Pequeña y Caliente X.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
Le doy continuidad al capítulo IX.
Llegó el sábado mencionado, para ir a comer con el señor taxista y a la hora convenida, pasó por mí, tomamos un par de horas, por la carretera, hasta llegar a un lugarcito muy bello denominado Catemaco, y a la orilla de la laguna estacionó su vehículo y tomamos una lanchita que nos llevó a un lugar de cascadas con mucha vegetación, dentro de una pequeña isla, ahí comimos unas ordenes opíparas de mariscos y tomamos unas cervezas, ya que hacía mucho calor, le ordenó a un grupo de guitarristas que mientras comíamos, me cantaran una tanda de canciones de tríos y música regional de ese lugar, una vez, que habíamos concluido nuestros alimentos y la música terminó, me invitó a caminar a la orilla del río. . .
Hasta llevarme a la cascada que estaba al fondo, y me platicó de las bellezas naturales de ese lugar, pero a la vez me dijo, que ninguna belleza exuberante de ese lugar, se comparaba conmigo, ya que me dijo que era muy bella, ya que para esa ocasión, pues me recogí el cabello en una cola de caballo, como la muñeca Barbie y me puse una blusita algo escotada, pero no mostraba mis meloncitos mucho, y una faldita de mezclilla que al sentarme se me subía arriba de media pierna y unas zapatillas altas, nota: (no de taibolera), pero sí algo altas, bueno me veía bien y a mi espalda una bolsa, como la de “dora la exploradora”, pero de piel negra, bueno estábamos platicando cerca de la caída de la cascada, y sentados en unas piedras, acomodadas por los lugareños, como bancas, el señor, posó su mano en la mía, y pues, quise quitarla, pero deje, a que la de él la tuviera encima de la mía. . .
Y me veía mis piernas, que no son blancas o güeras, son morenas claras, pero bien firmes y sin nada de bellos, “lisitas”, en eso me dice, hasta que horas puedes llegar de regreso a casa, le dije, que no se preocupara por la hora, que no había quien me esté esperando, como no había gente a nuestro alrededor y lejos de ojos extraños, se me hincó y se puso entre mis piernas, me besó mi manita y bajó su cabeza y me dio una serie de besitos en caminito hacía arriba, comenzando por mis pies, en mis pantorrillas, me chupaba mis rodillas y fue subiendo a mis piernas, hasta que sentí sus labios posarse en lo gordito de mi cosita, la cual me besó encima de mi panty, y me hacía sentir cosquillitas, en eso se oyen unos pasos de una familia que venía a tomarse fotos en la cascada y se acomodó en la piedra y yo me bajé mi faldita que me deje, que él me la subiera por el frente, para besarme mi “gordita”, bueno, pues me tomó de la mano, e hizo levantarme y regresar a tomar una lancha, para el regreso, ya una vez en el auto tomamos carretera otra vez, de regreso a casa, pero me dijo . . .
Tocándome mi pierna izquierda, oye tengo ganas de orinar, me voy a meter a un camino que está allá adelante, para hacer, le dije bueno, se metió a un caminito lleno de árboles y mucha vegetación, en eso paró y se bajó atrás de un árbol a hacer su necesidad, y yo me sentía húmeda de mi partecita y me revisé, mientras él hacía lo suyo, y metí mi manita y me sentí muy mojada, ya que mis deditos salieron con la babita de mis fluidos y como no tría con que limpiarme, lo hice encima de mi “gordita”, en la pantaletita, cuando llegó de vuelta y me dijo, que ya estaba listo, pero en lugar de retornar a la carretera, se fue de frente, y pues, yo por la prisa, no me bajé bien del frente mi faldita, se me veía mi abultadita cosita, la cual el miraba por el retrovisor, ¡¡¡ que no vi a qué horas lo bajó !!! en dirección a mis piernas y claro se me veía toda, en eso le miro de reojo hacía la bragueta de su pantalón y lleva su miembro bien erecto, y me dice, ¿ que sí se manejar ?, y le digo que no, pues me dice, ¿ te gustaría aprender?, talvez le contesté, ¡¡ ven te enseñó y me jaló a su asiento !!, bien pegada a su pierna derecha, con la mía izquierda, pero pasé antes por el lomo de entre los dos asientos y mi pierna derecha quedo para mi lugar y la izquierda para el asiento de él, y pues se me subió la faldita, hasta medio tapar mi zona intima, en eso avanzaba el vehículo y el brazo derecho del señor, me rodeo de mi cintura y me jaló más hacia él, yo sólo meneaba el volante, pero en eso, echó el asiento para atrás e hizo que subiera mi pierna izquierda encima de la derecha de él, y el brazo que rodeaba mi cintura la fue bajando de a poco. . .
Hasta que sentí, que me acariciaba mi ”bollito”, por encimita, y me estaba excitando mucho, y como un flash, recordé a mi tío político en su auto, cuando fue por mí, al rancho y me hizo muy rico, pero en ese tiempo era una niña de casi 11 años, pero ya mojaba mis calzones a esa edad, bueno me salí un poquito, y ¿no sé qué sería?, pero me sentía muy excitada, yo creo por lo recordado y por el manoseo de este señor, desde luego, pero sentía fluir mucho mis juguitos y de a poquito sentía como chorritos de orina botaba de manera intermitente, ya que me sentía mojada en abundancia, y en eso me dice, ¡¡¡ mija mira nada más !!!, como estás de empapada, ¡¡ déjame verte !!. . .
Y paró el auto se bajó y me hizo tirarme en el asiento y me levanto bien mi faldita y vio una manchota de mis orines, marcada en mi puchita, y me dijo, mamita te vas a rozar de tu cosita, mejor te lo quito y me lo saco con mucho cuidado, lo metió en una bolsa de nylon, y se metió entre mis piernas y sorbió mis juguitos con pipí mezclados y a la vez me jalaba con sus labios mi pelusita de pocos pelitos, sentía muy bonito esas caricias y de la nada, ¡¡¡ me llegó un orgasmito que me hizo gemir de una manera muy especial !!!, ahhh, ahhh, ahhh, y con la lengua del señor bien metidita en mi pepita, ahhh, yaaa, ouchh, ahhh, ouchhhhh, ahhhhh, hasta que por fin vacié el cantarito de mis mieles, me tomó de ambas manos y me sacó del auto, me temblaban las piernas, pero, no sé qué me estaba pasando, ya que nunca había sentido temblorcitos en mis extremidades inferiores y me recargó en el auto acomodándome, a manera de estar a su altura, se me puso de frente y me alzo mi faldita y él se desabrochó y se me repega a mi cuerpo, abrazándome y jalándome de mis nalgas y empezó a frotarse en mi conchita y en una de esas, me hizo de la lado y me alzó una pierna y sentí, como. . .
Su miembro se abría camino en mi cuevita mojada y no podía bien penetrarme, sólo un poco sentía de su hombría entre mis labiecitos vaginales, pero se movía muy rápido y me hizo orgasmear en su glande, ¿¿¿ que no se lo había visto aún ???, pero empujaba bien fuerte, hasta que sentí que lo metió, recuerdo que se movió un poco más y así se quedó dentro de mí, bien pegado, y así parados me estaba teniendo bien ensartadita, se jalaba hacia atrás un poco y se volvía a quedar dentro, ¡¡¡ la verdad ya me estaba sintiendo lastimadita de ahí !!!, ya que por la posición de estar parados y como estaba más alto que yo, casi me levantaba con sus embates, hasta mis zapatillas medio posaban en el piso, y me hacía gemir y gritar cada vez que empujaba dentro mío, ahhhhhhhh, ahhhhhh, ayyyy, ahhhhh, ayyyyyyyyy, yaaaaaa, pareee, pareee, ayyyy, ahhh, mmmmsiiii, ahhhhh ayyyy ahhh, uyyy, auchhh, no tan fuerteeee, ahhhhh, ayyyyyyyyyyyy, despacitoooooooooooo, y me arrancó otro orgasmo así como me estaba haciendo, ahhhhh, yaaaaaa, yaaaaaa, yaaaa, ahhhhh, ahhhh, pero estaba firme y muy metido en mí, pues yo creo que como una hora me tuvo así bien clavada, ya que sentía como me cabeceaba adentro y pasados unos minutos, siento su palpitación de su pene y zazz, se volcó dentro de mi puchita, llenándola abundantemente, y ahhhh, ahhhh, me quemaaa, ahhhh, me quemaaaa, tu lecheeee, ahh, y me dejó su eyaculación intensa en mi partecita, ya que cuando comenzó la retirada sus mocos bajaban por el interior de mis piernas los que escurrían hasta la parte trasera de mis rodillas y ya una vez fuera de mi, ayyyy, ouchhh, le vi su miembro, no era grande de tamaño, pero pa’ su m. . . ., su cabezota yo creo que medía lo de 6” pulgadas, yo creo que por eso no podía metérmela y cuando se me salió sentí, como que se me quedaba atorado su pito, yo creo que era por eso, pero que rico me hizo sentir, ya una vez repuestos de esa faenita sexual en el camino, nos retomamos para el regreso, yo venía sin calzoncitos, y con mis piernitas medio abiertas, ya que me ardía mi vulvita y el señor, todo el camino me la venía acariciando, hasta que llegamos a mi casa de regreso. . .
Quedamos en volver a vernos una semana después, y me dijo que tenía un evento, para una fiesta el próximo fin de semana, ya que él es dueño de una compañía de payasos y magos que actúan para esos eventos y me invitó a participar, ya que le faltaba una chica, para hacer el papel y disfrazarse de “blanca nieves”, y que yo estaba bien para interpretar ese papel, ¿ qué si lo podía apoyar ?, y pues le dije que sí, y . . .
Pues ya había dicho al principio de este relato, ¡ que este sería éste el último capítulo ! de la trama, pero, queda algo, ¡ la fiesta de los payasos ¡, yo creo que lo dejó para otra ocasión, ya que en esté me extendería mucho y no quiero cansarlos, ¡eso sí les digo, que está muy bueno!.
Les voy a dejar un pequeñito avance, ya que mi escritor sexigaleno va a viajar a Europa, por invitación, a tomar un simposium, de un mes, para perfeccionarse más en la Gineco-obstetricia, y él es, quien me hace el favor de cuadrarme y articularme mis capítulos, y parte, el próximo 1ro. De Agosto y regresa hasta el mes de Septiembre, mientras haré el esfuerzo de publicarlo yop Cristy, ya que me va a dar de alta en esta página y ya con mi contraseña, voy a estar con ustedes, hasta en el chat erótico, pero coméntenme, califíquenme y motívenme, para poner el XI, que es un bombazo nuclear, y ese será el final del relato Pequeña y Caliente, capítulos del I al XI.
Avance: me visitó una señora, para tomarme las medidas, para hacerme el atuendo de “blanca nieves”, y . . . . . fui a la casa de los payasos a ensayar y . . . . . . Después unos niños serían los enanos . . . . . el evento sería en una hacienda y . . . . . . . . . Uno de los enanitos no era niño, era un enano de verdad . . . . . . . . Y en la casita de los enanitos, . . . . . . . . ., Me enseñó su . . . ., y era enorme y me hizo groserías, hasta que me . . . muy duro. . . . . . .
Con un afectuoso abracito y una carretada de besitos a todos y (as) de esta comunidad y a los visitantes de igual manera, me despido, su siempre amiguísima Cristy y les deja saludos mi escritor de lujo, el caballero del erotismo sexigaleno., hasta la vista babi’s.
WoW Que rico, Me encanto tu relato. Espero con ansias la continuación! Un abrazo