PAPÁ P3DOFILO, HIJAS LUJURIOSAS ll Autor Nandincesto45
A veces la fantasía supera la realidad, vosotros juzgareis cuál es cuál. .
_ Papito, queremos dormir contigo, dijeron.
_ Listo, vengan las dos, Lucely se acomodó sobre mi brazo izquierdo, Danna sobre el derecho.
_ Papi, cuéntenos una historia, si?
_ Les voy a contar algo que me sucedió hace mucho tiempo, ustedes no habían nacido todavía.
_ Si papito cuente.
Yo conocí una niña muy hermosa de 9 años con cuerpo de mujer desarrollada, se parecía a vuestra madre pero en miniatura, sus teticas erectas con areolas hinchadas y puntiagudas, pezones grandes como de adolescente de 15 años, nalgas firmes, caderas amplias, piernas torneadas y una pasión desbordada, parecía moldeada por un dios lujurioso cuál muñeca viviente.
_ Huuuy mijitico, pero se enamoró de ella, y como se llamaba?
_ Leila, se llamaba Leila, tenía más ó menos tu estatura, el papá la había desvirgado muy niña, casi bebé.
Yo tenía 16 años, la primer vez le eche cuatro polvos, correspondidos por chorros de fluido vaginal, exagerado para una niña de tan corta edad, a pesar de su niñez sabía todos los secretos del sexo.
_ ¿Como la conociste papá? Preguntó Danna, cogiendo mi pene con su manito.
_ La cambié por su tía Sara con el papá de ella.
_ ¿Papá y la tía se dejó?
_ Si mi amor, Sara tenía 9 años, cuando la desvirgué y ya con casi 10 le gustó al papá de Leila porque no tenía nada de teticas.
_ ¿Papá, y usted vió? Preguntó Lucely.
_ No mi tesoro, pero si escuche, yo estaba follando con Leila en otra cama, habíamos puesto un biombo de por medio, Sara le suplico que no le hiciera tan duro, llorando pedía mi ayuda, hasta ése momento yo era su único violador, pero el rítmico golpeteo de la cama me dió a entender que el papá de Leila no le hizo caso, un adulto se estaba comiendo a mi hermanita a un metro de distancia, sus quejidos y luego sus gemidos se quedaron grabados en mis oídos para siempre.
Después Sara se pasó para mí cama y Leila con el papá y rematamos follando hasta el amanecer intercambiando niñas.
_ Papi, ¿y con mamá como se conocieron? Preguntó Lucely.
_ La conocí en el baile de graduación de bachiller de ella, Gloria tenía 16 años y yo 18, nos hicimos amigos, luego yo me fui a pagar servicio militar y cuando regrese fuimos novios, después nos casamos porque quedó embarazada de tí, y ahí estamos.
Hacia rato Danna me estaba acariciando el pene y yo empalmado… _ Papito, yo quiero probar la leche de hombre, dijo de repente.
_ ¡Si papi! hagamos groserías, propuso Lucely.
_ Mis amores, yo estoy cansado, que Danna intenté sacarme la leche y tú me cuentas como piensas ganarte la nintendo que te prometió Bernabé.
_ Vale papi, dijo Danna y de una vez me lo sacó y empezó a mamar.
_ Papito, yo si pienso ganarme la nintendo, pero me da miedo, me susurro Lucely mimosa acariciando mi cara con su manito cálida.
_ ¿Por qué te da miedo?
_ Es que él tambiéne me lo quiere meter y lo tiene como así de largo -abrió las manos unos 30 centímetros- y tan gordo que casi no me cupo en la boca.
_ No seas tan exagerada Lucely.
_ Créeme papá, y eso que no se pone tan duro como el tuyo.
_ ! No puede ser ¡ de todos modos ya te enseñe y si es más grande más te va a gustar.
_ Juan y Julia también se lo maman, acotó Danna y siguió mamando.
Si lo que Danna cuenta es cierto podría involucrar a mi esposa Gloria en una de nuestras fantasías, ya tenía con que chantajear a Bernabé.
_ Mi amor lo que resuelvas tiene que ser mañana ó el jueves porque el viernes llega su mamá.
_ Papito ¿usted me acompaña?
– Tesoro, mejor dígale que venga acá, yo quiero hablar con él.
_ Bueno papá, yo lo convenzo, mejor mañana por la noche, dijo Lucely besándome y acercando mi mano para que le tocara la vagina, le metí un dedo y se quejó, aún estaba adolorida por la desfloración.
Imaginando esa trama mi pene vibraba en la boquita de Danna y no se hizo esperar la eyaculación, se atoró con las primeras emisiones y las dos últimas bañaron su carita asombrada.
El miércoles por la tarde Lucely se vistió muy sensual con la ayuda de Blanquita que ya terminaba su turno de trabajo y se marchaba a su casa.
_ Papi, voy a traer a don Bernabé.
_ Si Julia está allá, dile que la traiga, le dije.
Cuando salió sentí un vacío en el estómago, una exitacion pocas veces sentida, la culminación del negocio como puta de mi hija Lucely. Mientras tanto también vestí a Danna muy sexi y le pinté los labios.
_ Está bonita tu casa, dijo Bernabé al llegar de la mano de Lucely.
_ Papá, Julia no estaba.
_ Vale mi amor, vete al cuarto con Danna, ahora te llamo. Fuí a la cocina y preparé un par de tragos.
_ !Salud ¡
_ !Salud ¡
_ Bernabé, ¿qué le dijo Lucely para que aceptará venir?
_ Es que yo…. yo tengo… que… dudaba…que..
– Mire Bernabé, yo se lo que ocurrió con Lucely y más o menos lo que haces con tus nietos, entre pedófilos nos entendemos, a las niñas no se les hará nada que ellas no quieran. Pero tú misión es follarte a Gloria.
Me miró asombrado como si no se lo pudiera creer.
_ Tú esposa es muy hermosa y no está a mi alcance, dijo tomándose un trago y agrego: hace tiempo no estoy con mujer.
_ Pero… a Lucely le metiste un dedo.
_ Porque ella quiso, es una niña muy ardiente, se nota que ya la han calentado.
_ ¿Y porqué no has estado con mujer?
_ Se murió mi hermana que fué mi compañera y amante desde niños, Gabriel es mi hijo y sobrino, por eso me entretengo con niñas, soy especialista en mamarles la panochita y meterles la lengua, les pago para que me hagan una mamada, a veces no les cabe ni en la boca como a mi nieta Julia, si no fuera por Juan estaría jodido.
_ Tomemos otro trago, de Gloria me encargo yo, tu convenciste a mi hija mayor con un regalo, te propongo que la goces y tú me dejas con Julia, yo se que la has dediado.
_ Listo, contestó sin vacilar y excitado.
Llamé a Danna y le dije a Bernabé: _ se que deseas a esta muñeca preciosa, ya verás porque tiene ése algo que cautiva.
_ Miauuu, le murmuré al oído,Danna miró a Bernabé y luego a mí, inquieta por la contraseña secreta delante de un extraño.
_ Papito, ¿él también puede meterme el dedo? Susurro en mi oído tapándose la boquita y mirándolo a él.
_ Si quieres sí hija, pero primero muéstranos la panochita.
_ Si señor, contestó inocente y sumisa quitándose la braguita.
La cargué en mi regazo y le abrí las piernitas, Bernabé se asombro al ver su vagina grande y gorda, se la acaricié como un gatito de peluche, mi dedo se profundizó en su rajita casi perdiéndose, la recorrí desde el ano hasta encontrar su clítoris que adquirió rigidez bajo mis ágiles dedos y que sobresalió como un capullo vibrando y arrancando su primer gemido, recostó su cabecita en mí hombro con los ojitos adormecidos y la carita llena de placer sintiendo mi dedo entrar hasta el fondo.
Bernabé a una señal mía me la recibió en sus brazos. Ver a mi niña de 6 años y medio manoseada por un adulto de 70 me despertó los más depravados instintos sexuales y el desenfreno se apoderó de mí.
Dejé a Danna entretenida con las caricias de Bernabé y fuí por Lucely
_ Amor, le hable cariñosamente apretando su chochita, pintese los labios de rojo. La ví tan bella con la mini de boleros, el top azul y las sandalias de tacón que no me aguante y la folle eyaculando rápido dentro de ella para que estuviera bien lubricada.
_ Papi, pero voy sin bragas, no sea que se quede con ellas.
_ Mejor aún tesorito, si quieres te dejas meter un dedo primero.
_ Vale papi, pero no me dejes sola. La traje cogida de la mano, Bernabé tan pronto la vió con los labios color carmín le brillaron los ojos de lujuria.
Le recibí a Danna y le entregué a Lucely que se quedó de pie frente a el meneando la cadera y como al descuido levantó la falda para que viera su vulva tentadora que le ofrecía apetitosa y fácil con coquetería infantil.
Yo me senté en otro sofá con Danna sobre mis piernas, su espalda contra mi estómago para que viera lo que iba a suceder entre Bernabé y su hermana.
_ Papito, don Bernabé me mamo las tetas, me metió un dedo y me hizo orinar, dijo Danna.
Mis depravaciones se estaban cumpliendo, mis hijas eran mis compinches. Se aceleró mi corazón cuando la mano de Bernabé subió por los muslos de mi hija y se perdió bajo la minifalda, Lucely abrió las piernas y sacó el culito para atrás, supe que le estaba metiendo un dedo, su carita cambió, imaginé que le estaba agarrando el clítoris, me miró pidiendo autorización y le dijo con zalamería:
_ Quitese la ropa para que me lo pueda meter más fácil y le dió un beso en los labios dejándole una mancha de carmín. Esa actitud de Lucely colmó todas mis pasiones, el miembro erecto me dolió entre el boxer y le di libertad retirando un poco a Danna.
_ ¡Papá! ¡tienes el chilingo muy duro!
_ Si hija, juega con el. Estaba más concentrado en lo que le hacían a Lucely, que en la sorpresa de Danna.
Bernabé accedió a la petición sexual y se desnudó y se desnudo, ahora el sorprendido era yo, mi hija tenía razón, su verga aunque no tan exagerada si era grande como decía Lucely, unos 24 centímetros curvo hacía arriba.
_ Metamelo ya, le dijo mi hija queriendo salir del compromiso rápido. Él la acomodó en el brazo del sofá con las piernas colgando, puso su vergón en la rajita con intención de penetrarla de una.
_ Noooo, yo le dije que pasito, su pene no me cabe, grito asustada.
_ Tranquila mamita linda, si no quiere no la voy a obligar, pero acuérdese del trato que hicimos por la nintendo.
Lucely me miró como preguntando ¿ Que hago papá ? Con la cabeza le respondí que si.
El primer intento fué vano, porque cuando empujó la niña por instinto cerró las piernas, al segundo empujón se le resbaló hacía el estómago, al tercero tampoco pudo. Los rosados pliegues del estrecho orificio querían resistir todas las tentativas de penetración en la infantil gruta.
Yo a la expectativa estaba a punto de correrme viendo la desigual lucha, me percaté que Danna también miraba absorta la violación de su hermana con mi pene saliendo entre sus muslos, lo cogió como una palanca de cambios y lo apretó contra su rajita, yo masajeando sus teticas con las dos manos.
El momento que supe que Bernabé iba a lograr la violación fue cuando Lucely cogió el machín con su manita y arrugando el prepucio hacía atrás encajo el glande en su rajita mojada por los grumos de mi semen.
El viejo empujó una vez y metió la punta,la niña abrió sus grandes ojos asombrada, pero noté placer cuándo se sintió ensartada, en el siguiente empujón entro hasta su himen roto por mí un día antes. Con sus manitos se agarró como pudo del sofá, Bernabé observando su carita iba profundizando según sus gestos, suave si le notaba dolor, fuerte si placer, mi hija con los labios apretados pujaba al recibir cada envión.
Menos mal Bernabé no era un hombre impulsivo ni desaforado y se impuso un límite en la penetración, consiente de su dote le metía solo unos 18 centímetros hasta donde comenzaba la curvatura mezclando el goce y el dolor de mi hija en un remolino de pasión.
Por la punta de mi pene brotó precum viendo ese machín abriendo su carne al entrar y al salir arrastrar la telita de sus pliegues vaginales adherida a sus venas hinchadas, imaginé su gruta completamente llena y el hueco que le iba a quedar cuando se lo sacará del todo.
Entonces la lujuria me cegó, tenía a Danna pati abierta sobre mi pelvis, le hice agachar el cuerpo sobre mis rodillas, la visión de la ranura entre nalgas me impacto, coloque mi pene en la hendidura escondida al pie de su monte de venus y con la ayuda de mis manos en sus nalguitas la bajé, sentí que entró traspasando su delicada rosa infantil, los latidos de su corazón eran correspondidos por los espasmos de mi ariete. Escuchando un orgasmo de Lucely seguí follando a Danna, arriba abajo, mete y saca, disfrutando de las mieles del incesto se lo hundí todo quedando mi pene prisionero de su cálida y estrecha gruta dando la sensación de que me lo mamaba en cada espasmo.
No aguanté más y me descargue en un estado próximo a la locura y casi enseguida Danna tensó su cuerpecito y su pelvis se levantó por tres segundos y se dejó caer en un solo temblor, sus labios vaginales me apretaron y su boca grito: RICOOOOO PAPITOOOO, se fué relajando abrazada a mis piernas al mismo ritmo que mi verga se apaciguaba.
Presté atención a Lucely,también estaba gozando, la uretra de Bernabé se inflamó, casi se veía correr el semen hacia la matriz de mi hija, luego con un empujón desenfrenado lo metió todo, HAAAAAA…SIIIIIIII…ASÍIII… MAS …MAAAAAS…ASÍIIIIIIIIII….. DUROOOOOO, grito mi hija. Música para mis oídos eran sus desenfrenos lujuriosos.
Luego un estertor ronco de hombre se mezcló con un gemido infantil de niña satisfecha o mujer bien follada.
La calma llegó, con sus cuerpos desmayados y sudorosos termino la violación.
_ Si quieres puedes echarle otro polvo, le dije a Bernabé.
_ No, a mi edad solo me alcanza para uno, podría intentarlo pero me demoraría mucho.
_ ¿ Te gustó ?
_ Nunca creí que a mis años fuera a tener una experiencia tan maravillosa, gracias.
_ Papá, me llevas para mí cama, me pidió Lucely aún extasiada. Despegue a Danna de mi pene y la abrase con mi mano izquierda y con la derecha levanté a Lucely y las llevé a su alcoba.
_ ¿Les gustó mis tesoros? Pregunté trayendo una toalla para limpiarlas.
_ Papito es lo mejor que he sentido, así sentí la leche caliente más adentro, dijo Danna.
_ A mi me encantó, pero quedé agotada, dijo Lucely, cuando la estaba limpiando, por el hueco aún sin cerrar mana semen tintado de sangre, señal clara de una segunda desfloración.
_ Niñas, que lo que hemos hecho sea un secreto, después le contamos a su mamá, yo les digo cuando. Mañana, mejor dicho hoy jueves no las voy a mandar a la escuela.
_ Así aprovecho y voy por la nintendo, contestó Lucely.
_ Papito, yo tambien voy porque a mí me prometió una muñeca cuando me metió el dedo.
_ No mi amor, si es por la muñeca yo te la compro.
_ Vale papito, MUUACH.
Las dejé en su alcoba para atender a Bernabé, preparé otros dos tragos
_ Bueno, aliste maleta que el sábado nos vamos para la finca, llevas a Julia.
_ Tendré que llevar a Juan también.
Hice cuentas: mi esposa y yo adelante, Bernabé atrás con las tres niñas y ahora Juan, tendrá que llevar a alguien cargado.
_ Rafael, me despido ya, tengo que madrugar, gracias por todo.
Nos levantamos tarde, Blanquita preparo el desayuno y vistió a las niñas. Lucely se fué a recoger la nintendo y se demoró mucho, la ví llegar excitada, en sus ojos descubrí que había follado de nuevo.
El viernes en la tarde llegó mi esposa,disfrutando de un buen sexo le comenté que le había conseguido una cita con un amigo de pene grande pero no le dije nada de lo que había pasado con las niñas, la follada que tuvimos fue esplendorosa imaginando ésa nueva fantasía.
El viaje a la finca transcurrió normal, Bernabé llevó a Julia en sus piernas, Lucely, Danna y Juan iban felices cantando, yo conduciendo y mi esposa Gloria pensativa. Cuando llegamos, Gloria distribuyo las habitaciones, la de huéspedes para Bernabé, a las niñas las acomodo en un solo cuarto con dos camarotes, a Juan en la alcoba pequeña y ella y yo en nuestra alcoba. Me fui con los niños a dar un paseo, Gloria y Bernabé se quedaron haciendo el almuerzo; disculpa sutil que idee para dejarlos solos.
Luego pasamos la tarde en la piscina, Gloria estaba feliz, imaginé que la follada de más de dos horas con Bernabé la había dejado satisfecha, mis hijas trataban de aparentar inocencia que no tenían.
Julia era preciosa, menudita de cuerpo, así con solo las braguitas no aparentaba los casi 6 años que tenía, su carita era un manojo de malicia picarona, su abuelo le había explicado que yo la iba a acariciar y trataba de estar cerca de mi para que le enseñará a nadar y yo luchando por controlar la erección que me poseyó cuando con una mano en su pecho y la otra apretando su chochita la puse a chapotear en el agua.
En la noche cenamos y jugamos parques un rato, acostamos a las niñas,Gloria, Bernabé y yo nos tomamos unos tragos, luego según lo convenido Gloria se llevó a Bernabé para la alcoba de huéspedes, yo fui por Julia que ya estaba dormida y me la llevé para la mía, la desperté con besos y caricias, la desnudé deleitando mis ojos en su minigruta y calculando si le cabría mí pene, la niña no mostraba temor alguno, al contrario me hizo una mamada de profesional pero no eyacule,quería tener mi verga bien tiesa para el momento de la desfloración.
Como les dije, examine sus pétalos vaginales y no eran rosaditos al pregúntale porqué me dijo: Es que mi abuelito Bernabé ha bregado a metérmelo pero no a podido, solo me aporrea con el pipí hasta que le sale leche.
_ ¿Y te gusta?
_ Si, porque siento muy bueno, contestó inocentemente.
El momento era sumamente erótico para mis lujuriosos instintos, tenía a una niña de menos de 6 años, con las piernitas abiertas esperando a ser penetrada, le excite su pequeño clítoris con la lengua tiesa, sus caderitas se mecian con temblores lujuriosos, su boquita abierta jadeaba como una perrita con sed, un momento que su cuerpito se tensó tratando de levantar la espalda con un jadeo detenido en la garganta por cinco segundos, luego estalló el gemido y se orinó, quedó desmayadita agarrada a mis cabellos.
En el momento que la estaba lubricando con vaselina escuché los gemidos de mí esposa en la habitación contigua, me henardeci, mí verga casó en la entrada, con palpitaciones se fue abriendo camino entre paredes angostas, Julia se quejaba, rompí su virgo ó lo que quedaba de el, lloró y suplico lastimeramente:
_ Don Rafaeeel, hágame… pasito… que su pipí es más gordo que el dedo de mi abuelo.
Le hice caso por un momento, pero al escuchar a mi esposa disfrutando continúe, la niña se acopló a mi pene… era hermosa la cadencia de su respiración en el mete y saca, yo jadeaba y resollaba encima de ella, sudoroso no aguanté más y me corrí en su infantil matriz. Después de un descanso la volví a penetrar y ahí si le entró todo, pero éste semen se lo di en la boquita.
Quería seguir para el tercer polvo pero llegó mi esposa, no dijo nada, solo me ayudó a asear a la niña y la llevó al cuarto donde dormían nuestras hijas.
Al otro día, a la hora de la siesta, Bernabé se follo a Lucely, Juan y Danna hicieron groserías y mi esposa Gloria y yo hicimos un trío con Julia. Penetre a la niña para cumplir la fantasía de Gloria que consistía en comerse mi semen brotando de otra vagina, en este caso de una mini vagina.
Así comenzó la vorágine de incesto y pedofilia que dio como resultado el que Danna mi hija menor quedara embarazada a los 11 años y medio, mejor dicho, un mes después de su primera menstruación.
Lucely mi hija mayor, también quedó preñada al mismo tiempo, pero ella ya tenía 13 años, nunca supe si era mío ó de un amigo que se consiguió de 43 años.
Para colmo, Gloria mi esposa, lucía una hermosa barriga del primer hijo varón que nos llegaba.
Imaginad mís peripecias lidiando con tres mujeres embarazadas en la casa,porque bien exigentes si se vuelven.
Pero éso fué lo que me busqué y soy felíz.
Me encantan estas historias con niñas pequeñas, sigue contando, y si es posible agrega historia con bbs.
Precisamente, a mí hija-nieta Áranxa de 3 años ya la estoy preparando. Gracias por tu comentario.
Hubiera sido genial que todo se haya quedado en familia, sin la participación de terceros. El padre disfrutando de su esposa e hijas, quedando embarazadas, sin necesidad de que entren viejos a beneficiarse de su naturaleza ninfómana.