NOCHE SWINGER INESPERADA
Desde hacia tiempo mi esposa me estaba reclamando que no salíamos de fiesta con amigos, entonces accedí a que ella organizara la salida, mi esposa tiene cuarenta y cinco años y se conserva muy bien. Cuida de manera especial su presentación y eso me gusta bastante. .
Desde hacia tiempo mi esposa me estaba reclamando que no salíamos de fiesta con amigos, entonces accedí a que ella organizara la salida, mi esposa tiene cuarenta y cinco años y se conserva muy bien. Cuida de manera especial su presentación y eso me gusta bastante. Adicionalmente, es una mujer con un atractivo sexual muy especial para los hombres, es como la miel para los insectos.
Quizás por eso no me gusta llevarla a fiestas, por no ver como los hombres la devoran con la mirada y a la final, si ella se tomado unas copas, las cosas se ponen calientes y me toca regresar a casa, pero si los dos hemos bebido más de la cuenta, el remate en casa es maravilloso porque ella se entrega totalmente y disfruta unos orgasmos que me obliga a cerrar la puerta para que nuestros hijos no la escuchen
Para esa noche ella logro concretar tres parejas de nuestra edad, a quienes les gusta la rumba y si es posible rematar en la casa de alguno de ellos.
Quedamos de encontrarnos en un sitio determinado, pero Raúl un amigo cubano, muy cercano a nosotros, con su esposa Cecilia, se ofrecieron a recogernos para que no nos preocupáramos por el transporte.
A las nueve de la noche según lo acordado todos estábamos en la discoteca. Nos asignaron una mesa, no como queríamos cerca de la pista de baile, sino un poco alejada y bastante escasa de luz.
Decidimos tomar tequila y las copas rodaron continuamente, las parejas salían a bailar, y nos divertíamos como nunca. A la madrugada todos estábamos muy alicorados menos Rubén que tenía que conducir el auto, aparte de todo, él es muy bueno para soportar el licor.
Dos de las parejas se retiraron a las dos y media de la mañana y con Rubén decidimos quedarnos hasta el cierre, las tres de la mañana.
Durante esa media hora tuvimos un intercambio de parejas y Cecilia la esposa de Rubén, que estaba bastante alicorada comenzó a pegar su cuerpo al mío y lo mas sorprendente era que rozaba constantemente su pelvis contra la mía y con eso, pues no soy de piedra me produjo una erección y ella no se inmuto, por el contrario se pegó con más fuerza a mi cuerpo.
Esa última media hora fue de mucha excitación para mi y tratando que mi esposa no se diera cuenta de esta situación, traté de ubicarla y cuando la vi bailando con Rubén me di cuenta que estaba igual o más pegada a él, que Cecilia a mí.
No se porque sentí mucho morbo de saber que otro hombre se estaba gozando a mi esposa, quizás por que alguna vez en el pasado tuve la fantasía de verla follando con otro y ahora muy sutilmente se estaba haciendo realidad, mientras yo hacía lo mismo con su esposa, todo provocado por ella misma, porque nunca fue mi intención.
A las tres de la mañana pasaron cobrando las cuentas y Rubén se ofreció a invitarnos y no nos dejó pagar nada, apoyado por su esposa, que decía que ellos nos querían mucho, etc., etc., bla, bla, bla.
Salimos de la discoteca, subimos al auto de Rubén, y Cecilia que estaba muy alegre por el licor le dijo a mi esposa, sigamos en parejas cruzadas, súbete adelante con Rubén y yo me voy atrás con tu esposo.
Sorprendentemente mi esposa accedió sin ninguna objeción, es sabido que Rubén y mi esposa siempre han tenido mucha empatía, razón por la cual no me extraño que también aceptara el cruce de parejas.
Tomamos camino a llevarnos a nuestra casa y cuando estábamos pasando por un motel de parejas Cecilia dijo…Y porque no rematamos aquí la fiesta y mi esposa pasmosamente la apoyo, entonces Rubén giró el timón del auto y terminamos a la entrada del motel. Nos asignaron una habitación con garaje y Rubén se dirigió al lugar.
Una vez entro el auto al garaje, escuche que cerraron la puerta y quedamos listos para bajarnos y pasar a la habitación.
Cecilia me tomo de la mano y me dijo, vamos, vamos, a rematar esta maravillosa noche que hemos pasado con ustedes.
Los cuatro entramos a la habitación y Ceci le dijo a Rubén pide unos tequilas y el obedeció, al momento estaban llegando cuatro copas y una botella de tequila.
Cecilia inicialmente puso música y luego encendió el televisor donde se observaba una película de sexo.
Rubén sirvió las copas y todos apuramos de un solo golpe el contenido de las mismas. Yo no quería ser consciente de lo que podía pasar con mi esposa esa noche y pronto Cecilia la empujo hacia Rubén mientras que ella me buscaba para que bailáramos, pero el baile para las dos parejas se convirtió en una situación erótica. Cecilia arrimaba sus nalgas a mi verga que ya estaba erecta y vi que Rubén y mi esposa comenzaron a besarse. Cuando Cecilia lo notó, hizo otro tanto conmigo.
Lo que siguió fue que los cuatro fuimos dejando tirados en cualquier parte nuestra ropa terminando los cuatro desnudos, en medio de caricias y besos voluptuosos.
En ese momento me di cuenta el tamaño de la verga de Rubén, haciendo honor a sus antepasados, y pensé en mi esposa a lo que estaría próxima a enfrentarse.
De los besos y las caricias pronto pasamos a follar en cuatro y en misionero, escuchando los gemidos de nuestras esposas, todo esto acompañado de sexo oral para lo cual Ceci es toda una profesional, igual que Rubén que logro sacarle el primer orgasmo de la noche a mi esposa.
A continuación, Rubén logro meter esa enorme verga en la concha de mi esposa y yo sentí complejo de lo que podía pensar Ceci de la mía. Por fortuna a veces vale más la acción que el tamaño y pronto la lleve a un orgasmo satisfactorio. Mientas tanto escuchaba a mi esposa gemir y gemir cada vez que Rubén le clavaba su verga y hasta la escuche en medio del fragor del sexo que ella le decía…Rubén que rica verga tienes, clávamela con fuerza que quiero sentirla hasta lo más profundo de mi concha y después de mucho follar ella disfrutó su orgasmo. Como no estábamos preparados para este remate de fiesta, ni Rubén ni yo teníamos preservativos de manera que nos corrimos deliciosamente dentro de ellas.
Al terminar, dijo Ceci… que maravilloso remate de fiesta, muchas gracias, hacía mucho tiempo que deseaba algo así y que bueno que fue con ustedes, nuestros mejores amigos.
Al llegar a casa le pregunte a mi esposa como se había sentido y me dijo…gracias al licor me desinhibí y disfrute mucho el remate de la fiesta.
¿Y cómo te fue con esa verga enorme de Rubén?
Delicioso, estaba tan excitada que no me afectó el tamaño, aunque si me dio miedo inicialmente cuando la tuve cerca.
¿Repetirías otro encuentro con ellos? Me respondió que sí. Ya veremos cuando lo hacemos.
Es un muy buen relato muy erotico