que no se iba a ir solamente con eso le ofrecí un café, el que aceptó con una sonrisa, y debo reconocer que Carmencita(26 años y soltera) está bastante bien- Es cierto que con el guardapolvo escolar, no se puede apreciar en su total magnitud el cuerpo de la profe, pero tiene una boca generosa, sus pechos sin ser grandes, tienen lo suyo y lo que si puedo apreciar es que sus nalgas son prominentes, sin ser grandes.
Comenzamos a charlar de varios temas, así me enteré que hace unos meses que está sola, sin novio. Yo le conté que como soy nuevo en el pueblo no he tenido oportunidad alguna de frecuentar lugares donde podría conocer alguna muchacha con la cual poder disfrutar la vida. Me lanzó una mirada que me dejó con cierta duda, medio sonriendo como pensando que hacer conmigo. Yo al pensar sexualmente en ella comienzo a tener una tremenda erección que en el short deportivo se notó enseguida la carpa de la misma. Y claro la señorita al ver eso sonrió con toda la boca y los ojos. Y me dice, se nota profe que hace tiempo no tiene diversión. Yo que no soy lerdo le digo que ya que estamos los dos solos, sin pareja podríamos ayudarnos. Y parándome frente a ella con la pija más dura que poste de teléfono, le ofrezco la mejor vista de mi palo. Mis 23×6,5cms de carne en barra siempre causa impresión. Y esta vez no fue diferente. Carmencita abrió grande los ojos, se le dilataron las fosas nasales y no pudo resistir, estiró la mano y toma mi verga por arriba de la tela del short. La oprime, la calibra y se le escapa el gesto típico en una mujer excitada ante un gran rabo, se pasa la lengua por los labios y sonríe. Viendo que no me rechaza, avanzo en el juego, me bajo el pantaloncito y libero la pija que queda a un centímetro de su boca, Carmencita sin dudar mucho, y sin decir palabra alguna, simplemente toma la poronga por el tronco con una mano y abriendo grande su hermosa boca de gruesos labios se engulle media verga. Y les juro que me propinó una tremenda mamada, pronto se estaba tragando toda la barra de carne. Hacía todo a la vez, me la mamaba, la apretaba, me pajeaba, la lamía. Pronto me tuvo al borde de acabar, se lo informé y más se esforzó, por lo que dos minutos después le llené la boca de semen con potentes y gruesos chorros de leche. La profe se los tragó sin problema, es más se relamió luego de que mi tripa se ablandara. Finalizada la mamada, me subí el short y ella se para, se me acerca, y me dice, bueno ahora que compartimos un secreto, contame que pasa con las niñas. No me queda otra que contarle mi historia con las pequeñas. Se sonríe, y me dice que algo se imaginaba ya que las pendejas son unas zorritas en potencia. Que obviamente ella no va a decir nada pero que debo guardar al menos un par de días para ella. Nos pusimos de acuerdo y ahora tengo tres niñas de unos 10 años y una profe de 26. Espero con ansias el primer día de sexo compartido con Carmencita.
woooaoo que giro de historia….muy rico sigue siendo el relato
me ha gustado este también.
sigue así!!
espero la parte 6
Muy excitante y con morbo espero la continuación