Pedía monedas y por un dinerillo extra obtuve sexo del bueno
Invierno, día lluvioso y frío, regresaba del trabajo a casa en mi camioneta. Me detengo en un semáforo y se me acerca una niña con la intención de solicitar unas monedas. Cuando le presto atención veo lo bien formada que está, y lo linda que es. Y su sonrisa me animó a hacerle una serie de preguntas.
Esta belleza de chiquilla se veía a lo lejos que es de origen muy humilde, casi se podía entrever que estaba mal alimentada, bastante flaca. Pero así y todo su cuerpecito era armonioso, sus ojos achinados me sedujeron, y cuando habló, su voz cantarina me alegró la tarde. Le pregunté su nombre y me responde me dicen «Kiki». No sé por qué pero primero me dió mucha pena verla pidiendo monedas. Y me apiadé de ella. Estacioné la camioneta pasando el semáforo y la llamé a la distancia. Ella vino corriendo. Entablamos una conversación, yo desde adentro y ella paradita al lado de la ventanilla, cuando me dí cuenta de que estaba mojándose con la llovizna. La invité a subir, primero medio no se animaba, pero luego ante mi insistencia, dio la vuelta y se subió. Subi la calefacción para calmar un poco su frío. Le pregunté donde vivía, me explicó que en un barrio muy pobre en las afueras de la ciudad. Que venía a pedir monedas por que eso le permitía a su madre y a ella comer algo cada día. Entró rápidamente en confianza, luego ya se reía ante mis comentarios y ocurrencias. Yo trataba de alegrarla, pero sinceramente me sentía atraído por esa niña. Cuando me dijo su edad me sorprendió, solamente tenía 10 años. Pero su cuerpo aparentaba ser de 12 o 13. Sus pechitos ya apuntaban a ser muy generosos, y sus piernas rellenas a pesar de ser flaca, terminaban en un hermoso par de glúteos. Y su boca, de labios generosos cuando reía mostraba un juego de dientes blancos y limpios. Todo eso me fue excitando, yo a mis 22 años suelo tener sexo bastante seguido, pero ahora hacía una semana que me había peleado con mi novia y estaba algo necesitado de una buena sesión. Kiki seguía hablando, de repente le pregunto si tenía novio, a lo que respondió que ahora no, pero había tenido. Le pregunté con doble intención que cosas había hecho con su novio, si se besaban, si la había tocado. Ella contestaba todo con mucha franqueza, lo que me animó a preguntarle si había tenido sexo con El. Me dijo que solo una vez le había chupado la verga, pero que rápidamente el le llenó la boca de leche. Y otra vez el trató de meterle la pija por el culito, pero como le dolía mucho no pudo. Y luego se pelearon. Le pregunté si estaba dispuesta a ganar buena plata. Cuando le dije eso le brillaron los ojitos, y enseguida me preguntó que cuanta plata. Yo pensé que era mi día de suerte, por pocos pesos tendría la posibilidad de cogerme a una nena virgen. Le ofrecí $1000 si me chupaba la pija y se tomaba la leche, $ 3000 si me dejaba metérsela por el culito y $5000 si me dejaba cogerla por todos lados. Se quedó pensativa por un rato, y se ve que se decidió, es que para mi esa plata no era nada pero para ella, era un montón de dinero. Levantó la cabeza, me miró directo a los ojos y me dice que acepta pero no quiere que la lastime. Ya que nunca la habían cogido. Le prometí que no le haría daño, y que cuando ella quisiera podíamos parar. Marche el vehículo y fuimos derecho a una plaza cercana que conozco, que siempre está a oscuras y donde se puede estacionar sin que nadie moleste. Recliné los asientos traseros hacia adelante dejando una buena plataforma donde acostarnos. La hice subirse atrás y comenzamos a desnudarnos, ella un poco reticente pero al ver que yo estaba ya sin ropa se la sacó por que necesitaba ese dinero, con el comería muchos días. Al desnudarse pude observar ese hermoso cuerpo, perfecto para esta niña, sus pechos florecientes, su pubis apenas con una pelusita, su vagina de labios gruesos y gorditos era pequeña, y su culito era genial. Saqué de la guantera una crema que suelo ponerme en las manos cuando hago tareas pesadas para lubricarlas, es bastante aceitosa. Serviría para mis propósitos. Se aproximó a mí y la abracé, me puse de espaldas y ella se subió a caballito, para esto ya mi verga estaba prácticamente erecta, ella la observó detenidamente, es una pija normal, 18 x 6cms, nada descomunal. Algo cabezona, eso sí. Por lo demás, normalita. La tomó en sus manos, la miró y finalmente la tomó entre sus carnosos labios, entró cabeza y parte del tronco, rápidamente mi poronga se puso como un tronco de dura. Kiki no se amilanó, es más, arrancó con ganas a mamarme la verga y a pajearme, y lo hacía muy bien, me estaba dando mucho placer, pero yo no quería terminar rápido y la frené un poco, ella preguntó si no me gustaba como lo hacía. Y era al revés, me gustaba demasiado. La bajé de arriba mío, la recosté de espaldas y abriendo sus piernitas como una rana, inicié una chupada de concha genial, al principio estaba algo sorprendida pero enseguida le agarró el gusto y me tironeaba del pelo como queriendo meterme dentro de su conchita. Pasado unos minutos la di vuelta, la puse de perrito y tomando la crema le unté bastante en sus labios vaginales, en mi verga y de paso en su culito, unté crema y le metí el dedo pulgar, es cierto que su culito es estrecho, pero aceptó el dedo lubricado sin mucho problema. Ese era el camino, unté más crema en su culo, y tomándola por la cintura apoyé el glande entre sus labios vaginales y empecé a entrar lentamente en su conchita, se quejó un poco, pero no dijo nada, seguí penetrándola hasta toparme con su himen, le dije que le dolería un poquito pero que pasaría, si ella quería, parábamos ahí. Me dijo que siguiera, y le hice caso, empujé fuerte, perforé su virgo y se la enterré hasta el fondo. Ella dió un gritito, y cayo de panza al piso de la camioneta, yo me fui con ella, con lo que la emperné más adentro todavía, así como estaba la inicié en la serruchada de adentro afuera, pronto ya se la sacaba toda y se la metía hasta los testículos, ella no decía nada, solo suspiraba, su conchita era un volcán de caliente, estaba bien excitada ya que su concha resumía jugos por doquier, mi verga resbalaba sin problemas, mientras tanto seguía metiendo dedos en su culito, le entraron dos dedos sin problema, ella seguía dócil, sin sacarle la verga me arrodillé con ella pegada a mi panza, me adueñe de sus tetitas, mientras le cogía la concha con ganas, y sin aviso comenzó a gemir y a temblar, me dice, me meo, me meo y derramó sus jugos por alrededor de mi verga, sus piernas quedaron encharcadas entre la sangre de su virgo, y la acabada. La percuté un poco más, le saqué la verga, la hice arrodillar con la cabeza apoyada en el asiento delantero, y volví a untar crema en mi verga y en su culo, le avisé, ahora Kiki te vas a ganar toda la plata. Y sin más preámbulos le metí la cabeza en su esfínter, costó un poquito pero entró toda la cabezota, y detrás medio tronco, ella gimió, se quiso zafar, pero ya la tenía adentro, solo fue empujar lento pero sostenido y terminó con los 18×6 dentro de su culo. Apretaba como los demonios, pero parecía aterciopelado, latía y pulsaba como si una mano apretara mi pija. La verdad que el placer que esta nena me estaba brindando bien valía el dinero que le iba a pagar. Y la cogí por espacio de unos 10 minutos y no podía acabar al estar tan apretada mi verga. Finalmente decidí que le acabaría en la boca, se la saqué, se la puse nuevamente entre los labios y le pedí que chupe hasta tomarse toda la lefa. Obediente se tragó la mitad de la verga, ya pronto se la metía hasta la garganta y y finalmente le llené la boca con una tremenda acabada que casi la atoró, pero se trago todo. La dejó limpita con la lengua y sonriendo me dice, bueno, creo que me gané la plata. Yo sin dudarlo saqué los billetes y se los dí. Ella sonriendo me dice, si Ud. quiere alguna otra vez podemos repetir. Y comenzó a vestirse. Le ofrecí llevarla hasta su casa, accedió pero solo hasta dos cuadras, para que no la vieran llegar en la camioneta. Quedamos que el martes que viene, pasaré a la misma hora por ese semáforo, y que si ella está, podrá ganarse unos buenos pesos. Me confirmó que me esperará. Hoy es martes nuevamente, son las cuatro de la tarde y no veo la hora de salir del trabajo esperando encontrar a Kiki en el semáforo.
Ricoooo sigue contando como te la seguias cogiendo
Esa pequeña puede darte mucho mas👍
Me gustó mucho tu relato, ojalá pronto escribas que más a pasado.👍🏼