PADRE E HIJA, UN INICIO ESPECIAL 2

Continuación directa de mi anterior relato.
Bueno demore un poco en publicar la continuación de mi anterior relato, por un montón de cosas que nos pasaron a mi y mi pequeña hija, espero contarlas pronto porque fueron cosas increíbles, fuimos atrapados, pero conseguimos salir impunes gracias a mi niña

Les recomiendo leer primeramente el anterior relato para que entiendan como llegamos a esta situación

https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/incestos-en-familia/padre-e-hija-un-inicio-especial/

Sin nada mas que argumentar, espero disfruten de este relato, mi niña se emociona de contar nuestras aventuras

Pasada la excitación y emoción del momento, mis pensamientos se aclararon y un sentimiento de culpa se apodero de mí, había tenido sexo con mi propia hija y ella apenas era una niña de 9 años, de paso lo hicimos en el auto a plena luz del día, la gente pasaba por allí y capaz nos vieron, tuve miedo, preocupación y me decepcioné de mí mismo.

El camino a casa fue incomodo, nadie decía nada, de reojo la veía y solo se arreglaba su uniforme, su falda quedo manchada con semen, podía verla con una mirada seria, lo cual me preocupaba un poco, al final yo era el adulto de la relación tenía que hacer algo al respecto, ella aun es una niña quizás esto es demasiado para ella, solo atine a hablarle de su colegio y como le había ido, ella era fría y seca con sus repuestas, sentía que la lastime que me odiaba, al final yo era su padre el hombre que debía cuidarla y termine cogiéndola y robando su inocencia.

Finalmente llegamos a casa, quise sacar su mochila del asiento de atrás y ella intento lo mismo, quedamos mirándonos frente a frente, ella comenzó a sonrojarse y aun no entiendo porque hice esto, pero solo atine a besarla, quizás ver esa carita me recordó a su madre, pero ya no la veía como solo mi hija, por ese momento la vi como a mi mujer, ese beso fue largo y apasionado, ella toda inexperta solo se dejó besar, cuando terminamos vi una sonrisa enorme en su rostro, recupere la cordura y solo entramos a casa, yo prepare la cena y ella solo fui a ducharse y lavar su uniforme.

Tantas cosas pasaban por mi cabeza, solo pasaron 30 minutos pero para mí fueron horas, recordaba como se sintió entrar dentro mi propia hija, su vagina era muy apretada, pequeña e inocente, esa sensación fue la mejor del mundo, su cuerpo de niña sobre el mío saltando, verla con su uniforme de colegio sobre mí, aprendiendo como hacer feliz a su padre, aún recuerdo su cara de placer mientras era penetrada y era igual que su madre, nuevamente me excite y esta vez más que antes, mi mente se perdió en esos pensamientos, solo quería tomarla de nuevo, al final ella también quería hacer eso, porque parar, ambos queríamos, no tiene nada de malo si los 2 queremos eso, la edad o el hecho que sea mi propia hija la verdad no importaba si ambos queremos lo mismo.

Bajo con su pijama rosada, era muy delgada casi transparente, podía ver sus pequeños senos, sobresalir apenas en su ropa, tenía el pelo aun mojado y se sentó a comer su cena, yo la veía fijamente sin decir palabra alguna, la niña que cuide desde que nació ya era una mujer, era mi mujer quería más de ella, ella se daba cuenta de cómo la miraba y solo agachaba la cabeza toda sonrojada, aún era niña y se notaba su inexperiencia e inocencia, termino de comer y se levantó me dijo buenas noches y se dirigió a su cama a dormir, pero ya no resistí fui rápidamente donde ella, cuando llego a la puerta de su habitación la sujete por la cintura y comencé a besar su cuello, ella solo dijo “papi que haces”, la lujuria me domino y solo acaricie su cuerpo, mis manos acariciaron sus pechos y ella solo dio un gemido mi otra mano entro dentro su ropita y sentí nuevamente esa vagina, pequeñita sin pelitos, totalmente perfecta, pero note algo que me excito aún más, estaba totalmente mojada, apenas la acaricie y sentí lo húmeda que estaba, su ropita también estaba empapada, esto no fue recién ella estaba tiempo excitada, seguramente desde que cenamos ya tenía ganas, con razón comía solo con una mano mientras la otra estaba en su regazo, pero ella se estaba masturbando frente a mi durante la cena, mi excitación ya era incontrolable, la cargue en mis brazos como cuando se quedaba dormida en la sala viendo la tv, cuando aún era mi hija consentida, pero ahora no la veía como mi hija, la veía como mi mujer su cuerpo pequeño no ofrecía resistencia, solo atino a decir “donde me llevas papi”, yo permanecí en silencio y me dirigí a su habitación

En esa cama dormíamos cuando ella era pequeña, pero jamás con malas intenciones, solo como padre e hija, veíamos sus caricaturas hasta que ella quede dormida yo la abrazaba para cuidarla y protegerla, crecimos solo los 2, ella era mi vida entera trabajaba y me esforzaba para que jamás le falte nada su sonrisa siempre me recordó a su madre y eso me daba fuerzas para seguir adelante cada día, pero ahora era diferente estaba acostada en mi cama con una cara de excitación pero al mismo tiempo preocupación, la mire a los ojos y solo atine a decirle “te amo mi niña hermosa yo seré el único hombre en tu vida y jamás te dejare sola”, ella sonrió y se sujetó de mi cuello para besarme, fue un beso muy apasionado y romántico, fui quitándole su pijama mientras nuestros labios no se separaban, ella permanecía con sus ojos cerrados, quedo desnuda debajo mío yo me arrodille y me quite mi polera dejando relucir mi cuerpo bien cuidado por los años de entrenamiento, sus ojos se abrieron como nunca, se quedó atónita viendo mi cuerpo y luego me saque el pantalón, mi pene estaba más duro que nunca, ella tenía pena de ver mi cuerpo, miraba a otro lado o se sonrojaba, al fin y acabo era solo una niña, había perdido la virginidad hacia unas hora y en tan poco tiempo estaba por volver a hacerlo con su padre, me acosté sobre ella y comencé a acariciar su cuerpo con mi pene, sentía su piel y ella solo respiraba agitada.

Aún era muy pequeña esa posición era difícil, debo aclarar que yo mido más o menos 1,85 y ella tan solo unos 1,30 m esos 55 cm se notaban cuando me subí sobre ella, cuando mi pene estaba en su entrada ella besaba mi pecho, además se le dificultaba aguantar todo mi peso encima, la abrace fuerte y nos di la vuelta, ahora tenia a mi niña encina mío, quería ver su carita cuando entre mi pene en ella, comencé a besarla y acariciarla, se sentó sobre mí y se acomodó, mi pene quedo en medio de sus pequeños labios vaginales y ella instintivamente comenzó a frotarse con rapidez, mi pequeña hija de 9 años desnuda frotando su inocente vagina sobre mi pene fue demasiado para mí, mis manos instintivamente agarraron sus pequeños senos, eran enormes a lado de ese infantil cuerpo y solo disfrutaba del momento, apenas estuvimos un minuto y estuve por acabar, la emoción era demasiada, sujete su cintura para que se detenga y ella por fin abrió los ojos para mirarme, la levante un poco y ella sabía que es lo que iba a venir.

Sonrió y solo se levantó un poco con mi mano agarre mi pene y lo lleve a su pequeña entrada, que rico se sentía esos labios vaginales empapados en sus fluidos, con la cabeza de mi pene empecé a frotar esa rica vagina de arriba abajo, sintiendo cada milímetro de mi hija, la sujete de la cintura y comencé a bajarla, vi como cerro sus ojos y mordía su labio mientras mi pene entraba lentamente dentro de ella, era tan ajustada pero por lo mojada que estaba entro con ligera facilidad, tuve que bajarla con un poco de fuerza hasta que sentí el fondo de su vagina, no entro todo pero me encanto sentir el fondo de su vagina, ella solo me dijo “ya papi me duele un poco está muy dentro” acaricie su mejilla con mi mano era mi hija preciosa. Empecé a sonreír de ver la carita de mi hija hermosa

• Mi niña te amo mucho
• Yo a ti papi, hazme lo mismo de hoy por favor me gustó mucho
• Hija no deberíamos saber que no está bien
• Yo quiero papi, solo quiero que tú me hagas esto y nadie mas
• Pero no está bien, soy tu padre no debo hacer esto
• Quiero hacerte feliz papi por favor hasta el amor otra vez.

Inmediatamente comenzó a chupar mi dedo pulgar que aun acariciaba su inocente rostro, eso me lleno de una lujuria incontrolable, mi mano podía sujetar toda su cintura así que la agarre con fuerza y comencé a moverla, era delgadita y muy ligera la podía mover sin dificultar cerro los ojos y unos gemidos empezaron a salir , apoyo sus manos sobre mi pech e instintivamente comenzó a subir y bajar con mi pene dentro de ella, sentir sus paredes vaginales es lo mejor, ese calorcito que me quema sentía todo húmedo ella lo disfrutaba como nunca y yo también, sus movimientos eran lentos, cuando bajaba podía ver una expresión de dolor, al parecer era muy grande para ella.

• ¿Estas bien mi amor, no te lastimo?
• Duele un poco papi, pero debo aguantar, quiero hacerte feliz
• No lo metas tan adentro mi niña te vas a lastimar
• No importa debo acostumbrarme papi, debo complacerte en todo

Escucharla decir eso despertó algo en mí y la baje con fuerza, dio un grito de dolor cuando me pene entro de repente, ella se acostó sobre mi pecho, yo me acomode y comencé a moverme rápidamente, mi pene entrada y salía de su pequeña vagina con rapidez, ella clavo sus uñas en todo mi pecho, me imaginaba como se veía esa vagina siento penetrada ella solo gritaba ya, no eran gemidos eran gritos, así que se me ocurrió algo de repente me detuve

• Hija tu harás todo lo que yo quiera para satisfacerme verdad
• Claro papi quiero complacerte en todo
• Pásame mi pantalón esta allí
• Ya papi, pero para que quieres esto no entiendo

Sin sacarse mi pene de su interior ella me lo paso y yo busque mi celular, active su cámara en grabadora de video

• Acomoda esto quiero ver como entra.
• Hay papi no sé, me da mucha pena que grabemos eso
• Pero mi amor eso me haría muy feliz, tener recuerdos de todo lo que hacemos.
• (entre risas) Enserio quieres recordar todo lo que hagamos? Me da pena…
• Claro mi niña tú también podrás ver y así tendremos bonitos recuerdos
• Ya papi todo por verte feliz

Acomodo el celular al borde de la cama, se aseguró que se grave bien, pero con el movimiento se caía, me miro con una inocencia y una sonrisa así que se levantó, acomodo el celular en una mesita que queda al frente de la cama y quedo perfecto, se subió sobre mi nuevamente y comenzamos a besarnos apasionadamente, mientras yo acariciaba esa rica vagina, con mis manos comencé a abrir su vagina para que quede bien abiertita y grabada en la cámara, luego ella se sentó nuevamente sobre y solita se acomodó mi pene y comenzó a subir y bajar, estaba aún más caliente que antes, una vagina de 9 añitos es super apretadita y la sensación es más rica que cualquier cosa del mundo, sentir como mi pene se deslizaba dentro era lo mejor, ocasionalmente ella miraba a la cámara para ver que este grabando bien, sin dejar de moverse, fueron largos minutos donde no se detuvo para nada, al final cayo rendida sobre mi pecho y solo me decía

• Papi disculpa ya no puedo más sentí rico varias veces
• Pero yo aun quiero y debes recibir la leche de papá
• ¿Como hoy al salir del colegio?
• Si mi amor mi hija debe recibir toda mi leche, si no yo estaré triste
• Mis amigas me dijeron que eso es el semen y nunca debo dejar que lo voten dentro de mi o quedare embarazada
• Todavía estas muy pequeña para embarazarte mi amor
• No me importa papi déjame todo tu semen y embarázame, quiero un hijo contigo
• Ya mi amor entonces lo hare rápido y fuerte para acabar rápido
• Como tú quieras yo aguantare por verte feliz

La sujete fuerte y la apegue sobre mí y comencé a moverme rápido y fuerte, ella tenía los ojos bien cerrados y con expresión de dolor, con su carita sobre mi pecho, yo le daba duro a mi niña, ella solo aguantaba cada arremetida, ligeramente empezó a gemir cada vez más fuerte y poco a poco sentía como esa vagina se mojaba más y mas

• Estas bien mi niña no te lastimo
• No pares por favor me gusta mucho
• Pero eres muy pequeña no aguantaras mas
• Soy tu mujer no soy tu hija aguantare todo por hacerte feliz
• Estoy por acabar
• Entonces termina dentro de mí solo no pares papi

Oírla pedir mi semen fue demasiado para mí, mi pene comenzó a palpitar como nunca yo solo se lo metí hasta el fondo lo pegue fuerte contra su útero y chorros de semen comenzaron a salir, mientras gritaba de placer por la tremenda descarga que tenía, ella solo me abrazaba fuerte, fueron como 8 chorros uno tras otro, jamás creí poder acabar tanto y mi hija los estaba recibiendo, al final quede completamente rendido con mi pene aun dentro su vagina ella se abrazó fuerte de mi pecho, yo acaricie su cabeza mientras respiraba agitado, la levante un poco y la subí para poder besarla, apenas salió mi pene escuchamos un sonido como si se destapase algo y pude sentir como chorreaba mi leche, la subí y solo bese sus pequeños labios, ella me besaba de forma inocente y tierna mientras no me soltaba en mi un momento.

Al acabar y la excitación irse, mi mente nuevamente volvió a la realidad y un poco de culpa me lleno nuevamente, pero como podía tener culpa si tenía a mi hija desnuda sobre mi ella también quería esto, era un amor puro y sincero, porque un padre y una hija no pueden tener enamorarse, porque tiene que ser mal visto, tantos pensamientos que me invadían y ella los calmo todos con unas palabras “Gracias, papi te amo mucho no quiero separarte de ti nunca”, la abrace con fuerza y al final cumplía las palabas que le dije a mi esposa, yo cuidaría a nuestra hija y sería el único hombre en su vida, acepte mi realidad, estaba enamorado de mi hija y me encargaría de hacerla muy feliz.

Así fue como ambos nos demostramos nuestro amor e iniciamos nuestra relación, ahora además de padre e hija éramos novios, cuando caminamos por la calle siempre agarraba su mano, la gente veía tierno a un padre agarrar a su hija pequeña, pero para nosotros tenía otro significado, lo hacíamos porque nos amábamos.

Y que paso con el video?, al día siguiente cuando se levantó lo vimos juntos a ella realmente le encanto y quedo sorprendida de cómo se veía su vagina llena de semen de hombre, la lleve a su colegio y en el camino ella vio el video una y otra vez, estaba excitaba y allí fue cuando descubrimos algo, dos de las mejores emociones de la vida son la excitación y la adrenalina y cuando combinas ambas tienes el mejor sexo del mundo, así que poco a poco nos volvimos adictos a la adrenalina a hacer cosas totalmente prohibidas, varias veces estuvimos al borde de ser descubiertos, nuestros corazones se agitaban, la respiración se aceleraba y el nivel de excitación aumentaba a niveles inimaginables, a pesar de que casi nos descubrían continuábamos haciendo el amor aun con más ganas, esa sensación de peligro de ser vistos no tiene comparación, pero son historias para luego, quizás les cuente las locuras que hicimos y como mi hija y yo fuimos descubriendo nuestra pasión por el exhibicionismo. Gracias por leer este relato.