Otro agrande de puerta trasera de Wendy

Guion alternativo para una escena de la serie Sky Rojo.
Acaba de terminar la serie “Sky Rojo” por Netflix, en algún momento en ella, Wendy tiene un desagradable encuentro sexual con Cristian. Me pareció que aquello podría ser más morboso y se me ocurrió escribir una alternativa.

.- Qué paso aqui Wendy? -.  Preguntó Cristian entrando apresuradamente a la habitación de donde acababa de salir un cliente enojado por no obtener el servicio  por el cual había pagado 250 euros.
.- No no quiero hacerlo-. Contestó Wendy- Sentada sobre la cama redonda y abrazando sus rodillas.
-. Y eso?  Qué pasa que te da asco o crees que es una práctica contra natura?  A ver cuénteme.
-. Me hace daño.
-. Mira Wendy este es un puticlub cojones, y lo ponen en la puerta con un neón, tu eres una puta, y la cosa consiste en que tú haces todo lo que te pida el cliente, todo!!
-. Es que me hace daño de verdad.
-. No te preocupes yo te voy a ayudar en eso, vas a tener un poquito de dolor para toda una vida de placer – . Dijo mientras tomaba el teléfono para comunicarse con recepción. – Charlote, envíame la silla con una maleta de plug para Wendy.
.- La grande o la chica? Y no quieres también el gato?-. Preguntó
.- Si, el gato si y una maleta chica.-
El gato. Llamaban así a un dilatador anal que luego de introducirse, completamente cerrado,  se iba agrandando mediante un tornillo de la misma forma que lo hacían los gatos mecánicos para elevar los vehículos y cambiarles el neumático.
Hasta que llegó el pedido a la habitación mil cosas pasaron por la cabeza de Wendy. Como qué podía esperar de Cristian, un tipo al que nunca lo había visto calmado como ahora, ¿Qué estará tramando? ¿Qué haría con su cerrado agujerito, por el cual nunca había pasado más que algún fino dedo de alguna de sus novias.
Cristian recibió la silla y dos maletas. Colocó la silla frente a Wendy y las maletas sobre la cama, al lado de ella. Wendy seguía abrazando sus rodillas. Abrió una maleta  mostrándole los 5 plug negros brillosos de diferentes tamaños ordenados de menor a mayor. Wendy miró con horror el plug mas grande imaginando que si le metía  eso le dolería mucho. Si empezaba por el primero, pensó no sería tan doloroso, era un poco más grueso que un dedo.
Pero Justo ese Cristian se lo saltó y pasó al segundo, esto ya le preocupó a Wendy, se dirigió hasta la silla y lo enganchó  en el lugar preparado para ello en el centro del asiento. Tomó una botellita de lubricante  y lo bañó. Mirando a Wendy que seguía inmóvil abrazando sus rodillas y ya un poco más preocupada le dijo .- La primera parte la haces tu solita, sácate la tanga y siéntate ahí.
.- No, no, no quiero hacerlo.-
.- Mira Wendy, me estoy conteniendo para no ponerte sobre mi falda y meterte el más grande y por la fuerza. Tú elijes.-. le dijo con voz pausada y calmada.
Wendy se sacó la tanga,  fue hasta la silla se ubicó para sentarse tomándose de los apoyabrazos y comenzó a descender hacia el plug. Cuando iba por la mitad y sintiendo ya que su cerradito agujero se iba abriendo y apareció  un poco de dolor se detuvo y subió para que se saliera un poco.
.- Hasta abajo.- Dijo Cristian
.- No entra, lo tengo muy cerradito.-
.- Lo que pasa es que no te relajas mujer, a ver sal de ahí, lubriquemos un poco más.-
Cristian tomo el lubricante y empapó aún más el plug, puso un poco en sus dedos y se lo pasó por el aún cerrado agujerito de Wendy. Metió un dedo para lubricar un poco más y sintió como Wendy por instinto apretaba aún más su esfínter.
.- Lo tienes bien cerradito, en un rato no va a ser así. .- Le susurró perversamente al oído. -. Bien siéntate ahora.-
Wendy volvió a la silla y a aferrarse a su aliado, el apoyabrazos.
.- Con las manos sobre la cabeza.- Le dijo Cristian con una leve sonrisa.
Se ubicó sobre la silla introduciendo lentamente el plug que entraba mucho más fácil ayudado por el lubricante y el peso de su cuerpo, cuando sintió que le empezaba a molestar haciendo fuerza con sus piernas se detuvo. Mirando a Cristian pidiéndole  clemencia con su mirada le dijo.- No, no entra..-
Cristian se acercó, acarició su rubia cabellera, posó sus manos sobre sus hombros, se acercó al oído y le susurró: -Yo creo que si entra-. Ayudado por el peso de su cuerpo,  de un solo empujón, hizo chocar sus nalgas contra el asiento. Wendy sintió en los dos primero segundos que sus nalgas llegaban a asentarse. Al tercer segundo apareció un profundo dolor y al cuarto se escuchó el grito.
Bajó sus manos de la cabeza y se tomó firmemente de los apoyabrazos y se levantó lo mas rápido que pudo de la silla. Ese fue un error, al salir el plug dolió mucho más. Se le aflojaron las piernas, Wendy cayó al piso llorando, tomándose y gritando que le dolía.
Cristian la miraba con una sonrisa apoyado en  la silla. Parecía que lo disfrutaba.
.- Bien Wendy, has hecho bastante bien tu parte, con algunos errores claro, como el levantarte de la silla, si te quedabas sentada te hubiese dolido menos.- Le dijo
.- Ven que voy a hacer mi parte ahora.
Ella pensó que ahora la pondría en 4 y que se la metería que es lo que haría cualquier macho dominador cuando tiene la oportunidad, pero no. Se sentó en la cama y la llamó para que se colocara boca abajo en su regazo. Acá me va a meter el plug grande pensó, y eso la asustó bastante, titubeó cuando Cristian tomó su mano y la acercó hacia él.
.- Ven, no voy a hacerte daño mujer, no quiero echar a perder esa hermosa pompis que tienes, es pequeña si, pero con muy buena forma. Hay que darle mas utilidad.
Colocó a Wendy sobre sus piernas, dio un par de palmaditas para que se relajara un poco y las acarició.
-. Si realmente están muy buenas, y con un una entrada muy cerrada, veremos si la abrimos un poco.
Mientras que con una mano acariciaba las nalgas de Wendy, con la otra mano abrió el otro y mas pequeño  maletín que había sobre la cama, de reojo ella trató de ver de que se trataba el gato ese. Solo alcanzó a ver algo plateado brillosos en forma de pene fino con un tornillo en la parte trasera.
.- Eso va a hacer todo el trabajo.- Dijo Cristian.- Tu relaja el anillito que es mejor.
Lubricó bien el gatito y a su próxima guarida. Comenzó un juego de intenta meter y saca, para que relaje su esfínter. Con un poco de presión y con un suspiro de Wendy ya estaba adentro. Lo movió un poco, lo sacó y volvió a meter. Fue suave y poco resistida  la entrada ya que era más fino que el plug inicial, unos 3 centímetros de diámetro y al ser metálico se deslizaba mas fácilmente.
.- A ver gatito, haz tu trabajo.- Dijo mientras comenzó a girar el tronillo. El dilatador se comenzó a expandir y a estirar el ajustado esfínter de Wendy.
.- Ay Ay Ay .- comenzó a quejarse.- Me duele ¡!!.
.- No, esto no duele nada, es solo una molestia. No vas a llegar a desmayarte como lo hubieses hecho si te metía desde el principio el plug gordito ese. Deja de quejarte que ahora viene la mejor parte.
Dio una vuelta más al tornillo y ahí si comenzó a doler. Wendy lloraba y pedía que se lo sacara.
.- No, no, mejor así, aguanta ahora porque luego vendrá un tío con una polla verdaderamente grande y habrán nuevamente quejas. Debes prepárate para todo tipo de tamaños. Que se abra bien para las grandes y que se ajuste para las pequeñas -.
Wendy no escuchaba nada de lo que Cristian le decía, solo pensaba que esto realmente molestaba.
Luego de un rato de escuchar quejas Cristian movió un poco el dilatador para determinar cómo estaba reaccionando ese anillo de cuero. Wendy no se quejaba, solo aspiraba hondo,  por lo que dedujo que ya no molestaba tanto y le dio otra vuelta. Por las súplicas  de Wendy se dio cuenta de que ahora sí volvía a molestar.
.- Creo que está bastante bien-. Dijo Cristian. –A ver párate y camina un poco.
.- Queeee? Caminar con esto metido? No se puede.
.- O caminas unas vueltas a la cama o le doy unas vueltas más al tornillo. Tu decides.
Wendi se paró y comenzó a caminar como pudo alrededor de la cama. Al hacerlo tenía la sensación que eso que tenía metido en el culo se agrandaba aún más.  En unos momentos no le molestaba tanto pero sentía que el intestino trataba de sacarlo de allí.
.- Se va a salir.- Dijo ella.
.- Ya lo arreglo -. Dijo él y le dio otra vuelta para agrandarlo más aún, ante las quejas de Wendy.  Calculaba que ya debía estar por unos 6 cm de diámetro y por ser la primera vez para un culo tan chico era una excelente apertura.
.- Ya sácamelo, sácamelo-. Dijo ella tirándose sobre la cama con sus nalgas levantadas tratando de disipar la tensión y el dolor de su ano.
.- A ver cómo quedó esto.- Dijo Cristian mientras se acercaba por detrás. Le dio media vuelta más solo para verla chillar, lo dejó unos momentos y luego fue aflojando “el gatito”. Antes de terminar de aflojarlo completamente ya se había salido del enrojecido y palpitante ano de Wendy.
.- Ya ve a descansar y ponte crema, mañana por la mañana probaremos cuán flojo te ha quedao.- Le dijo a  Wendy que tirada en la cama tocaba su trasero.
Al otro día Cristian fue a buscar a Wendy que a regañadientes se dejó llevar hasta su habitación de trabajo. Ya sabía que tendría que ponerse en 4 y recibir, por la retaguardia, a Cristian.
No fue así, si bien Cristian la llevó hasta la habitación allí la esperaba su hermano Moisés. Acá me agarran entre los dos pensó Wendy, pero no.
.- Aquí Moisés va a hacer el control de calidad.- Dijo Cristian.- Vamos, saca y endurécele la herramienta.
Wendy fue hasta el musculoso Moisés y le bajó los pantalones, ya debajo de su ropa interior podía vislumbrarse un interesante bulto. Cuando lo descubrió completamente quedó preocupada ante ello. Así a medio camino ya eran como 25 centímetros y 5 de grosor. A sufrir de nuevo pensó. Tomó aquel miembro y apenas le entraba en la boca. Un par de lamidas y masajeadas y ya lo sintió duro y muy grande.
.- Ya, sácate la tanga y ponte en 4.- dijo Moisés. Cristian le pasó el lubricante con el que empapó sus mas de 25 centímetros y una vez arrodillada en la cama lubricó a Wendy.
.- Despacito por favor.- dijo ella. .- la tienes muy grande.
.- Tu haz de cuenta que soy un cliente que tienes que dejar satisfecho, si no te entra o te duele mucho seguimos con “el gato”.
.- No, no, el gato no!!
Si bien se veían perfectamente las nalgas de Wendy, Moisés levantó la pollera que llevaba puesta y quedó al descubierto su muy armónico trasero con el agujerito brilloso de lubricante. Apoyó la punta y comenzó a empujar, con hondas sus aspiraciones  Wendy trataba de relajar para permitir la entrada de esa gigantesca cosa. Era la primera vez que entraba una polla en su ano y lo estaba sintiendo, un poco de dolor tenía pero nada comparado con lo del día anterior. Wendy levó sus manos a la entrepierna y comenzó a frotar su botoncito para disfrutar un poco aquella obligada acción. Al notarlo Moisés tomó con ambas manos su cadera y arremetió hasta hacer tope contra sus nalgas. Le arrancó a Wendy un gritito entre placer y dolor. Sacó su mano de allí y se agarró de las sábanas fuertemente, como mitigando el dolor, mientras pegaba un grito ahogado contra el colchón.

Moisés al notar que ya podía recibirla toda escomenzó con el mete y saca. Primero lentamente y luego aumentó el ritmo al ver que Wendy estaba disfrutando de aquello. En cada vaivén los testículos de Moisés rebotaban en el clítoris de Wendy que  sin pensarlo ya estaba excitándose tanto que en cualquier momento podría tener un orgasmo. Soy una puta pensó, no puedo tener orgasmos con cada cliente. Pero por esta vez, y por ser el primero en mi culo… tendré que fingir que no lo tengo. Se dejó llevar por la excitación y cuando Moisés comenzó el suyo aprovechó para disimular que también estaba acabando como una perra.
.- Muy bien Wendy.- Dijo Cristian mientras observaba la acción. – Has aprobado el examen. Estás lista para cualquier polla!!!

Cuando Moisés sacó su ya menos endurecido miembro, Wendy sintió que el producto de aquel encuentro se escurría de su ano hacia su vagina. Ahora me va a quedar abierto para siempre, pensó. Pero no, cuando llevó sus manos allí para limpiarlo notó con alegría que al retraerlo se cerraba y no dejaba escapar nada. Eso sí notó además que ahora, quizá también por el esperma, los dedos le entraban fácilmente. Sonriendo por dentro pensó “No me gustan los hombres pero …¡¡Qué linda cogida me pegaron!!”.