Pecado mortal 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ya el sentimiento de culpa, ese remordimiento moral que sentía hacia mi hija por acostarme con su esposo, habían desaparecido por completo, sabía que era "la otra", la que hacía y de dejaba hacer todo lo que a mi yerno se le ocurría, cosas que no hacía con su esposa, las hacía conmigo, él cumplía todas sus fantasías conmigo, su amante, su suegra.
De tenderme acostada en la bañera y orinarme todo el cuerpo, la cara, hasta salir los dos en el carro, y dejarme tomar fotos desnuda en algún parque, dejar que me grabe mamando su verga y mostrar mi boca llena de su leche y seguir grabando de como me la tragaba.
Realmente hasta yo estaba sorprendida de hacer lo que hacía, lo que me dejaba hacer, pero la verdad, que realmente disfrutaba mucho esas nuevas experiencias, jamás en mi vida las había echo, pero mi yerno me llevó de la mano al lado oscuro del sexo, y yo fui, me deje llevar, y aquí estoy, siempre dispuesta a hacer lo que Camilo quiera que haga.
Siempre que estamos solos en casa, mi yerno y yo, siempre estamos desnudos, me cacha donde él quiere, en la cocina, en el salón, una tarde me cacho por el chiquito en el balcón, yo estaba desnuda, apoyada contra la baranda, sacando mi cola para atrás y mi yerno metiendo y sacando su verga de mi chiquito, haciendo que mis tetas a cada embestida que me daba en el ano para meter su verga, golpeaban contra la baranda, nunca supe si algún vecino nos ha visto cachar ya que no tenemos ningún reparo en hacerlo.
Una tarde aparece con una caja y me la da a escondidas de su esposa, yo no sabía que era, pero la guarde en mi dormitorio sin que mi hija se diera cuenta, a la noche cuando la abro, era un consolador, ni grande ni chico, de tamaño medio, tal vez un poco mas corto que la verga de mi yerno, pero si un poco mas grueso, "que me querrá hacer este demonio", pensaba sonriendo, mirando el aparato que me había dado.
Como a los dos días que me había regalado eso, veo que no había ido al trabajo, me fijé que no estuviera mi hija, ya que estaba la taza de su desayuno dentro del lavaplatos, y fui a su habitación, escuchando como dormía Camilo, su respiración profunda, relajada, yo me quité toda la ropa, y desnuda me metí en su cama, abrazando a mi yerno, pegando mis tetas a su cuerpo, "buenos días suegra, como estás?", me dijo, besando mis labios y acariciando mis nalgas, "buen día Camilo", le dije, besando sus labios, pasando mis tetas por su cara, mi mano acariciaba su verga, "estas mimosa?", me dijo Camilo, quitándose el calzoncillo, dejando que le acaricie la verga sin nada de ropa, notando como lentamente se le iba poniendo dura.
Yo dejé de besarlo y lentamente bajé mi cabeza dentro de las sábanas y le empecé a mamar la verga, escuchando como suspiraba fuerte, como gemía y retorcía su cuerpo, a medida que lamía y mamaba su verga, "oye, y eso que me diste, para que lo quieres?", le dije dándole lamidas en todo el tronco de su verga, "es para que tú y yo juguemos", me dijo, acariciando mis tetas.
"Ve y tráelo, así jugamos un rato", me dijo, yo me levante, no sin antes darle un beso en la cabeza de su verga y fui a buscar la caja con el consolador que tenía dentro, "a ver que nuevas cosas me quieres hacer?", le dije, sonriendo, con el aparato ese en mi mano y lo pasaba insinuante en mis labios, "ven, acuéstate a mi lado y mama mi verga mientras te meto esto en la cuca", me dijo, estirando su mano y agarrando el consolador, yo corrí el prepucio, dejando la cabeza totalmente al descubierto, me puse a su costado, abriendo mis piernas y metiendo su verga en mi boca, dejando que mi yerno me empiece a meter el consolador en la cuca, era una sensación extraña, era de latex, se sentía igual que la verga, pero bueno, será hasta que me acostumbre, me decía a mi misma mientras mamaba la verga de mi yerno y sentía como movía el consolador dentro de mi cuca.
Estaba excitada, pero no por el chisme ese, era por lo nuevo que me hacía vivir mi yerno, jamás había usado nada de eso, siempre use mis dedos, "suegra, ponte en cuatro", me dijo, sacando el juguete de mi cuca, yo lo miré y me puse como me dijo, siento que me empieza a lubricar el chiquito, a meter sus dedos en mi cola y acomoda el consolador, haciendo fuerza y me hace gemir cuando siento que me lo estaba metiendo en la cola, despacio, pero lo iba metiendo sin dificultad ninguna, hasta que ese juguete tiene un tope y siento el tope en mi ano, lo mueve en círculos, yo como siempre estaba entregada a sus deseos sexuales, siento que lo deja quieto y acomoda su verga en mi cuca, "por los dos lados a la vez?", le pregunté sorprendida, "si", me dijo, empezando a meter su verga en mi cuca, haciendo que gima con verdadero placer, la sentía entrar, sentía como por dentro mío se rozaban su verga con el juguete y eso me daba un placer extraño, pero muy agradable.
Yo estaba en cuatro patas, sintiendo como mi yerno movía el juguete con su mano dentro de mi cola, y movía su verga dentro de mi cuca, "haaaaa, que cosas me haces, pero como me haces disfrutar", le dije, bajando mas mi cuerpo, haciendo que mi cola se levante mas y en esa pose, su verga entraba más adentro de mi cuca, "estas son cosas que tu hija nunca quiere hacer, nunca quiere jugar así", me decía, cachando mis dos agujeros, "que tonta, lo que se pierde, pero sabes que me tienes a mi para hacerme lo que tú quieras", le dije, mordiendo la almohada, disfrutando de como mi yerno me estaba cachando.
Camilo saca el juguete de mi chiquito y su verga de mi cuca, haciendo que gire mi cara y vea que me quería hacer ahora, pero lo único que hizo fue cambiar de lugar las cosas, siento como ahora metía el juguete en mi cuca y su verga en mi chiquito, yo pasé mi mano por debajo mío, agarrando el juguete y mientras él me cachaba la cola, yo movía el juguete dentro de mi cuca, gimiendo y gimiendo los dos, "me matas con tus cosas Camilo", le dije, moviendo a mi gusto el juguete en mi cuca y mi yerno movía su verga a su gusto dentro de mi cola, "ojala tu hija fuera como tú, apenas me deja que la cache por la cola de vez en cuando, es muy sosa en la cama", me decía, agarrando mi cintura y moviendo su verga con verdaderas ganas en mi chiquito, "para eso esta tu suegra, para darte placer", le dije, moviendo y moviendo ese juguete dentro de mi cuca, que la sentía mojada, muy mojada, quería venirme, estaba a punto de caramelo para venirme con todo este juego, las embestidas que me daba Camilo con su verga en la cola, hacían que mis tetas se desboquen y se muevan para todos lados, "Camilo, me voy a venir", le gritaba, desesperada, gritaba, metiendo y sacando el juguete de mi cuca, mi yerno saca su verga de mi cola, y se pone delante mio, y la mete en mi boca, agarrando mi cabeza y metiendo y sacando su verga, parecía que me estaba cogiendo por la boca, hasta que yo misma me meto el juguete bien adentro de mi cuca, explotando en un tremendo orgasmo, apretando mis piernas, contrayendo todos los músculos de mi cintura para abajo, mis piernas, mi chiquito, me estaba viniendo con el juguete bien adentro de mi cuca, y Camilo, gimiendo fuerte y agarrando mi cabeza siento como su verga empieza a venirse, a llenar mi boca con su leche de verga, que yo al sentir eso, le mamaba mas fuerte su verga, daba fuertes chupadas para adentro, quería sacarle toda la leche, dejar sus huevos vacíos de leche con mi boca, mamaba y tragaba, mamaba y seguía tragando esa deliciosa leche que tiene mi yerno.
Quedé extenuada, satisfecha, saque lentamente el juguete de mi cuca, y me quedé lamiendo la verga de Camilo, "como mi hija puede desperdiciar a un macho como tú", le dije, dándole besos en la cabeza de su verga, dejando que Camilo se acueste y yo me acosté a su lado, tratando de recuperar el aliento de como habíamos cachado.
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