Nunca pensé tener una esclava
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Miguel49DF.
Sucedió hace 15 días, nunca pensé que me pudiera pasar lo que a continuación relato. Soy un mexicano normal, 1.75 de altura, 70kgs, entre atlético y delgado y medio pelón. Trabajo por mi cuenta y un cliente que administra un bar y vive dos horas fuera de la ciudad donde yo laboro me solicitó de urgencia un trabajo, la verdad no quería hacerlo porque me comprometía mucho y los tiempos estaban muy ajustados, pero por su insistencia lo hice y llegué el día viernes a su ciudad a entregárselo, eran las 10 de la noche. Los típicos guaruras de la puerta me detuvieron al tratar de ingresar al establecimiento, al identificarme y ellos hacer su llamada de rutina, me franquearon el paso y no escatimaron en amabilidades y en ayudarme con las cosas que llevaba. Por fin, después de un laberinto de corredores llegamos a la oficina de mi cliente, él se mostró muy agradecido conmigo, lo había sacado de un gran apuro, después de revisar el trabajo realizado, me pagó y me preguntó que cuál era mi plan para esa noche, le comenté que estaba muy cansado y que me iría a buscar un hotel para dormir, me comentó:
– Ya son más de las 11:00 pm, es bueno que mejor te quedes, pero aprovecha y quédate en mi bar, al ratito empieza el baile y así te distraes un poco, es más, les voy a decir que te preparen una mesa y no te preocupes… toda tu cuenta, sea lo que sea, es gratis.
Agradeciéndole su hospitalidad, le comenté que estaría un par de horas porque no conocía a nadie y que la verdad estaba muy cansado. Seguí a uno de sus guaruras que me llevó con el capitán de meseros, la gente comenzaba a entrar, quien me ofreció inmediatamente una mesa al lado de la pista de baile para 10 personas, yo le dije que no era necesario, que aprovecharan mejor esa mesa y que me dejara una cerca de la barra, si tenía problemas yo hablaría con el dueño para que no lo fueran a regañar. No me imaginaba estar en esa mesa tan grande yo solo y todos mirándome como bicho raro… o peor… como si fuera hijo de político… o ya el colmo… que fuera el político mismo…
A las 12 de la noche comenzó el baile, luces por todos lados y con agrado me di cuenta que el bar era de música ochentera, a mi edad eso me sonó a gloria… y más porque todos los asistentes eran más o menos de mi misma edad. Después de degustar una rica torta y tomando mi segunda cerveza, vi que la mesa a mi derecha fue ocupada por dos mujeres y un hombre, ellas unos 44 años y él unos 50, estaban muy alegres por estar en el lugar, de reojo las observé a ellas… bonitos cuerpos a pesar de la edad, todo estaba en su lugar y firme… él lucía una pancita chelera pero no estaba mal… no puse más atención porque imaginé que el hombre en cerrar el cuarteto no tardaría en llegar, la verdad las dos estaban muy bien, y me distraje pidiendo otra cerveza y viendo a la gente bailar en la pista.
Pasados unos minutos alguien tocó mi hombro, al volverme vi a una de las mujeres de la mesa de al lado, debido a la fuerte música se acercó a mi oído y me pidió que les podía tomar una foto, con gusto me paré y lo hice, en total 4 fotos, me acerqué para regresar el móvil a la mujer cuando ella me tomó de la mano y me dijo:
– A ver cómo salimos!!! Ah que bien… eres buen fotógrafo.
– Con estas modelos cualquiera toma buenas fotografías. – comenté
Intervino el hombre que estaba con ellas:
– ¿Qué tal si te sientas con nosotros?
– Pensé que el lugar estaba tomado, que esperaban a alguien
– Si estuviera ocupado… Gloria no te hubiera estado echando esas miradas… ni te hubiera pedido la foto…
– Uy Gloria… disculpa… siempre he sido muy tonto para esas cosas y he estado distraído…
– ¿Y si te hubieras dado cuenta que hubieras hecho? – preguntó Gloria
– Pues te habría invitado a bailar y después a tomar algo…
– Bueno… todavía tiene remedio ¿no crees?
Le tomé la mano y fuimos a bailar, la pista estaba llena, pero encontramos un lugarcito para los dos y ahí empezamos a movernos, al poco rato llegó la pareja de amigos y al incorporarse a la pista provocó que ella, que estaba de espaldas hacia mí dándoles la bienvenida, se hiciera hacia atrás… yo no podía alejarme, tenía gente detrás que me lo impedía… y sucedió lo inevitable… sus carnosas nalgas se pegaron a mi parte frontal… con el movimiento del baile la fricción obró maravillas y al poco rato ya tenía una erección considerable… ella seguía hablando con sus amigos como si no se diera cuenta, yo estaba en la gloria disfrutando como esas nalgotas presionaban mi pene, imposible que no se diera cuenta, cuando me empujaron un poco por la espalda… para no caerme tomé a Gloria de la cadera provocando que la presencia de mi pene entre sus nalgas fuera más que evidente… ella giró su esbelto cuello y mirándome con cara de complicidad me guiñó un ojo y se repegó aún más. Así estuvimos unas dos canciones más hasta que nos fuimos a sentar.
Inmediatamente localicé a un mesero y le requerí tragos para todos… platicamos de mil cosas y volvimos a la pista, seguía igual de llena por lo que Gloria estaba muy cerca de mí… ahora de frente, lo que provocó que me embarrara sus tetas por mi pecho para después ponerse de espaldas hacia mí… y con descaro volver a aprisionar mi masculinidad entre sus dos globos traseros… me acerqué a su oído…
– Se ve que te diviertes bailando así…
Ella sin contestar se pegó más hacia mí y comenzó a bailar moviendo su trasero de arriba hacia abajo prácticamente tallando mi pene… con el tiempo decidimos sentarnos y ella fingió que se había lastimado el tobillo derecho, le dije que lo levantara y me dejara sobarlo… así lo hizo, mientras yo le frotaba la parte supuestamente lastimada, ella levantó un poco más su falda dejándome ver su tanga, se acercó a mi oído y me dijo:
– ¿Te gusta lo que ves?
– No…
– ¿Noooooooooooo…? – preguntó extrañada
– No, está mal posicionado…
– Ah… y…. ¿dónde o como debería estar?
– Bien abierto, jugoso y a mi disposición…
– Bueno… jugoso ya está… y lo demás… no por presumir, pero soy exageradamente obediente…
– ¿En serio?
– Claro… ¿quieres comprobar?… pídeme lo que quieras…
Aprovechando que la luz era escasa le dije
– Dame un beso y agárramela…
Así lo hizo… me dio un beso muy apasionado y me sobó el pene sobre el pantalón, después de un rato dejó de besarme pero siguió acariciando me verga…
– ¿Qué más quiere mi Señor?
– Que seas mi puta hasta el domingo…
– Si mi Señor… ¿me permite sugerirle que vayamos a mi casa?
Sin contestarle llamé al mesero y le pedí la cuenta… me dijo que todo el consumo de la mesa iba por la casa (ya lo sabía… solo quería impresionar, jejeje)… le agradecí y nos despedimos de sus amigos, su amiga le dijo:
– Vaya… ¿ya te urgía verdad?
– Siiiii… después de tanto tiempo de sequía… y tiene buen tamaño!!!
Fuimos por el carro… ella agarrada de mi brazo… subimos y le pregunté hacia dónde debía ir… afortunadamente vivía cerca, me dio las indicaciones… al terminar de decirlas la jalé del cuello y la puse a la altura de mi verga, inmediatamente me abrió el cierre y hábilmente sacó mis 19 cms de masculinidad… le dije… “puros besitos”. La luz de la calle me dejaba ver sus ojos ansiosos… se veía que lo quería engullir todo, se remojaba los labios, ronroneaba como gatita y me besaba la punta, luego recorría con sus labios todo el tronco hasta mis huevos, subía nuevamente y llenaba de besos la cabezota inflamada hasta que llegamos a su casa, sin dejar de besarme la verga sacó un control remoto de su bolsa y las puertas del garaje se abrieron, estacioné el carro y lo apagué… ella siguió besando mi verga mientras accionaba nuevamente el control, las puertas se cerraron y le dije que bajáramos pero que no me la soltara… no sé cómo le hizo pero se bajó por el lado del piloto sin soltarme, de veras que es muy obediente, llegamos a la puerta, sacó las llaves y la abrió, la agarré de los hombros y le dije:
– De rodillas…
Obedeció, me agarré la verga y se la embarré por toda su cara, terminando en sus labios dando golpecitos. Le ordené que abriera la boca… así lo hizo y se la metí lentamente, ella no dejaba de verme a los ojos mientras engullía mi herramienta hasta la mitad, no le cabía más… comenzaba a dar arcadas… la tomé de la nuca y la miré a los ojos…
– ¿Quién eres?
Sin dejar que se sacara mi verga de la boca me tuvo que contestar:
– Thu phutha mi Heñor
– ¿Qué quieres de mí?
– Qhue me haga ho qhue qhiera con shu vehgotha, qhue me uhe hahta qhue he canhe
– Bien, así me gusta… no dejes de mamármela…
Y comencé a caminar para conocer la casa… lo hacía despacio para que ella me pudiera seguir de rodillas y con mi verga dentro de su golosa boca… En mis 52 años de vida no me había sucedido algo así… nunca había tenido a una sumisa que quisiera ser mi esclava y mucho menos que la tuviera siguiéndome de rodillas chupándomela… traté de recordar todos los relatos que había leído en esta página para tener ideas de qué hacer, pero no se me ocurría nada y la verdad la violencia no va conmigo… ni las cachetadas ni pellizcos… así que decidí que la iba a nalguear y todo lo que se me ocurriera… pero sin golpes…
– Llévame al baño – le ordené
Ella de rodillas y con las manos en mis nalgas me fue guiando hasta llegar al baño…
– Apunta bien
Dejó de chupármela y apuntó con cuidado mi pene… tardé un poco en expulsar la orina por la erección que traía… pero ella atenta no dejaba de tenerla en su mano y apuntar bien el chorro… por fin salió y ella no perdió detalle… terminé y le dije “listo” ella volvió a metérsela en la boca y le jaló al baño… caminé a la sala, ella de rodillas delante de mí con la mitad de mi verga en su boca… llegamos al sillón y me senté…
– Te tiene que caber más…
La agarré de la nuca y la fui obligando a comer más caña… ella se dejaba e intentaba aguantar sus arcadas… inevitablemente le salieron lágrimas de los ojos pero seguía empeñada en meterse más carne a la boca… llegó a meterse hasta tres cuartas partes, mi excitación ya estaba casi al borde… por lo que decidí que lo mejor era que me dejara un momento, no quería terminar tan pronto la noche… jalé su cabeza hacia atrás hasta que quedara lejos de mi verga… ella sacaba la lengua buscando alcanzarla…
– Basta… – le ordené- trae una cerveza fría, pon música y me bailas como buena putita…
Sin chistar fue a la cocina y regresó con la cerveza en la mano ya destapada, la puso en la mesa de la sala y fue a poner música… “Smooth operator” comenzó a sonar mientras ella contoneaba sus caderas de espaldas a mí y ajustando todavía el volumen de la música… obviamente ya no le dolía el tobillo… jajaja… no lo hacía nada mal… contoneaba sus caderas y sus manos acariciaban su cuerpo sacando poco a poco la blusa, giró hacia mí y cuando tuvo fuera su blusa muy sensualmente la desabotonó, se la quitó y la tiró a mi derecha… pude apreciar mejor el tamaño de sus senos, los cuales apretaba con ambas manos sobre el bra color negro… luego las dirigió hacia atrás y fue bajando el cierre de su falda, me dio la espalda y la dejó caer… el negro hilo dental se perdía en esos dos poderosos hemisferios dejándome ver esos casi perfectos glúteos que me habían aprisionado en el bar…
– Acércate así… de espaldas – le dije
Lo hizo y se puso al alcance de mis manos… lo primero que hice fue pasarle el frío envase de cerveza por sus nalgas, ella se estremeció, dejé la cerveza en la mesa y las agarré con las manos… fuerte… era un excelente par… firmes… paraditas… ricas… Sin previo aviso con las dos manos le di sonoras nalgadas y le ordené…
– Sigue bailando
Se alejó de mí con las nalgas coloradas y dirigió sus manos a su sostén, lo desabrochó y lo detuvo con sus manos en sus pechos… volteó hacia mí, me guiñó con su ojo derecho y retiró sus manos… ¡que buen par de tetas…! a pesar de la edad casi no le colgaban, sus pezones cafés y paraditos… se acercó a mí y me puso su bra como bufanda, yo aproveché para llevarme uno de sus pezones a la boca y le di un pequeño mordisco con mis labios… ella se estremeció… se alejó y contoneando sus caderas y jugando con su tanga bajándola poco a poco… wow… que sensual… me dio la espalda y sin doblar las rodillas se bajó el hilo… ah que bello y profundo paisaje tuve a mi vista… completamente depilada… sus labios gruesos e hinchados, húmedos… su culo rosadito y apretado… hasta entonces me percaté que el ambiente olía a sexo… a su sexo… observé como una gotita de sus jugos se escapaba de su encierro y lentamente corría por su pierna hacia abajo… se enderezó y me dio la cara, quedó ante mí completamente desnuda, me puse de pié y le ordené que me desnudara a mí…
Cuando se me acercó casi me le voy encima… la veía como a una diosa… y la excitación ya estaba al máximo… pero me controlé y decidí disfrutar de mi esclava… me desabrochó la camisa y sus ojos brillaron de excitación, comenzó a besar mi velludo pecho. La tomé con fuerza por la cara
– Te dije que me desnudaras… no que me besaras…
– Perdón mi Señor…
– No hagas que me ponga violento – mentí… no hubiera podido con esa belleza enfrente
– Como le dije a mi Señor… yo soy muy obediente, seré su mejor esclava… no hará falta que me regañe mi Amo…
– Mas te vale… continúa…
Me quitó la camisa, pronto mis pantalones le hicieron compañía y mi calzado… ya estábamos los completamente desnudos, me senté tomé mi cerveza y le ordené que me trajera algo de comer, cacahuates o papas, cualquier cosa… pero que no se tardara… se alejó y yo no dejaba de ver su suculento cuerpo desnudo… el bambolear de esas nalgotas…
Regresó y me dio unos cacahuates…
– Besa y masajea mis pies – fue mi orden
– Si mi Señor – contestó inmediatamente
Se agachó y los besó… me los lamió y comenzó a frotarlos con las manos…
– Así no… hazlo con las tetas…
Así lo hizo, mientras me masajeaba un pié el otro lo puse ente sus piernas y le acaricié la vagina con él…. Sus pezones parecían querer reventar… cambiamos de pié e hice lo mismo… cuando terminó le ordené que pasara sus tetas por mis piernas y me hiciera una rusa… que delicia sentir su calor por mis piernas y luego sentir mi verga atrapada entre esas tetas…
– Mi Señor… ¿me permite mamarle la punta de su verga? Se ve deliciosa…
– No… – le dije – aquí estás para hacer lo que yo quiera, no para proponer ni hacer lo que tú quieras. Ahora tendré que castigarte por no esperar mis órdenes…
– Ay no mi amo… por favor…
– Ponte en mi regazo y para las nalgas… solo así aprenderás…
– Por favor mi Señor…
– Basta… – levanté la voz
Resignada tomó su posición y ahí tuve ese par de nalgas ante mí… más bien me las quería comer en lugar de azotarlas… pero la tenía que poner en su lugar… así que le di diez nalgadas, no muy fuertes, en cada cachete… con cada nalgada sentí cómo ella se excitaba más…
– Trae aquel banco – le ordené
Así lo hizo
– Ahora siéntate… abre tus piernas y mastúrbate
Sentí como que iba a protestar, pero antes de hacerlo recordó las nalgadas… abrió las piernas y comenzó a masturbarse con los ojos cerrados… lentamente… su cuerpo comenzó a sudar… de su garganta brotaban quejidos sensuales… seguía con los ojos cerrados. Me paré y me puse enfrente de ella… mi verga apuntando a su boca…
– Abre los ojos – ordené
Su primera reacción fue meterse mi verga en la boca… me alejé un poco…
– ¿Quieres más nalgadas?
– No mi Señor… quiero lo que mi Amo quiera darme…
Agarré mi verga y se la fui pasando suavemente por toda su cara… recorrí sus párpados, su nariz, sus cachetes… luego se la pasé por los labios… ella reprimía sus ganas de comérmela de una sola…
– Abre la boca…
Lo hizo… se la pasé por los labios abiertos… ella solo babeaba como perra esperando la orden mientras seguía con su labor manual… metí una cuarta parte demi verga en su boca abierta…
– Ahora sí
Cerró su boca y comenzó a darme la mejor mamada de mi vida… ya estaba fuera de sí… gemía, gruñía y trataba de comerse todo mi nabo…
– Basta – ordené – Ponte en 4 sobre el banquito…
Como pudo lo hizo, dejando la cola parada y arqueando un poco su espalda
– Me permite decirle algo mi Señor…
– Está bien – le dije
– Ya está lista mi Amo… abierta, jugosa y a su disposición…
– Todavía no está abierta – le dije – ábrete las nalgas con tus manos…
Al hacerlo tuvo que bajar su cara hasta que su frente tocó el cojín del banco, llevó sus manos hacia sus poderosas nalgas y se las abrió lo más que pudo…
– ¿Así mi Señor?
– Bien – le dije
Tomé vi verga y se la empecé a pasar por sus labios vaginales… le punteaba un poquito para después seguir frotándosela por toda la raja, luego también lo hice con su culo, podía escuchar su respiración completamente agitada… daba grititos cuando pensaba que ya se la iba a meter… le seguí embarrando la verga haciendo que se desesperara y le dije…
– A partir de este momento te doy permiso de que digas lo que quieras… pero no te olvides que soy tu Amo.
– Si mi Señor – contestó – mi Señor… por favor ya métame su vergota, aquí tiene a su esclava bien abierta y
disponible para usted… por favor mi Amo… ya no tarde… necesito que me la meta ya… por donde quiera mi Amo. Estoy aquí para ser usada por usted…
No le hice caso y seguí paseando mi verga en su culo y en su vagina… entonces ella, que no aguantaba más el tratamiento me gritó suplicando
– Mi Amo… por favor… tenga piedad de esta su puta y métale la verga de una vez… ya no puedo más… necesito tenerlo dentro!!!
Cuando abrió su boca para suplicarme otra vez… le hundí la verga de una sola hasta los huevos por su vagina… de su boca abierta solo brotó un aaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyy que rico… y al sentir su primer orgasmo en mi pene me moví en círculos haciendo que ella lo disfrutara más… como medio minuto. Luego comencé a bombearla duro, la agarré de las caderas y tomé más velocidad… ocasionalmente le daba una nalgada fuerte… ella solo se estremecía y seguía bien caliente y lubricada, afortunadamente tengo buen aguante
– Deje que su puta haga el trabajo Amo…
Me quedé quieto un momento y ella empezó a mover sus caderas metiéndose y sacándose mi tronco…
– Que rica vergota Amo… deje que su puta se divierta con ella…
– Eres una perra – le dije
– Si Amo… pero SU perra…
Aproveché sus jugos y mojé mi dedo pulgar con ellos y sin avisarle se lo clavé en el culo
– Amoooooooo… – gritó – y tuvo su segundo orgasmo… y se quedó quietecita…
Se la saqué de su cuca y la coloqué en la entrada de su culo… ella trató de abrirse más las nalgas y yo empecé a empujar lento pero firme… fue fabuloso sentir como su ano se iba dilatando y ella cooperaba haciéndose para atrás… encajándoselo más… hasta que lanzó un quejido y se hizo un poco adelante…
– ¿Te está doliendo verdad? Pues te aguantas… mi perra siempre debe estar disponible para mí… – y seguí empujando
– Si mi Amo… todo mi cuerpo es suyo y está disponible para cuando usted desee usarlo
Finalmente la tenía bien clavada hasta los huevos, esperé un momento para que se acostumbrara y cuando ella aflojó su cuerpo pensando que iba a empezar a bombearla se la saqué…
– Amooooo… – su grito excitado sonó como a decepción
Le escupí el culo y paseé la punta de mi verga por la entrada de su dilatado ano… la dejé bien apuntada y con la otra mano la tomé de la cadera…
– ¿Verdad que me la va a meter Amo? Disponga de su culo mi Señor…
Sin decir nada y con todas las fuerzas que me quedaban se la dejé ir de una… ella gritaba yo creo que tanto de dolor como de placer y entonces si… empecé a bombearla como si nunca lo hubiera hecho en mi vida, casi la tiro del banquito de tan fuertes arremetidas que le daba… ella estaba sudorosa, cansada de sus orgasmos… sus piernas empezaban a temblarle por el esfuerzo y por la posición… la agarré de las tetas y las usaba de apoyo mientras le seguía reventando el culo… ella gritaba extasiada… yo sudaba a mares… pero no quería llenarle de leche su culo… quería verla tragar leche. Dirigí mi mano derecha hacia su chocho, localicé su clítoris y se lo acaricié un poco… ella estalló en un orgasmo tremendo… gritó como loca… lloró…
Decía cosas que yo no entendía y finalmente se derrumbó sobre el banco… le saqué la verga del culo, me senté en el sillón de la sala y la agarré de los cabellos jalándola… como pudo se bajó del banco y quedó de rodillas frente a mí… le agarré la nuca y la obligué a tragarse mi verga… ella ya no tenía fuerzas para mamármela, por lo que la agarré de la nuca y dirigí los movimientos… sentía su cabellera en mi estómago y con fuerza le jalaba la cabeza para que tragara y tragara verga… finalmente estallé en un orgasmo monumental… mientras tiraba toda la leche la tuve con la verga bien metida en su boca… hasta que sentí que me había quedado seco… exhausto dejé caer mis brazos a mi lado… ella me limpió la verga y se derrumbó a mi lado.
Ya que me había recuperado me levanté, con un pié hice que se volviera… ella estaba como entre sueños, parecía como si estuviera desmayada, abrió un poco los ojos y le dije
– La perras duermen aquí, mañana quiero mi desayuno en la cama, me despiertas con una mamada
Subí las escaleras y localicé su habitación… entré… me tiré en la cama y me quedé profundamente dormido.
Hasta aquí la primera parte… espero les haya gustado
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